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Socio-Política: Wikileaks
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De: Marti2 (Mensaje original) |
Enviado: 24/09/2010 00:31 |
¿Por qué tienen miedo a Wikileaks los Gobiernos y los medios de comunicación?
A finales de julio de este año, Wikileaks publicaba su más sensacional leak (filtración): 92.000 páginas de documentos clasificados como top secret en los que se certifica la violencia de las acciones militares de la OTAN en Afganistán, la corrupción de los servicios secretos paquistaníes y la muerte de millares de civiles. Un historial de la guerra en Afganistán creado por soldados y oficiales de los servicios de inteligencia.
La publicación de estos “diarios afganos” por la página web había sido anunciada tres semanas antes a tres periódicos(el inglés The Guardian, el alemán Die Spiegel y el estadounidense New York Times), que se han limitado a denunciar la presencia de dicha documentación, esperando que fuese sacada en su totalidad por la misma página.
Como señalaba el 9 de agosto Christian Christensen en Le Monde Diplomatique, “no tomar anteriormente el contacto con estos periódicos hubiese causado una confusión de artículos y informaciones sobre el tema en todo el mundo”. Sin embargo, la delicadeza de los argumentos en cuestión ha hecho que los periódicos atacaran a Wikileaks: en el New York Times, ya se le llama “Wiki-kills” (wiki-mata).
“En EE UU desde el Watergate no ha habido otros casos de periodismo realmente enfrentado al poder”
En una entrevista publicada en la versión en inglés de Al Jazeera, Assange aseguraba que en los últimos dos años Wikileaks ha publicado más documentación que los demás medios juntos: “los medios de información están haciendo tan mal trabajo que un pequeño grupo de activistas ha hecho más que todos ellos juntos”. Lo que Assange dijo subraya que “el convencional periodismo de investigación hoy en día está bastante enfermo”, explica a DIAGONAL Vittorio Zambardino, periodista italiano de La Repubblica especializado en comunicación en internet. “Más que nada son los periódicos los que no ven la gran demanda que hay de este tipo de periodismo. En EE UU, a los que siempre se les mira como tierra feliz del periodismo de investigación, ha quedado claro a todos que desde el Watergate no ha habido otros casos de periodismo realmente enfrentado al poder”.
Según muchos medios, en el caso de los diarios de la guerra en Afganistán Wikileaks “se ha pasado”, al haber puesto en peligro la vida de los afganos que colaboraron con los militares estadounidenses a lo largo de la ocupación americana del territorio, publicando sus nombres en la web. Y no sólo los medios, sino algunas ONG, como Amnistía Internacional, la misma que en 2009 había premiado a Assange y su portal en la categoría Nuevos Medios por sacar a la luz informes sobre las matanzas en Kenya, denunciaron la posibilidad de repercusiones talibanes sobre estos colaboradores.
¿Revolución hacia la web libre?
La manera de actuar de Wikileaks es relativamente sencilla: cualquier usuario puede convertirse en whistleblower (literalmente, “quien hace sonar un silbato”), sin tener particulares conocimientos de informática, subiendo documentos a la página en el idioma que prefiera. Éstos son analizados (así ellos lo aseguran) por el equipo de Wikileaks, que los carga en la página sin que el usuario que los ha propuesto deje ningún tipo de rastro en la red, gracias al uso de tecnologías como FreeNet, Tor o Pgp (sistemas de comunicación y distribución de informaciones en línea descentralizadas, y por ello poco censurables o rastreables).
En este sentido, dicen en su página, “Wikileaks es incensurable”. Aspecto fundamental en la nueva era de internet, sobre todo por una página que se propone ‘ser el corazón de una revolución global’ en la que cualquiera pueda enfrentarse a las instituciones ‘a pesar de las mordazas virtuales y físicas o de su condición económica o conocimientos tecnológicos’.
¿Entonces Wikileaks es un paso fundamental para la difusión de la web libre? “Es más un paso hacia adelante y dos atrás” explica a DIAGONAL Geert Lovink, teórico de los medios de comunicación y creador del Institute of Network Culture, “estamos hablando de grandes cantidades de material, y nosotros, la ‘gente normal’, necesitamos contextualización y análisis para que un caso concreto tenga sentido”. Sin embargo, en su opinión, no poniendo los hechos en un discurso comprensible, Wikileaks no deja claro si quiere comportarse “como proveedor de contenidos o como simple contenedor de datos filtrados”. A todo esto, concluye que “Wikileaks está dando un empujón a los medios para que vuelvan a hacer este tipo de trabajo de investigación”.
La verdad se debe publicar
Nacida a finales de 2006, empieza su actividad en julio de 2007, y desde entonces ha publicado 1,2 millones de documentos clasificados como secretos por numerosos gobiernos. La web nace tras las conversaciones en línea de su creador, Julian Assange, periodista y programador, con otros activistas.
Han tomado parte en su creación “disidentes chinos, periodistas, matemáticos y una nueva empresa de tecnología, procedentes de EE UU, Taiwan, Europa, Australia y Sudáfrica”. Según el principio de que “la mejor manera de hacer que se conozca la verdad sobre un asunto es publicar en su totalidad los documentos que la tratan”, Wikileaks apunta a que la tecnología del leaking pueda convertirse en un modelo. Hasta ahora, ha sobrevivido con un equipo de 5 personas, a los que se suma la colaboración de unas 800 personas.
Danielle Grasso Diagonal
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De: Marti2 |
Enviado: 15/11/2010 07:39 |
Wikileaks, el Pentágono y la información, II
Con los testimonios de las víctimas iraquíes – y de miles de testigos- ha ocurrido algo nada infrecuente: Se ha sospechado de quienes se declaraban víctimas y pedían Justicia. Es la doble victimización de la víctima. En algunos países del Cono Sur se llama teoría del doble demonio a aquella que tiende a pensar que si alguien ha sido torturado o asesinado, algo habría hecho antes. Es decir, la que señala a la víctima como merecedora de serlo.
Ahora, cuando la información sale del Pentágono, responsable de crímenes de guerra y de violaciones de las leyes internacionales y los derechos humanos, nadie pone en duda la veracidad de la misma. “Pero si esto ya lo sabíamos“, me han dicho estos días varios amigos iraquíes, algo indignados.
Doy fe de que algunos lo sabían muy bien. Yaser Alí, a quien conocí en 2003 en Bagdad durante la fase de bombardeos, perdió a un cuñado en un ataque estadounidense y fue detenido sin cargos. También su hermano, que fue torturado en la cárcel de Abu Ghraib. Por esa misma prisión pasó Yamila Abbas, sin cargos y sin derecho a juicio. He contado estas y otras historias en el libro “El hombre mojado no teme la lluvia” y en varios trabajos periodísticos.
Se han escrito cientos de historias de iraquíes asesinados y heridos. Pero solo ahora parece llegar la confirmación de que todo aquello era absolutamente cierto, solo ahora se disipan las sospechas que aún podían gravitar en ciertos sectores. No nos bastaba con la palabra de las víctimas y de miles de testigos.
Sí nos basta sin embargo con los papeles del Pentágono, de los que no sospechamos que puedan estar maquillados, que puedan haber ocultado algunos datos o que no incluyan todos los muertos y heridos.
Niño muerto en un ataque estadounidense, Isahaqi, Irak, 2006 (Hamid Rashid/AP)
En esos papeles se habla de la muerte de 66.081 civiles y sin embargo varias organizaciones de prestigio como la británica Iraq Body Count han contabilizado unos 107.000 civiles iraquíes muertos, que, unidos a los 15.000 nuevos casos mencionados por los papeles del Pentágono -y desconocidos hasta la fecha por Iraq Body Count- hacen un total de 122.000.
El canal británico Channel 4 ha indicado que en esos papeles se incluye la muerte de un hombre y una mujer en Tal Afar en presencia de sus seis hijos y sin embargo no se menciona que uno de esos niños resultó herido y quedó parapléjico a causa de una de las balas estadounidenses disparadas contra el coche que el padre conducía. El caso quedó registrado en el momento a través de la cámara del fotógrafo Chris Hondros.
LOS DAÑOS COLATERALES
En las guerras hay reglas. No vale todo. Lo saben bien los militares, lo estudian en la carrera militar. Pero hay quien opina que es legítimo, inevitable, aceptable, que las guerras tengan daños colaterales, ese terrible eufemismo que oculta crímenes. Es posible que piensen así porque crean que en las guerras todo escenario es bélico. La realidad es bien diferente.
En las guerras los niños siguen jugando, porque son niños. A veces juegan en la calle. La gente, si puede, sigue yendo a trabajar, porque necesita comer; para ir a trabajar coge el coche o el autobús. Y de este modo puede ocurrir que en una ciudad la vida transcurra con cierta normalidad mientras que en la periferia de dicha ciudad haya un frente abierto con dos bandos enfrentados.
En un lado del mapa los civiles esperan el bus, los niños van al cole, las mujeres compran en los mercados; y en el otro, los militares guerrean. Si uno de esos dos bandos ataca el mercado, la parada del bus o el colegio de los niños, está cometiendo sin lugar a dudas un crimen de guerra.
Hay quien puede argumentar, en una defensa enfermiza de este tipo de acciones, que el terrorismo y la existencia de bandas armadas irregulares desdibujan cada vez más esta línea que separa el escenario militar y bélico del escenario civil y que por eso hay que saltarse las leyes internacionales. ¿Realmente es posible que haya tantos niños, tantas mujeres, tantos hombres civiles dedicados a actividades armadas?
¿La mujer que está cocinando es una amenaza, y también la niña que está en el colegio, y el niño que juega en la calle, y el hombre que conduce su coche hacia su trabajo? ¿Son una amenaza porque es posible que cerca de ellos se esconda un tipo armado? ¿Es ese tipo armado una amenaza real en ese preciso momento en el que dispararle supondrá matar a inocentes? ¿Hasta qué cifra se considera sostenible matar a inocentes? ¿Mil, dos mil, diez mil?
EL HOTEL PALESTINE
El ataque al hotel Palestine que mató al cámara José Couso y al periodista Taras Protsyuk e hirió a varios más – y del que muchos fuimos testigos- no está incluido en los informes del Pentágono publicados por Wikileaks, porque este ataque ocurrió en 2003 y los papeles de Wikileaks abarcan los ataques y crímenes cometidos a partir de 2004. Tampoco están incluidos los ataques que en esa misma mañana el Ejército estadounidense lanzó contra la sede de la televisión Abu Dhabi y contra la sede de Al Jazeera, matando a otro periodista, Tareq Ayoub.
Pero leyendo estos informes es legítimo y lógico pensar que, del mismo modo que los soldados estadounidenses apretaron el gatillo para matar a mujeres, hombres y niños inocentes, también pudieron disparar contra el hotel – o contra las dos sedes de las televisiones árabes- sabiendo, como todo el planeta sabía, que era un lugar protegido por la ley internacional porque en él solo vivíamos periodistas y civiles y nada hacía pensar que desde ese edificio pudiera partir amenaza alguna para las tropas estadounidenses.
Por si alguien aún piensa que es imposible un comportamiento así por parte de las tropas estadounidenses, recomiendo la visión de -además de este vídeo ya mencionado en el anterior post- los nuevos vídeos difundidos la pasada semana por Wikileaks a través de Channel 4, en los que podemos comprobar de nuevo que antes de disparar todos los militares piden permiso, por lo tanto nunca se trata de un disparo producto de un error de un solo soldado, sino de un disparo analizado en el que participan varios.
En ellos se ve, entre otras cosas, cómo los militares estadounidenses bombardean un edificio a pesar de que ellos no están siendo atacados y a pesar de que en ese momento pasa un hombre caminando por la calle, que desaparece tras el ataque; se observa también cómo disparan desde un helicóptero a un hombre a pesar de que éste, al darse cuenta de que la aeronave le sigue, detiene el vehículo y baja de él con las manos en alto, en señal de rendición.
