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Socio-Política: Wikileaks
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De: Marti2 (Mensaje original) |
Enviado: 24/09/2010 00:31 |
¿Por qué tienen miedo a Wikileaks los Gobiernos y los medios de comunicación?
A finales de julio de este año, Wikileaks publicaba su más sensacional leak (filtración): 92.000 páginas de documentos clasificados como top secret en los que se certifica la violencia de las acciones militares de la OTAN en Afganistán, la corrupción de los servicios secretos paquistaníes y la muerte de millares de civiles. Un historial de la guerra en Afganistán creado por soldados y oficiales de los servicios de inteligencia.
La publicación de estos “diarios afganos” por la página web había sido anunciada tres semanas antes a tres periódicos(el inglés The Guardian, el alemán Die Spiegel y el estadounidense New York Times), que se han limitado a denunciar la presencia de dicha documentación, esperando que fuese sacada en su totalidad por la misma página.
Como señalaba el 9 de agosto Christian Christensen en Le Monde Diplomatique, “no tomar anteriormente el contacto con estos periódicos hubiese causado una confusión de artículos y informaciones sobre el tema en todo el mundo”. Sin embargo, la delicadeza de los argumentos en cuestión ha hecho que los periódicos atacaran a Wikileaks: en el New York Times, ya se le llama “Wiki-kills” (wiki-mata).
“En EE UU desde el Watergate no ha habido otros casos de periodismo realmente enfrentado al poder”
En una entrevista publicada en la versión en inglés de Al Jazeera, Assange aseguraba que en los últimos dos años Wikileaks ha publicado más documentación que los demás medios juntos: “los medios de información están haciendo tan mal trabajo que un pequeño grupo de activistas ha hecho más que todos ellos juntos”. Lo que Assange dijo subraya que “el convencional periodismo de investigación hoy en día está bastante enfermo”, explica a DIAGONAL Vittorio Zambardino, periodista italiano de La Repubblica especializado en comunicación en internet. “Más que nada son los periódicos los que no ven la gran demanda que hay de este tipo de periodismo. En EE UU, a los que siempre se les mira como tierra feliz del periodismo de investigación, ha quedado claro a todos que desde el Watergate no ha habido otros casos de periodismo realmente enfrentado al poder”.
Según muchos medios, en el caso de los diarios de la guerra en Afganistán Wikileaks “se ha pasado”, al haber puesto en peligro la vida de los afganos que colaboraron con los militares estadounidenses a lo largo de la ocupación americana del territorio, publicando sus nombres en la web. Y no sólo los medios, sino algunas ONG, como Amnistía Internacional, la misma que en 2009 había premiado a Assange y su portal en la categoría Nuevos Medios por sacar a la luz informes sobre las matanzas en Kenya, denunciaron la posibilidad de repercusiones talibanes sobre estos colaboradores.
¿Revolución hacia la web libre?
La manera de actuar de Wikileaks es relativamente sencilla: cualquier usuario puede convertirse en whistleblower (literalmente, “quien hace sonar un silbato”), sin tener particulares conocimientos de informática, subiendo documentos a la página en el idioma que prefiera. Éstos son analizados (así ellos lo aseguran) por el equipo de Wikileaks, que los carga en la página sin que el usuario que los ha propuesto deje ningún tipo de rastro en la red, gracias al uso de tecnologías como FreeNet, Tor o Pgp (sistemas de comunicación y distribución de informaciones en línea descentralizadas, y por ello poco censurables o rastreables).
En este sentido, dicen en su página, “Wikileaks es incensurable”. Aspecto fundamental en la nueva era de internet, sobre todo por una página que se propone ‘ser el corazón de una revolución global’ en la que cualquiera pueda enfrentarse a las instituciones ‘a pesar de las mordazas virtuales y físicas o de su condición económica o conocimientos tecnológicos’.
¿Entonces Wikileaks es un paso fundamental para la difusión de la web libre? “Es más un paso hacia adelante y dos atrás” explica a DIAGONAL Geert Lovink, teórico de los medios de comunicación y creador del Institute of Network Culture, “estamos hablando de grandes cantidades de material, y nosotros, la ‘gente normal’, necesitamos contextualización y análisis para que un caso concreto tenga sentido”. Sin embargo, en su opinión, no poniendo los hechos en un discurso comprensible, Wikileaks no deja claro si quiere comportarse “como proveedor de contenidos o como simple contenedor de datos filtrados”. A todo esto, concluye que “Wikileaks está dando un empujón a los medios para que vuelvan a hacer este tipo de trabajo de investigación”.
La verdad se debe publicar
Nacida a finales de 2006, empieza su actividad en julio de 2007, y desde entonces ha publicado 1,2 millones de documentos clasificados como secretos por numerosos gobiernos. La web nace tras las conversaciones en línea de su creador, Julian Assange, periodista y programador, con otros activistas.
Han tomado parte en su creación “disidentes chinos, periodistas, matemáticos y una nueva empresa de tecnología, procedentes de EE UU, Taiwan, Europa, Australia y Sudáfrica”. Según el principio de que “la mejor manera de hacer que se conozca la verdad sobre un asunto es publicar en su totalidad los documentos que la tratan”, Wikileaks apunta a que la tecnología del leaking pueda convertirse en un modelo. Hasta ahora, ha sobrevivido con un equipo de 5 personas, a los que se suma la colaboración de unas 800 personas.
Danielle Grasso Diagonal
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 23:10 |
El bloqueo a Wikileaks: una brecha en la neutralidad de la Red
La información relativa a la web “wikileaks” y a uno de sus fundadores, Julian Assange, es caótica. La censura impuesta por los cinco medios que disponen de los cables, las reacciones gubernamentales y la detención de Julian Assange están ocasionando un ruido informativo que impide una clara visión sobre todo lo ocurrido y, lo más importante, sobre las futuras repercusiones.
Pero de las múltiples implicaciones de este “affair”, hay un aspecto que no está siendo suficientemente subrayado: el bloqueo a la web wikileaks. Primero fue la empresa “Amazon” la que expulsó de sus servidores los contenidos de la Web. Posteriormente la popular empresa de pagos por Internet, Pay-pal, fue la que canceló la cuenta de Wikileaks por la cual recibían donaciones, al igual que “Master Card” la que también ha bloqueado su cuenta.
Pero lo que ha atentado directamente contra la neutralidad de la red ha sido la cancelación del dominio “wikileaks.org”. La empresa a través de la cual se había registrado el dominio, EveryDNS.net, anuló de forma unilateral, sin preaviso y con seguro incumplimiento contractual el citado dominio, de forma que sólo se puede acceder a la web a través de una dirección IP o en un nuevo dominio llamado http://wikileaks.ch/.
Los responsables de EveryDNS.net alegan que estaban sufriendo muchos ataques informáticos. La misma excusa que hizo pública Amazon que albergaba la web. Sin embargo, a raíz de este acto de bloqueo, Amazón o Pay-pal ha sido objeto de ataques informáticos sin que por ello hayan cerrado ningún servidor. Cuando hay voluntad de que un servidor siga en funcionamiento, tras un lapso de tiempo más o menos breve, se pueden habilitar los medios para defenderlo de los ataques externos.
Paradójicamente, el bloqueo ha sido facilitado por los propios responsables de Wikileaks. Ellos eran conocedores de que la información era codiciada e iba a causar un importante revuelo. Entonces, ¿por qué no hacer con los cables lo mismo que ha hecho Julian Assange con su misterioso archivo "insurance.aes256" que colocó en la red bitorrent?
Una de las grandes ventajas de Internet es la descentralización, si Wikileaks quería difundir de forma segura y generalizada su información debían haberla colocado en las redes edonkey, Bitorrent, GNUnet...
Esta falta de previsión ha sido suplida por muchos grupos de activistas que han creado “espejos” para que los contenidos de la página web puedan ser consultado en diferentes direcciones. Contenidos entre los que, por cierto, siguen faltando la mayoría de los cables de los que sí disponen los cinco diarios a los que se vendió la documentación, tal y como ha reconocido Julian Assange en otros casos similares.
La torpeza o cualquier otra razón que haya motivado el hecho no exime de responsabilidad a las autoridades gubernamentales y empresas que están bloqueando su web. Decíamos que Internet es una entidad descentralizada, excepto el sistema de nombres de Internet (DNS) que está bajo el control del gobierno norteamericano, a través de un organismo dependiente llamado ICANN, de forma que en cualquier momento pueden bloquear cualquier dominio, lo que obligaría a “navegar” con direcciones IP.
Esto debe ponernos sobre aviso a los internautas que defendemos una red neutral. La detención de Julian Assange por el momento no parece que tenga que ver con la filtración, acaso la notoriedad del personaje afectará a la marcha del proceso de la misma forma que cualquier proceso penal seguido por los medios. Suecia es uno de los estados de derecho más asentados de todo el mundo lo que lleva a poner en cuestión las teorías conspirativas que circulan por la red. La posible extradición a EEUU por un delito de espionaje será más difícil desde el estado escandinavo que desde el Reino Unido donde ha sido detenido.
Defendamos una Internet neutral, defendamos el derecho de Wikileaks a permanecer en la red, si logran cerrar esta web ¿cual será la siguiente?
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Puedes comentar la noticia en
http://carlosmartinez.info/content/view/245/1/
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marcarlos@gmail.com
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 23:11 |
Australia culpa a EEUU de las filtraciones de WikiLeaks
Australia responsabilizó el miércoles a Estados Unidos de la divulgación por parte de WikiLeaks de cables diplomáticos estadounidenses y dijo que su fundador, el australiano de 39 años Julian Assange, no debía ser acusado.
Assange pasó la noche en una cárcel británica después de que un juez en Londres rechazara su puesta en libertad bajo fianza. El fundador de la web de revelación de secretos se entregó el martes a la policía británica después de que Suecia emitiera una Orden Europea de Arresto en su contra por presuntos delitos sexuales.
Assange ha pasado algún tiempo en Suecia y fue acusado este año de abusos sexuales por dos mujeres suecas que eran voluntarias de WikiLeaks. El abogado del caso aseguró que las denuncias de sus defendidas no forman parte de un complot de motivaciones políticas contra el fundador de la web.
"No tiene nada que ver con WikiLeaks o la CIA", dijo Claes Borgstrom.
Assange ha provocado la furia Washington con las publicaciones de 250.000 documentos secretos estadounidenses.
El ministro de Asuntos Exteriores de Australia, Kevin Rudd, dijo que la gente que originalmente filtró los documentos, y no Assange, era la legalmente responsable y las filtraciones generaban interrogantes sobre la "idoneidad" de la seguridad estadounidense.
"El Sr. Assange no es en sí mismo responsable por la divulgación no autorizada de 250.000 documentos de la red de comunicaciones diplomáticas estadounidense", dijo Rudd a Reuters en una entrevista.
"Los estadounidenses son responsables de ello", señaló Rudd.
SIGUEN LAS REVELACIONES
WikiLeaks prometió que seguirá haciendo públicos detalles de los cables secretos estadounidenses que ha obtenido. Hasta ahora se ha publicado sólo una fracción de la información.
Los últimos despachos, publicados por el diario británico The Guardian, recogen que el líder libio Muamar Gadafi amenazó con suspender el comercio con Reino Unido y advirtió de "enormes repercusiones" si el libio preso por el atentado contra un avión en Lockerbie moría en una cárcel escocesa. El hombre fue puesto en libertad en agosto de 2009.
WikiLeaks también publicó el miércoles cables que señalaban que Arabia Saudí propuso desplegar un "Ejército árabe" en Líbano, con intervención aérea y naval estadounidense, para detener a la milicia chií Hezbolá después de que se hiciera con el control de partes de Beirut en 2008.
Assange se ha convertido en la cara visible de WikiLeaks y es respaldado por figuras como el periodista australiano John Pilger y el director de cine británico Ken Loach como un defensor de la libertad de expresión.
El abogado Borgstrom declaró en una rueda de prensa que los testimonios ofrecidos por las dos mujeres suecas eran creíbles y que había posibilidades de que Suecia finalmente presentara cargos en su contra.
"Más del 50/50", dijo cuando le preguntaron específicamente cuál era la probabilidad.
La fuente original de la filtración no se conoce, aunque un soldado estadounidense que trabajaba como analista de inteligencia en Irak, Bradley Manning, ha sido acusado por autoridades militares de descargar sin autorización más de 150.000 cables del Departamento de Estado.
Las autoridades estadounidenses no han querido decir si esos cables son los mismos que ahora está revelando WikiLeaks.
Assange defendió el miércoles su página en Internet en un artículo de opinión publicado en un diario australiano, diciendo que era crucial para propagar la democracia y se comparó a sí mismo con el barón de los medios Rupert Murdoch en su búsqueda de publicar la verdad.
Supuestos ataques de hackers partidarios de Assange y contrarios a la censura inhabilitaron las páginas de Internet de la fiscalía sueca y del estudio de Borgstrom.
Reuters |
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 23:14 |
Estados Unidos busca extraditar a Assange por espionaje
Los Angeles Times reporta que el gobierno de Estados Unidos está considerando solicitar la extradición de Julian Assange bajo el cargo de espionaje. El procedimiento marcaría una prueba durísima para la Primera Enmienda, ya que se cuestionaría si la libertad de prensa se extiende hacia un sitio web con audiencia global. Cabe recordar que el fundador de WikiLeaks se encuentra recluído por las autoridades británicas, después de que este lunes martes se entregara voluntariamente en una comisaría para enfrentar una audiencia por el delito de violación que le imputa la justicia sueca.
Philip J. Crowley, vocero en jefe del Departamento de Estado, señala que la razón para pedir su extradición es porque la liberación de 250 mil documentos clasificados es un crimen bajo la ley de Estados Unidos. Los fiscales preparan todo el arsenal contra Assange, ya que también le acusarían de otras infracciones, como la recepción de material robado. Sin embargo, la extradición del fundador de WikiLeaks no se daría hasta que Suecia (país donde se le juzga por violación) se asegure que Julian no encarará la pena de muerte, sentencia que Estados Unidos sí contempla para culpables de espionaje.
