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Socio-Política: El Mundo en Guerra
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Da: Marti2 (Messaggio originale) |
Inviato: 04/03/2014 05:40 |
¿Puede Washington derrocar tres gobiernos a la vez?
El poder de un Estado se mide a la vez por su capacidad para defenderse y
por su posibilidad de atacar en uno o varios frentes. Bajo esa óptica,
Washington está tratando –por primera vez– de demostrar que es capaz de
derrocar tres gobiernos simultáneamente: en Siria, en Ucrania y
en Venezuela. Creyendo que, si lo logra, ningún gobierno tendrá ya
posibilidades de hacerle frente.
Washington,
después de fracasar en 2011 en su intento de bombardear simultáneamente
Libia y Siria, está tratando de hacer una nueva demostración de fuerza:
organizar cambios de régimen en tres Estados al mismo tiempo y en
diferentes regiones del mundo –en Siria (CentCom), Ucrania (EuCom)
y Venezuela (SouthCom).
Para lograrlo, el presidente Obama ha movilizado prácticamente todo el equipo de su Consejo de Seguridad Nacional.
Primeramente, la consejera de seguridad nacional Susan Rice y la
embajadora ante la ONU Samantha Power. Las dos son maestras en el uso de
la jerga «democrática». Y durante años se han especializado en
aconsejar la injerencia en los asuntos internos de otros Estados con el
pretexto de prevenir genocidios. Sin embargo, y a pesar de sus generosos
discursos, a ninguna de las dos les importan las vidas
no estadounidenses, como lo demostró la señora Power en el momento de la
crisis de las armas químicas en la Ghoutta de Damasco. La señora
embajadora de Estados Unidos, quien sabía perfectamente que las
autoridades sirias no habían cometido aquel acto, simplemente se fue a
Europa para asistir con su esposo a un festival de cine dedicado a
Charles Chaplin mientras que su gobierno denunciaba un crimen contra la
humanidad atribuyéndolo al presidente Assad.
Están también los tres responsables por regiones: Philip Gordon
(Medio Oriente y Norte de África), Karen Donfried (Europa y Eurasia) y
Ricardo Zúñiga (Latinoamérica).
- Phil Gordon (amigo personal y traductor del
ex presidente francés Nicolas Sarkozy) organizó el sabotaje de la
conferencia de paz Ginebra 2 hasta que la cuestión palestina se resuelva
en función de lo que quiere Estados Unidos. Durante la segunda sesión
de Ginebra 2, mientras que el secretario de Estado John Kerry hablaba de
paz, Phil Gordon reunía en Washington a los jefes de los servicios
secretos de Jordania, Qatar, Arabia Saudita y Turquía para preparar un
enésimo ataque contra Siria. Estos conspiradores han reunido en Jordania
un ejército de 13 000 hombres, de los que sólo 1 000 han recibido
un breve entrenamiento militar para pilotear blindados y tomar Damasco.
El problema es que esa columna corre el riesgo de ser destruida por el
Ejército Árabe Sirio antes de alcanzar la capital siria. Pero sus
padrinos no logran ponerse de acuerdo sobre la manera de defender
esa fuerza sin equiparla con armamento antiaéreo, que pudiera ser
utilizado después contra la aviación de Israel.
- Karen Donfried es la ex oficial nacional de inteligencia a cargo de Europa. Dirigió durante mucho tiempo el German Marshall Fund
en Berlín. Actualmente se dedica a manipular a la Unión Europea para
enmascarar el intervencionismo de Washington en Ucrania. A pesar de la
reciente revelación del contenido de una conversación telefónica de la
embajadora estadounidense Victoria Nuland, la señora Donfried logró
hacerles creer a los europeos que el objetivo de la oposición de Kiev
era unirse a la Unión Europea y que estaban luchando por la democracia,
cuando en realidad más de la mitad de los amotinados de la plaza Maidan
son miembros de partidos nazis y agitan retratos de Stepan Bandera,
quien colaboró con la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
-
Para terminar, Ricardo Zúñiga es nieto del Ricardo Zúñiga que presidió
el Partido Nacional de Honduras y que organizó los golpes de Estado
militares de 1963 y 1972 a favor del general López Arellano. El nuevo
Zúñiga dirigió la estación de la CIA en La Habana, donde reclutó agentes
y los financió para fabricar una oposición contra Fidel Castro. Y ahora
moviliza a la extrema derecha trotskista en Venezuela para derrocar al
presidente Nicolás Maduro acusándolo de stalinismo.
