(viene de Parte II)
*lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe*
¿Cómo o a través de qué medio Dios une a dos personas? : A
través del compromiso de unión entre ambas personas. Este ha de ser un
compromiso recíproco, bilateral, no unilateral. Si este compromiso es
verdaderamente mutuo, simultaneo y constante, allí queda sellada esa unión por
Dios. Es necesario el consentimiento pues de tres partes: los cónyuges por un
lado y Dios por el otro. Es una unión bilateral (o multilateral en los que
aceptan la poligamia. Ver link abajo). No unilateral. Dios une cuando marido y
mujer aceptan serlo recíprocamente, y se comprometen a ser como
una sola carne (otra forma de llamar a ser o actuar unidos). No es una
unión impuesta por Dios, sino bendecida por Él. Imposible sin el
consentimiento de los contrayentes.
Dicho compromiso se materializa por medio de la
continuidad y permanencia en convivencia recíproca, con sincera e íntima
vocación de perpetuidad, lo que diferencia este tipo de unión de otros tipos de
uniones.
No basta que esa intención de unidad presente y futura se
manifieste de palabra ante el sacerdote o el celebrante en el momento de la
boda. Ha de mantenerse la misma intención después de ella y a futuro. Si no
fuera así el vínculo se disuelve.
El compromiso es de unidad, comprensión, contención,
compañerismo, cooperación y ayuda mutua entre los esposos. Hay infidelidad al vínculo
por parte de quien rompe dicho compromiso, lo que habilita el divorcio por
medio del cual el vínculo queda disuelto. En lo humano, esto sólo puede ser
conocido por manifestaciones externas, verbales o no verbales. En lo divino,
sólo Dios puede conocerlo.
En lo humano, basta la sospecha de infidelidad para que
el vínculo se rompa.
Por definición, el vínculo matrimonial es tal en la
medida en que es mutuo, simultáneo y constante en cada una de las partes
intervinientes.
Sabemos que Dios une en la medida que la pareja siente
interiormente que necesita permanecer unida. Allí existe matrimonio. Donde no
existe ese sentimiento no hay matrimonio. Señal esta de que Dios ha desunido lo
que había antes unido.
Si A es fiel a B pero B no es fiel a A, va de suyo que
allí Dios no ha creado vínculo conyugal alguno, o si había sido creado fue
disuelto.
El vínculo unilateral no es *matrimonio*. No hay en este
caso *matrimonio*. Lo hay cuando el vínculo es mutuo, es decir, bilateral o
multilateral (ver poligamia).
Sería absurdo que un sacerdote o celebrante celebrara un
matrimonio con uno solo de los contrayentes, contando con la sola palabra de
sólo el novio o sólo la novia y en ausencia del restante novio/a.
Pero no basta la existencia de ese vínculo para que
exista *matrimonio*, sino que además es imprescindible otro requisito más: el
de la continuidad y permanencia, de los cónyuges, porque el mutuo amor sin
intención de continuidad y permanencia, tampoco constituye un matrimonio. Podrá ser una relación de pareja o noviazgo
quizás, o llamársele relación afectiva, formal o informal, o de cualquier otra
manera. Pero no matrimonio.
El vínculo es indisoluble sólo para el hombre (salvo por
infidelidad) pero no lo es para Dios. Dios puede disolverlo en cualquier
momento y en vida de los esposos. Si Dios es todopoderoso, tanto une como
desune, y en el tiempo que quiera, sin consultar a nadie. Es negar la divina
potestad de Dios sostener que lo que Dios une ni Dios puede desunirlo (???). Un
disparate. Casi una blasfemia.
Cristo no dijo que Dios estaba *impedido* de desunir lo
que había unido. Era absurdo que tuviera que aclarar que lo que Dios une, Dios
desune si así lo quiere.
Ahora bien, si el compromiso aludido antes, deja de ser
mutuo, simultaneo y constante en ambas partes, entonces el vínculo se disipa.
Es la misma bilateralidad mencionada al comienzo, pero en sentido opuesto.
Por supuesto, no hay manera
objetiva de saber si el vínculo es bilateral, unilateral, o no existe ni el
primero ni el segundo. Tampoco hay
manera de saber si es actual.
Veamos esta otra opinión:
"Jesús concibió el matrimonio tan estrictamente como
casi nadie lo hizo antes, pero no dijo lo más mínimo sobre su finalidad. Y no
puede encontrarse ninguna palabra suya contra el mismo" (lo que este autor intenta es
un ataque al celibato). "En caso contrario, con qué ansia se habría
agarrado a ella Pablo, el enemigo del matrimonio, en su primera Carta a los
Corintios. En lugar de ello, tuvo que admitir que no contaba con ningún
precepto del Señor al respecto" (es verdad). "También en esto, Jesús compartía
evidentemente la postura de los judíos. Cualquier mitigación de la libido en el
interior del matrimonio -que luego se convirtió en ineludible exigencia de la
Iglesia- tenía que parecerles absurda, una posición a la que alude aquella
frase -rotunda afirmación del amor físico- según la cual los esposos deben ser
"una sola carne". “(no implica solamente amor físico "sexual", por lo que ya
explicamos antes)
(La cita anterior es de Karlheinz Deschner, en su libro Historia
Sexual del Cristianismo)
Es verdad que del matrimonio, Cristo *no dijo lo más
mínimo sobre su finalidad*. Ni dijo que su finalidad era sexual ni lo contrario
(asexual). Confundir lo sexual con lo matrimonial, o creer que son sinónimos es
un grave error. El matrimonio puede o no incluir al sexo, pero no es su
esencia. La esencia del matrimonio es
espiritual y no sexual. Y es a esto último a lo que creemos que Cristo
apuntaba. Lo sexual, si bien es importante, no deja de ser algo secundario en
orden a lo puramente espiritual.
Sobre la poligamia ver aquí
http://www.las21tesisdetito.com/poligamia_biblica.htm
Ahora bien, según el texto de la Reina Valera (1960) el
pasaje diría:
Mat 19:9 Y G1161
C yo os G5213 RP2DP digo
G3004 VPAI1S que G3754 C cualquiera G3739 RR-NSM • G302
T que repudia G630 VAAS3S a su
G846 RP-GSM mujer, G3588 G1135 DASF NASF salvo G1487 G3361 C T por G1909
P causa de fornicación, G4202 NDSF y G2532 C se G1060
VAAS3S casa con otra, G243 JASF
adultera; G3429 VPUI3S y G2532 C el G3588
DNSM que G630 VRPP-SAF se casa
con la repudiada, G1060 VAAP-SNM
adultera. G3429 VPUI3S
(Continua en Parte IV)