Paradójicamente, la justicia sueca puede ser la mejor barrera de protección de Assange. El gobierno de Estados Unidos debe llenar una forma en la que aclare detalladamente con qué cargos se justifica su traslado. La acusación deberá ser muy específica y se necesita de evidencia que fundamente que se violó el Acta de Espionaje, la cual tipifica que comunicar información secreta del gobierno que pueda dañar la seguridad nacional es un crimen. Sin embargo, Estados Unidos se ha mantenido al margen de perseguir a periodistas que revelan estos secretos, ya que se encuentran amparados bajo la Primera Enmienda. Todo se reduce a debatir en la Corte si se considera a Julian Assange un periodista o no.
Jeffrey H. Smith, antiguo consejero de la CIA, ve altas probabilidades de que la extradición pase, ya que para el gobierno de EE.UU, las acciones de Assange no corresponden “a las de un periodista responsable que disfrute la protección de la Constitución, [sino que] él solicitó a la gente que cometiera un crimen al enviarle información clasificada”. La controversia legal apunta a que el gobierno quiere que se castigue a quienes filtan los documentos, no necesariamente a quienes los publican. Bajo estos argumentos, parece sólo cuestión de tiempo para que Julian Assange deba comparecer ante la justicia de Estados Unidos, en un caso cuya resolución (positiva o negativa) cambiará definitivamente la forma en que se entiende la libertad de prensa en la casa del Tío Sam.
Pepe Flores ALT1040
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 23:16 |
WikiLeaks: cables filtrados y distorsiones
Diarios de Estados Unidos aseguraron en los últimos días que los cables diplomáticos divulgados por WikiLeaks revelaban el apoyo de países árabes a una invasión a Irán. Pero una lectura directa de esos documentos muestra que los medios distorsionaron la información o la descontextualizaron.
Un artículo de primera plana del periódico de The New York Times se concentró en las presuntas declaraciones de gobernantes árabes apoyando una acción militar contra Teherán, como la del rey Abdullah de Arabia Saudita, quien urgía a Washington a "cortar la cabeza de la serpiente".
"Los cables revelan cómo el ascenso de Irán unifica a Israel con muchos de sus adversario árabes, en especial los sauditas, detrás de una causa común", señalaba el diario.
Los cables divulgados por WikiLeaks "muestran que los gobernantes del Golfo Pérsico presionaron para atacar las instalaciones nucleares" iraníes, aseguró por su parte The Washington Post en su edición del lunes, en vísperas de las conversaciones entre la República Islámica y potencias occidentales en Ginebra. Pero de la lectura de los documentos confidenciales no se desprende esa información. Por el contrario, se aprecia que hubo una profunda distorsión de su contenido. En el caso concreto de Arabia Saudita, se omitió por completo el contexto de la declaración del rey.
El artículo de The New York Times, titulado "De árabes e israelíes, profunda consternación por un Irán nuclear", hizo referencia a un "frente silencioso de estados árabes cuya posición sobre las sanciones y el uso de la fuerza se parece mucho a la de los israelíes".
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y sus partidarios estadounidenses neoconservadores tomaron el artículo periodístico como una confirmación de lo que el Estado judío venía diciendo.
Pero la realidad es que los cables muestran que los regímenes árabes del Golfo, incluida la propia Arabia Saudita, han estado muy preocupados por las consecuencias de atacar a Irán por su propia seguridad, en total contradicción con la posición de Israel.
Emiratos Árabes Unidos y Kuwait expresaron su preocupación con mayor urgencia en los últimos dos años.
Sin embargo, The New York Times ignoró ese hecho por completo.
LA CITA DEL REY ABDULLAH
La principal cita que sustenta el argumento del artículo periodístico es la declaración de Abdullah de "cortar la cabeza de la serpiente", en alusión a Irán.
El periódico señala que el embajador saudita en Washington, Adel al-Jubeir, recordó las "frecuentes exhortaciones a Estados Unidos de atacar a Irán", realizadas por el monarca durante una reunión con el general David Petraeus, flamante jefe del Comando Central en abril de 2008.
El diario dio por entendido que Al-Jubeir había hecho esa afirmación durante el propio encuentro Abdullah-Petraeus. Pero los cables dejan en claro que el embajador saudita realizó el comentario dos días después de dicha reunión, durante una conversación con el Michael Gfoeller, segundo al mando de la Misión de Estados Unidos en Riyadh.
En la entrevista con Petraeus, por el contrario, Abdullah no mencionó al programa nuclear iraní, sino que se concentró en la importancia de "resistir y menguar la influencia y subversión iraní en Iraq", según dice el documento filtrado.
El cable muestra una clara contradicción entre el comentario de Al-Jubeir y los del canciller Saud al-Faisal y del director general de inteligencia, príncipe Muqrin, durante la visita de Petraeus.
"Por otro lado", se puede leer tras la cita del comentario de Al-Jubeir, el canciller "pidió sanciones mucho más graves contra Irán, incluida la prohibición de viajar y más restricción a los préstamos bancarios". El príncipe Muqrin "coincide con esa posición", según el propio documento confidencial. El canciller sólo dijo que "no debe descartarse el uso de la presión militar contra Irán", según el propio cable. La declaración refleja precisamente la posición oficial del entonces gobierno de George W. Bush (2001-2009).
Aun si Abdullah hubiera ofrecido su apoyo explícito a un ataque militar contra Irán en la reunión con Petraeus, eso no es un indicador de la política oficial de Arabia Saudita al respecto, según Chas Freeman, diplomático de trayectoria y quien fuera embajador de Estados Unidos en ese país entre 1989 y 1992.
Freeman, quien mantiene vínculos con altos funcionarios sauditas, dijo a IPS que el comentario "encaja con un patrón de comunicación con Estados Unidos de reverenciar a su protector".
No es un dato menor que la reunión entre Abdullah y Petraeus se realizara tres meses después de la visita de Bush a Riyadh buscando apoyo para una postura más dura contra Irán.
Además ocurrió cinco semanas después de la destitución del predecesor de Petraeus al frente del Comando Central, William Fallon, por declarar públicamente que no habría una guerra contra Irán, y menos de un mes después de que el entonces vicepresidente Dick Cheney buscara apoyo para una acción militar durante su propia visita a Arabia Saudita.
La cita del rey Abdullah se ajusta a un patrón común de los sauditas de "decirle a los estadounidenses lo que quieren escuchar", dijo a IPS el ex jefe de la oficina de Medio Oriente de The Washington Post, Thomas Lippman. "Querían asegurarse de quedar bajo la protección de Estados Unidos", añadió Lippman, investigador adjunto en el Instituto de Medio Oriente, quien, además, escribió un libro sobre las relaciones entre ambos países.
De hecho, los cables que cubren el periodo de gobierno de Barack Obama sugieren que los sauditas le dan más énfasis a las estrategias políticas y económicas para lidiar con Irán que en 2008.
Un cable desde Riyadh del 10 de febrero de este año, por ejemplo, decía que Abdullah, desilusionado con el error garrafal de Estados Unidos en Iraq que permitió aumentar el dominio de Irán, "concluyó que debe proseguir con su estrategia para contrarrestar la influencia iraní en la región".
La nueva estrategia saudita, según el cable, implica promover la reconciliación entre Hamás (acrónimo árabe del Movimiento de Resistencia Islámica) y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), además de ampliar las relaciones con China, India y Rusia para crear "presiones diplomáticas y económicas sobre Irán que no dependan directamente de la ayuda de Estados Unidos".
EMIRATOS PREOCUPADO POR "ATAQUE PREVENTIVO"
Según The New York Times, los documentos confidenciales filtrados sugieren una evolución en la forma de pensar respecto de las primeras advertencias de que un ataque militar israelí o estadounidense sería "catastrófico" a una posición más belicista.
Un cable de febrero de 2007 señala que el príncipe heredero a la corona de Abu Dhabi, Mohammad bin Zayed Al-Nahyan, dijo que "había que detener por todos los medios posibles" el programa nuclear iraní.
Pero la exhortación fue hecha en un contexto diferente por el diplomático que informó sobre su conversación con Bin Zayed, quien es, además, subcomandante supremo de las fuerzas armadas de Emiratos Árabes Unidos.
El "tono duro hacia Irán" debe "entenderse en el contexto del gran interés de Emiratos en adquirir tecnología militar avanzada". De hecho, ese país negociaba un paquete para comprar en los próximos años 17.000 millones de dólares en armas.
El diplomático estadounidense escribió el 7 de febrero de 2007 un cable que señala que Emiratos "está claramente nervioso ante cualquier acción de Estados Unidos que pueda hacer enojar a su vecino, mucho mayor y militarmente superior".
Dos años después, el propio Bin Zayed dijo al representante especial de Estados Unidos para Afganistán y Pakistán, Richard Holbrooke, que una "solución militar sólo demoraría el programa nuclear iraní, no lo desbarataría" y que "una guerra con Irán no haría más que perjudicar a Emiratos".
También se mostró "profundamente preocupado" por un posible ataque israelí que, "tendría un impacto mínimo en las capacidades de Irán", según un cable del 5 de abril de 2009.
La misma preocupación se la reiteró tres meses a otros altos funcionarios estadounidenses.
Tras una reunión el 15 de julio entre el príncipe heredero de Abu Dhabi y el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, la embajada informó: "Sin una acción oportuna y decisiva, MbZ (Mohammed bin Zayed) cree que Israel atacará Irán y éste lanzará ataques con misiles, que caerán en Emiratos, y atentados terroristas en el mundo".
"La clave para contener a Irán radica en que se avance del conflicto palestino-israelí", habría sugerido Bin Zayed.
Un documento del 23 de julio de 2009 muestra que el príncipe heredero de Abu Dhabi dijo a altos funcionarios del Departamento de Estado (cancillería) que el presidente Mahmoud "Ahmadineyad es Hitler", comentario realzado por el periódico y que concentró la atención de la prensa.
Pero el cable contiene más expresiones de alarma sobre las posibles consecuencias de un ataque preventivo de Israel. El príncipe pidió a Washington que comenzara una "planificación conjunta" con Emiratos para atender el "peor escenario".
Un documento posterior, del 22 febrero de este año, dice que el canciller de Emiratos, el jeque Abdullah bin Zayed Al Nayan, alertó a una delegación estadounidense encabezada por la representante Nita Lowey, una fuerte defensora de Israel en el Congreso legislativo de Estados Unidos, que toda "crisis o confrontación en la región creará problemas en el suministro de petróleo".
El ministro terminó la reunión con un "soliloquio sobre la importancia de un proceso de paz exitoso entre Israel y sus vecinos como la mejor forma de reducir la influencia regional de Irán", señala el cable.
"IRÁN NO NOS MOLESTÓ"
Los documentos confidenciales muestran la preocupación de los gobernantes árabes sobre la influencia regional y las ambiciones de Irán, pero también sugieren que tienen poco o ningún interés en una acción militar contra la República Islámica, salvo quizá el rey Hamad, de Bahrein, único un país de mayoría chiita.
"Hace uno o dos años, muchos kuwaitíes deseaban que un ataque dirigido terminara con el problemático reactor y aliviara la presión en la región", reza un cable citando al canciller de ese país, que, además, es el hijo del primer ministro de Kuwait.
"Pero ahora temen que todo intento de desbaratar el programa nuclear, ya sea mediante una acción militar o sanciones ‘perjudique a Occidente’", según el documento, que cita a otro funcionario diciendo que a Emiratos le preocupa ese asunto, pero está "igual de preocupado por la acción preventiva" y la probable represalia.
Qatar, por su parte, no está dispuesto a "provocar un enfrentamiento" con Irán, señaló el emir de ese país, según un cable de febrero de este año sobre un encuentro que mantuvo con el senador estadounidense John Kerry.
El emir explicó que Doha no "provocará un enfrentamiento" con Irán porque su principal interés era un campo de gas natural compartido con Teherán. En la historia de las relaciones bilaterales de ambos países, la República Islámica "nunca nos molestó", añadió.
Un cable del 2 de febrero deja en claro que el sultán de Omán, que habilitó el acceso de Estados Unidos a tres bases militares en su territorio, está decidido a mantener un equilibrio entre Washington y Teherán.
El documento también señala que el gobierno de Omán rechazó dos veces en 2009 la oferta de Washington de incluirlo en un sistema de defensa de misiles dirigidos a Irán.
En lo que respecta a Bahrein, el periódico The New York Times divulgó un cable de noviembre de 2009 en el que dice que el rey Hamad al-Jalifa declaró: "Hay que detener el programa" nuclear de Irán, y alerta sobre que "el peligro de dejarlo avanzar es mayor que el de detenerlo".
Ninguno de los documentos divulgados abunda sobre qué quiere decir exactamente para Estados Unidos u otros países detener el programa iraní.
Gareth Porter es un historiador y periodista de investigación especializado en la política de seguridad nacional de Estados Unidos. Su último libro, Perils of Dominance: Imbalance of Power and the Road to War in Vietnam (Peligros del dominio: Desequilibrio de poder y el camino hacia la guerra en Vietnam), editado en 2006. El blog de Jim Lobe sobre política exterior se puede leer en http://www.lobelog.com.
Gareth Porter y Jim Lobe IPS
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 23:19 |
El mundo árabe según Wikileaks
No hacía falta que el mundo árabe esperase todos estos años para saber los verdaderos sentimientos que mueven a sus tiranos. El asunto es tan palmario como la actual alianza entre EEUU, Israel y Arabia Saudí. Una conclusión: la peor predicción posible sobre los dirigentes árabes era justa y acertada. Por otra parte, los documentos publicados corroboran la validez de “La teoría de la conspiración”- en su versión más radical- para entender la situación actual del mundo árabe, así como revelan el estado de subordinación al que el Imperio estadounidense tiene sometidos a los gobiernos árabes.