Sé de algunos periodistas que, empeñados en denunciar la pesadilla de Irak, han tenido que soportar que sus superiores les acusen de estar obsesionados con Irak, de no saber pasar página. Torpes editores aquellos que no comprendieron o no quisieron saber que el escenario iraquí ha sido uno de los tableros informativos principales de los últimos años, el paradigma de la crisis moral de Occidente, el ejemplo del doble rasero. No han sido pocos los mass media que han mirado hacia otro lado, convirtiéndose así en cómplices de los crímenes.
No son pocos los poderes que desean que todos nos comportemos como dóciles soldados capaces de creer que lo que hace quien lleva un determinado uniforme es útil, necesario y cargado de razones.
Deberíamos aprender que la muerte de civiles siempre exige la mayor de las atenciones. Reivindico un ejercicio: Imaginar. Imaginemos bien cómo es la muerte de una niña, las consecuencias del uso del fósforo blanco, las torturas en cárceles secretas, el ahogamiento simulado, las bombas arrojadas a distancia, la eterna tristeza de quienes pierden a sus padre o a sus hijos a causa de la violencia, el dolor irreparable.
Si alguien aún no se hace una idea concreta, que escriba en google “iraq children death“, elija el apartado de imágenes y eche un vistazo. Y tras ello, ¿se atrevería alguien a concluir que no merecen atención estas noticias referidas a la vida y a la muerte, a la justicia y la injusticia, a la cordura y la locura?
Olga Rodríguez Periodismo humano
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De: Marti2 |
Enviado: 15/11/2010 07:43 |
A WikiLeaks le crecen los enanos
Julian Assange, el director de WikiLeaks, debe de estar que trina. Su más estrecho colaborador hasta septiembre, amenaza con fundar su propio WikiLeaks. Y parece que se ha rodeado de otros antiguos miembros de la mayor organización de filtraciones comprometedoras que existe. Y por si eso fuera poco, otras webs están aprovechando el tirón. |
La filtración de cerca de 500.000 documentos filtrados por WikiLeaks sobre las guerras de Irak y Afganistán este año, están convirtiendo a esta organización en el emblema del espionaje moderno gestionado por iniciativas privadas. Pero no es el único que se dedica a ello.
Julian Assange, el director de WikiLeaks, tiene que estar alerta ante posibles enemigos dentro de su propia formación. A la web le están saliendo los enanos, y uno de sus más estrechos colaboradores hasta que dimitiera en septiembre, ahora planea fundar su propio WikiLeaks.
Se llama Daniel Domscheit-Berg, alias Daniel “Schmitt” en su época de WikiLeaks, y al parecer este alemán se ha juntado con otras cuatro personas. Algunas informaciones indican que no todos los trabajadores o colaboradores de WikiLeaks están contentos en la organización y se quejan de los malos modos con que dicen que les trataba Assange.
Además, ya lo dijo Domscheit-Berg en una entrevista con el semanario Der Spiegel: WikiLeaks tiene problemas estructurales “y no quiero ser responsable de ello”. Añadió que el proyecto estaba creciendo demasiado rápido y que la propia organización impedía conceder la “transparencia” que él consideraba necesaria para ellos mismos.
El Wall Street Journal asegura que el proyecto de un WikiLeaks versión Domscheit-Berg ya se está poniendo en marcha. Pero no son los únicos.
Cryptome, el hermano mayor que se hizo pequeño“Cryptome acepta documentos para su publicación que estén prohibidos por gobiernos en todo el mundo, en especial material sobre la libertad de expresión, privacidad, criptología, seguridad nacional, inteligencia”… Esta extremadamente sencilla página web de un diseño minimalista lleva detrás de documentos comprometedores desde 1996, pero la mayoría de los 54.000 escritos no desvelan asuntos clasificados.
Sí ha llegado a poner a Microsoft y al Gobierno de EEUU en un compromiso al desvelar la existencia de una suerte de manual en el que se describe cómo Microsoft guarda datos privados de los usuarios que acceden a servicios 'online' como MSN Messenger, Windows Live y Xbox Live, y cómo esos datos se ponen a disposición de las autoridades de EEUU cuando son requeridos.
Fue en febrero de este año y, aunque el gigante tecnológico retirase el dominio a Cryptome y llegase a interponer una demanda contra Cryptome, al final se echó atrás. El documento sugería que las autoridades estadounidenses pueden acceder a mucha más información de la que necesitan, y establece los procedimientos para que puedan obtener los datos más fácilmente.
Ahora uno de sus objetivos es WikiLeaks, la competencia directa que le salió en 2007 y con quienes –después de varias conversaciones, según cuenta Young- no llegaron a ningún acuerdo para unir fuerzas. Cryptome se ha convertido en el hermano menor del nuevo espionaje, y eso que nació once años antes.
En una entrevista concedida recientemente a la BBC, el administrador de Cryptome admitió que las últimas acciones de WikiLeaks eran “una operación fuera de lugar”. Pero el 6 de noviembre de este año publicó un listado de 22 puntos en torno a WikiLeaks. Para Cryptome, lo malo de WikiLeaks es que es una iniciativa “publicitada” que desvía la atención de las “actividades más negras”.
Además de Cryptome, también existen iniciativas más modestas como el blog Secrecy News, que busca publicar secretos de seguridad nacional para ponerlos al alcance de todos. Su autor, Steven Aftergood, publica posts sobre el armamento del Ejército de EEUU, los planes presupuestarios de la Casa Blanca o las relaciones de la primera potencia mundial con la India. No ha puesto sobre la mesa ningún escándalo reseñable desde su fundación en enero de 2006, pero sí es una muestra por la búsqueda de transparencia gubernamental que buscan los internautas. María Torrens Lainformación |
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 22:03 |
Filtraciones de Wikileaks sobre Iraq: EE.UU. niega hasta el derecho a rendirse
La retórica de Estados Unidos sobre los derechos humanos está en graves dificultados a partir de este 22 de octubre. Los documentos filtrados por el sitio web Wikileaks, evidencian un desprecio total de las instituciones norteamericanas por la vida y la integridad de los seres humanos.
La televisora qatarí Al Jazzera, el diario francés Le Monde, y el periódico británico The Guardian han comenzado a publicar parte de la información contenida en los más de 400 000 documentos revelados por el sitio Wikileaks. Estados Unidos presionó a los gestores del sitio e intrigó contra su fundador Julian Assange pero no pudo impedir las filtraciones. El Pentágono llegó a pedir a los medios de comunicación que no publicaran las revelaciones.
La Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha afirmado: “Tengo la firme convicción de que debemos condenar en los términos más claros posibles la difusión de cualquier información, por parte de individuos u organizaciones, que ponga en peligro la vida de los soldados o civiles de EE.UU. y de sus aliados”. Sin embargo nada dicho del hecho de que, según los archivos dados a conocer, el número de muertos en Iraq entre 2003 y 2009 llegó a 109.000, el 63% de ellos civiles.
A continuación ofrecemos a los lectores de La pupila insomne un resumen de estas revelaciones que hasta el momento no han sido divulgadas en idioma español.
Los archivos electrónicos se cree provienen de los mismos analistas de inteligencia disidentes del ejército de EE.UU., que a principios de este año filtraron cerca de 90.000 registros de la crónica de encuentros sangrientos y asesinatos de civiles en la guerra de Afganistán. Algunos de los hechos relatados en esta nueva filtración, referidos ahora a la guerra de EE.UU en Iraq, indican que las autoridades norteamericanas no investigaron cientos de denuncias de abuso, tortura, violación e incluso asesinatos por la policía y soldados iraquíes, cuya conducta parece ser sistemática e impune normalmente.
También se relata cómo un helicóptero de combate de EE.UU. que participó en un famoso incidente en Bagdad había matado previamente insurgentes iraquíes después que trataron de rendirse. Se documenta que más de 15.000 civiles murieron en incidentes antes desconocidos. Funcionarios de EE.UU. y el Reino Unido han insistido en que no hay registro oficial de víctimas civiles, pero existe el registro de 66.081 muertes de no combatientes de un total de 109.000 víctimas mortales.
No se investigan los abusos del ejército y la policía iraquí
Los numerosos informes de abusos a detenidos, a menudo con el apoyo de pruebas médicas, describen prisioneros encadenados, con los ojos vendados y colgados por las muñecas o los tobillos, sometidos a azotes, golpes, patadas o descargas eléctricas. Existen seis informes finales con la aparente muerte de un detenido.
Tan recientemente como en diciembre, los norteamericanos circularon un video que muestra oficiales del ejército iraquí ejecutando a un prisionero en Tal Afar, al norte de Iraq. El registro dice: “La película muestra a unos 12 soldados del ejército iraquí. Diez soldados del ejército iraquí estaban hablando entre ellos mientras que dos soldados conducían al detenido que tenía las manos atadas … La película muestra a los soldados con el detenido en la calle, empujándolo al suelo, golpeándolo y disparándole “. Este informe nombra por lo menos un autor y se entregó a las fuerzas de la coalición. Sin embargo, los registros revelan que la coalición tiene una política formal de ignorar esas acusaciones. Acuñan “ninguna investigación es necesaria” y simplemente pasan los informes a las mismas unidades iraquíes implicadas. Por el contrario, todas las denuncias que involucran fuerzas de la coalición son objeto de investigación formal. Algunos casos de abusos de las tropas del Reino Unido y los EE.UU. también se detallan en los registros.
Dos casos de autopsias a iraquíes revelaron evidencia de muerte por tortura. El 27 de agosto de 2009, un informe oficial de médicos norteamericanos indica que se encuentran “contusiones y quemaduras, así como lesiones visibles en la cabeza, los brazos, el torso, las piernas y el cuello” en el cuerpo de un hombre reclamado por la policía que se suicidó. El 3 de diciembre del 2008, otro detenido, dijo la policía que murió de “mal de los riñones”, sin embargo se encontró que tenía “pruebas de algún tipo de procedimiento quirúrgico desconocido en su abdomen”.
Un portavoz del Pentágono dijo al New York Times esta semana que en virtud del procedimiento, cuando los informes de abuso de iraquíes se han recibido, los militares de EE.UU. “notifican a la agencia o el ministerio responsable del gobierno de Iraq para la investigación y seguimiento”.
Estados Unidos y Gran Bretaña mienten sobre muertes de civiles
Los registros también muestran la disposición de las fuerzas de EE.UU. para desatar la fuerza letal. En un incidente escalofriante detalla la forma en que un helicóptero de combate Apache disparó a dos hombres en febrero de 2007. Los presuntos insurgentes habían estado tratando de rendirse, pero un abogado desde la base, dijo a los pilotos: “No se pueden rendir a una aeronave” El Apache, con indicativo Crazyhorse 18 fue el mismo que más tarde ese año, en julio, mató por error a dos empleados de la agencia de prensa Reuters e hirió a dos niños en las calles de Bagdad.
Iraq Body Count, el grupo con sede en Londres que monitorea las bajas civiles, dice que ha identificado alrededor de 15.000 muertes de civiles desconocidos de los datos de los registros. Aunque los generales de EE.UU. han declarado que su ejército no lleva a cabo recuentos de cadáveres y los ministros británicos aún dicen que no existen estadísticas oficiales, los registros muestran que estas afirmaciones no son ciertas. Los informes de campo intentan identificar todas las víctimas civiles e insurgentes, así como el número de fuerzas de la coalición heridos y muertos en acción. Se da un total de más de 109.000 muertes violentas por todas las causas entre 2004 y finales de 2009.
Esto incluye 66.081 civiles, 23.984 personas pertenecientes al “enemigo” y 15.196 miembros de las fuerzas de seguridad iraquíes. EE.UU. y los soldados aliados con 3 771 muertos completan el número de muertos. No menos de 31,780 de estas muertes se atribuyen a las minas en las carreteras plantadas por los insurgentes. La otra cifra importante registrada es la de 34.814 víctimas de asesinatos sectarios.