La parte mediática de estas operaciones está en manos de Dan Rhodes,
el especialista en propaganda que se encargó en el pasado de escribir la
versión oficial de lo sucedido el 11 de septiembre de 2001 redactando
el informe de la comisión presidencial. En ese informe, Rhodes eliminó
toda huella del golpe de Estado militar que se produjo aquel día (al
presidente George W. Bush se le retiró el poder sobre las 10 de la
mañana y no se le devolvió hasta la noche, todo su gabinete y los
miembros del Congreso fueron confinados en búnkeres, supuestamente para «garantizar su seguridad») para que sólo quedara el recuerdo de los atentados.
En las operaciones organizadas contra Siria, Ucrania y Venezuela, la
narrativa estadounidense reposa exactamente sobre los mismos principios:
acusar a los gobiernos de matar a sus propios ciudadanos, calificar a
los opositores de «democráticos», adoptar sanciones contra los «asesinos» y, en definitiva, concretar un golpe de Estado.
El movimiento comienza siempre con una manifestación en la que mueren
opositores pacíficos y ambos bandos se acusan mutuamente de los hechos
de violencia. En realidad, fuerzas especiales o elementos a las órdenes
de Estados Unidos o de la OTAN, convenientemente ubicados, disparan a la
vez contra la multitud y contra la policía. Así sucedió en Deraa
(Siria) en 2011, al igual que en Kiev (Ucrania) y en Caracas (Venezuela)
en los últimos días. En el caso de Venezuela, las autopsias practicadas
demuestran que 2 víctimas –un manifestante de la oposición y otro
favorable al gobierno– fueron baleadas con la misma arma.
Calificar a los opositores de «democráticos» es un simple
juego de retórica. En Siria, se trata de takfiristas financiados por la
peor dictadura del planeta: la de Arabia Saudita. En Ucrania, son unos
cuantos proeuropeos sinceros rodeados de un montón de nazis.
En Venezuela, son jóvenes trotskistas de familias acomodadas respaldados
por milicias a sueldo de dueños de empresas. Y en todos los casos
aparece el seudo opositor estadounidense John McCain para proclamar su
solidaridad con los opositores locales, sean verdaderos o falsos.
Del apoyo a los opositores se encarga la National Endowment for Democracy
(NED). La NED es una agencia gubernamental estadounidense que se
presenta como una ONG financiada por el Congreso de Estados Unidos.
La realidad es que la NED fue creada por el presidente Ronald Reagan,
en asociación con Canadá, Gran Bretaña y Australia. La dirigen
el neoconservador Carl Gershman y Barbara Haig, la hija del general
Alexander Haig (ex comandante supremo de la OTAN y posteriormente
secretario de Estado bajo la administración Reagan). Es precisamente
la NED –en realidad el Departamento de Estado– quien moviliza al senador
«de oposición» John McCain.
En este dispositivo no podía faltar la Albert Einstein Institution, «ONG» financiada por la OTAN. Creada por Gene Sharp en 1983, la NED formó agitadores profesionales a través del CANVAS [1] –en Serbia – y de la Academy of Change –en Qatar.
En todos los casos, Susan Rice y Samantha Power adoptan
invariablemente la misma pose de justa indignación antes de dictar la
adopción de sanciones –a las que rápidamente se suma la Unión Europea–
cuando en realidad son ellas mismas quienes se dedican a orquestar
previamente los actos de violencia.
Queda entonces por llegar a concretar los golpes de Estados, lo que no siempre funciona.
Así trata Washington de demostrarle al mundo que sigue siendo el amo.
Para garantizar los resultados, emprendió las operaciones en Ucrania y
en Venezuela mientras se desarrollaban los Juegos de Sochi. Así
garantizaba que Rusia no tomara medidas de respuesta, con tal de evitar
que algún atentado de los terroristas islamistas le echara a perder la
fiesta olímpica.
Pero los Juegos de Sochi terminaron este fin de semana. Y ahora le toca jugar a Moscú.
Thierry Meyssan
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Messaggio 2 di 34 di questo argomento |
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Da: Marti2 |
Inviato: 04/03/2014 05:43 |
El plan imperialista de trece años para Siria
Sólo poco a poco van poniéndose en su lugar las piezas del rompecabezas. En entrevista concedida a la publicación serbia Geopolitika,
Thierry Meyssan explica lo que hoy puede verse del plan imperialista
trazado por Washington para el Medio Oriente, en 2001. Observa que la
resistencia de los pueblos ha hecho fracasar ese plan y subraya que
todos habremos de pagar las consecuencias, tanto los pueblos oprimidos
como quienes creyeron poder dominarlos.