El nivel de sometimiento de los regímenes árabes a Washington no tiene precedentes. Los gobernantes de las “reservas” del Golfo, en la época del Imperio Británico, no estaban sujetos a un acatamiento tan servil. Estos documentos ofrecen la imagen más grotesca de los gobernantes árabes, al igual que registran hasta qué punto han tomado de los sionistas norteamericanos el vocabulario y los términos que usan en sus conversaciones. Todas las acusaciones de los seguidores de la teoría de la conspiración en el mundo árabe se han demostrado ciertas, han llegado los documentos que las confirman.
El mundo árabe ha retrocedido repentinamente a la era previa a la de la comunicación vía satélite: al-Arabiya estaba retransmitiendo en directo, paso a paso, la inminencia de la publicación de los documentos, más cuando salieron, se hundió en un profundo silencio. La página web de al-Arabiya se volcó en asuntos de mayor interés: una noticia sobre la estrella de David en un edificio perteneciente a la compañía aérea iraní, y otra rúbrica que afirmaba que el Rey de Arabia Saudí (del que un responsable israelí dijo en un de los documentos que “no odia a Israel”) se había puesto de pie y logrado dar algunos pasos. Al-Jazira hizo alusión a las filtraciones, sin embargo omitió toda referencia a los gobernantes árabes, incluido, cómo no, el de Qatar. ¿Qué se puede extraer de lo publicado en esos documentos?
En lo tocante al Líbano, el primer día no se publicó gran cosa (aunque el periódico al-Akhbar sacó una resma). Saad al-Hariri visitaba Irán el mismo día en que un informe del New York Times refería la incitación por parte de Saad al-Hariri a Estados Unidos para que invadiese Irán en 2006. (¿Por qué ha ignorado la prensa libanesa esa entrevista con el Washington Post que incluía un elogio suyo a Isaac Rabín, a quien su padre también admiraba?). Entre las filtraciones de Wikileaks hay datos sorprendentes sobre Fuad Siniora, ése que repite con monotonía que no necesita que le hagan un examen de nacionalismo y arabidad (parece ser que participó en una o dos manifestaciones cuando cursaba bachillerato), que lo presentan como amigo de Israel. El mismo director del Mosad lo elogia, del mismo modo que ensalza su valentía y busca con los estadounidenses vías para afirmarlo. Fuad Siniora, probablemente, no va a hacer declaraciones sobre el tema, a pesar de que su “despacho de prensa” no pierde ocasión de responder a todo aquel que no esté convencido de que Siniora es un “hombre de estado”, sólo porque- como a Hamid Karzai- George Bush le dio unas palmaditas en el hombro. Tal vez Siniora no desmienta el contenido de lo publicado (repentinamente ha decidido defender a Hizbulá en Londres, tal vez movido por la vergüenza, aunque le desagrada el término “resistencia”). Estos documentos no vienen de un periódico de tirada nacional, Sr. Fuad Siniora, por lo que el abogado Farid Matar, de la familia Hariri, no podrá llevar y ganar el caso en los tribunales.
Del encuentro que mantuvieron Siniora y el general Petraeus se desprenden muchas evidencias: qué lectura tiene que el General que arrasó Iraq felicite a un Primer Ministro, designado por la familia Saúd, por su victoria en las elecciones libanesas. Se trataba de un éxito compartido, una felicitación entre socios, no sabemos si abrieron una botella de champán- lo más probable es que no la abriesen porque Siniora, después de su encierro en el Serrallo, se convirtió en “buen creyente”, al estilo de Anwar al-Sadat en las vísperas de su visita a Israel.
En lo relativo a las conversaciones entre Siniora y Petraeus sobre las elecciones hay un punto enigmático: “Siniora expresó su agradecimiento a EEUU por el apoyo militar al Líbano e insistió en que los refuerzos de seguridad norteamericanos contribuyeron al buen resultado de las elecciones libanesas del 7 de junio”. Estas líneas plantean una pregunta: ¿Cómo los refuerzos de seguridad estadounidenses pudieron influir en las elecciones para que el partido de Hariri llegara al gobierno?
Fuad Siniora solicitó al Imperio que presionase y se inmiscuyera en los asuntos internos iraníes y sirios. No le bastaba con pedirles injerencia en un solo país, el suyo. Los pequeños hombres de EEUU en el mundo árabe se crecen y ensoberbecen hasta el punto de no guardarse de dar consejos y asesorar a los dirigentes estadounidenses, como si sus opiniones fueran transcendentales, como si formasen parte del centro de poder y toma de decisiones que es la capital estadounidense. Fuad Siniora- que de repente exigía relaciones de “igual a igual” con Damasco, después de haber sido durante años modelo de pelota y vasallo de la política de Hariri con Siria- no se corta en incitar a EEUU para que presione a los dos estados que molestan a Israel.
Los documentos publicados corroboran la validez de “La teoría de la conspiración” para entender la situación actual del mundo árabe
Fuad Siniora reprochaba a Siria e Irán que interfirieran en los asuntos internos del Líbano (claro, sin hacer mención a las injerencias de los países árabes de la órbita de EEUU ni a la inyección de más de cien millones de dólares que pagó el régimen saudí para que al partido de Hariri ganase las elecciones parlamentarias libanesas). Por cierto, ¿a cuánto asciende el “regalo” que Arabia Saudí brinda a cada nuevo Primer Ministro libanés? ¿No tienen derecho los libaneses a saberlo? A la vez que no se cortaba en pedir que EEUU interfiriese en los asuntos internos de Siria e Irán. Dejó plantado a Hamid Karzai en Beirut creyendo que con eso se marcaría un punto ante la Administración Bush- que ha sido la más islamófoba y antiárabe que ha habido en la historia-. Este Siniora no sólo invitó a que EEUU ejerciera más presión sobre Siria, sino también a que aprovechase la división interna iraní ¿en interés de quién?
Otro documento da respuesta a esta pregunta y aclara lo aparecido en el primero. Hay un grado de complacencia sin precedentes por parte de Israel hacia Siniora. En Líbano gritaban: la traición está prohibida, a lo que Siniora respondía que nadie le iba a dar a él clases de arabidad ni de nacionalismo, y mientras, con el equipo de Hariri, rezaba porque los enemigos de la resistencia ganasen la guerra. Le ha hecho el mejor favor al enemigo (de forma indirecta, por supuesto, porque la traición estaba prohibida): asediar judicialmente a la resistencia que cumple con el deber de defender el Líbano.
Dagan, el director del Mosad, decía en otro documento: “Hace falta encontrar el camino adecuado para ayudar al primer ministro Siniora”. A lo que apostillaba: “Sin duda es un hombre valiente”. Ningún otro dirigente libanés ha gozado de tan alto grado de reconocimiento por parte de los mandos israelíes. Dudo que Bachir Jemayel- el peor libanés de todos los tiempos en una reñida competencia por el título- hubiera sido objeto de tanta amistad en sus días. Entre las filtraciones, también tenemos noticia de que el experto israelí encargado de exponer el tema de las elecciones legislativas libanesas en el Congreso de la Seguridad Nacional de EEUU atribuyó la victoria de la coalición del 14 de marzo al dinero saudí (y la división de la oposición). Por lo visto el enemigo está maravillado con la coalición del 14 de marzo; busca las vías para ayudarle y expresa su enorme alegría tras felicitarlo por haber ganado las elecciones.
La resma de documentos de Wikileaks que maneja al-Akhbar habla mucho sobre el Líbano. Si el Líbano fuera democrático, o si no fuera un estado confesional – garante de la protección de Ahmad Fatfat y Adnan Dawud-, debería de haber dimitido la mitad de la clase política libanesa tras la publicación de dichos documentos. El Ministro de Defensa libanés se lleva la palma sin discusión y da la imagen más horrenda. De este modo explica su posición sobre el ataque de Israel al Líbano: “el-Murr dio instrucciones a Suleyman para que las Fuerzas Armadas libanesas no se enfrentasen cuando Israel invadiese”. El hombre vino con recomendación de los servicios secretos sirios, se quedó en el poder tras la retirada de Siria, y llegado el momento le recomendó a Israel que no perdiese “el respaldo cristiano” y que destruyese únicamente las infraestructuras de las zonas chiíes. Otro documento sobre al-Murr dice lo siguiente: “Al-Murr presentó algunas ideas para evitar poner a la población cristiana en contra de Israel cuando se produjera la próxima guerra contra Hizbulá”.
Al-Murr también confesó que el Gobierno libanés promovía las diferencias y las luchas internas en los campos de refugiados palestinos. Así definía el objetivo principal del Ejército libanés: “enfrentarse a las amenazas terroristas dentro del Líbano”. Estos documentos condenan al conjunto de toda la clase política libanesa por la solicitud mostrada a la hora de informar a países extranjeros sobre Hizbulá. El propio al-Murr no se guardó de proporcionar información sobre un pariente de Hasan Nasrallah, y al-Murr no es el único.
Los encuentros de Jean al-Qahwaji y Michel Suleyman con los responsables estadounidenses están llenos de detalles que revelan la verdadera ideología militar del Líbano. Al-Qahwaji ofrece que el Ejército colabore con EEUU (“Estoy seguro de que queréis que combata al terrorismo de aquí, pero necesito los medios para hacerlo”). Todas las conversaciones con los norteamericanos giran en torno al “terrorismo”- según la definición estadounidense e israelí, por supuesto. En cuanto a Michel Suleyman, en sus conversaciones con los responsables norteamericanos, parece un alumno intimidado por el vigilante de la escuela cuando justifica las relaciones con Siria. El Líbano retratado en los documentos es el Líbano de verdad: un país carente de toda soberanía donde la Coalición del 14 de marzo se apresura a dar información a los estadounidenses para complacerlos. Marwan Hamade se pasea por todas las capitales del mundo presentando a los enemigos de la resistencia el mapa de las redes de comunicación de Hizbulá (Sin olvidarse de informar a Terry Rod Larsen del particular). En cuanto a los intentos de crear partidos políticos alternativos a Hizbulá en los medios chiíes, considerémoslo una broma y un fracaso, nada más. ¿Hay comentario más gracioso que el de Samir Geagea a los norteamericanos sobre cuál es el mejor partido chií y sobre la necesidad de pedir ayuda a Sobhi al-Tufayli? También intervino Jumblatt y propuso a Nasir al-Asaad como dirigente chií alternativo a Hizbulá (¿Alguien duda del don de masas de Nasir al-Asaad?)
Por otra parte las conversaciones entre el juez Belmar y los estadounidenses son suficientes por sí solas para invalidar el Tribunal que investiga el asesinato de Hariri y condenar la intromisión exagerada de EEUU en su actuación. A Belmar no le dio vergüenza pedir a los norteamericanos que propusiesen nombres de jueces para la composición del Tribunal, tampoco le avergonzó solicitar colaboración a los servicios secretos estadounidenses para investigar los métodos sirios (¿se atreverá a recordar estos hechos en los informes periódicos en los que describía la falta de cooperación de los sirios con el Tribunal?).
Estos documentos no van a sorprender al mundo árabe. Desde hace decenios está acostumbrado a un alto grado de hipocresía en todos los regímenes opresores bajo los que vive. ¿Acaso alguien ha dudado por un instante en el mundo árabe que sus gobernantes dicen lo que no hacen, que hacen lo que no dicen y que declaran públicamente lo contrario de lo que han prometido en sus conversaciones privadas con la Administración que los protege a ellos y a sus regímenes? ¿Alguien dudaba de la perfidia estadounidense?
El Gobierno estadounidense, según cuentan los documentos, no ha investigado el estado de los derechos humanos en ninguno de los países árabes involucrados en los documentos, excepto en Siria (Bashar al-Asad inquirió a un miembro del Congreso de los EEUU por el estado de los derechos humanos en Arabia Saudí sin que este último respondiese). Ah, no podía ser, sí, hay un documento en el que un responsable estadounidense habla con mucha valentía sobre el estado (lamentable) de los derechos humanos en Arabia Saudí: después de elogiar al Rey por su iniciativa para el diálogo entre las religiones – en la que por supuesto participará Simon Peres-, lo felicita por “su compromiso con el progreso de los derechos” en el Reino.
Después llegan los comentaristas estadounidenses para preguntarse cuál es la causa de que los árabes los odien, cómo es posible que odien la política estadounidense que mantiene el terrorismo israelí y los regímenes árabes colaboradores. ¿Cómo es posible que un o una árabe, antes o después de leer las filtraciones- especialmente el aplauso por el avance de los derechos humanos en el Reino de Arabia Saudí- pueda creerse, ni aún por un segundo, las pretensiones estadounidenses de ser el valedor de la democracia en el mundo?
La segunda generación de dirigentes árabes es peor que la primera, y la tercera acabará comprando palacios y terrenos en Israel.
Es obvio que los regímenes árabes se parecen como granos de arena- con permiso de Mahmud Darwish- en la competición que mantienen entre sí para demostrar quién es más leal a los intereses de Israel, y eso mediante su acercamiento a EEUU. Uno detrás de otro, los regímenes árabes compiten por complacer a los sionistas. Cuando EEUU e Israel quisieron invadir Iraq, compitieron entre sí para bloquearlo y enumerar las maldades de Saddam- mientras que esos mismos fueron los que construyeron el mito personal de Saddam al respaldarlo durante la guerra contra Irán. Cuando el peligro se trasladó de Iraq a Irán- por una señal israelí- aquellos mismos regímenes de ciega obediencia se pusieron a decir que el plan nuclear iraní- sin corroborar- suponía la mayor amenaza a todo el mundo árabe. Estos gobernantes que improvisan ante sus pueblos (siempre invocando los valores masculinos y extrayendo su discurso de las leyes tribales) aparecen sin máscara en sus conversaciones con los responsables estadounidenses y se les ve el mísero semblante.
Hay, por ejemplo, un documento en el que el Gobierno norteamericano da órdenes (en la forma; “tenéis que”) al Gobierno saudí para que les rinda tal y tal servicio en interés de EEUU, así como les ordena que exijan a China que aumente su presión contra Irán. El Gobierno saudí, según su Rey, está debilitado hasta el punto de que el Rey pidió que se disminuyera el nivel de representación de la comitiva saudí a EEUU sólo para que el amigo y el enemigo creyeran que ambos países eran aliados. Temía por su prestigio ante el resto de países, el prestigio de ser el fiel servidor de los intereses norteamericanos ante el mundo.