Sin embargo, las cifras de EE.UU. parecen ser poco fiables en relación con las muertes de civiles causadas por sus propias actividades militares. Por ejemplo, en Faluya, el sitio de dos batallas urbanas importantes en 2004, no se registran muertes de civiles. Sin embargo, Iraq Body Count recoge más de 1.200 civiles que murieron durante los combates allí.
Phil Shiner, especialista en derechos humanos de Public Interest Lawyers, tiene previsto utilizar el material de los registros en la corte para tratar de obligar al Reino Unido a realizar una investigación pública sobre la muerte ilegal de civiles iraquíes. Él también planea demandar al gobierno británico por no hacer nada para detener el abuso y la tortura de los detenidos por las fuerzas iraquíes. La política oficial de la coalición de no investigar esas denuncias ” sencillamente no es admisible”, dice. Shiner está desarrollando ya una serie de acciones acerca de los detenidos presuntamente asesinados o torturados por las fuerzas británicas en Irak.
Wikileaks dice que publicará en línea todo el conjunto de 400.000 informes de campo Iraq en desafío al Pentágono. Los activistas dicen que en la denuncia de irregularidades se han eliminado de los documentos todos los nombres que podrían dar lugar a represalias. Ellos fueron acusados por los militares de EE.UU. de la posibilidad de tener “sangre en sus manos” a causa de las anteriores revelaciones sobre Afganistán. Pero el ejército recientemente admitió que ningún daño había sido identificado.
“Escalada de fuerza” en los puestos de control
Alrededor de 600 civiles murieron en los más de seis años cubiertos por los documentos publicados por Wikileaks, en incidentes en los puestos de control o entre vehículos.
“4 de enero de 2006, 19 horas: Un automóvil de cuatro puertas, color naranja y blanco, se detuvo cerca. Un hombre de edad suficiente para ser movilizado salió del vehículo y comenzó a correr hacia la patrulla. La patrulla lo consideró sospechoso de ser un terrorista suicida y le gritó en árabe para detenerlo, haciendo señales con las manos y los brazos para tratar de hacerlo parar. El hombre no cumplió. A 75 metros, la patrulla disparó una bengala, pero el hombre siguió corriendo hacia ella. Continuó haciendo señas y gritando, sin resultado. A los 15 metros, la patrulla abrió fuego, matando a un civil. A su llegada, los zapadores inspeccionaron el cuerpo en busca de explosivos, pero no encontraron nada. No hubo víctimas ni daños que informar a las fuerzas de la coalición”.
Los informes están llenos de incidentes similares: los conductores con discapacidad mental, discapacidad visual, o simplemente que no vieron a los soldados o no oyeron las señales son sometidos al fuego.
“Septiembre 7, 2006, 16 h 02. La patrulla estaba en camino cuando una camioneta blanca se acercó en su dirección. La unidad dijo que la intención era hostil y abrió fuego con un número indeterminado de 7,62 mm, a una distancia desconocida. El vehículo se incendió y la patrulla no pudo ayudar a sus ocupantes. [...] La familia del fallecido llegó a recoger el cadáver. La familia dice que entiende que esto no fue un asesinato intencional. [...] Ella sólo quería recuperar los restos para el tradicional entierro musulmán. “
En teoría, el proceso llamado de “escalada de fuerza” es muy codificado. Los primero es el uso de señales ópticas y acústicas para indicar que un vehículo debe detenerse, se debe disparar un tiro de advertencia al aire, o cerca del vehículo; si el vehículo se mueve, pueden disparar a los neumáticos o el motor; y en última instancia, están autorizados a abrir fuego contra el conductor. En la práctica, aunque la mayoría de los informes dicen que “todos los procedimientos para la escalada de fuerza se han cumplido”, los soldados a menudo abren fuego directamente sobre el conductor. En muchos otros casos, son los espectadores los que fueron asesinados por el disparo de advertencia.
Iroel Sánchez La pupila insomne
(Con información de The Guardian y Le Monde)
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 22:08 |
Wikileaks y el cártel de los medios
El fenómeno Wikileaks ha acaparado numerosos análisis y reflexiones sobre el futuro de la información, Internet y la participación ciudadana en la difusión de las noticias. El debate se ha limitado entre quienes presentaban como un problema y una irresponsabilidad la distribución de información secreta, y quienes defendían su libre circulación y apoyaban a Wikileaks. En mi opinión se trata de una simplificación, y el modus operandi del propio Wikileaks ha demostrado que el asunto es más complejo. Una prueba de ello ha sido la forma en que ha difundido los 250.000 documentos que recogían comunicaciones de la diplomacia y la Administración central estadounidense. Quienes parecía que subvertían las formas de comunicación del siglo XXI optaron por ofrecer en exclusiva y de forma privilegiada la documentación a cinco grandes medios de comunicación mundial: The New York Times, The Guardian, Der Spiegel, Le Monde y El País. Días después de que las direcciones de estos periódicos los tuvieran en su poder, los ciudadanos seguimos sin poder acceder a los documentos en la Web de Wikileaks.
Por su parte, los cinco periódicos se organizan en un cártel -como bien ha denominado Juan Carlos Monedero- y se coordinan. Según han reconocido, “hay un acuerdo sobre la publicación simultánea de los mismos documentos de relevancia internacional y las fechas de su difusión”. Afirman que “tienen autonomía para decidir sobre la selección, valoración y publicación de las comunicaciones que afecten a sus países”, es decir a cinco países del bloque occidental, toda la información referente al resto del mundo está filtrada por ellos. “Únicamente se publicarán aquellos papeles que consideremos que no representan una amenaza para la seguridad de personas o de países”, han afirmado. En concreto El País reconoce que “ha decidido aceptar los compromisos a los que The New York Times llegue con el Departamento de Estado para evitar la difusión de determinados documentos”.
La connivencia entre Wikileaks y el cártel de los cinco es absoluta. Desde su twitter, Wikileaks ya se remitía a ellos asumiendo que su página quedaría fuera de servicio. Y lo que anuncia en la red social son enlaces a las páginas de los periódicos.
No sé si el origen de Wikileaks era limpio y honesto, lo que sí parece claro es que se está convirtiendo en un sujeto domesticado. Hasta el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha afirmado que los documentos dan la razón a su gobierno en la valoración de la amenaza iraní.
No debemos descartar que, ante la pérdida de credibilidad de la información que hacen pública los gobiernos, se esté recurriendo a formas imaginativas que, bajo una aureola de espontaneidad, filantropía y mitificación de Internet, no sea más que el mismo perro con distinto collar. Que, por ahora, la única iniciativa concreta contra el fundador de Wikileaks sea algo tan peregrino como acusarle de una violación, resulta bastante pintoresco.
Pascual Serrano El Periódico de Catalunya
Pascual Serrano es periodista. Acaba de publicar el libro “ Traficantes de información. La historia oculta de los grupos de comunicación españoles". Foca. Noviembre 2010
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 22:10 |
Preguntas sobre Wikileaks: ¿un “destape” mediatizado o un “destape” controlado?
Sin haber analizado ninguno de los documentos secretos destapados por Wikileaks, y viendo únicamente la información que emiten las principales cadenas y diarios alrededor de las famosas filtraciones, me asaltan algunas preguntas
a) ¿Porqué los grandes medios de comunicación, como el New York Times (Estados Unidos), Le Monde (Francia), El País (España), The Guardian (Gran Bretaña) y Der Spiegel (Alemania), tan implicados en la defensa del modelo capitalista (y de sus gendarmes imperiales) se han comprometido, con tanto entusiasmo, en la difusión de estos documentos?
b) ¿Porqué, con tanta coincidencia, estos medios han destacado (además de algunos “chismes indiscretos” sobre jefes de estado, ya conocidos previamente), la venta de tecnología de misiles balísticos de Corea hacia Irán , miembros del “eje del mal” según la clasificación de la diplomacia norteamericana?
c) Justo en el momento en que las tensiones entre las potencias occidentales y estas dos naciones están a punto de desencadenar conflictos que amenazan con incendiar amplias regiones de Asia, ¿porqué filtrar que China “duda cada vez más de su influencia sobre Pyongyang y está dispuesto a aceptar la reunificación de la península coreana si el régimen colapsa”?.¿Se podría interpretar como un amenazante mensaje dirigido al gobierno de Corea del Norte, en el sentido que su aliado tradicional está dispuesto a ceder, en el Consejo de Seguridad de NNUU, ante una intervención militar de EEUU?
d) ¿Es casualidad que estos documentos develen una posible presencia de Al Qaeda en la llamada “triple frontera” entre Paraguay, Argentina y Brasil?
e) ¿No constituye una “lavada de cara” la publicación de un informe del embajador de Estados Unidos en Honduras, donde denuncia que, en golpe militar en Honduras, Zelaya fue “sin duda” víctima de una conspiración de los militares, el Congreso y la Corte Suprema de Honduras y Roberto Micheletti fue un gobernante ilegítimo?.¿No es interesante que el mismo Zelaya diga que va a usar estos documentos para defender su causa?
f) ¿A quien beneficia saber que el rey Abdalá de Arabia Saudita aconsejó a los estadounidenses “cortarle el cuello a la serpiente” y advirtió que “si Irán lograra desarrollar armas nucleares, todo el mundo hará lo mismo en la región”?. ¿No se está echando mas leña al fuego, con esta filtración, en la división (por otra parte conocida) entre los países del Mundo Islámico, ante el caso de una futura acción contra Irán?
g) ¿Cómo es posible que el Sr. Julian Assange haya podido escapar a la persecución implacable del imperio, y siga ofreciendo declaraciones desde una “ubicación desconocida”?¿ No se parece en algo a otros casos de reales o ficticios terroristas que amenazan desde las cuevas de remotas montañas en Afganistán?
En general, los grandes “destapes” históricos de archivos secretos (como los de la Alemania Nazi, los Papeles del Pentágono sobre la guerra de Vietnam, los archivos de la Rusia Zarista o los archivos de la KGB) han sido filtrados desde el poder, en base a sus intereses del momento y seleccionando cuidadosamente la información que podía (y no podía) ser descalificada.
El caso Wikileaks puede ser un genuino caso de valiente periodismo de investigación. O puede que ese periodismo, como suele pasar, es utilizado por el mismo poder ( a través de falsos o verdaderos informantes con “buenas intenciones”) para poner en manos del público información que provoque un estado particular de opinión pública o cree determinadas matrices de opinión.
¿Es posible que parte de estos documentos sean provistos desde el mismo poder imperial para subrayar que esta información (la que nos alerta de países amenazantes como los ya señalados, Corea e Irán), viene de una fuente “anti-sistema” y, por ende, más creíble que los mismos portavoces gubernamentales?
¿Acaso el oligopolio de las transnacionales de la comunicación sólo nos brindará aquella información que genere una actitud conformista de nuestros pueblos sobre las futuras intervenciones militares en Asia?
¿Estaremos asistiendo a una batalla mediática desde las mismas contradicciones entre las élites políticas y económicas en los EEUU y las principales potencias económicas, donde el medio, Wikileaks, solo juega un papel de mensajero, tan incauto como voluntarioso?
Grupo de análisis "Luz y Verdad" (Nicaragua) Moisés López Rebelión
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 22:13 |
El filtro de los cinco
Los "cablegates" censurados y dosificados
![Cinco](http://lapupilainsomne.files.wordpress.com/2010/11/cinco1.jpg?w=555&h=190) Las condiciones en que cinco de los grandes diarios del mundo publicaron los telegramas provenientes de la diplomacia norteamericana y facilitados por el portal Internet WikiLeaks parecen inaugurar una nueva práctica de difusión de la información. Según se desprende de los relatos ofrecidos por periodistas de The New York Times, El País, Le Monde, Der Spiegel y The Guardian, las cinco publicaciones se pusieron de acuerdo entre ellas antes de hacer público el contenido de la información, llegaron a una suerte de pacto con el portal WikiLeaks y, antes de publicar los documentos, advirtieron al Departamento de Estado. En suma, contrariamente a lo que ha ocurrido en otras ocasiones con este portal de informaciones confidenciales, esta vez el contenido difundido ha sido prefiltrado por los cinco diarios e incluso remitido a la administración estadounidense. En un chat con sus lectores, Javier Moreno, director de El País, dice: “No hemos llegado a ningún tipo de acuerdo con el gobierno de EE.UU., a quien, sin embargo, sí se le informó con carácter previo. También a la Embajada de Estados Unidos en España”.