Geopolitika: Estimado señor
Meyssan, ¿puede usted explicar brevemente a los lectores de Geopolitika
lo que está sucediendo en Siria en este momento? Es que cuando se sigue
la información de los grandes canales de televisión y los informes del
Observatorio de Derechos Humanos [OSDH] uno no logra entender cuál es la
situación real en este país en guerra. Nos parece que sopla un viento
positivo para el presidente Assad, para el ejército sirio y para todas
las fuerzas patrióticas que defienden Siria, después de la iniciativa
rusa sobre la eliminación de las armas químicas que destruyó el plan de
intervención de Estados Unidos y la OTAN.
Thierry Meyssan: Según los países miembros de la
OTAN y del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), los sirios
se levantaron contra su gobierno hace 3 años por mimetismo con los
africanos del norte. Eso es lo que se ha designado como la «primavera árabe». El gobierno, o más bien «el régimen»
–como lo llaman despectivamente– respondió recurriendo a la fuerza y la
brutalidad. Esa versión se sostiene a través del Observatorio Sirio de
Derechos Humanos [OSDH] que divulga una contabilidad sobre la cantidad
de víctimas.
La realidad es muy diferente. En el momento de los atentados del 11
de septiembre de 2001, Estados Unidos decidió destruir cierto número de
países, entre ellos Libia y Siria. Esa decisión fue revelada por el
ex comandante supremo de la OTAN, el general Wesley Clark, quien se
pronunció en contra. Se trataba de crear una unidad política, desde
Marruecos hasta Turquía, alrededor de la Hermandad Musulmana, de Israel y
de la globalización económica.
En 2003, después de la caída de Irak, el Congreso estadounidense adoptó la Syria Accountability Act
que autoriza al presidente de Estados Unidos a entrar en guerra contra
Siria sin necesidad de consultar al Congreso. En 2005, Estados Unidos
utilizó el asesinato de Rafik Hariri para acusar al presidente Bachar
al-Assad de haber ordenado el crimen y creó el Tribunal Especial para el
Líbano para condenarlo y entrar en guerra contra su país.
Aquella acusación se desmoronó con el escándalo de los falsos testigos.
En 2006, Washington subcontrató a Israel una guerra contra el Hezbollah,
con la esperanza de implicar a Siria. En 2007, Estados Unidos organizó y
financió grupos de oposición en el exilio alrededor de la Hermandad
Musulmana. En 2010, decidió subcontratar esta guerra y la guerra contra
Libia a Francia y el Reino Unido, que concluyeron con ese fin el Tratado
de Lancaster House. En 2011, la OTAN envió secretamente comandos a
Siria para sembrar el pánico y la desolación. Después de la caída de
Libia, trasladaron el puesto de mando de sus ejércitos terrestres para
Izmir [en Turquía] y los combatientes libios de al-Qaeda fueron enviados
al norte de Siria. Esta guerra de agresión ha costado la vida a 130 000
sirios y a un gran número de combatientes extranjeros.
Desde agosto y septiembre de 2013 y la crisis de las armas químicas,
Estados Unidos ha admitido que no lograría derrocar el Estado sirio.
Interrumpió sus envíos de armas y los yihadistas extranjeros sólo podían
contar con Israel, Francia y Arabia Saudita. El ejército leal ha
recuperado terreno en todas partes y las bandas armadas están siendo
derrotadas, menos en el norte del país. Pero Washington sigue bloqueando
la paz en Siria mientras no logre imponer su arreglo de la cuestión
palestina.
Geopolitika: ¿Qué consecuencias tiene la derrota
del Ejército Sirio Libre, respaldado por Occidente? ¿Cuál es la
situación en Alepo y los demás frentes de batalla? ¿Quiénes financian y
apoyan al Frente al-Nusra, a al-Qaeda y a los demás grupos islamistas
extremistas? ¿Son los islamistas radicales, a pesar de no ser
tan populares, soldados auxiliares que están atacando Siria por cuenta
de Occidente?