De la segunda generación de dirigentes tiranos en nuestro mundo árabe se puede decir que es aún peor que la primera. La tercera es posible que compre palacios y terrenos en el ente usurpador, eso si Israel sigue existiendo para entonces. Podemos leer que los hijos de Zaid (un analfabeto más de nuestros dirigentes) compiten entre sí por servir a Israel. Israel asesina a un ciudadano palestino inerme en Dubai y Emiratos no abre investigación ni suelta una amonestación contra Israel. ¿Cuál hubiera sido la respuesta si Hizbulá o Hamas hubiesen asesinado a un israelí en aquel país? ¿Acaso no se hubieran precipitado los hijos de Zaid a expulsar a todos los chiíes y palestinos residentes en su reserva del Golfo? ¿Qué ha hecho Egipto al “congelar la conspiración” en apoyo de la resistencia palestina de Gaza por parte de Hizbulá? (Por cierto, la prensa egipcia y saudí criticaban a Hizbulá por descuidar su apoyo a la resistencia palestina, y ahora lo critican de suministrar armas a la resistencia y de servir los intereses de Irán).
Al tal Muhammad ben Zaid no le basta con exigir un ataque militar a Irán, sino que propone una invasión terrestre también. Todos los dirigentes árabes (evidentemente, no electos) van aumentando sus críticas a Irán y a su Presidente con la intención de mostrar lealtad y obediencia (también demuestran los medios en manos de la familia Saúd y la familia Hariri su pleitesía y ciega obediencia a EEUU increpando a Irán, y cambian de actitud y lo elogian si lo precisa el momento). El tal Mohammad ben Zaid (se graduó en un programa resumido y simplificado de la Academia Militar de Sandhurst, ideado especialmente para los hijos talentosos de los gobernantes árabes tiranos) pretende convertirse en el modelo de gobernante para el Medio Oriente y se arrima a Israel para de este modo caer en gracia ante los ojos de EEUU. Y es tan imbécil que cree que llegará el momento en que ocupará él el lugar de Israel en Washington. EL Presidente del Estado Mayor de Emiratos le dijo a un responsable estadounidense que Israel tenía derecho a “hacer una operación militar contra Irán”. Otro documento cuenta que el Ministro de Exteriores de Emiratos (otro de los hijos de Zaid) mantiene una estrecha amistad personal con Tzivi Levni. Para hacer aún más la pelota, los hijos de Zaid dicen en otro documento que consideran que Hamas es una organización terrorista. Así es como se explica que un comando completo del Mosad haya podido penetrar en Dubai, también explica las razones que llevaron recientemente a un director de la policía de Dubai a entrevistarse con un responsable de la seguridad israelí.
EL Emir de Qatar manifestó a un Senador estadounidense que Israel no debía fiarse de los árabes y criticaba al Primer Ministro iraní, en secreto, pues Qatar mantiene buenas relaciones con Irán. El Presidente de Siria declara a los norteamericanos que ambos comparten los mismos fines aunque no los medios (parece que Bashar ha olvidado la táctica que su padre utilizó con Anwar al-Sadat en su último viaje a Damasco). En cuanto a las cómicas alocuciones del Presidente de Yemen ante el pueblo, que le convienen tanto a él como a su gobierno, no dejan de ser una mentira necesaria; pretende que el bombardeo de la aviación estadounidense sobre objetivos yemeníes en realidad fue llevada a cabo por las fuerzas yemeníes, por eso mismo mintió también al Parlamento yemení. EL jefe de los servicios secretos egipcios ruega a los estadounidenses para que intercedan ante los israelíes, para lo que les recuerda los servicios prestados: el embargo a Gaza. Sin embargo, cara a la galería declara que su Gobierno hace todos los esfuerzos posibles por auxiliar a la población civil de Gaza.
Hay un intento de reducir el impacto causado por la publicación de los documentos. También hay quien dice que la publicación de las filtraciones responde a intereses de los servicios secretos estadounidenses. Los gobernantes árabes tienen interés en desacreditar unos documentos que los condenan y deshonran. El director de la redacción de un diario saudí, el Emir Salman, se despertó dos días después de que se publicasen las filtraciones sin que su periódico se hubiera hecho eco de ello, debido, tal vez, a que estaba volcado en la salud del fiel Servidor de los intereses israelíes (el Rey de Arabia Saudí). En un primer momento, afirmó que no había nada en los documentos que pudiera hacer sonrojar al régimen saudí y, para demostrarlo, citó el único documento relacionado con el Primer Ministro de Qatar. Dos días más tarde, el diario reconocía la amplitud de las filtraciones, no obstante, sólo publicó lo relacionado con los regímenes sirio e iraní. ¡Como si el Rey de Arabia Saudí no fuera la estrella de las filtraciones!
EL pueblo árabe está acostumbrado a gobernantes adictos al engaño, la mentira y la hipocresía. Los documentos confirman la peor opinión posible sobre los gobernantes. No merecen ni una pizca de lealtad y obediencia, lo único que merecen es la revolución del pueblo contra ellos. ¿Cuándo?
Asaad Abu Jalil es Profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de California.
Asaad Abu Jalil al-Akhbar
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 23:21 |
La verdad siempre vencerá
En 1958 un joven Rupert Murdoch, entonces propietario y editor de The News de Adelaide, escribió: “En la carrera entre el secreto y la verdad, parece inevitable que siempre venza la verdad”.
Es posible que su observación reflejase la revelación de su padre, Keith Murdoch, de que las tropas australianas estaban siendo sacrificadas innecesariamente por comandantes británicos incompetentes en las costas de Gallipoli. Los británicos trataron de silenciarlo pero Keith Murdoch no dejó que lo hicieran y sus esfuerzos llevaron al fin de la desastrosa campaña de Gallipoli.
Casi un siglo después, WikiLeaks también publica intrépidamente hechos que deben ser conocidos por el público.
Crecí en una localidad en el campo en Queensland donde la gente decía abiertamente lo que pensaba. No había confianza en el gran gobierno, se consideraba que podría corromperse si no se vigilaba cuidadosamente. Los oscuros días de la corrupción en el gobierno de Queensland antes de la investigación Fitzgerald demuestran lo que sucede cuando los políticos amordazan a los medios para que no digan la verdad.
No he olvidado esas cosas. Wikileaks se creó alrededor de esos valores centrales. La idea, concebida en Australia, fue utilizar tecnologías de Internet de nuevas maneras para informar de la verdad.
Wikileaks acuñó un nuevo tipo de periodismo: periodismo científico. Trabajamos con otros medios para llevar las noticias a la gente, y también para probar que son verídicas. El periodismo científico te permite que leas una noticia y que luego hagas clic en línea para ver el documento original en el que se basa. Así puedes juzgar tú mismo. ¿Es verdadera la historia? ¿Informaron exactamente los periodistas?
Las sociedades democráticas necesitan medios fuertes, y Wikileaks forma parte de esos medios. Los medios ayudan a mantener honesto al gobierno. Wikileaks ha revelado algunas verdades duras sobre las guerras de Iraq y Afganistán, y ha desvelado historias sobre la corrupción corporativa.
Hay gente que dice que me opongo a la guerra. Para que se sepa, no es así. Algunas veces las naciones tienen que ir a la guerra, y hay guerras justas. Pero no hay nada peor que un gobierno que miente a su pueblo sobre esas guerras y luego pide a esos mismos ciudadanos que pongan en juego sus vidas y sus impuestos por esas mentiras. Si una guerra está justificada digan la verdad y la gente decidirá si quiere apoyarla.
Si habéis leído alguno de los archivos sobre las guerras de Afganistán o Iraq, alguno de los cables de las embajadas estadounidenses o alguna de las historias sobre las cosas de las que ha informado Wikileaks, considerad cuán importante es que todos los medios puedan informar libremente sobre esas cosas.
Wikileaks no es el único que publica los cables de las embajadas de EE.UU. Otros medios noticiosos, que incluyen The Guardian de Gran Bretaña, The New York Times, El País en España y Der Spiegel en Alemania, han publicado los mismos cables.
Sin embargo es Wikileaks, como coordinador de esos otros grupos, el que ha sido objeto de los ataques y acusaciones más malignos del gobierno de EE.UU. y sus acólitos. He sido acusado de traición, aunque soy australiano y no ciudadano estadounidense. Ha habido docenas de llamados serios en EE.UU. para que yo sea “eliminado” por fuerzas especiales de ese país. Sarah Palin dice que deberían “cazarme como a Osama bin Laden”, hay una ley republicana ante el Senado de EE.UU. que trata de que me declaren “amenaza internacional” y me traten en consecuencia. Un asesor de la oficina del primer ministro canadiense ha hecho un llamamiento en la televisión nacional para que me asesinen. Un bloguero estadounidense pidió que secuestren y dañen a mi hijo de 20 años, que está aquí en Australia, sólo para hacerme daño.
Y los australianos deberían ver sin orgullo cómo Julia Gillard y su gobierno hacen el juego a esos sentimientos. Los poderes del gobierno australiano parecen estar totalmente a disposición de EE.UU. en cuanto a la cancelación de mi pasaporte australiano, o a que se espíe y acose a seguidores de Wikileaks. El Fiscal General australiano hace todo lo posible por colaborar con una investigación estadounidense que se orienta claramente a incriminar a ciudadanos australianos y enviarlos a EE.UU.
La primera ministra Gillard y la secretaria de Estado Hillary Clinton no han expresado una sola palabra de crítica hacia otras organizaciones mediáticas. Es porque The Guardian, y Der Spiegel son antiguos y grandes, mientras Wikileaks todavía es joven y pequeño.
Somos los desamparados. El gobierno Gillard trata de matar al mensajero porque no quiere que se revele la verdad, incluida la información sobre sus propios tratos diplomáticos y políticos.
¿Ha habido alguna reacción del gobierno australiano a las numerosas amenazas públicas de violencia contra mi persona y otros miembros del personal de Wikileaks? Se podría haber pensado que una primera ministra australiana debería defender a sus ciudadanos contra cosas semejantes, pero sólo ha habido afirmaciones de ilegalidad sin ninguna confirmación. La primera ministra y especialmente el fiscal general deben cumplir sus deberes con dignidad y mantenerse por encima de la refriega. Pero podéis estar seguros, esos dos sólo quieren salvar su pellejo. No lo lograrán.
Cada vez que Wikileaks publica la verdad sobre abusos cometidos por agencias estadounidenses, los políticos australianos recitan un coro evidentemente falso con el Departamento de Estado: “¡Arriesgáis vidas! ¡Seguridad nacional! ¡Pondréis en peligro a los soldados!” Luego dicen que no hay nada de importancia en lo que publica Wikileaks. No pueden ser las dos cosas al mismo tiempo. ¿Cuál de ellas, entonces?
Ninguna de las dos. Wikileaks tiene una historia editorial de cuatro años. Durante ese tiempo hemos cambiado gobiernos enteros, pero no hay una sola persona, que se sepa, que haya sido dañada. Pero EE.UU., con la complicidad del gobierno australiano, ha matado a miles sólo en los últimos meses.
El secretario de defensa de EE.UU., Robert Gates, admitió en una carta al Congreso de EE.UU. que ninguna fuente o método confidencial de inteligencia ha sido comprometida por la revelación de las bitácoras de la guerra afgana. El Pentágono declaró que no hay evidencia alguna de que las revelaciones de Wikileaks hayan llevado a que alguien sea dañado en Afganistán. La OTAN en Kabul dijo a CNN que no pudo encontrar a una sola persona que necesitara protección. El Departamento de Defensa australiano dijo lo mismo. Ningún soldado o fuente australiana han resultado afectados por algo que hayamos publicado.
Pero nuestras publicaciones no han dejado de ser importantes. Los cables diplomáticos de EE.UU. revelan algunos hechos sorprendentes:
- EE.UU. solicitó a sus diplomáticos que robaran material humano e información de funcionarios de la ONU y de grupos de derechos humanos, incluyendo ADN, huellas digitales, escaneo del iris, números de tarjetas de crédito, contraseñas de Internet y fotos de identificación, en violación de tratados internacionales. Presumiblemente, también podrían apuntar a diplomáticos australianos en la ONU.
- El rey Abdullah de Arabia Saudí pidió a EE.UU. que ataque Iran.
- Responsables en Jordania y Bahrein quieren que el programa nuclear de Irán sea detenido por todos los medios disponibles.
- La investigación británica sobre Iraq fue amañada para proteger “intereses estadounidenses”.
- Suecia es un miembro encubierto de la OTAN y no se informa al Parlamento del el intercambio de inteligencia con EE.UU.
- EE.UU. está actuando de manera agresiva para lograr que otros países acepten presos liberados de la Bahía de Guantánamo. Barack Obama estuvo de acuerdo con entrevistarse con el presidente esloveno sólo si Eslovenia aceptaba a un prisionero. Nuestro vecino en el Pacífico, Kiribati, recibió una oferta de millones de dólares para que acepte detenidos.
En su trascendental dictamen sobre el caso de los Papeles del Pentágono, la Corte Suprema de EE.UU. dijo que “sólo una prensa libre y sin limitaciones puede denunciar efectivamente el engaño del gobierno”. La tormenta actual respecto a Wikileaks refuerza la necesidad de defender el derecho de todos los medios a revelar la verdad.
Julian Assange es redactor jefe de WikiLeaks.
Fuente: http://blogs.theaustralian.news.com.au/mediadiary/index.php/australianmedia/comments/julian1/
Julian Assange The Australian
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 23:50 |
Ya está disponible el primer buscador para textos de WikiLeaks
Gracias a la iniciativa del Centro Europeo de Investigación, los cibernautas cuentan con el primer motor de búsquedas para WikiLeaks llamado ‘Cablesearch’, el cual permitirá el fácil acceso a los documentos hasta ahora publicados por la organización.
Esta herramienta, realizada con la finalidad de que periodistas y otros interesados obtengan con rapidez y de forma organizada los documentos, permite localizar palabras concretas en los 983 informes que están disponibles e incluso eliminar términos en la búsqueda de resultados.
