Reciban
querida familia
amigos y amigas
un caluroso abrazo por las navidades que se avecinan,
impregnado de todo el significado
que implica el árbol de Navidad,
-que Jesús nos ofrece con su nacimiento-,
comparable con el Arbol de la Vida,
uno de los símbolos cabalísticos mas importantes del judaismo
que llama a comprender a Dios a través de 10 esferas y 22 senderos.
Aquella religión fue una -más no la única- que llegó a comprender
la relación entre el árbol de la vida y nuestra vida,
como parte de la Creación, para la que Dios utilizó letras y números.
Un árbol que sostiene en su cúpula a
la estrella que alumbra precisamente nuestro recorrido
y se constituye en el objetivo a alcanzar,
pero también tiene en sus ramas al sol,
la luna y los diferentes planetas representados
por las esferas luminosas con las que se adornan
y que en nuestra vida estan presentes,
emanando sus influencias como guias visibles e invisibles.
Era y es un símbolo de vida y no importa cuán rápido
pueda secarse (morir) pues reverdecera nuevamente a través
de sus semillas y su raiz que nunca muere y nos sigue alimentando.
Así, en estas Navidades
les invito a reforzar el objetivo
de llegar a
la Estrella Mayor.
Que la L.V.X. pueda inundarnos y se derrrame a nuestro alrededor en Paz y Amor.
Paz profunda
Un cordial abrazo
Evaristo