Sylvie Kauffmann, directora de la redacción de Le Monde, adelantó que los cinco diarios intercambiaron “muchas informaciones, análisis y peritajes” y se pusieron “de acuerdo en torno de un programa de publicación”. La misma fuente explicó que el grupo de los cinco llegó a un acuerdo sobre la publicación de los memorandos y que “son esos memos, corregidos por nosotros, los que WikiLeaks puso en Internet”. Marcel Rosenbach, periodista en el Der Spiegel, aporta algunos detalles suplementarios sobre esta curiosa aventura de periodismo de refritos entregados por una fuente y difundidos por otros luego de un estricto control. Rosenbach contó que “todos los diarios concernidos analizaron el material independientemente unos de otros”. No obstante, Sylvie Kauffmann, del vespertino Le Monde, dio cuenta de reuniones entre los rotativos, la mayoría de las cuales tuvieron lugar en Londres para un trabajo que, y así lo precisa el periodista de Der Spiegel, se llevó a cabo “durante varios meses”.
La directora de la redacción de Le Monde aclaró que “unas 120 personas” trabajaron en esos documentos de manera protegida”. En un editorial firmado por Sylvie Kauffmann, la periodista escribe: “En común, los cinco diarios editaron cuidadosamente los textos brutos utilizados para retirar todos los nombres e indicios cuya divulgación podía acarrear riesgos para las personas físicas. Le Monde también ofreció a los responsables norteamericanos expresar sus puntos de vista en nuestras columnas”.
De estas justificaciones se desprende otra evidencia: los cinco periódicos actuaron como verdaderos agentes de comunicación del Departamento de Estado. Hicieron el trabajo de limpieza en lugar de los servicios de Hillary Clinton. En suma, en nombre de la libertad de expresión y todos los bellos argumentos, The New York Times, Der Spiegel, El País, Le Monde y The Guardian publicaron lo que sólo ellos juzgaron conveniente, borraron los nombres que ellos consideraron oportunos y, antes de hacer todo el asunto público, consultaron con los representantes del Departamento de Estado. La responsable de la redacción de Le Monde cuenta por ejemplo que “tuvimos entrevistas corteses y civilizadas” con las respectivas embajadas norteamericanas. Luego, en el editorial, escribe: “The New York Times informó a las autoridades norteamericanas sobre los telegramas que contaba utilizar y les propuso que le presentaran las preocupaciones que podrían tener en materia de seguridad”.
![infografia-wikileaks-580x663](http://lapupilainsomne.files.wordpress.com/2010/11/infografia-wikileaks-580x663.jpg?w=580&h=663)
Al parecer, WikiLeaks sólo tiene confianza en los grandes medios de comunicación de un puñado de países. El resto del planeta, concernido por su material, quedó excluido. Resulta, no obstante, un poco hipócrita constatar que estos cinco representantes de la libertad de expresión y de la democracia trabajaron estrechamente con los poderes frente a los cuales, por naturaleza, tienen otra misión: acosarlos allí donde la mentira pone el peligro la vida humana, allí donde la mentira y la manipulación van en contra del bien común. El último en enterarse fue, al final, el lector, que paga por el diario. Le Monde relata por ejemplo que “los representantes del Departamento de Estado tomaron contacto en los últimos días con numerosos gobiernos extranjeros para prevenirlos de las revelaciones y alertarlos ante cualquier impacto negativo”. En respuesta a una pregunta que le hace un lector sobre si se tomó en cuenta la “razón de Estado” antes de publicar los documentos, Javier Moreno, el director de El País, responde así: “Sí. Pero ha primado el derecho de los ciudadanos a disponer de información veraz y relevante sobre asuntos públicos de interés general. Los periódicos tenemos muchas obligaciones. Entre ellas no se encuentra la de proteger a los gobiernos, y al poder en general, de situaciones embarazosas”. Sin embargo, todo el operativo de la banda informativa de los cinco y su asociado de las sombras, WikiLeaks, tiende a demostrar lo contrario.
efebbro@pagina12.com.ar
Eduardo Febbro Página 12
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 22:16 |
Wikileaks en Venezuela: espionaje, propaganda y desinformación
El primer lote de los documentos secretos y confidenciales del Departamento de Estado publicados por Wikileaks incluye más de una docena de cables de la Embajada de Estados Unidos en Caracas, evidenciando sus acciones de espionaje contra el gobierno de Hugo Chávez, el uso de los medios y dirigentes de la oposición como informantes y fuentes, y comentarios groseros sobre el país. |
La publicación por Wikileaks el domingo, 28 de noviembre, de más de 250,000 cables fugados ilegalmente del Departamento de Estado de Estados Unidos ha causado escándalos a nivel internacional sobre los métodos, las perspectivas y las maniobras sucias de la política exterior estadounidense. Casi ningún país o gobierno del mundo se queda libre de mención en los miles de documentos secretos y clasificados del gobierno estadounidense, que están siendo publicados durante un período de meses para poder apreciar la calidad de la información, mientras se somete a Washington a una tortura prolongada.
Los primeros cientos de documentos publicados son principalmente de las embajadas de Estados Unidos en Europa y el Medio Oriente, y también del propio Departamento de Estado y la Secretaria de Estado, Hillary Clinton. Pero el fundador de Wikileaks, Julian Assange, ahora clasificado como “terrorista” y “enemigo combatiente” por Estados Unidos, también ha hecho público un grupo selecto de cables de las embajadas estadounidenses en América Latina.
Aproximadamente 14 documentos, hasta ahora, han sido publicados que fueron preparados desde la Embajada de Estados Unidos en Caracas, aunque también, varios otros cables de distintas sedes diplomáticas de Washington en el mundo hacen referencia a Venezuela y al Presidente Hugo Chávez. De los documentos publicados desde Caracas, la mayoría destaca la obsesión de Washington con la relación de Venezuela con dos países en particular: Cuba e Irán.
ATACANDO A BARRIO ADENTRO – LA DESINFORMACIÓN
Un documento, el primero publicado por Wikileaks sobre Venezuela, critica al programa exitoso de salud, Barrio Adentro, que garantiza la atención médica gratuita y accesible a todos los venezolanos. El cable, que fue redactado por el ex Embajador Patrick Duddy en diciembre 2009, cita solamente fuentes anti-chavistas, incluyendo un reportero del periódico opositor, El Universal, y varios médicos que trabajan en clínicas y hospitales privadas.
Hay poca mención sobre los miles de millones de dólares que el gobierno venezolano ha inyectado en el sistema de salud, no solamente para renovar los hospitales públicos viejos, que fueron abandonados y olvidados por gobiernos anteriores, sino también para crear un nuevo sistema de atención médica con alta tecnología y facultades modernas. El cable de la Embajada cínicamente se hace referencia a este sistema como “paralelo”, aunque no lo es.
Al final del cable, los comentarios de Duddy revelan o su ignorancia o su distorsión intencional de los hechos, cuando dice, “La calidad de la salud en Venezuela ha declinado mientras que el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela (GBRV) ha reorientado los recursos del sistema médico tradicional hacia Barrio Adentro”. La evidencia real confirma el contrario. Por primera vez, en Venezuela se garantiza la salud – gratuita, accesible y de calidad– a todos y todas, desde el nivel preventivo hasta los tratamientos e intervenciones más avanzadas; y eso, obviamente es un punto sensible para Washington, que actualmente tiene uno de los peores sistemas de atención médica en el mundo.
INFORMANTES Y ESPÍAS
Los cables de la Embajada en Venezuela no solamente revelan una distorción de la realidad venezolana, que es un intento de proyectar una imagen negativa del gobierno de Chávez y así justificar cualquier acción en su contra, pero también revelan quienes son las fuentes principales del gobierno estadounidense y como operan los diplomáticos estadounidenses como espías.
Un documento - un análisis fuerte sobre la supuesta presencia cubana en los servicios de inteligencia de Venezuela y en otras instituciones del gobierno - sería muy alarmante a primera vista. El cable, cínicamente titulado “Cuba/Venezuela Eje de la Travesura: La vista desde Caracas”, fue redactado por el infame Embajador William Brownfield en enero 2006, y alega que los cubanos han penetrado casi cada aspecto del país. El tono recuerda las campañas de miedo durante la Guerra Fría sobre la “expansión comunista” y el “terror rojo” en el hemisferio. Esta vez, en lugar de los rusos, son los cubanos.
Pero, cuando se lee el cable con detalle, se hace evidente que las fuentes detrás de la supuesta “invasión castro-comunista” en Venezuela son dirigentes de la oposición, como el fugitivo de la justicia Manuel Rosales, empresarios multimillonarios, como Jaime Pérez Branger, miembros de partidos de la oposición, como Pedro Pablo Alcántara, Alfredo Coronil y Carlos Casanova de Acción Democrática, militares anti-chavistas y periodistas de los medios opositores. Estas personas, entre otras, están trabajando como informantes para el gobierno estadounidense, suministrando información distorsionada sobre su propio gobierno para justificar su derrocamiento.
Hasta Brownfield mismo reconoce la debilidad de la información dada por sus “fuentes”, utilizando frases como “Reportajes anecdóticos sugieren…”, “Informes menos confiables revelan…” y “Reportajes sensibles no confirmados indican…” No obstante, un cable como este, basado en fuentes no confiables, fue clasificado como “Secreto/No Extranjeros” y enviada a la Secretaria de Estado, el Consejo Nacional de Seguridad, el Comando Sur, y una cantidad de otras embajadas y consulados estadounidenses desde Brasilia, La Paz, Lima, Managua, Quito, Buenos Aires, Santiago y México, hasta Bruselas, Lisboa, Madrid, París, Londres, Roma y La Haya.
Información que no está confirmada, que viene de fuentes exclusivamente anti-chavistas y que en general, no tiene ningún fundamento en la realidad, está siendo utilizada para diseñar las políticas de Estados Unidos hacia Venezuela. Los documentos publicados por Wikileaks evidencian que este escenario peligroso se repite en la diplomacia estadounidense por todo el mundo.
Los documentos de Caracas también evidencian como los empleados de la Embajada violan su estatus como diplomáticos para realizar espionaje contra el gobierno venezolano. En el cable sobre “la invasión castro-comunista”, Brownfield revela que el Departamento de Defensa (DOD) monitorea diariamente las actividades de vuelos de Cuba a Venezuela, y luego, funcionarios de la Embajada espían desde el aeropuerto para ver cuantos pasajeros se encuentran en los aviones: “Funcionarios de la Embajada han observado vuelos regulares de cubanos – o venezolanos regresando de visitas oficiales en Cuba – en el aeropuerto de Maiquetía…La Embajada no puede determinar cuantos cubanos vienen en los vuelos…”
Lo que le preocupa a Brownfield, además de mantener la vigilancia en el aeropuerto, viendo a los aviones llegar y salir, es cómo la relación Cuba-Venezuela puede afectar a Washington. “El impacto de la participación de Cuba en la inteligencia venezolana podría afectar directamente a los intereses estadounidenses”, comenta, preocupado por “la experiencia y conocimiento que los servicios cubanos pueden ofrecer…sobre las actividades del gobierno de Estados Unidos (USG)”. Entonces, Washington está preocupado porque sus actividades clandestinas en Venezuela podrían ser expuestas si los venezolanos mejoran su capacidad de inteligencia.
En otro documento, titulado “Explicando la cercanía de Venezuela con Irán”, el Embajador Brownfield invoca el “terror iraní” y comenta, “El apoyo de Venezuela para un país que tiene ambiciones nucleares, apoya al terrorismo y habla de borrar a Israel del mapa es de grave preocupación. También alarma a otras naciones – como Francia…Nosotros podemos explotar esta alarma”. ¿Cómo la explotarían? ¿Buscarían como dañar la relación entre Venezuela y Francia?