Asimismo, da una oportunidad a los internautas de buscar en los titulares o en la totalidad de los textos.
Lo destacable, sin embargo, es que Cablesearch no está vinculado a WikiLeaks, de modo que las personas sí pueden realizar donaciones a través de PayPal o MasterCard; servicios que ya fueron vetados para la organización de Julian Assange por las propias compañías.
Pero eso no es todo, ya que de acuerdo a ABC el buscador también dispone de una sección de noticias, en donde se pueden encontrar las últimas informaciones de diversos medios de comunicación relacionadas con WikiLeaks.
¿Te gustaría buscar algunos textos en Cablesearch? Sólo debes visitar esta página web y escribir los términos de tu interés.Gabriela Ulloa Rdio Biobio
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 23:53 |
¿Harán algo los grandes medios que se están beneficiando de Wikileaks para salvarla?
El revolucionario Julian Assange ya se encuentra detenido en Londres, y así permanecerá al menos hasta el 14 de diciembre, después de que el juez denegara su libertad bajo fianza. Assange se dirigió voluntariamente esta mañana a una comisaría de la capital del Reino Unido.
Mientras tanto, tras las presiones del senador estadounidense Joe Lieberman, Amazon decidió dejar de alojar Wikileaks. Lo mismo ha hecho PayPal, asestando un injusto golpe a la vía más rápida de recaudación de apoyos económicos para sostener Wikileaks. Twitter, esa “herramienta revolucionaria para la comunicación del Siglo XXI”, aunque lo niegue, también está censurando a Wikileaks en sus influyentes Trending Topics. Facebook, por su parte, dice por ahora que no piensa hacer nada contra Wikileaks (fuente).
Para colmo, acabamos de saber que Visa Europa también acaba de anunciar que suspende los pagos a WikiLeaks mientras investiga “la naturaleza del negocio de esta web y si contraviene las normas operativas de Visa”. Exactamente lo mismo se está planteando Master Card. En cambio, con ambas puedo hacer donativos al Ku Klux Klan tranquilamente. Ayer, el banco suizo PostFinance cerró una cuenta de Assange. La razón que dio un banco radicado en uno de los países más opacos y eterno paraíso fiscal: por lo visto, Assange mintió respecto a su residencia al abrirla.
Es bastante obvio que si WikiLeaks sobrevive a esto, alguno de los cables que publicará en el futuro hablarán de cómo EEUU presionó a todas estas empresas y entidades para hacer lo que están haciendo.
Y por su parte, ¿qué están haciendo los periódicos que están disfrutando de la exclusividad a la hora de difundir el material de WikiLeaks? Comencemos con la visión de Julian Assange sobre la relación entre WikiLeaks y estos medios:
“Hillary Clinton no tuvo una sola palabra de crítica para los otros medios de comunicación, y eso se debió a que The Guardian, The New York Times y Der Spiegel son viejos y grandes, mientras que WikiLeaks es aún joven y pequeña. Están tratando de matar al mensajero porque no quiere que la verdad, incluyendo información sobre sus propias relaciones diplomáticas y políticas, sean revelados”
Solo con una pequeña parte de los beneficios en forma de ventas del papel, tráfico y publicidad que están teniendo por dicha exclusiva sería suficiente
A esa lista falta añadir al francés Le Monde y el español El País, que ha dado buena cuenta a efectos de imagen y construcción de marca de todo el asunto, con extra en dominical incluído. Assange dice estas palabras en la última nota que ha publicado hoy, antes de acudir a aquella comisaría, donde sería detenido. Creo que el propio Assange demuestra en estas palabras darse cuenta que aunque seguramente sean los mejores aliados posibles en estos momentos, estos grandes medios -que cotizan en bolsa y tienen sus lógicos intereses económicos y políticos- no encarnan precisamente lo mejor del concepto “socio” para el tema que se traen entre manos.
¿Por qué no se unen estas megaempresas mediáticas para financiar a fondo perdido un proyecto tecnológico que permita a Wikileaks mantener su presencia en Internet con total seguridad e independencia, a la vez que sirva de plataforma segura para seguir recibiendo donativos de los ciudadanos de todo el mundo?
Solamente con una pequeña parte de los beneficios en forma de ventas del papel, tráfico y publicidad que están teniendo por dicha exclusiva sería suficiente. Pero no lo hacen.
¿No sería mejor que existiese una red distribuida y global de periodistas independientes que, al igual que hacen los programadores de software libre, se coordinaran para trabajar editando los cables y liberándolos al conocmiento público?
¿Harán algo los grandes medios que hasta ahora se están beneficiando de Wikileaks para salvarla? Por el momento ya hay una campaña en Actuable solicitándoselo. ¿Firmas?
Pau Llop eContenidos
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De: Marti2 |
Enviado: 12/12/2010 02:34 |
Intelectuales australianos, secundados por Chomsky, respaldan a Assange
El renombrado intelectual estadounidense Noam Chomsky se unió a la petición de periodistas, abogados y escritores australianos para que la primera ministra de Australia exprese "un apoyo firme" al fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, de nacionalidad australiana.
La "retórica cada vez más violenta" contra Julian Assange genera "graves preocupaciones" por la seguridad del fundador de WikiLeaks, dice la carta dirigida a la jefa del gobierno australiano, Julia Gillard.
"Le pedimos condenar, en nombre del gobierno australiano, los llamados a atacar físicamente a Assange y a decir públicamente que usted asegurará que Assange reciba las protecciones a las que tiene derecho" aunque las amenazas vengan de individuos o estados, señala la carta publicada en la página web de la televisión australiana ABC.
La carta fue escrita por el profesor Jeff Sparrow, de la universidad de Victoria, y por Lizzie O'Shea, abogada especializada en los Derechos Humanos.
Según Jeff Sparrow, se enviaron algunas invitaciones para firmar el documento, y rápidamente muchos firmantes se unieron.
El equipo fue contactado por Noam Chomsky, lingüista y profesor en la universidad del MIT (Massachusetts Institute of Technology).
"Chomsky se puso en contacto con nosotros porque creo que alguien le pasó la carta", declaró a la AFP Sparrow.
"Creo que la impresión de que Assange es tratado de forma injusta no se limita a Australia", añadió.
Entre los firmantes figuran el senador del partido verde Bob Brown y varios escritores australianos, como Raimond Gaita, Christos Tsiolkas y Helen Garner.
Según la carta, una declaración de la parte la primera ministra "no tendría que crear controversia. Es un simple compromiso a favor de los principios democráticos y de la ley".
"Si no hacemos nada para evitar estas incitaciones a la violencia contra Assange, un precedente perturbados se habrá establecido en el mundo anglófono", destaca el texto.
A finales de noviembre, el gobierno australiano declaró, a través del fiscal general Robert McClelland, que apoyaría a Washington en caso de acción judicial contra WikiLeaks.
Agencias
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De: Marti2 |
Enviado: 12/12/2010 02:36 |
Wikileaks revela una venganza secreta de Irán contra los pilotos iraquíes de la Guerra de los 80
Irán ha perseguido y asesinado a 182 pilotos iraquíes que combatieron en la guerra irano-iraquí
Un breve párrafo en la montaña de documentos de Wikileaks arroja un poco de luz sobre lo que los funcionarios [estadounidenses] afirman es una sanguinaria, fría y eficiente campaña de venganza iraní contra los pilotos de la fuerza aérea iraquí, que bombardeó a Irán durante la guerra irano-iraquí de la década de 1980.
“Muchos ex pilotos de combate iraquíes que hicieron incursiones contra Irán durante la guerra entre Irán e Iraq están ahora en la lista negra de Irán. (NOTA: De acuerdo con [Nombre eliminado], Irán ya habría asesinado 180 pilotos iraquíes. Fin de la nota)”, señala un cable confidencial estadounidense de 14 de diciembre de 2009.
La eliminación sistemática de pilotos de la fuerza aérea iraquí por parte de Irán fue una venganza que llamó poco la atención en medio del fuego cruzado en el enfrentamiento étnico y el combate urbano que convulsionó Iraq en los años posterior a que la invasión de Estados Unidos derrocara al régimen de Sadam Husein.
Irán utilizó el caos tras la invasión para ajustar cuentas de la guerra irano-iraquí, un festival de balas que duró ocho años, desde 1980 hasta 1988, en el que unos 500.000 iraníes e iraquíes murieron. La guerra fue en gran parte un sangriento enfrentamiento parecido a veces a la Primera Guerra Mundial, con guerra de trincheras, gas venenoso y ataques de bayoneta.
Iraq, no obstante, ha adoptado una especial venganza contra la fuerza aérea iraquí; la ausencia de ley que siguió a la caída del régimen de Sadam Husein dio a Irán su oportunidad.
Además de los 182 pilotos que fueron perseguidos y asesinados por agentes iraníes, la campaña de asesinatos provocó que otros 800 pilotos iraquíes huyeran del país, según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Defensa iraquí.
El blanco de los pilotos de la fuerza aérea comenzó en Karrada, barrio de Bagdad, de mayoría chií, y alcanzó su punto álgido en el mes sagrado de Ramadán de 2005, cuando 36 pilotos fueron asesinados a tiros en dicho barrio. Los residentes de Karrada se refieren a ese periodo de asesinatos como el Ramadán negro.
La furia de Irán se exhibió en la muerte del ex piloto Sayid Husien, chií que se sentía relativamente seguro regentando una ferretería en el barrio suní de Ghazaliya. Estaba equivocado. Una milicia chií vestida absolutamente de negro y enmascarada lo mató a tiros al calor de la luz del día vaciando un cargador entero de 30 balas en la cabeza de Husien. Durante el funeral de Husien, su angustiada madre, Um Sayid Husien, gritaba “que Alá maldiga a Irán. Me han quitado a mi hijo”.
Un piloto que ha permanecido en Iraq declaraba a ABC News, “participé en la guerra entre Iraq e Irán. Desempeñamos muchas misiones para alcanzar objetivos dentro de Irán. Eran tiempos de guerra”. El piloto pidió que su nombre no sea revelado por su propia seguridad y la de su familia.
“Muchos de mis compañeros pilotos han sido asesinados sin que se sepa quién les ha matado y sin que nadie haya sido detenido. Yo no sé por qué nos están matando, ¿por el hecho de haber seguido simplemente ordenes en tiempo de guerra?”.
En el momento de la invasión estadounidense en 2003, la fuerza aérea iraquí ya estaba neutralizada. Sus aviones no pudieron despegar debido a las constantes patrullas de aviones de combate de Estados Unidos. En un intento por salvar sus aviones de los bombardeos, Sadam enterró muchos de ellos en el desierto.
“Sentíamos que teníamos un ala quebrada”, decía el piloto. “No pudimos hacer nada para defender ni para mostrar el orgullo que una vez tuvimos”.
Luego vino el asesinato de pilotos y el antes mencionado declaró que tuvo que cambiar su residencia en varias ocasiones y abandonar su casa en la zona suní de Dora; en la actualidad vive solo en lo que él llama un lugar no revelado.
Responsables iraníes en Bagdad y Washington no han respondido a repetidas llamadas para contestar a estas acusaciones.
En un crudo reconocimiento del peligro que afrontan los ex pilotos de combate de Iraq, el presidente iraquí, Yalal Talabani, les ha ofrecido un refugio seguro en las ciudades kurdas de Arbil y Sulimaniya. No deja de ser irónico, porque antes de la invasión de Estados Unidos, los pilotos estadounidenses patrullaban esa zona para asegurarse de que los pilotos iraquíes no se aventuran en la región kurda.
ABC NEWS
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De: Marti2 |
Enviado: 12/12/2010 02:39 |
Julian Assange: buscado por el Imperio, vivo o muerto
Las ondas radiales de Estados Unidos se estremecen con el griterío de asesinos de salón que aúllan pidiendo la cabeza de Julián Assange. Jonah Goldberg, colaborador de National Review, se pregunta en su columna sindicada: “¿Por qué no estrangularon a Assange en una habitación de hotel hace años?” Sarah Palin quiere que lo aprehendan y lo lleven ante el juez, y afirma: “Es un agente antiamericano con las manos manchadas de sangre.”
Assange sobrevivirá a estos excesos teatrales. Lo que no está tan claro es cómo le irá a manos del furioso gobierno de EE.UU. El fiscal general de EE.UU., Eric Holder, ha anunciado que el Departamento de Justicia y el Pentágono están llevando a cabo “una investigación criminal activa y continuada” en relación con última filtración realizada por Assange, y lo hacen con arreglo a la propia Ley de Espionaje de EE.UU.
Consultado sobre cómo los EE.UU. podrían juzgar Assange, un ciudadano no estadounidense, Holder dijo, “Quiero ser claro. Esto no es ruido de sables”, y prometió “colmar con rapidez las deficiencias en la actual legislación estadounidense...”
En otras palabras, se está reescribiendo la citada Ley de Espionaje, con Assange como objetivo, y en poco tiempo, si no lo ha hecho ya, el Presidente Obama –que como candidato prometió transparencia en el Gobierno– firmará una orden autorizando la captura de Assange y su traslado a la jurisdicción estadounidense. Primero, atraparlo; luego, ya haremos frente a las demandas de hábeas corpus.
Interpol, el brazo investigador de la Corte Penal Internacional en La Haya, ha emitido un aviso de captura de Assange. Es requerido en Suecia para ser interrogado por dos presuntas agresiones sexuales, una de las cuales parece reducirse a una acusación de haber mantenido relaciones sexuales sin protección y no haber telefoneado a su pareja al día siguiente.
La acusadora principal, Anna Ardin, según ha escrito Israel Shamir en CounterPunch (1), “tiene vínculos con los grupos anticomunistas y anti-Castro financiados por Estados Unidos. Ardin publicó sus soflamas anticastristas en la publicación en lengua sueca Revista de Asignaturas Cubanas difundida por Misceláneas de Cuba. Cabe tener en cuenta que Ardin fue deportada de Cuba por realizar actividades subversivas.”