Thierry Meyssan: Al principio la OTAN decidió librar
una guerra de 4ª generación. El objetivo era ahogar a la población
siria con una ola de información falsa tendiente a hacerle creer que
el país se había sublevado y que la revolución había triunfado, para que
la gente aceptara el cambio de régimen como una fatalidad. El papel de
los grupos armados consistía en realizar acciones simbólicas contra el
Estado –por ejemplo, contra las estatuas de Hafez al-Assad, el fundador
de la Siria moderna– y actos de terrorismo para intimidar a la gente y
convencerla de que no interviniese. Cada uno de esos grupos armados
recibía órdenes de los oficiales de la OTAN pero no había un mando
central porque se quería dar la impresión de que existía una
insurrección generalizada y no una guerra de frente contra frente. Todos
esos grupos sin contacto entre sí llevaban una sola etiqueta, la del
Ejército Sirio Libre (ESL). Se identificaban con una misma bandera
–verde, blanca y negra– que es históricamente la bandera del mandato
francés del periodo intermedio entre las dos guerras mundiales, o sea
la bandera de la ocupación colonial.
Cuando los occidentales decidieron cambiar de estrategia, en julio
de 2012, trataron de unir esos grupos bajo un solo mando. Pero nunca lo
lograron, debido a la rivalidad entre sus distintos padrinos: Turquía,
Qatar y Arabia Saudita.
Desde el inicio, las únicas fuerzas militares eficaces en el terreno
son las de los yihadistas que proclaman su vínculo con al-Qaeda.
Eran ellos la punta de lanza del ESL durante la primera parte de la
guerra. Luego se disociaron [del ESL] cuando Estados Unidos los calificó
de «terroristas». Y hoy se dividen principalmente entre el
Frente Islámico –financiado por Arabia Saudita–, el Frente al-Nusra
–financiado por Qatar– y el Emirato Islámico de Irak y el Levante (EIIL o
Daesh, en árabe), financiado por la OTAN a través de Turquía
pero que recibe órdenes de Arabia Saudita. La rivalidad es tanta que
esos 3 grupos están matándose entre sí más de lo que luchan contra el
Estado sirio.
Geopolitika: Ante la información maliciosa y
selectiva de los medios globales, ¿podría usted decirnos quién atacó
inocentes ciudadanos y niños con gas sarín? Aquí, en Serbia, donde
tuvimos la experiencia de la masacre de Rasak y la masacre de habitantes
de Sarajevo en el mercado de Markale, y se designó a los serbios como
culpables sin prueba alguna, todo eso nos parece un guión que ya hemos
visto de «explotación de la masacre». ¿Están perdiendo efecto esos
sangrientos montajes, que sirvieron para manipular a la opinión pública y
desencadenar las intervenciones militares contra la ex Yugoslavia y en
otros lugares críticos del mundo, o –dicho de otra manera– será que se
ha hecho más difícil engañar a la gente?
Thierry Meyssan: El ataque con gas sarín en la
Ghouta de Damasco, o sea el cinturón agrícola de la capital, no fue el
primer ataque con gas. Anteriormente hubo otros en los que Siria
recurrió inútilmente al Consejo de Seguridad de la ONU. Según la
oposición en el exilio, el gobierno bombardeó esa zona de la Ghouta
durante varios días para acabar matando a la población con gases.
El presidente Obama, estimando que aquel ataque violaba la «línea roja»,
amenazó entonces con destruir Damasco. El presidente francés Hollande
lo siguió en la escalada. Pero, en definitiva, Siria –aceptando una
proposición de Rusia– firmó la Convención contra las armas químicas y
entregó sus reservas de esas armas a la OPAQ (Organización para la
Prohibición de las Armas Químicas). Y no hubo bombardeo contra Damasco.
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Messaggio 3 di 34 di questo argomento |
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Da: Marti2 |
Inviato: 04/03/2014 05:44 |
Hace unos días, el Massachussets Institute of Technology (MIT)
publicó un informe que demuestra que los misiles químicos observados en
la Ghouta tienen un alcance inferior a 2 kilómetros. Pero, según los
mapas divulgados por la Casa Blanca se necesitaba un alcance de
9 kilómetros para que las fuerzas leales [al gobierno] pudieran alcanzar
la «zona rebelde». En otras palabras, es imposible que esos cohetes viniesen de las fuerzas gubernamentales.