De hace años Washington realiza esfuerzos no exitosos, para aislar al gobierno de Hugo Chávez en el mundo. Estos cables revelan algunas de las tácticas sucias empleadas para esa operación de desprestigio.
En el cable sobre Irán, Brownfield comenta que Washington no debería “desestimar los rumores sobre el uranio”, haciendo referencia a acusaciones sobre un supuesto suministro de uranio de Venezuela a Irán. Pero en un cable más recién de junio 2009, redactado por el más estable Encargado de Negocios John Caulfield, se contradijo la actitud bélica de Brownfield. “Aunque los rumores sobre un suministro de uranio de Venezuela a Irán podrían reforzar las credenciales revolucionarios del gobierno, parece que tienen poco fundamento en la realidad…es muy improbable que Venezuela esté suministrando uranio venezolano a otros países”.
CAMPAÑA DE PROPAGANDA
En 2008, la Embajada de Estados Unidos en Caracas decidió que era tiempo para emplear los servicios pesados del equipo de operaciones psicológicas del Pentágono para bombardear a Venezuela con propaganda pro-estadounidense, y contrarrestar, lo que comentó un cable de la Embajada en marzo 2008, el “anti-americanismo de Chávez”.
"La Embajada en Caracas solicita el apoyo del Departamento de Defensa (DOD) para ejecutar un plan estratégico de comunicaciones. El objetivo de este programa es influir sobre el ambiente informativo dentro de Venezuela…El apoyo de DOD mejoraría muchísimo las actividades existentes de diplomacia pública y promoción de la democracia de la Embajada”.
Influyendo sobre el “ambiente informativo” en Venezuela con el apoyo del Pentágono es claramente una violación grave de la soberanía venezolana. Evidencia externa confirma que este programa de operaciones psicológicas y propaganda pro-estadounidense está en marcha. El presupuesto del Departamento de Estado para el 2011 incluye un fondo multi-millonario para transmitir un “programa de televisión de 30 minutos, 5 días la semana en español para Venezuela”. Y el presupuesto del Pentágono para el 2011 incluye un programa nuevo de “operaciones psicológicas” para el Comando Sur (América Latina).
El contenido en algunos de los cables de la Embajada puede ser verificado con hechos reales y evidencia que lo corrobora, mientras que otros datos se quedan en el mundo de rumores y fuentes chimbos (no fiables). Lo que sí está claro es que los documentos reafirman el aumento en agresiones contra Venezuela y la escalada en la política hostil de Washington hacia el gobierno de Hugo Chávez, incluyendo la voluntad de utilizar rumores sin fundamento para hacer acusaciones muy peligrosas.
Eva Golinger Aporrea
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 22:20 |
“Peronist ideology–which can lead to political paranoia–” ID: 243823 desde Wikileaks“El infinito, querido, es bien poca cosa; es una cuestión de escritura” Paul Valery
Henry Ford debe haber viajado en un buen carro empujado por caballos mientras iba hasta su taller con la mente ocupada en esa idea vanguardista que alguien después llamaría «el automóvil». Pero nadie documentó en video el espacio vacío entre ese carro empujado por caballos y el motor del primer automóvil. Esa brecha entre un cambio rotundo de época. Por suerte, el #findelperiodismo sí es capaz de registrar su propia autopsia.
Leer Wikileaks a contrapelo. No se me ocurre un modo más productivo de colocar en tensión las ideas de lo que escribí sobre Wikileaks hasta el momento. Si hay un esfuerzo que vale la pena, es el de desconcertar incluso las ideas propias. Flexionar aún más la ilusión de los discursos condensados que pretenden objetivar el affaire Wikileaks en un único sentido posible (cualquiera fuere este).
El affaire Wikileaks un punto de inicio válido para «la puesta en goteo» de todas aquellas prácticas discursivas que se consideran inexpugnables. La puesta en goteo de todos los sentidos.
I La fantasía milenarista. Cuando un uso libertario de la tecnología se articula con un discurso periodístico radicalmente independiente, todavía pueden producirse algunos destellos de eso que hace ya muchos siglos el racionalismo liberal llamó verdad.
El milenarismo es ante todo un proyecto revolucionario que consta de la destrucción reparadora del presente y que ubica su edad de oro en el futuro. El milenarismo –explica Beatriz Sarlo– es radical. Julian Assange es, en ese sentido, un héroe milenarista. Como todo «héroe negativo» construido desde la web, la negatividad de su discurso tiene como objeto destruir el discurso pauperizado, deslegitimado y consumido del periodismo tradicional. Assange es un catalizador del #findelperiodismo en acto. Némesis técnico y político de un cúmulo de prácticas ideológicas, culturales y económicas que perecen. ¿Es el suyo un discurso radicalmente independiente? Assange afirma que sí. Dado el estado de impotencia del periodismo, me parecería ofensivo que me llamaran periodista, dice. La cuestión es delicada y su resolución demarcaría inmediatamente la segunda pregunta: ¿Wikileaks es un uso libertario de la tecnología?
La impotencia de la que habla Assange se remite al estado inerte del «valor» del periodismo como proyección incuestionable de «la opinión pública». Un «valor» que ya no está bajo el control de quienes siempre lo tuvieron y que por lo tanto ubica al periodismo como se lo practicaba desde el siglo XIX hasta hoy en ese abismo final de sentido que es el #findelperiodismo.
Wikileaks no es sino un gran «territorio medio» donde habitan todas las ideas que antes del #findelperiodismo se tenían por certezas. Entre ellas, la idea de verdad. Pero este proceso es anterior, sincrónico y también será posterior a Wikileaks. Hay que remarcarlo por una razón: evitar esa construcción hagiográfica de Julian Assange, en la que una discusión política acerca de los efectos de su trabajo parece mutilarse a favor de una discusión cultural acerca de los efectos de aquello que representa. Y la discusión, para que resulte productiva, no debe obturarse.
II Los informes de Wikileaks parecen esta vez develar, ante todo, el curioso andamiaje de datos que respaldan una arquitectura de espionaje que aún aspira al dominio imperial.
La palabra clave es «curioso» y en realidad debería ser «frágil». La fragilidad no se trata del modo en que la información supuestamente secreta fue goteada –el hacking ya fue leído como parte nuclear del #findelperiodismo-, sino de la fragilidad de esa información en tanto información supuestamente valiosa.
Esto le gustaría a Enrique Vila-Matas y a sus máquinas de escritura portátiles: Wikileaks revela al sistema de espionaje americano bajo la forma de una enorme máquina de producir textos. Pero no textos analíticos –tal vez hoy los aparatos de inteligencia globales le deban más al imaginario de lo infranqueable y contundente instalado desde el cine de Hollywood que a sí mismos– sino textos producidos alrededor de percepciones frívolas y triviales. “Chismes y rumores”, como dijo Hillary Clinton. Más escritos sobre cuerpos –a la manera de Kafka– que sobre proyectos estratégicos.
Pero una máquina infinita –y portátil a través de todos los edificios diplomáticos del mundo– de producir textos implica por lógica interrogarse acerca de los modos en que esos textos son escritos y leídos. ¿Cuál es el criterio de «valor» a la hora de escribir estos textos? ¿A qué «competencias de lectura» apelan estos textos?
“Massa described NK as a master tactician who enjoyed a good fight”, dice el cable 225062. Afirmaciones de un tenor retórico más sólido y ante receptores que demandarían argumentos más críticos se pueden documentar en cualquier peluquería de barrio. Incluso si el tema en cuestión fuera algún inminente candidato a edil en Montevideo. O las proyecciones de algún vecino con tiempo libre para copar el consorcio de su edificio.
La embajada porteña no es una subsidiaria menor para pensar ese roce entre las estrategias a través de las cuales la Argentina intenta escribirse y aquellas a través de las cuales los informantes de la embajada intentan leerla (“die-hard kirchneristas” se llama a las voces más oficialistas en el cable 242241).
Replanteo las preguntas: ¿Cuál es el criterio de «valor» a la hora de escribir? ¿A qué «competencias de lectura» se apela? Un análisis correctamente geopolítico de aquello que Wikileaks ha revelado podría prestarse a innumerables congresos sobre un fenómeno de #findeépoca para muchos elementos más que la mera vulnerabilidad técnica de los firewalls o la cuestionable lealtad de los agentes del Departamento de Estado.
III Este video enternecedor de los periodistas de El País –que me envió el camarada @jkusunoki– sería solo enternecedor si fuera falso, como la autopsia de aquel extraterrestre en Roswell, pero no lo es. Este video de 2:48 minutos es real. El gore del #findelperiodismo en YouTube. Escenas crudas de una masacre simbólica inusitada. Mírenlo, por favor.
¿Qué se ve?
Se ve a una de las últimas legiones romanas del periodismo tradicional arrasado por una barbarie digital que no comprende. Porque si la estructura digital de Wikileaks necesitó servirse de las plataformas web de las corporaciones del «periodismo tradicional», fue únicamente para concretar el doble golpe de su aniquilamiento técnico y simbólico. Digamos: para poder demostrar que todo aquello que el «periodismo tradicional» trafica cada día no sólo es irrelevante, sino para demostrar también que se le puede hacer pagar el costo público de su propia irrelevancia. Porque los bárbaros no acabaron con Roma cuando guerreaban contra sus legiones –como ya sonó por aquí alguna vez–, sino cuando se integraron a las legiones. «Y les digo, camaradas, que el discurso periodístico contemporáneo está cada segundo más plagado de los más maravillosos bárbaros, que no son precisamente quienes se aferran todavía a líneas editoriales o acusan a Wikileaks de desvalorizar el verosímil».
Lo enternecedor surge precisamente del contraste. De esos hombres del «periodismo tradicional» que sonríen y celebran el haberse convertido en profilácticos difusores de Wikileaks, como si no supieran que son partícipes de su propio vacío y de su propio fin. Se me ocurre otra escena: un cuerpo de soldados troyanos que acabaran de lustrar ese magnífico caballo recién obsequiado por los griegos y luego se marcharan a dormir satisfechos y entre risas (después de subirse a YouTube).
“Con nuestras acciones de ahora determinamos el destino del entorno mediático internacional de los próximos años”, dice Julian Assange. En ese video se puede ver la clara extinción de uno de los caminos del pasado.
Mavrakis Amphibia
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 22:44 |
Wikileaks o el triunfo de la manipulación mediatica
Desde el siglo XIX, los medios de comunicación publican series para “fidelizar” a sus lectores. En el siglo XIX, la serie fue una obra literaria pre-publicada por los diarios (Charles Dickens, Dumas y Balzac) y luego se convirtió en un género literario (Eugene Sue, Maurice Leblanc, Gustave Le Rouge et Michel Zévaco) [1]. En el siglo XX, los medios de comunicación (prensa, radio y televisión) aplican la misma técnica a la información que está construyenda como una novela para divertir… a los consumidores [2].
La serie comienza con una fantástica historia de espionaje
Los medios de comunicación nos dicen todos la misma historia fantástica sobre el origen de las fugas que permiten mantener Wikileaks “251,287 cables diplomáticos”:
En un intercambio de correos electrónicos con el hacker Adrian Lamo, soldado Manning describe la facilidad con la que podría adquirir estas masas de datos: “Entré en la sala de computación con un CD de música en la mano [...] y luego borraba la música y creaba una carpeta comprimida. Escuchaba Lady Gaga y yo tarareaba la música, mientras que exfiltraron la mayor fuga en la historia de los Estados Unidos”. Libération
Ningún medio de comunicación ha investigado para verificar la veracidad de la historia, mientras que el soldado Manning, Bradley fue detenido en mayo de 2010 por el United States Army Criminal Investigation Command y detenido en una prisión militar en Camp Arifjan, en Kuwait.