Ciertamente no es una teoría conspirativa sospechar que la CIA se ha puesto en marcha para fomentar estas acusaciones suecas. Como informa Shamir: “En el mismo momento en que Julian buscó la protección de la Ley de Medios de Comunicación sueca, la CIA amenazó con suspender inmediatamente el intercambio de inteligencia con la SEPO, la agencia sueca de los servicios secretos.”
No hay duda de que la CIA también ha sopesado la posibilidad de arrojar a Assange desde un puente o una ventana alta (la forma de asesinato preferida de la Agencia desde sus primeros días), y ha llegado a la conclusión de que, por desgracia, es demasiado tarde para este tipo de solución ejecutiva.
La ironía es que los miles de comunicaciones diplomáticas publicadas por WikiLeaks no contienen revelaciones retumbantes que atenten contra la seguridad del imperio estadounidense. La mayor parte de ellas se limitan a ilustrar el hecho bien sabido de que en todas las capitales del mundo hay un edificio conocido como la Embajada de Estados Unidos, habitado por gentes cuya principal función es la de cubrir cualquier evaluación bien documentada de las condiciones del país con el corsé de la ignorancia y los prejuicios que les inculcan en lo que pasa por ser educación superior en Estados Unidos, cuyas élites gobernantes son hoy día más ignorantes de lo que realmente está sucediendo en el mundo exterior que en cualquier otro momento en la historia del país.
Las informaciones publicadas en la prensa oficial nos invitan a sorprendernos con la noticia de que el rey de Arabia Saudita quiere que se borre a Irán del mapa, de que EE.UU. utiliza a sus diplomáticos como espías, de que Afganistán es un país corrupto, y de que la corrupción no es un fenómeno desconocido en Rusia. Estos informes de prensa fomentan la ilusión de que las embajadas de EE.UU. están habitadas por observadores inteligentes que remiten con todo celo información útil a sus superiores en Washington. Por el contrario, los diplomáticos –suponiendo que tengan la más mínima capacidad de observación y análisis inteligente– pronto aprenden a avanzar en sus carreras mediante el envío de informes a su sede cuidadosamente ajustados a los prejuicios de los jefazos del Departamento de Estado y de la Casa Blanca, los miembros poderosos del Congreso y los principales actores de todo el sistema burocrático. Recordemos que cuando la Unión Soviética se deslizaba hacia su extinción, la Embajada de EE.UU. en Moscú seguía suministrando tenazmente dramáticos informes temblorosa sobre un poderoso Imperio del Mal que valoraba la posibilidad de invadir Europa Occidental.
No se trata aquí de restar importancia a la gran importancia de esta última entrega de WikiLeaks. Millones de personas en EE.UU. y en todo el mundo han recibido con ella un curso rápido de introducción a las relaciones internacionales y las artes verdaderas de la diplomacia, para no hablar de la chismosa prosa de tres al cuarto con la que los diplomáticos ensayan los roman á clef que van a escribir cuando lleguen a la jubilación.
Hace años, Rebecca West escribió en su novela La caña pensante sobre un diplomático británico lo siguiente: “Incluso cuando estaba mirándole a una mujer los pechos con todo descaro a través del escote de su vestido, se las arreglaba para parecer que estuviera pensando en la India.” En la versión actualizada, y teniendo en cuenta las órdenes de Hillary Clinton al Departamento de Estado, cuando un diplomático estadounidense finja admirar la figura de la encantadora agregada cultural francesa, en realidad estaría pensando en cómo robarle la información de su tarjeta de crédito, cómo obtener un scan de retina o sus contraseñas de correo electrónico y el número de su tarjeta de Air France.
También hay revelaciones reales de gran interés, algunas de ellas poco creíbles para la prensa del establishment de EE.UU. En nuestro sitio CounterPunch la semana pasada Gareth Porter (2) identificaba un cable diplomático del pasado febrero, publicado por WikiLeaks, que proporciona una descripción detallada de por qué los especialistas de Rusia sobre el programa de misiles balísticos iraní rechazaban la sugerencia de EE.UU. de que Irán contaba con misiles que podrían alcanzar capitales europeas, o de que Irán tenía la intención de desarrollar esa capacidad. Porter señalaba que:
“Los lectores de los dos principales periódicos de EE.UU. nunca conocieron los datos clave del documento. The New York Times y The Washington Post informaron únicamente de que Estados Unidos creía que Irán había adquirido misiles de ese tipo –supuestamente denominados BM-25– a Corea del Norte. Ninguno de los dos diarios informó de la detallada refutación rusa de la opinión de EE.UU. al respecto, o de la falta de pruebas consistentes sobre el BM-25 por parte de EE.UU.”
“El Times, que había obtenido los telegramas diplomáticos no de WikiLeaks sino de The Guardian, según un artículo del Washington Post del lunes, no publicó el texto del cable. El Times dijo en su artículo que el periódico había tomado la decisión de no publicarlo “a petición del gobierno de Obama”. Con ello se privaba a sus lectores de comparar el distorsionado resumen del documento en el Times con el documento original, sin tener que buscar en el sitio WikiLeaks.”
Desde la publicación del primero de los dos paquetes de documentos –relativo a las guerras de Iraq y Afganistán–, el desprecio de la prensa “oficial” de EE.UU. hacia WikiLeaks ha sido evidente hasta la saciedad. El New York Times logró la torpe hazaña de publicar algunas de las fugas a la vez que pretendía taparse la nariz, publicando al mismo tiempo una crítica calumniosa sobre Assange firmada por su reportero John F. Burns, un hombre con un brillante historial de vendedor de las acciones del gobierno de EE.UU..
Ha habido aplausos para Assange y WikiLeaks por parte de famosos filtradores como Daniel Ellsberg. Pero si encendemos la televisión será para escuchar la clase de furia que Lord Haw-Haw –alias del irlandés William Joyce, que transmitía programas de propaganda desde Berlín– empleaba para provocar a Gran Bretaña durante la II Guerra Mundial. Como Glenn Greenwald escribió en su columna del sitio Salon:
“En la CNN, Wolf Blitzer estaba rojo de rabia por el hecho de que el gobierno de EE.UU. no hubiera logrado mantener todas estas cosas en secreto... Más tarde –como buen periodista que es– Blitzer exigía garantías de que el Gobierno adoptase las medidas necesarias para evitar que él, los medios de comunicación y la ciudadanía se enterasen de más secretos: “¿Sabemos acaso si han reparado el asunto? En otras palabras, ¿sabemos si alguien, en estos momentos, alguien con autorización en materia de top secret o de cuestiones de seguridad, no puede ya descargar información en un CD o un pen-drive? ¿Se ha reparado esto?” La preocupación central de Blitzer –uno de los “periodistas” más distinguidos de nuestro país– es asegurarse de que nadie se entera de lo que el Gobierno de los EE.UU. pueda estar tramando.”
Los últimos archivos de WikiLeaks contienen unos 261 millones de palabras, equivalentes a 3.000 libros. En ellas se muestran las entrañas del Imperio Estadounidense. Como Israel Shamir escribió aquí la semana pasada (3): “Los archivos muestran la infiltración política de EE.UU. en casi todos los países, incluso en supuestos estados neutrales como Suecia y Suiza. Las embajadas de EE.UU. mantienen una estrecha vigilancia sobre sus anfitriones, y han penetrado los medios de comunicación, el negocio de armamentos, el del petróleo y los servicios de espionaje, y maniobran para colocar a las empresas estadounidenses en una situación de ventaja.”
¿Vamos a olvidar enseguida este testimonio vivo del mangoneo imperial en pleno siglo XXI? No, si hay escritores competentes que puedan ofrecer una redacción legible y políticamente vivaz. Pero, una advertencia: en noviembre de 1979 estudiantes iraníes se apoderaron de un archivo completo del Departamento de Estado, la CIA y la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) en la embajada americana en Teherán. Y reconstruyeron laboriosamente muchos documentos que habían sido triturados.
Estos secretos afectaban mucho más que a Irán. La embajada de Teherán, que servía de base regional para la CIA, guardaba secretos relativos a operaciones secretas en muchos países, en particular Israel, la Unión Soviética, Turquía, Pakistán, Arabia Saudita, Kuwait, Irak y Afganistán.
A partir de 1982, los iraníes publicaron unos 60 volúmenes de informes de la CIA y documentos del gobierno de EE.UU. provenientes de los archivos de Teherán, titulados conjuntamente Documentos del Nido de Espionaje Estadounidense. Como escribió hace ya años Edward Jay Epstein, historiador de las agencias de espionaje de EE.UU.: “Sin lugar a dudas, estos archivos capturados representan la pérdida más extensa de datos secretos que cualquier superpotencia haya sufrido desde el final de la Segunda Guerra Mundial.”
De hecho, los archivos de Teherán fueron en verdad un golpe devastador para la seguridad nacional de EE.UU.. Contenían vivas descripciones de operaciones y técnicas de espionaje, la complicidad de periodistas estadounidenses con los organismos de su gobierno, las complejidades de la diplomacia del petróleo. Estos volúmenes se pueden encontrar en algunas bibliotecas universitarias de EE.UU. ¿Y alguien los lee? Sí, un puñado de especialistas. Las verdades inconvenientes fueron enterradas rápidamente, y tal vez los archivos de WikiLeaks pronto desaparezcan de la memoria también, uniéndose a los estimulantes archivos históricos de los golpes de espionaje de la izquierda.
Debo citar con admiración aquí Spies for Peace, el grupo de anarquistas británicos de acción directa y otros radicales afines relacionados con la Campaña por el Desarme Nuclear y el Comité Bertrand Russell de los Cien que en 1963 irrumpió en un búnker secreto del gobierno, el Regional Seat of Government Number 6 (RSG-6) en Warren Row, cerca de Reading, donde fotografiaron y copiaron documentos que mostraban los preparativos secretos oficiales para hacerse con el gobierno después de una guerra nuclear. Distribuyeron un folleto junto con las copias de los documentos pertinentes a la prensa, estigmatizando al “pequeño grupo de personas que han aceptado la guerra termonuclear como una probabilidad, y están planificándola consciente y cuidadosamente... Están en silencio esperando el día en que caiga la bomba, momento en que se harán cargo del poder. “Hubo un gran alboroto, y luego el gobierno conservador del momento emitió un Defence Notice, prohibiendo toda otra publicación en la prensa. Los policías y los servicios de espionaje lanzaron una larga y dura cacería de espías de la paz, sin conseguir atrapar ni a uno de ellos.
¿Y Assange? Esperemos que se mantenga alejado de un entierro prematuro. Ecuador le ofreció santuario hasta que la Embajada de EE.UU. en Quito le dio al presidente una rápida orden y la invitación fue suspendida. ¿Suiza? ¿Estambul? No sé... Como hemos dicho antes, Assange debería, como mínimo, mantenerse ojo avizor respecto a las mujeres demasiado entusiastas de sus abrazos y, sin duda, alejado de los pasos a nivel, los puentes y las ventanas abiertas.
En 1953 la CIA distribuyó a sus agentes y operadores un manual de formación de asesinos (publicado en 1997), lleno de consejos prácticos (4):
“El accidente más eficaz, en el caso de un simple asesinato, es una caída de 25 metros o más sobre una superficie dura. Pozos de ascensores, escaleras, ventanas no protegidas y puentes servirán a este propósito... La acción puede llevarse a cabo rápidamente, mediante un vigoroso [censurado] de los tobillos, arrojando al sujeto al vacío. Si el asesino lanza de inmediato un grito desgarrado del tipo “testigo horrorizado”, no será precisa ninguna coartada o retirada disimulada.”
Fuente: http://www.counterpunch.org/cockburn12032010.html
Alexander Cockburn |
CounterPunch
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De: Marti2 |
Enviado: 12/12/2010 02:41 |
La Internet Society advierte que los ataques a WikiLeaks ponen en riesgo los principios de Internet
La ISOC (Internet Society), organización promotora de Internet Engineering Task Force, donde se definen los protocolos que sustentan la red de Internet, ha emitido un comunicado en el que condena con dureza que empresas y gobiernos pongan en riesgo los principios fundamentales de Internet al tratar de impedir el acceso a sitios como WikiLeaks.
Gobiernos y corporaciones parecen haberse puesto de acuerdo para asfixiar a WikiLeaks, tratando de impedir por todos los medios que su sitio sea accesible en la red. Puesto que hasta la fecha ningún tribunal ha declarado ilegal su actividad, las empresas que la alojaban han tenido que buscar excusas de lo más variopinto para justificar la desconexión, como que el sitio no cumple las condiciones de servicio o que el ataque DDOS recibido por WikiLeaks está afectando al resto de clientes.
Estamos ante una importante nociticia, la Internet Society es una organización compuesta por decenas de organismos y empresas relacionadas con la creación de los estándares sobre los que funciona Internet. Una de sus divisiones más conocidas es IETF, donde se definen desde 1986 los RFC , documentos contienen las especificaciones técnicas de protocolos tan imprescindibles para el funcionamiento de Internet como TCP/IP, la WWW, DNS, FTP o la futura IPv6.
En su comunicado publicado en su página web, ISOC considera que el caso WikiLeaks demuestra que los principios fundamentales de Internet, como la libertad de expresión y la no discriminación, están en riesgo. La libertad de expresión no debe restringirse mediante controles gubernamentales o privados sobre el hardware o software, la infraestructura de telecomunicaciones, o de otros componentes esenciales de Internet.
Los métodos empleados contra WikiLeaks, como la desconexión del dominio wikileaks.org son poco efectivos y “sólo sirve para socavar la integridad de la Internet global y su funcionamiento”. El comunicado concluye recordando que hasta que la ley no dictamine que la actividad de WikiLeaks es ilegal, el servicio debe restablecerse a la vez que se depuran responsabilidades.
Vía | ISOC |
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De: Marti2 |
Enviado: 12/12/2010 02:43 |
Wikileaks y ciberguerra; una barbaridad sensacionalista.