Ese estudio confirma los informes de los satélites rusos
que reportaron que los Contras habían disparado 2 cohetes contra
su propia zona. También valida las confesiones, divulgadas por la
televisión siria 3 días después de los hechos, de un individuo que
confesó haber transportado esos misiles cargados hasta Damasco desde una
base del ejército turco. Valida además las acusaciones de familias
alauitas de Latakia que reconocieron entre las víctimas a sus niños
secuestrados el mes anterior por los Contras. Y finalmente valida la
investigación de Seymour Hersh, quien revela que –contrariamente a
lo que dijo Barack Obama– las observaciones del Pentágono no señalaron
ninguna actividad de las fuerzas [gubernamentales] de armas químicas
durante los días anteriores a los hechos.
A ustedes [en Serbia] no les sorprende este caso porque ustedes
vivieron ese mismo tipo de agresión de parte de las mismas potencias. Y
eso funciona hoy con la misma eficacia que antes. Pero los engaños
tienen vida limitada. Y este funcionó pero no dio resultado. El público
occidental se lo creyó pero no hubo bombardeo contra Damasco porque
Rusia lo impidió alineando su flota a lo largo de la costa de Siria.
Así que, para destruir la ciudad, el Pentágono tenía que disparar desde
el Mar Rojo –por encima de Jordania y de Arabia Saudita– lo cual habría
provocado una gran guerra regional. Y sólo ahora conocemos la verdad con
certeza, o sea 6 meses después.
Geopolitika: Queremos preguntarle también sobre
la situación de los cristianos en Siria. Ha habido noticias de que los
islamistas de al-Nusra ocuparon y saquearon la localidad de Maalula, que
es un antiguo santuario cristiano. ¿Parece que hay monjas secuestradas?
Thierry Meyssan: Para desangrar a Siria, la OTAN ha
recurrido simultáneamente a colaboradores sirios y a combatientes
extranjeros. Durante la segunda parte de la guerra, o sea desde la
primera conferencia de Ginebra –en junio de 2012–, se ve un flujo
sin precedentes de Contras. Se trata de una guerra como la que
se orquestó contra la Nicaragua sandinista [a mediados de los años 1980]
pero con una proporción de mercenarios extranjeros que nunca se había
alcanzado anteriormente. Hay actualmente 120 000 combatientes
extranjeros, provenientes de 83 países, luchando en Siria contra el
Estado. Todos son partidarios del wahabismo, secta fundamentalista en el
poder en Arabia Saudita, en Qatar y en el emirato de Sharjah.
La mayoría dicen ser takfiristas, o sea «puros» y condenan a muerte a los «apóstatas» y los «infieles».
Así que en las manifestaciones gritan «¡Los alauitas al hueco! ¡Los cristianos al Líbano!»
Durante 3 años han masacrado a decenas de miles de alauitas (una
denominación chiita que considera que la fe es una cuestión interna que
no se expresa a través de ritos) y cristianos. Lo más importante es que
han obligado a cientos de miles de cristianos a huir abandonando
sus bienes. Hoy en día los obligan a pagar un impuesto especial, por ser
infieles.
Como estamos llegando al final de la guerra, los grupos armados
tratan de vengarse de su derrota haciendo operaciones espectaculares.
Por eso atacaron Maalula, una ciudad cristiana donde aún se habla la
lengua de Cristo, el arameo. Allí cometieron atrocidades que han dejado
huellas en la conciencia de la gente. Hubo cristianos que fueron
torturados en público y que murieron como mártires negándose a abjurar
de su fe.
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Messaggio 4 di 34 di questo argomento |
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Da: Marti2 |
Inviato: 04/03/2014 05:46 |
Geopolitika: Usted
sigue con mucha atención y precisión la situación en el Medio Oriente.
¿Cómo calificaría usted la situación en Egipto? ¿Piensa usted que la
situación en ese país se ha consolidado a raíz de las acciones del mando
militar? ¿Es la primera derrota seria de quienes planifican
las revoluciones árabes? ¿Cómo explica usted el respaldo
de Estados Unidos a un grupo islamista radical como la Hermandad
Musulmana?
Thierry Meyssan: La expresión «primavera árabe»
es un subterfugio de los periodistas para decir que acontecimientos que
ellos no entienden están ocurriendo simultáneamente en países
muy diferentes donde se habla el mismo idioma: el árabe. Es también una
forma de propaganda que disfraza de revoluciones varias guerras de
agresión.