Ningún medio de comunicación se ha preocupado por si Bradley Manning había accedido a la publicación de las fugas que lo condenará a 52 años de prisión por “transmisión de datos secretos en su computadora personal y la adición de software no autorizado en un sistema informático confidencial” y “comunicación, transmisión y envío de información relativos a la seguridad nacional a una fuente no autorizada” [3]. Los medios de comunicación no aplican el principio de precaución – evitar una consecuencia indeseable – cuando le duele a sus intereses financieros.
Una serie basada en la mentira
Contrariamente a la afirmación de los medios de comunicación y que todo el mundo repite sin comprobarlo, Wikileaks no ha publicado los “251,287 cables diplomáticos de los Estados Unidos” que tendría.
“Revelado – cómo Estados Unidos ve el mundo”, según Der Spiegel. Como The New York Times, The Guardian, Le Monde y El País, la revista alemana publica algunos de los 250,000 documentos de la diplomacia de EE.UU. revelados por el sitio web Wikileaks el 28 de noviembre. Presseurop
Mentira, mentira, mentira, porque ni Wikileaks ni los medios de comunicación han publicado hasta la fecha de hoy todos los “251,287 cables diplomáticos”.
En esta etapa de la publicación de los 251,287 telegramas diplomáticos en poder de Wikileaks, la consulta no es realmente problemática. De hecho, el sitio ha decidido publicar las notas a cuenta gota, por ahora, sólo 243 (no 243,000, eh, sólo 243) están disponibles actualmente. Écrans Libération
La intriga de la serie no tiene contenido, que no añade nada nuevo, pero el proceso de dirección de su publicación.
Una serie complementada por pseudo-revelaciones
Los medios de comunicación han publicado una selección de una selección, es decir, no mucho. Mientras que Wikileaks después de que Irak es el país más discutidos (15,365 cables), los medios de comunicación publican sobre todo anécdotas sin intereses sobre los Jefes de Estado y orientar estas pseudo-revelaciones sobre las relaciones entre Irán e Israel (que no sabía que Irán era ¿el eje del mal?) y las relaciones supuestas entre China y Corea del Norte (que no sabía que Corea del Norte era ¿el eje del mal?).
Sería ingenuo o ignorante de la realidad en las relaciones internacionales creer que el discurso diplomático se reduce a una política correcta y que los diplomáticos no sabrían hablar más abiertamente en resbalón.
Los cables diplomáticos que Le Monde presenta como hechos son sólo la opinión de los diplomáticos, cada uno busca engañar a otro. Podemos publicar miles de notas, que todos dicen lo mismo acerca de Irán y Corea del Norte, sin que ninguno sea el principio del principio de una prueba sobre el fundamento de la opinión repetida hasta la saciedad.
Una serie controlada por cinco medios de comunicación
Esta publicación, en forma de una serie mundializada, es una estafa porque está totalmente controlada, filtrada y condicionada por cinco medios de comunicación (New York Times, Der Spiegel, The Guardian, El Pais et Le Monde). Estos medios pertenecen, por casualidad, a las potencias occidentales que fueron las potencias colonizadoras del mundo desde el siglo XVI.
El discurso Wikileaks es un discurso falso y demagógico:
los documentos permitirá por primera vez a cada ciudadano en todos los países conocer a profundidad las dinámicas y actividades del Gobierno de los Estados Unidos. Wikileaks
Este discurso es complacientemente transmitido por los cinco medios de comunicación mundiales, que han formado un oligopolio, porque les sirve como excusa para hacer aceptar la dictadura de su “posición dominante” [4]. Este pequeño detalle debe reflejar a todos aquellos que todavía creen ingenuamente que Internet sería un espacio de libertad.
Retórica de Orwell
Hay que decir una y otra vez que sólo los cinco medios de comunicación dominantes tienen acceso a todos los Wikileaks de datos y los publican poco a poco de acuerdo con las autoridades de EE.UU. y según un calendario previsto en común.
Hay un precedente de esta trampa, presentada como un avance de la democracia, es el de los archivos del Vaticano. La biblioteca del Vaticano cuenta documentos de primera mano históricos, espicialmente sobre la colonización de las Américas, que no son accesibles incluso para los investigadores. Pero el Vaticano ha tenido la brillante idea de crear un sitio titulado “Archivo Secreto Vaticano”, que sólo contiene una pequeña selección cuidadosamente controlada, filtrada y condicionada de los archivos auténticos [5].
Le Monde hace en la misma forma presentándonos a Julian Assange como “un apóstol de una total transparencia” [6]. Lo peor está en el siguiente argumento:
Desde el momento en que esta masa de documentos se ha transmitido, incluso ilegalmente, a Wikileaks, y por lo tanto puede caer en cualquier momento en el dominio público, Le Monde la ha considerado dentro de su misión de dar a conocer estos documentos para hacer un análisis periodístico, y poner a disposición de sus lectores. Le Monde
Asi, “desde el momento en que esta masa de documentos [...] puede caer en cualquier momento en el dominio público”, es importante que Le Monde y sus amigos ladrones se los apropian para controlar, filtrar, conditionar y, finalmente, vender los.
Le Monde sostiene que esta campaña de marketing es la “democracia”:
Por último, no es casualidad que estas nuevas revelaciones que emanan de los Estados Unidos, el mundo de la tecnología más avanzada y, en cierto modo, la sociedad más transparente, en lugar de China o Rusia. Le Monde
Subrayemos pues muy en coro con Le Monde: “La libertad es la esclavitud” y “La ignorancia es fuerza” [7].
Serge LEFORT Ciudadano del Mundo
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 22:47 |
LA FIP condena la acción “desesperada y peligrosa” de los EEUU contra Wikileaks
La Federación Internacional de Periodistas condenó hoy las represalias contra el sitio de denuncias Wikileaks y acusa a los EEUU de atacar la libertad de expresión luego de haber presionado y obligado ayer a cerrar al servidor del sitio.
El servidor del sitio Amazon.com bloqueó el acceso a Wikileaks luego de las condenas por revelaciones políticas y diplomáticas de los responsables usamericanos. Dichas revelaciones permitieron un acceso sin precedentes, a todo el mundo, a detalladas informaciones procedentes de fuentes usamericanas que implican a personalidades públicas de primer nivel.
« Es inaceptable tratar de negarles a los ciudadanos el derecho a saber ”declaró Aidan White, Secretario General de la FIP. “Esas revelaciones pueden ser molestas en sus detalles, pero denuncian también la corrupción y el doble juego de los negocios públicos, temas que la gente debe conocer. La respuesta de los EEUU es desesperada y peligrosa, porque va contra los principios fundamentales de la libertad de expresión y de la democracia”.
La FJP no tomo partido sobre la justificación que, los grandes títulares de todo el mundo hicieron en estos últimos días acerca de la publicación de centenares de miles de documentos internos pero aplaudió la decisión de Wikileaks de utilizar los medios respetables del periodismo especialmente Der Spiegel, The Guardian, el New York Times, Le Monde y El Pais para filtrar informaciones.
« Esta información ha sido tratada por periodistas serios y profesionales muy conscientes de sus responsabilidades tanto hacia el público como hacia las personas involucradas en estas revelaciones” declaró M. White. “Es absolutamente inaceptable pretender que constituye una amenaza a la vida de algunas personas identificadas en los documentos. La única víctima aquí es la cultura del secreto que, desde hace demasiado tiempo, ha mandado bajo la alfombra los aspectos desagradables de la vida pública”.
La FJP se halla igualmente preocupada por el futuro de Julián Assange, el fundador de Wikileaks y de Bradley Mannig, el soldado usamericano destacado en Irak y actualmente arrestado, sospechoso de haber sido el responsable de las fugas. Los dos hombres son el blanco de una creciente campaña política impulsada por funcionarios y políticos de derecha.
El señor Assange se ha visto obligado a vivir en la clandestinidad y es objeto de una investigación basada en denuncias de delitos sexuales en Suecia. La FJP supone que los requerimientos de la extrema derecha, incluidos los de la ex candidata republicana Sara Palin de ejecutar a Manning y de acusar a Assange de espionaje muestran la intolerancia y el espíritu persecutorio no solo para con estos dos hombres sino para con todos los periodistas que investigan asuntos públicos.
“La FJP y sus miembros sostienen los derechos de quienes hacen denuncias y entrevistas responsables de interés público” ha declarado el señor White.”La excesiva reacción de los políticos y de sus aliados demuestra que no han comprendido la importancia histórica de estos acontecimientos. El derecho de los ciudadanos a ser informados es algo que ya no podrá ser más voluntariamente ignorado. Los dirigentes políticos deben adaptarse a los periodistas que trabajan respetando, precisa y equitativamente los derechos de todos en función del interés público”
Para mayor información contactar ala FJP al . +32 2 235 2207
La FIJ representa a mas de 600 mil periodistas de 125 países del mundo.
Rebelion
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 22:50 |
Wikileaks: En “El País” reparan daños y defienden a EE.UU.
En el diario español El País, uno de los cinco privilegiados que ha tenido acceso a los 250 000 cables del Departamento de Estado, el colaborador Moisés Naim publicó este sábado 4 de diciembre un artículo dedicado a defender la diplomacia norteamericana bajo el título “Wikileaks: el consenso equivocado”. Naim, en un texto breve, tiene espacio para algunas joyas:
- “los cables difundidos hasta ahora muestran que Estados Unidos tiene el Gobierno con mayor coherencia entre lo que dice en público y lo que hace en privado”
- ..se destapan actos bochornosos como las preguntas sobre el estado mental de Cristina Kirchner o el espionaje a Ban Ki-moon, el jefe de la ONU. Pero estos no son errores. En el mundo de la diplomacia, el error hubiese sido no haberlo hecho.
- Ningún país se puede dar el lujo de mantener truncadas sus vías de comunicación con Estados Unidos. Habrá intereses, emergencias y necesidades que obligarán a restablecer intercambios diplomáticos más fluidos.
Naim publica sistemáticamente en El País en la columna “Observador global”. Fue Ministro de Industria y Comercio bajo el gobierno de Carlos Andrés Pérez en Venezuela, justo cuando en 1989 explotó el sangriento “Caracazo”. Dirige desde hace más de diez años la revista Foreign Policy en 12 idiomas y para 180 países, subvencionada por la Fundación Carnegie Endowment for International Peace (CEIP) en la que figura entre sus principales expertos. Con donativos de BP USA, Exxon Mobil, Fundación Ford, General Motors, Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, Fundación Rockefeller entre otras. la Fundación CEIP desarrolla un programa que se llama “El papel de los EEUU en el mundo”.
Algo más que puede explicar por qué Moisés Naim pone en el título de su artículo la frase “el consenso equivocado”: él fue miembro de la junta ejecutiva del Banco Mundial en tiempos del nefasto “Consenso de Washington”.
Iroel Sánchez La pupila insomne
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 22:52 |
“Wikileaks ha traspasado los cables a un cártel de diarios”
Es correcto otorgar a Wikileaks el calificativo de ‘subversivo’ de la comunicación, de ser de los que de un día para otro han ‘democratizado’ la información, al poner a disposición pública miles de documentos que ocultaba el gran dueño del mundo?” Quien se hace esas preguntas y muestra sus recelos frente al “fenómeno Wikileaks” es alguien que sabe de lo que habla.
Es Pascual Serrano, periodista español de 44 años, cofundador, en 1996, de Rebelión (www.rebelion. org), el sitio por excelencia de la contrainformación, el lugar alternativo en castellano más poderoso del mundo. Serrano fue durante años asesor de Telesur y ha recibido varios premios internacionales por sus numerosos libros en los que destapa con abrumadora documentación las intoxicaciones y falsedades diarias que publican los medios de comunicación españoles.
Frente al “fenómeno Wikileaks” recuerda que el grupo de Julian Assange optó en definitiva por ofrecer en exclusiva su última entrega de 250.000 documentos de la diplomacia estadounidense a cinco grandes medios tradicionales de comunicación mundial: a The New York Times, The Guardian, Der Spiegel, Le Monde y El País.