Veo con mucha preocupación, que en algunos medios se está hablando de Ciberguerra y Ciberguerrilla , en relación a las acciones que están emprendiendo algunas personas contra las entidades que están presionando de algún modo a Wikileaks, o a su cabeza visible, Julian Assange . Entre estas entidades "atacadas", se encuentran gigantes financieros como Visa , Mastercard o PayPal . Sin embargo, considero peligroso y muy sensacionalista, calificar estos hechos de Ciberguerra, cuando solamente se podrían calificar de Ciberactivismo , o "Ciberprotesta". Como mucho, se podría decir que se trata de un Ciberactivismo incívico si nos preguntamos ¿Es lógico luchar contra la libertad de expresión tirando páginas webs por el mundo?, pero poco más. Sin duda, habrá respuestas para todos los gustos a esta pregunta entre el respetable, pero puede que lo más claro en este momento, sean los motivos que tienen algunas personas para apoyar a Wikileaks.
Desde mi punto de vista, que puede ser muy discutible, creo que solamente se puede hablar de Ciberguerra cuando un conflicto entre dos países se desplaza desde mundo físico al mundo virtual. De esta forma, se tomaría el ciberespacio, formado por espectro electromagnético y los canales de comunicación alámbricos e inalámbricos, como campo de batalla y las las tecnologías de la información, como armas contra el oponente. En este escenario, se intentaría alterar la información y los sistemas del enemigo, al mismo tiempo que se intentaría proteger la información y los sistemas propios.
Dicho esto, yo no veo Ciberguerra por ningún lado en el asunto de Wikileaks. Es más, si tenemos en cuenta el anuncio de la Justicia de los EEUU, diciendo que estaba estudiando los ataques cibernéticos realizados por los seguidores de Wikileaks, para que luego, se acabe arrestando a un chico de 16 años en Holanda , como responsable de los ataques, está claro que que no podemos hablar, al menos por el momento, de una Ciberguerra o Ciberguerrilla. Sin embargo, creo que la mayoría de las noticias que están apareciendo en los medios de comunicación, como ya apuntan y denuncian algunos con cierta gracia y salero , son sensacionalistas y desgraciadamente, también creo que están desviando la atención de otro ataque mucho más grave y que afecta a todos los usuarios de Internet de una forma u otra.
Como advierte la Internet Society , los ataques contra Wikileaks y sus miembros, realmente lo que atacan y ponen en riesgo no es a Wikileaks, que sobrevive mejor que lo que se esperaba , lo que atacan y ponen en riesgo realmente, son los principios fundamentales de Internet. Hay que recordar, que hasta el día de la fecha, nadie ha declarado ilegal Wikileaks y que Julian Assange, su cabeza visible, está imputado por algo muy distinto a sus actividades en Wikileaks, o al menos, eso creemos todos. Por lo tanto, es hasta cierto punto lógico, que los ataques "preventivos" contra Wiklieaks enciendan los ánimos y provoquen las acciones de algunas personas, pero eso no es Ciberguerra, ni nada que se le parezca.
Cuando veo este tipo de mensajes sensacionalistas en los medios de comunicación, no puedo evitar que me venga a la cabeza Noam Chomsky y sus 10 estrategias de manipulación mediática y en especial la número 2, que dice:
"2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el demandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: permitir que se califique de Ciberguerra o Ciberguerrilla, lo que claramente no lo es, para luego decir que dadas las circunstancias excepcionales que se están produciendo en el mundo, tenemos que aceptar como mal necesario e inevitable, un retroceso en los derechos y libertades en la Red."
Un ejemplo de esto, es esta inquietante noticia sobre la posible eliminación del anonimato en la Red, que incomprensiblemente, nos llega desde la ONU/ITU. Aunque no nos debe sorprender que China esté detrás de esa magnífica idea de control total, por algo se empieza y el tema de Wikileaks, tal como se está manejando por los medios, puede ayudar bastante a conseguirlo.
Dicho lo anterior, flaco favor a las libertades y derechos en la Red están haciendo estas noticias sensacionalistas que copan titulares y primeras páginas en medio mundo, al tiempo que se mueven con un efecto vírico imparable en las redes sociales. Creo que los ataques que está sufriendo Wkikileaks en este momento, aunque que muchos los podrían considerar normales y legítimos dadas las circunstancias y los países afectados por las filtraciones, no son en absoluto normales, ni legítimos, ni mucho menos, legales.
Mientras que Wikileaks no sea declarada ilegal por un tribunal, creo que estos ataques contra Wikileaks deberían ser perseguidos por la justicia de oficio. Estos ataques injustificados contra Wilileaks, suponen un claro y serio atentado contra las libertades públicas, vulneran la presunción de inocencia y atentan gravemente contra los principios básicos de Internet, lo que en definitiva, crean un serio precedente, que puede afectar a todos los usuarios de Internet.
¿Pero cuál es el motivo por el que no se están persiguiendo por la justicia las acciones contra Wilileaks?. No tengo ni idea, pero creo que si se tomasen las medidas legales adecuadas, contra los que intentan asfixiar a Wikileaks de forma irregular y por todos los medios, se calmarían los ánimos y se acabarían las "Ciberprotestas" actuales.
Por lo tanto, creo que acciones en defensa de Wikileaks, por el momento y si no cambian las cosas, no se pueden considerar más que una "Ciberprotesta", de muchos ciudadanos repartidos por todo el mundo, que como mucho, se podría calificar de incívica, pero nunca, un acto de Ciberguerra o Ciberterrorismo, como lo están calificando peligrosamente algunos medios de comunicación. También creo, que es muy posible que que estas personas estén "protestando" por una situación que consideran injusta y legalmente desequilibrada, que también está provocando, por los mismos motivos que en el mundo virtual, otras reacciones de protesta en el mundo real.
"Copyleft 2010 Fernando Acero Martín. Verbatim copying, translation and distribution of this entire article is permitted in any digital medium, provided this notice is preserved. Quotation is allowed." Fernando Acero Live Journal
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De: Marti2 |
Enviado: 12/12/2010 02:51 |
“La reacción del establishment demuestra que la estrategia de Assange ha funcionado. El sistema está perplejo al ver su propia debilidad mental reflejada en un enorme espejo digital”
Entrevista a Pepe Escobar, analista y escritor, sobre Wikileaks
Pepe Escobar es un documentado y finísimo analista geopolítico que ya ha sido entrevistado en varias ocasiones por rebelion.org, además de publicar artículos en su página. Es autor, entre otras publicaciones, de Globalistan: How the Globalizad World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007) y Red Zone Blues: a shapshot of Baghdad during the surge. Más recientemente ha publicado Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009), un libro que merece ser traducido al castellano con la máxima urgencia.
Sobre Wikileaks, asunto central de la conversación, acaso sea conveniente recordar lo siguiente: Wikileaks es una Web dedicada a la publicación de informaciones anónimas y filtraciones sensibles, especialmente de carácter gubernamental, aunque, según se afirma, también bancario, religioso y empresarial. Su base de datos alberga, hasta la fecha, más de un millón de documentos, cuya publicación comenzó en 2007, aunque fue en abril de 2010 cuando ha alcanzado una repercusión mundial tras hacer público un vídeo en el que mueren por disparos estadounidenses dos empleados de Reuters. En julio de 2010, protagonizó la filtración masiva de unos 77.000 documentos sobre la guerra de Afganistán; tres meses después, el portal filtró casi 400.000 archivos sobre la guerra de Irak. El cofundador y actual director, el australiano Julian Assange, 39 años, antiguo hacker, vive escondido en el sur de Inglaterra. Tiene una demanda de arresto internacional emitida por INTERPOL tras una orden de la justicia sueca por una presunta violación. La policía británica está informada actualmente de su paradero. Sus abogados temen que si el Reino Unido lo entrega a Suecia, la fiscalía sueca pueda entregarlo a Estados Unidos.
La plantilla estable de la Web Wikileaks es de una veintena de personas y cuenta con casi un millar de colaboradores entre periodistas, abogados y personal informático. Una conexión cifrada permite a cualquier persona enviar a Wikileaks, de forma anónima y sin dejar rastro, cualquier tipo de archivo. El soldado estadounidense perteneciente al departamento de inteligencia Bradley Manning, destacado en Bagdad (Irak), está detenido bajo la acusación de haber entregado a Wikileaks documentos secretos. Entre ellos, el vídeo de 39 minutos en el que un helicóptero Apache abate en la capital iraquí, junto a otras diez personas, a dos empleados de la agencia Reuters
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¿Qué opinión te merece Wikileaks? ¿Quiénes financian sus actividades?
Veo a Wikileaks como un incisivo neo-baudelaireano paraíso artificial en conjunción con un sistema triádico de anarquismo, libertarismo y altísima tecnología. En sus inicios Wikileaks era un colectivo que incluía disidentes chinos como Xiao Qiang e Wang Dan; periodistas opuestos a dictaduras militares; matemáticos y especialistas en ciencias de la información... Una multinacional de cerebros, digámoslo así, de EEUU, Europa, Australia y Taiwan.
Wikileaks tenía diversos apoyos económicos. Por ejemplo, de Associated Press, Los Angeles Times y Reporteros sin Fronteras. Actualmente, y por diversos motivos, estos grupos han cancelado su ayuda. Permanecen, por el contrario, una miríada de micro-colaboradores que apoyan económicamente vía PayPal.
Tampoco siguen en Wikileaks una docena de antiguos colaboradores de Assange. Permanecen unos cuarenta colaboradores próximos, y unos 800 que ayudan desde fuera. Todo se mantiene con un presupuesto anual minúsculo de unos 200.000 euros. No hay un lugar que sea propiamente una sede, una base física de la organización.
Por lo que cuentas, es casi un milagro económico.
Exactamente. Wikileaks es, sin el “casi”, un milagro económico. ¡200.000 euros son suficientes para desnudar el Imperio, como lo fueron los 500.000 dólares que costó el 11-S!
Wiki funciona en una especie de universo paralelo con una impenetrable seguridad interna. Daniel Ellsberg, quien reveló los Papeles del Pentágono (Pentagon Papers) en 1971, ve a Assange como un héroe. La portavoz de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson, sostiene que la base de la organización continua siendo un “gateway for whistleblowers” [literalmente: una puerta de entrada para denunciantes]. No se identifican sus fuentes de información.
Assange cambia permanentemente sus servidores de Internet. Tiene también una “arma secreta”, una selección de documentos encriptados, que se han bajado, vía Twitter, a las computadoras de centenares de partidarios. Si algo le sucede, el conocido “accidente” del mundo del espionaje, podría iniciarse automáticamente la divulgación del password que permite acceder a todos esos documentos secretos que por el momento permanecen encriptados.
Una buena estrategia de defensa.
Sí, sí, lo es. Assange es ahora una especie de enemigo número uno del establishment de EEUU. Por causa de la demanda de arresto de INTERPOL, que, según mis fuentes de información es una sucia invención sueca, Assange debe de estar actualmente escondido en algún lugar del sudeste de Inglaterra [Escobar afirmaba esto último antes de que la noticia fuera pública]. Scotland Yard sabe su paradero y puede ser aprehendido en cualquier momento. McLuhan estará seguramente riendo, o acaso llorando, en su tumba. Si el medio es el mensaje y no puedes eliminar el mensaje, ¿por qué no el medio?
En tu opinión, lo que está sucediendo, ¿representa realmente una amenaza para los secretos de las grandes potencias? ¿Pueden existir aquí juegos con caras insospechadas? Tú mismo has afirmado en un artículo reciente que publicó rebelión que no es probable que “los 1,6 gigabytes de archivos de texto que contenían 251.287 cables filtrados del Departamento de Estado de EE.UU. de más de 250 embajadas y consulados provoquen “una catástrofe política”, como dijo la revista alemana Der Spiegel, respecto a la política exterior de la hiperpotencia mundial”. ¿Estás tan seguro? No se conocen hasta ahora muchos de esos documentos pero lo que se sabe no parece una simple nota a pie de página o un comentario malhumorado. Se habla de presiones, chantajes, descalificaciones. Lo sabido o sospechado por todos pero documentadamente, con papeles.
Me gustaría extenderme un poco en la respuesta.
Hazlo. No tenemos ninguna urgencia.
Para empezar. Permíteme explicar lo que sería el credo, déjame usar este término en desuso, de Assange, de acuerdo con sus propias palabras. Tomo pie en “State and Terrorist Conspiracies”. Aquí puede leerse: “Para cambiar radicalmente el comportamiento del sistema, debemos pensar con claridad y audazmente, porque si algo hemos aprendido es que los regímenes políticos no desean ser transformados. Tenemos que pensar más allá de aquéllos que nos han precedido, y descubrir cambios tecnológicos que nos animen con formas de actuación que nuestros antecesores no pudieron usar. En primer lugar, debemos entender qué aspecto de la conducta del gobierno o de las grandes corporaciones queremos cambiar o eliminar. En segundo lugar, debemos desarrollar una forma de pensar acerca de ese comportamiento que sea lo suficientemente consistente para llevarnos a través del fango del lenguaje políticamente distorsionado y conducirnos una posición clara. Por último, debemos utilizar esta información para que nos ayude a emprender un camino que desemboque en una acción noble y eficaz” [1].
Assange ve Wikileaks como un anti-virus que nos puede ayudar a combatir la distorsión del lenguaje político. Cree sustancialmente que revelar secretos llevará a la parálisis desinformativa en este ámbito, a la no producción de más secretos en el futuro. Sin duda, lo admito, es una visión anárquica-romántica-utópica.
Assange imagina, esencialmente, a los EEUU como una gran, como una enorme conspiración autoritaria. Chomsky podría sostener lo mismo. La diferencia es que él cree que tiene una estrategia de combate contra esta conspiración: degradar la habilidad, la capacidad del sistema para conspirar. Es aquí donde entra la metáfora de una red de computación. Assagne quiere combatir el poder del sistema tratándolo como un ordenador que está afectado, estropeado por “las arenas del desierto”. ¡Cómo me gustaría ver al gran Borges escribiendo un cuento basado en este tema!
A mí también desde luego.
En mi opinión, Assange está contraatacando con la propia doctrina estadounidense de la contrainsurgencia aplicada en Iraq y Afganistán. Él no quiere “encontrar a los talibanes” para luego llevárselos. Esto es apenas un detalle, no tiene importancia. Si la conspiración es una network electrónica, algo así como “The (foreign policy) Matriz”, lo que interesa a Assange es golpear sus habilidades cognitivas debilitando la calidad de la información.
Aquí hay otro elemento importante. La habilidad de la conspiración para engañar a los otros a través de propaganda masiva es equivalente a la tendencia de la conspiración para engañarse a sí misma a través de su propia propaganda.
De todo lo anterior deriva la estrategia de Assange de utilizar leaks [fugas, rendijas] como parte fundamental del paisaje informático. Esto nos lleva a un punto crucial: no es tan importante qué leaks particulares sean efectivos específicamente. La idea básica, el postulado esencial, sin duda muy, muy ambicioso, es la de minar el sistema de información de la “conspiración” y, de este modo, forzar la ruptura del sistema, el crash del ordenador, haciendo que la conspiración se revuelva contra sí misma en su propia autodefensa.
Sucintamente entonces.
Muy brevemente: se destruye la conspiración volviéndola alucinadamente paranoica en relación consigo misma. Todo esto nos lleva también a una cuestión también crucial, básica.
¿Qué cuestión es esa?
Casi todo el tsunami global de comentarios alrededor del “cablegate” [el Watergate de los cables] ha pasado de largo. ¿Por qué esa fuga de telegramas diplomáticos? De hecho, no hablan directamente de las guerras del Imperio. Gran parte de los cables son chismorreos, charlatanería de telenovela y de la prensa de escándalos pop.
Muy bien, perfecto. Ésta es la manera de Assange de ilustrar la conspiración. Nos está mostrando que una minoritaria y envejecida élite nos gobierna, en nombre del interés general, de acuerdo con informaciones a las que sólo ellos tienen acceso y no, en cambio, los ciudadanos.
Pero toda persona más o menos informada ya sabía eso.
Toda persona más o menos inteligente ya podía suponer ese estado de cosas. Es cierto. Pero Assange no se interesa por el elemento de “novedad” periodística per se. Lo que le interesa es estrangular los links que hacen la conspiración posible, que hacen el sistema “dumb and dumber” [uno tonto y el otro más]. Y lo que hace el “cablegate” es ciertamente mostrar que el Departamento de Estado estadounidense está poblado de gente “dumb and dumber”.
Se habla ya en círculos políticos internacionales de que la diplomacia nunca más será la misma después de estos leaks. Ya es, lo han conseguido, una victoria de una organización de noticias sin estado, diferente de todo que se ha visto hasta ahora, que está haciendo cosas que los periodistas deben o deberían hacer. Y más cosas aún desde luego.
Y todo esto, no lo olvidemos, dentro de un cuadro general, dentro de un intento que aspira a cambiar radicalmente el comportamiento del sistema.
Y, además, vendrán más leaks.
Vendrán más, claro. Deben venir más leaks sobre un gran banco estadounidense, posiblemente el Bank of America. Leaks de secretos rusos, leaks de secretos chinos.
Para concluir este punto, admito que una cuestión paralela me obsesiona. La siguiente: ¿por qué, técnicamente, el Pentágono, con toda su competencia y sus medios electrónicos, no pudo (o no quiso) eliminar Wikileaks de la red?
No sé responderte, me temo que no puedo eliminar tu obsesión. Los portavoces de Wikileaks han pactado con cinco grandes diarios del mundo la edición paulatina y controlada de esos documentos que son críticos de la forma de hacer de los gobiernos y la diplomacia internacional. ¿No es un poco raro? ¿No son Le Monde, El País, Der Spiegel, The Guardian o The New York Times diarios muy afines al sistema que supuestamente se critica? Incluso parece que, en esta ocasión, estén organizados en un cártel coordinado.
Yo veo el proceso como una astuta estrategia sobre los medios de información para garantizar el máximo impacto mediático. Assange, al principio, excluyó The New York Times de la lista. Pero después el diario neoyorquino hizo su propio trato con The Guardian. Los de Nueva York sabían que no podían estar al margen. Esta es una historia que generará titulares de prensa durante días, semanas y tal vez meses. The Guardian es el más progresista de los diarios citados; todos los demás son de centro o de centro-derecha. Pero son respetados en sus propios países e internacionalmente. Es ellos quienes tienen que hacer el filtraje de este número casi infinito de informaciones. Claro, obviamente, están haciendo su propio “hilado”, tejen según sus intereses. pero como dije en la respuesta anterior, éste no es el kernel, éste no es el núcleo de la cuestión.
Para mí lo mas interesante, lo que debemos tener más en cuenta en este asunto, es la reacción del oficialismo.
¿Y cuál ha sido la reacción del oficialismo en tu opinión?
Por un lado, el gobierno estadounidense y la gran mayoría de las corporaciones afirman, y gritan, que no hay nada nuevo bajo el sol, que no hay nada nuevo en los cables diplomáticos. Ejemplo típico: un documento secreto donde la Secretaria de Estado Hillary Clinton ordena a diplomáticos estadounidenses espiar a otros diplomáticos del Consejo de Seguridad de la ONU e incluso al Secretario General. Nos lo podíamos imaginar antes, pero ahora es oficial. Y esto es algo sumamente grave. Si Ban-ki Moon no fuera un pobre payaso, el escándalo sería monumental.
Por otro lado, el gobierno de EE.UU. y prácticamente todo el establishment, de derecha o de izquierda muy moderada, muy integrada, quieren hacer todo lo que sea necesario para cerrar inmediatamente Wikileaks, y, por qué no, eliminar Assange, como quería hacer Bush con Osama bin Laden.
Sarah Palin, la alocada Sarah Palin, sostiene que Assange es peor que al-Qaeda. La histeria Assange, 24 horas después de la publicación, llegó hasta el punto de que una radio de Atlanta, Georgia, preguntara a sus oyentes si creían que Assange debía ser ejecutado o encarcelado. No había una tercera opción.
¿Y que resultó de esa consulta?
La mayoría de los oyentes quería fusilarlo. Mike Huckabee, el pastor baptista que fue gobernador del Arkansas y que estaba en tercer lugar en la candidatura republicana a la presidencia en 2008, también dice que Assange debe ser ejecutado. Esto sí que es una locura: ¡un autodenominado hombre de Dios solicita, exige más bien, al gobierno de EEUU que elimine un ciudadano nativo de Australia!
¿En quien confiar? ¿En estos alucinados o en dos frustrados investigadores federales estadounidenses que escribieron en Los Angeles Times que si Wikileaks hubiera estado activa en 2001 hubiera previsto el 11-S?
Según se ha afirmado, esos mismos diarios de los que antes hablábamos han acordado con instituciones del gobierno estadounidense qué documentos no debían editarse para no poner en peligro personas o proyectos políticos en marcha. ¿No es demasiado “responsable” esa actitud, o demasiado servil como prefiera?
Servil, claro está. Los diarios tuvieron mucho tiempo para contactar con el gobierno estadounidense y certificar así, con seguridad, que no estarían sujetos a complicados procedimientos legales y, sobre todo, que no correrían el riesgo de perder el tan precioso acceso a entrevistas, almuerzos, confidencias, revelaciones en off, etc.
Filósofos franceses desesperados por tener un poco de participación en el debate alimentan tesis de la conspiración y se lamentan porque Wikileaks da a los medios de información poderes sin precedentes. Otras personas e instituciones, por otra parte, se quejan de Internet y actúan como “ogros” contra los periodistas. La belleza de los leaks es que ofrecen materia para todo tipo de conspiraciones…
¿Por qué los ciudadanos seguimos sin poder acceder a los documentos en la Web de Wikileaks? ¿Qué habría qué pensar de ello? Desde su twitter, como ha señalado el periodista español Pascual Serrano, Wikileaks remite a estos diarios asumiendo que su página queda fuera de servicio y lo que anuncia en la red social son enlaces a las páginas de los periódicos.
Wikileaks sufrió un serio ataque de hackers, probablemente con conexiones en la contrainteligencia de EE.UU. Más tarde, el senador de Connecticut, Joe Lieberman, un payaso del lobby de Israel, amenazó tan claramente a Amazon que esta empresa, esta gran corporación, expulsó a Wikileaks de su servidor. Ahora ya se pueden volver a ver los cables en su lugar, en Uppsala, Suecia; el nuevo host es sueco [2]. Además, The Guardian y Der Spiegel tienen portales donde se puede acceder a los cables originales y donde se pueden leer sin filtros. Cada lector puede llegar a sus propias conclusiones.
¿Crees que a raíz de la publicación de estos papeles puede haber algún conflicto entre el gobierno USA y sus aliados? Por ejemplo, el primer ministro italiano no queda muy bien parado. No es el único. Zapatero es tildado, qué cosas, de “izquierdista trasnochado”.
Es interesantísimo escuchar lo que dice un viejo topo de la Guerra Fría, que fue asesor de seguridad nacional de Jimmy Carter a finales de los setenta, Zbigniew Brzezinski. En una entrevista a la PBS estadounidense, el doctor Zbigniew dijo que el “cablegate” está “seeded”, sembrado, con informaciones “sorprendentemente precisas”, y que hacer este “seeding” es muy fácil.
Ejemplo de ello: los cables que dicen que los chinos están inclinados a cooperar con los EEUU en una posible reunificación de las Coreas sobre el liderazgo de Corea del Sur. En mi artículo anterior, al que antes hacías referencia [3], dejé claro que esto es “wishful thinking”, simple pensamiento desiderativo de los estadounidenses oficialistas.
El Dr. Zbig sostiene que Wikileaks “puede estar recibiendo material de sectores de inteligencia interesados que quieren manipular el proceso y obtener objetivos muy específicos”. Podría ser, sin duda, que fuerzas y elementos del interior de los EEUU quieran perjudicar al gobierno de Obama. Pero el Dr. Zbig sospecha también de “elementos extranjeros” y el primero de la lista no podía dejar de ser el estado de Israel.
¿Y tu opinión sobre esto?
La duda es muy importante pero no tiene respuesta concluyente. Wikileaks podría ser la cara visible de una campaña de desinformación israelí. Podría serlo. Esto se afirma, entre otros motivos, porque los cables que han salido a la luz desestabilizan la relación EEUU-Turquía. Israel está dispuesta a hacer todo lo que sea necesario para alcanzar un consenso árabe sunni que permita atacar a Irán; y, además los cables no contienen, al menos hasta ahora, nada que demuestre que Israel puede provocar, como así sería, un inmenso perjuicio a los intereses estyadounidenses.
En su entrevista a Larry King, Putin dijo casi lo mismo: los cables son parte de un complot deliberado para desacreditar a Rusia. Interesante es tener cuenta que también Ahmadinejad dijo casi lo mismo en relación a Irán.
En lo que concierne el Medio Oriente, no es ninguna novedad que todos los países de la zona, desde Turquía a los Emiratos, quieren armarse más y más. Quieren armas, muchas armas, o al menos drones, y el nuevo superstar del fetichismo de la mercancía que sería el MQ-9 Reaper, más conocido como Predator B, cuya exportación está restringida a muy pocos país. Israel ya los tiene, claro está
Tras lo sucedido, ¿serán creíbles los mensajes lanzados desde ese falso teatro publicitario en que se ha convertido la política internacional?
Todas las personas que siguen la geopolítica saben de las alianzas transnacionales de Washington con dictadores, tiranos, señores de la guerra, traficantes y barones de la droga, etc, aunque sean secretos muy bien guardados. La diferencia, que considero importante, es que ahora ya no se pueden esconder. Volvemos de nuevo a la estrategia de Assange; la noción estadounidense de “national security” se revela como un concepto que tiene una total duplicidad.
Los cables filtrados, señalas también en tu artículo, prueban que Europa, que ya estaba siendo marginada durante la era de Bush II, lo está más aún ahora cuando la administración Obama se concentra en Asia-Pacífico. ¿Es así en tu opinión? ¿Europa no juega apenas ningún papel en los grandes asuntos de la geopolítica internacional?
No, yo creo que no, que Europa no juega ningún papel. Sólo como partenaires menores en la OTAN. Creo que debe aparecer en los próximos días al menos un cable de un diplomático estadounidense ridiculizando la marginalidad de los países europeos frente a los grandes problemas geopolíticos. Como muy bien dijo Gore Vidal, Europa en el futuro será una boutique. Ya lo es, de hecho, para los ciudadanos que no sufren la crisis. Por cierto, una boutique que en el futuro será invadida por ciudadanos chinos muy consumistas.
En cuanto a los motivos…
Se habla mucho de los “motivos” de Wikileaks para soltar esos leaks. Como hemos dicho antes al hablar del pensamiento de Assange, no hay un “motivo”. La incapacidad intelectual y el autismo político de la clase política estadounidense son evidentes por sí mismos. Son incapaces de comprender al otro. Ven el mundo, no es una reducción cinematográfica pueril, en términos de buenos y malos, de good guys y bad guys. La reacción del establishment demuestra, en mi opinión, que la estrategia de Assange ha funcionado. El sistema está perplejo al ver su propia debilidad mental reflejada en un enorme espejo digital.
Gracias, estimado y admirado Pepe Escobar.
* * *
Nota del editor:
[1] El párrafo traducido es el siguiente: “To radically shift regime behavior we must think clearly and boldly for if we have learned anything, it is that regimes do not want to be changed. We must think beyond those who have gone before us, and discover technological changes that embolden us with ways to act in which our forebears could not. Firstly we must understand what aspect of government or neocorporatist behavior we wish to change or remove. Secondly we must develop a way of thinking about this behavior that is strong enough to carry us through the mire of politically distorted language, and into a position of clarity. Finally we must use these insights to inspire within us and others a course of ennobling, and effective action.”
[2] Según parece, las instituciones estadounidenses han cerrado el registro dns de su servidor en Suecia (.org), así que Wikileks ha tenido que irse a un servidor suizo [3] Pepe Escobar, “Los cables de wikileaks. El emperador desnudo”. Asia Times Online (traducción del inglés para Rebelión por Germán Leyens y revisado por Caty R)
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De: Marti2 |
Enviado: 19/01/2012 02:56 |
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