A Wikileaks no parece interesarle, por cierto, ningún periódico de América latina, África, Asia u Oriente Medio. “Varios días después de que las direcciones de estos periódicos los tuvieran en su poder –dice Serrano–, los ciudadanos seguimos sin poder acceder a todos los documentos. Wikileaks ha traspasado los cables a un cártel de diarios, habiendo acordado publicar simultáneamente los mismos documentos, y sólo esos documentos”.
Pascual Serrano ve preocupante que esos cinco elegidos reconozcan públicamente que tras sus reuniones con Wikileaks y sus consultas con el mismísimo Departamento de Estado, decidieran qué se publicaría y qué no se publicaría: “Unicamente serán publicados aquellos papeles que consideremos que no representan una amenaza para la seguridad de personas o de países”.
“No han estado a la altura de la transparencia que pregonan. Sólo hemos conseguido que en vez de ser Hillary Clinton la que censurara los documentos, lo hiciera, en el caso de los países de habla hispana, un grupo de inversores de Wall Street, como los que están ahora detrás de El País”, dice Serrano. “Estados Unidos no sale mal parado en esos cables curiosamente, sólo algunas cosas aisladas y mucho chismerío, pero a través de la boca de sus embajadores son otros los que salen mal parados. Y lo terrible es que haya gente que puede asumir como válido lo que dicen esos cables, sean sobre Cristina Fernández o sobre el posible cáncer de nariz de Evo Morales. Si alguien del gobierno de Estados Unidos hubiera comentado eso de Evo no lo hubiéramos creído, pero ahora lo dicen documentos filtrados por Wikileaks y sí se cree”.
Pascual Serrano no es partidario de ideas conspirativas, pero dice que tampoco se puede ser ingenuo frente al curioso “fenómeno Wikileaks”. A Serrano tuvimos que entrevistarlo por teléfono, porque desde que salió a la venta hace un mes su último libro, Traficantes de información, la historia oculta de los grupos de comunicación españoles, no dejar de recorrer España haciendo presentaciones. Es un libro que algunas editoriales no se atrevieron a publicar. Incluso aquella con la cual firmó un contrato decidió a último momento, al ver el producto, pagarle lo convenido pero no publicárselo. Ramón Akal sí se lo editó y ya salió su segunda edición. Pocos como Akal se atreven a publicar o reseñar un libro que no deja títere con cabeza, que se atreve a revelar, con exhaustiva documentación en la mano, quiénes son los que están detrás de todos los grandes medios de comunicación españoles, sus orígenes, sus vinculaciones con el franquismo, su cambio de camiseta con la llegada de la democracia, sus accionistas, sus alianzas económicas y políticas, sus historias ocultas.
Y prácticamente ningún medio se atreve a sacar una reseña del libro, porque todos los grupos sin excepción, sean del signo ideológico que fueren, pasan bajo la lupa del periodista.
Serrano cree que si los ciudadanos tuvieran acceso a esa información “se darían cuenta de que la honradez y objetividad de tal o cual periodista cuentan poco frente a esos poderosos emporios económicos”. El periodista y escritor dice que “los periodistas en definitiva son como albañiles que construyen una casa, pero obedecen órdenes de un capataz, de un arquitecto y de un empresario”.
Para Serrano, el hecho de que los grandes medios de comunicación españoles estén controlados por los mismos grandes bancos y multinacionales que tienen una fuerte presencia en América latina explica que ellos utilicen a esos medios para caricaturizar, falsear y atacar agresivamente a todos aquellos gobiernos progresistas de la región cuando toman medidas que afectan sus intereses, sea nacionalizando sus recursos naturales o rompiendo cualquier regla de juego de la que se hubieran estado beneficiando durante décadas. “Para los grandes bancos y empresas españolas, América latina es un importante caladero y si algo altera sus planes utilizan como chantaje la artillería de sus medios”.
Roberto Montoya Miradas al Sur
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 22:59 |
Wikileaks, la verdad al desnudo, el caso José Couso
Proceso a los tres militares estadounidenses que realizaron los disparos sobre el Hotel Palestina en Bagdag
Con este título se desarrolló la conferencia que Javier Couso pronunció el jueves en el Club de Prensa de LNE con la colaboración de ASCIZ, PCA y JCA, y con la participación de Roberto Sánchez Ramos, concejal del Ayuntamiento de Oviedo, y de Xuan Cándano, director de la revista Atlántica XXII.
Un carro de combate de los EEUU disparó sobre José Couso cuando éste filmaba imágenes en 2003, desde una pequeña terraza del piso 15º del "Hotel Palestina" en Bagdag.
Desde el fracaso de EEUU en Vietnan, las guerras sólo pueden ganarse cuando se controlan los medios de información. De la invasión de Iraq sólo interesaba al ejército estadounidense la imagen del derribo de la estatua de Saddam Hussein, nada más. La posibilidad de cualquier otra imagen tenía que ser aniquilada y así hicieron, no sólo con José Couso, sino también con numerosos periodistas de otros medios de comunicación que también fueron asesinados.
Javier Couso habló de los siete años y medio que llevan luchando contra las instituciones del Estado español para no asesinar, por segunda, vez a su hermano con el olvido. Porque, añade, que el olvido sería como volver a asesinarlo de nuevo. Es deseo de la familia que se haga justicia y poder así enterrar definitivamente a José.
Buena parte de la charla se centró en la actitud de manifiesta complicidad y de sumisión que el Gobierno español mantiene con respecto a EEU. En absoluto se están cumpliendo los acuerdos bilaterales existentes entre los dos países en cuanto a la colaboración judicial, sino al contrario, los hechos están poniendo de manifiesto la sumisión y vasallaje que nuestrol Gobierno mantiene con los EEUU. Es la misma relación que existe entre la metrópoli y la colonia.
Los documentos de Wikileaks no hacen más que confirmar, dolorosamente, lo que ya sabíamos y que realmente estaba sucediendo en el proceso de ralentización y de entorpecimiento de la justicia por parte de todos y cada uno de los estamentos de los tres poderes, desde el legislativo, desde el judicial y sobre todo desde el propio Gobierno.
Así es que en el Parlamento, ninguno de los partidos relevantes como el PSOE, PP, PNV y CiU tuvieron un momento para apoyar la querella contra los tres militares procesados, ni tampoco para condenar los hechos. Mientras que el poder judicial realmente se atenía en todo momentos a las instrucciones del Gobierno.
Ahora sí parece que el Juez Santiago Pedraz intenta realizar una visita al lugar de los hechos, a Bagdag, para obtener referencias propias y una visión personal del lugar del crimen. Trata de poder llevar adelante el proceso contra los tres militares estadounidenses responsables de los disparos y del asesinato.
En ningún momento EEEU estuvo dispuesto a colaborar con la justicia, ni siquiera a responder a los requerimientos que se realizaron. Por otra parte, del lado del Gobierno español, tampoco hubo la más mínima colaboración, sino al contrario, el entorpecimiento y la intervención ante el poder judicial con el fin de detener todo el proceso.
Ahora, por los documentos de Wikileaks, sí hay constancia de la subordinación a las imposiciones de EEUU por parte de la Vicepresidenta Fernández de la Vega, del Fiscal General del Estado, del Fiscal de la Audiencia Nacional y del resto de las instituciones. Sobre todos estos hechos, la próxima semana, Javier Couso, espera que se pueda presentar denuncia por revelación de secretos, desprotección a la familia Couso y por encubrimiento, quedando en manos de la fiscalía el desarrollo de la denuncia.
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 23:04 |
La economía de Wikileaks
Entrevista concedida por Julian Assange el pasado día 01/01/10 en la que explica las subastas de sus informaciones
Traducción: Luna Bolívar y Tomas Gilgenmann por un cross-post en re-visto.de. Esta página web de la Deutsche Welle es un portal sobre el periodismo de investigación dirigido a periodistas latinoamericanos. |
Wikileaks es una plataforma global por "Whistleblower“ en la cual se pueden publicar documentos internos. De esta forma el conocimiento elitista se convierte en un bien común al cual todos pueden acceder, haciendo del mundo un lugar mejor. Después de su aclamada charla en el 26º Congreso del Chaos Computer Club pude hablar con Julian Assange. Assange, portavoz de Wikileaks, habla en esta entrevista sobre la microeconomía de esa página Web, acerca de la relación entre Wikileaks y los medios de comunicación y finalmente sobre la subasta fracasada de los correos electrónicos de la persona que escribía discursos para Hugo Chávez.
Wikileaks.org tiene en estos momentos [01.01.2010] un aspecto inusual. El sitio Web está cerrado a la espera de nuevas donaciones, ¿están ustedes en huelga?
Sí, es algo similar a lo que hacen los sindicaos cuando van a la huelga. Mediante la retirada de la oferta, recuerdan a la gente que su trabajo tiene un valor. Cada día ponemos a disposición del mundo información de gran relevancia. Pero cuando la oferta es infinita, es decir, cuando ésta se puede descargar libremente, su valor se reduce hasta llegar a cero. Así que ahora hemos retirado la oferta para que la gente perciba la importancia de lo que hacemos.
¿Quiere eso decir que necesitan dinero urgentemente?
Tenemos mucha información destacada por lanzar, destacada por su peso, pero también por la cantidad de trabajo que requiere su publicación y por los ataques legales que va a recibir. Así que hemos de reforzar nuestra posición antes de hacer público ese material.
En el mundo de los medios de comunicación -comerciales o no- las dos cuestiones fundamentales son cuánto cuesta y cómo se financia. Háblenos primero de los costes…
El principal es la gente. Y cuanto más material tenemos, mayores son los costes laborales. Alguien tiene que escribir los resúmenes y verificar la información. Ahora mismo, todos se pagan a sí mismos, pero eso no puede durar para siempre.
¿Qué tamaño tiene el equipo básico de Wikileaks?
Hay cinco personas que trabajan unas 24 horas del día y luego 800 que lo hacen ocasionalmente a lo largo del año. En medio el espectro es amplio.
Usted y los otros cuatro que trabajan a tiempo completo, ¿de qué viven?
Yo he ganado dinero con Internet, así que tengo lo suficiente para poder hacer esto, pero no eternamente. Y, de momento, los otros cuatro también están en condiciones de autofinanciarse.
¿Fue Wikileaks idea suya, como muchos suponen?
Yo no me llamo a mí mismo fundador.
Nadie conoce realmente a los fundadores, dice Wikipedia…
Sí. Eso es así porque algunos de los fundadores iniciales son refugiados procedentes de China y otros sitios, y aún tienen familia en sus países de origen.
Bueno, pero aunque los costes laborales sean aún hipotéticos, hay otras cosas que no queda más remedio que pagar: los servidores, las oficinas…
Sí, los costes pueden llegar a ser muy altos y luego están los registros, la burocracia, los bancos y ese tipo de cosas. Puesto que no nos encontramos todos en el mismo lugar no tiene sentido contar con una sede. Nuestra gente dispone de sus propias oficinas repartidas por todo el mundo.
Y aparte están los pleitos en los que se ven envueltos con frecuencia, ¿cómo los sufragan?
El tiempo de nuestros abogados no nos cuesta nada, nos han donado miles o incluso millones de dólares en salarios de abogados, lo que no significa que no tengamos que pagar cosas como fotocopias y documentos judiciales. La parte positiva es que hasta ahora nunca hemos perdido un caso, nunca nos han impuesto una sanción o una multa.
¿Existe un cálculo de lo que necesita Wikileaks para sobrevivir un año?
Probablemente unos 200.000 dólares sin contar los gastos de personal. Pero hay personas que no pueden permitirse el lujo de seguir involucrándose a tiempo completo a menos que les paguen. Contando los sueldos yo diría que se necesitan unos 600.000 dólares al año.
Hablemos ahora de los ingresos, ¿son las donaciones la única fuente de financiación imaginable?
Las donaciones privadas. Rechazamos toda aportación procedente de gobiernos o empresas. En estos momentos, la mayoría del dinero lo aportan periodistas, abogados o técnicos que están implicados personalmente. Sólo el diez por ciento de las donaciones las registramos a través de Internet, pero la cifra podría aumentar.
En su página encontramos una lista con sus “partidarios firmes”: la agencia de noticias AP, Los Angeles Times o la Asociación Nacional de Periódicos, ¿qué hacen por ustedes? ¿Por qué les ayudan? Probablemente, no desinteresadamente…
Nos apoyan por dos motivos: primero porque nos ven como una organización que les facilita hacer lo que hacen. Y segundo porque nos perciben como el eslabón más débil y sensible de toda la cadena. Nos encargamos de los casos periodísticos más difíciles, y si nos derrotan en los tribunales tal vez ellos sean los siguientes. En otras palabras: si wikileaks.org tiene que cerrar como resultado de una acción legal, esto podría sentar un precedente con el que al día siguiente desmontar nytimes.com o Spiegel Online en Alemania.
Mi explicación es que tal vez colaboran con ustedes porque saben que lo que hace Wikileaks en realidad deberían hacerlo ellos, pero no tienen dinero para costearlo…
Quizás. El coste por palabra en el periodismo de investigación es alto y nosotros lo hacemos más barato. Reduciendo el precio de cada palabra logramos obtener más para el periodismo de investigación e incluso publicar en empresas orientadas a maximizar sus beneficios. Y hay otro coste que es muy elevado, el de la amenaza de enfrentarse a una demanda. Nosotros nos ocupamos de la parte jurídicamente más arriesgada, que no es la historia en sí, sino los documentos que la respaldan. De este modo el miedo del editor a una acción legal también baja.
Para que Wikileaks funcione tienen que colaborar principalmente dos grupos de personas, los informantes anónimos y los periodistas, ¿qué motiva al informante a trabajar con ustedes?
Suelen estar moralmente indignados por algo. Pocas veces los mueve la venganza o el deseo de desacreditar a alguna instancia. Así que su incentivo es actuar contra lo que les indigna. En realidad yo no tendría ninguna objeción a que pagásemos a las fuentes. No lo hacemos, pero no veo por qué los abogados y los periodistas han de ser los únicos en recibir compensación por sus esfuerzos.
Pero eso supondría un problema legal aún mayor…
Sí, pero no nos preocupa. Podríamos transferir el dinero a países como Bélgica, en los que las autoridades no utilizan cualquier método para determinar la relación entre el periodista y su fuente.
Ocupémonos ahora de los periodistas: ustedes están experimentando con fórmulas para atraer su atención, lo que al principio suena un poco raro, ¿por qué hay que incentivar a la prensa para que haga uso de un material que se ofrece gratuitamente?
La cuestión no es tan sencilla. La información tiene un valor que generalmente mantiene una relación proporcional con lo restringida que sea. En el momento en el que todo el mundo tiene acceso a la información, una copia de la misma deja de tener valor.
Pero casi todos los periodistas en Estados Unidos acceden cada día a los contenidos de agencias de noticias como AP…
El material de la AP se sirve para ir directamente al periódico, el nuestro requiere una inversión adicional, necesita un periodista inteligente que esté políticamente bien relacionado. Para que el periodista se decida a invertir tiempo en un documento de 200 páginas, ha de tener ciertas garantías de que el proyecto le resultará rentable y de que de él saldrá un reportaje exclusivo. Y si el asunto es interesante, cabe esperar que otras personas estén trabajando en ese mismo reportaje. (…) Tiene que haber cierta exclusividad.
Wikileaks llegó a acuerdos de exclusividad con dos medios alemanes, Stern y Heise, ¿han dado los resultados esperados?
Esos acuerdos los habíamos firmado ya antes en otros países. En general estamos satisfechos. El problema es que la gestión requiere demasiado tiempo, cerrar el contrato, determinar los términos de la exclusividad… Alguien te puede prometer que con la información va a escribir un buen reportaje, que va a maximizar el impacto político de los datos que pones a su disposición y luego no hacerlo.
Es decir, que si ustedes conceden a alguien la exclusividad, quieren asegurarse de que va a cumplir lo prometido…
Sí. Hay una cosa que no puede falsificarse y es el dinero que pagan. Si usted organiza la subasta de una información y hay un medio que ofrece una suma importante, está dejando entrever que cree que se beneficiará con la publicación de la historia. Así que éste es un buen método para decidir a quién conceder la exclusividad. Hemos experimentado con ello en Venezuela.
¿Por qué en Venezuela?
Debido al carácter de unos documentos que estaban en nuestro poder. Disponíamos de 7.000 mails de Freddy Balzan, que fue redactor de discursos de Hugo Chávez y también el ex embajador en Argentina. Sabíamos que esa información tenía un problema y era el de ser demasiado amplia y políticamente importante, por lo tanto, suponíamos que nadie querría escribir sobre ella.
¿Y qué pasó?
La subasta resultó una pesadilla logística. Los medios querían tener acceso al material antes de decidirse y nosotros exigíamos que para ello firmasen acuerdos de no divulgación. Habríamos tenido que trocear el material para poder mostrarles sólo cada segunda página. Eso llevaba mucho tiempo y habríamos tenido que dejar de hacer tantas cosas que no nos lo podíamos permitir, así que al final publicamos la información sin más. Y entonces pasó precisamente lo que temíamos: nadie escribió absolutamente nada.
Entonces el experimento fracasó…
El experimento no fracasó, simplemente la experiencia nos enseñó cuáles son las cargas de este trabajo. En realidad se necesita un equipo de cinco o seis personas dedicadas exclusivamente a las subastas.
¿Piensan seguir con las subastas en el futuro?
Nos gustaría continuar, pero sabemos que para eso vamos a necesitar más recursos. Si seguimos usando este método no lo vamos a hacer con documentos concretos, sino por medio de suscripciones. Eso facilitaría mucho las cosas porque entonces tendríamos que organizar -y costear- sólo una subasta cada tres o seis meses.
¿Significa eso que la exclusividad concedida a una historia caducaría pasados tres meses?
No, la exclusividad la concederíamos ofreciendo un acceso a la información por plazos. Por ejemplo, si organizásemos una subasta para América del norte, el medio que más pujase sería el primero en disponer del material; el que pujase la segunda mayor cantidad, el siguiente, y así sucesivamente. Los medios estarían suscritos a Wikileaks.
…y tendrían temporalmente acceso privilegiado a todos los documentos relevantes para América del norte…
Sí. Imaginemos que sólo participan dos empresas en la subasta y una paga el doble que la otra; y digamos que la fuente dice que desea que el documento se publique en el plazo de un mes. Entonces, los periodistas del primer medio dispondrían de un mes para investigar y escribir sobre la base de ese material. El que más paga consigue los datos de inmediato, por lo tanto está en condiciones de llevar a cabo un reportaje más completo. El medio que paga la mitad cuenta solamente con la mitad del tiempo, es decir, que recibe los documentos dos semanas más tarde. Pasado el mes, ambos pueden publicar.
Suena prometedor, ¿no queda con ello el problema financiero solucionado?
Eso dependerá de los recursos con los que se cuente para organizar las subastas y del dinero del que dispongan los mismos medios. Pero creo que, con unos pocos casos por año, este método nos aportaría financiación suficiente.
Stefan Mey |
stefanmey.wordpress.com
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De: Marti2 |
Enviado: 11/12/2010 23:07 |
Wikileaks y las Coreas: seis más uno
A la par que la tensión no parece ceder del todo en la península coreana, a los actores tradicionales se ha sumado, coyunturalmente, uno nuevo: Wikileaks, que con sus revelaciones de diferente signo, viene a añadir más confusión a un litigio de incierto comienzo y final.
Según algunos documentos, Pekín atisba un horizonte de entendimiento con Seúl, habida cuenta de que en un máximo de dos años el régimen norcoreano podría desmoronarse tras la desaparición de Kim Jong-il. Según otras revelaciones, atribuidas al ex primer ministro de Singapur, Lee Kwan Yu, Pekín no dudaría en optar por un Pyongyang nuclear antes que aceptar el descalabro del régimen. Más comentarios ilustran con nitidez las limitaciones de la diplomacia china en la región, destacando, en paralelo, la importancia creciente de la influencia de Washington para garantizar la paz y la estabilidad en la zona. Esa presencia, acompañada de la reiteración de maniobras militares en las inmediaciones del Mar Amarillo, ha surtido, al menos de momento, más efecto sedante en el contencioso que las sugerencias activas de Pekín de reanudar el diálogo hexagonal, todas ellas, dicho sea de paso, con escaso éxito.
Una vez tras otra, la actitud de Pyongyang pone en aprietos a Pekín, quien constata, estupefacto, que los alardes y bravuconadas de su aliado brindan argumentos de difícil contestación a quienes en la zona son partidarios de una implicación activa de Washington en las cuestiones de seguridad, llevando al colapso su estrategia diplomática basada en la progresiva expulsión de EEUU de la región. Y si bien es verdad que este contencioso no tendrá solución por la vía militar, a día de hoy, parece que sólo la correspondencia con gestos belicosos aportan algo de calma tras la tormenta desatada, primero por el hundimiento de la corbeta Cheonan y después por el bombardeo de la isla de Yeonpyeong. Será difícil saber si Pyongyang ha sido con total seguridad, el instigador y ejecutor inicial de ambas iniciativas, pero el hecho de quién comenzó bien pudiera no ser, a la postre, lo más determinante.
A Pekín podría interesarle valerse del contencioso norcoreano para trascender la rivalidad estratégica que le enfrenta a Washington en el entorno asiático, pero difícilmente puede ganar enteros en esa pugna si Pyongyang va por libre y le pone a cada paso entre la espada y la pared. Los sucesos de las últimas semanas serán leídos en clave regional por los países de la zona (desde Japón a India o los países de la ASEAN) como ilustración de la importancia de contar con la cercanía de EEUU, a quienes se aproximarán un poco más en detrimento de Pekín. El balance chino, pues, no puede ser menos favorable.
Quiere ello decir que si la diplomacia china efectivamente ansía desempeñar un papel de mayor calado y envergadura, necesita con urgencia asumir un perfil de mucho mayor rango, abandonando la tradicional “modestia estratégica” que en su día apadrinó Deng Xiaoping al proclamar la necesidad de “no encabezar la ola ni portar la bandera”. Las muestras de comprensión y apoyo reiteradas a lo largo del presente año, con visitas del más alto nivel a Pyongyang, por parte de China, han sido “recompensadas” por Corea del Norte, un Estado a todas luces moribundo pero dotado de capacidades bien mortíferas, con decisiones unilaterales que han disgustado y puesto a China en la picota, condenándola a librar cheques en blanco que erosionan, un poco más si cabe, su imagen ante la opinión pública internacional.
¿Peligra la alianza? No es probable ya que en ella influyen de modo determinante consideraciones geopolíticas que van más allá de lo ideológico o las hipotecas de la historia reciente. A Pekín no le queda otra que seguir haciendo de su capa un sayo y pese a su desagrado, evitando condenas y vetando resoluciones, perseverar en el empeño de ganar influencia de alcance en Pyongyang a fin de evitar su unilateralismo y disciplinar su comportamiento.
La “no injerencia” de Pekín alienta el reforzamiento de la presencia militar de EEUU en la región y aumenta su influencia a la par que limita su margen de maniobra para establecer un marco de cooperación entre ambos países o para atraerse a otras diplomacias relevantes en el conflicto. El triángulo Washington-Seúl-Tokio se cohesiona cada vez más a consecuencia de la acción norcoreana, reforzado por el derechismo del presidente surcoreano Lee Myung-bak y el seguidismo nipón. ¿Quién se acuerda ya de la Comunidad del Este Asiático propuesta por Hatoyama hace pocos meses?
China no moverá un dedo para propiciar la caída del régimen del Norte, pero precisa dotarse de efectivos mecanismos pre y post ante las crisis provocadas por tan incómodo aliado. De lo contrario, no solo los riesgos irán en aumento sino que su estrategia regional quedará, en buena medida, a expensas del juego que decida Pyongyang.
Xulio Ríos es Director del Observatorio de la Política China.
Xulio Ríos Observatorio de la Política China
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