El Departamento de Estado, inquieto por la sucesión de Hosni Mubarak,
había decidido derrocarlo para poder escoger a la vez el siguiente
gobierno. Así que organizó la hambruna, en 2008, especulando con los
productos alimenticios. Para garantizar el relevo formó un equipo
alrededor de la Hermandad Musulmana. Y esperó que el caldero comenzara
a hervir.
Cuando comenzó la revuelta, el Departamento de Estado envió al
embajador Frank Wisner –el mismo que organizó el reconocimiento
internacional de la independencia de Kosovo– para ordenarle a Hosni
Mubarak que dimitiera. Y eso hizo Mubarak. Después, el Departamento de
Estado ayudó a organizar elecciones que permitieron a la Hermandad
Musulmana poner en la presidencia a Mohamed Morsi, quien tiene la doble
ciudadanía egipto-estadounidense, con menos de un 20% de los votos.
Ya en el poder, el señor Morsi abrió la economía a las transnacionales
estadounidenses, anunció la privatización del Canal de Suez, impuso una
constitución islamista, etc. Entonces, el pueblo se sublevó de nuevo.
Pero ya no fueron solamente unos cuantos barrios del Cairo, como
la primera vez. En definitiva, el ejército retomó el poder y encarceló a
los dirigentes de la Hermandad Musulmana. Ahora se sabe que esta última
estaba negociando el traslado de la población palestina de Gaza para
Egipto.
En Egipto, al igual que en el conjunto del mundo árabe, Hillary
Clinton contaba con la Hermandad Musulmana. Esta organización secreta,
que se creó en Egipto para luchar contra el colonialismo británico,
en realidad fue manipulada por el MI6 y hoy tiene su sede internacional
en Londres. Desde el año 2001, Washington había planificado el ascenso
de la Hermandad Musulmana facilitando la elección –en Turquía– de un
responsable político que había estado en la cárcel como miembro de la
Hermandad Musulmana pero que decía haberla abandonado: Recep Tayyip
Erdogan. Luego de 80 años intentando numerosos golpes de Estado en
varios países, la Hermandad Musulmana llegó al poder en Libia aupada por
la OTAN y, a través de las urnas, en Túnez y Egipto. Participa en los
gobiernos en Marruecos y Palestina. En Siria, da una imagen política a
los Contras. Se reveló en Turquía. En todas partes dispone de consejeros
en relaciones públicas turcos y del financiamiento de Qatar, o sea de
Exxon-Mobil y –por lo tanto– de los Rockefeller. Tiene sus propios
canales de televisión y su principal predicador, al-Qadarawi, es el «consejero espiritual» (sic) del canal qatarí Al-Jazeera.
La Hermandad Musulmana impone un islam sectario, que oprime a las
mujeres y asesina a los homosexuales. En cambio, sostiene que el enemigo
de los árabes no es Israel sino Irán y abre los mercados a las
transnacionales estadounidenses.
Durante 2 años y medio se llegó a creer que la Hermandad Musulmana
llegaría a gobernar todo el mundo árabe pero hoy los occidentales la han
abandonado porque en ningún lugar han logrado alcanzar un apoyo popular
masivo. Nunca han tenido de su parte más de un 20% de la población.
Geopolitika: Desde su «torre de vigía» en el
Medio Oriente, ¿pudiera usted explicarnos la sorprendente amistad entre
el gobierno de Serbia y los Emiratos Árabes Unidos? El príncipe Mohamed
Ben Zayed Al Nahtan ha venido varias veces a Serbia, donde anunció
varias inversiones de los Emiratos en la agricultura serbia y en el
turismo. La compañía aérea Etihad compró –prácticamente la absorbió–
la compañía serbia JAT Airways. ¿Pueden esos contactos políticos y
económicos entre Abu Dabi y Belgrado concretarse sin consentimiento de
Washington? ¿Qué razón tendría la Casa Blanca para estimular la
cooperación entre los Emiratos y Serbia?
Thierry Meyssan: Los Emiratos Árabes Unidos están en
una situación muy difícil. Primeramente, es una federación de 7 Estados
bastantes diferentes, entre los que se halla el emirato wahabita de
Sharjah. Luego, son demasiado pequeños para poder enfrentarse a
su poderoso vecino –Arabia Saudita– y a su cliente –Estados Unidos.
Primero trataron de diversificar su lista de protectores ofreciendo
una base militar a Francia, pero ese país regresó al comando integrado
de la OTAN. En 2010, abandonaron la idea de desempeñar un papel
diplomático en la escena internacional después que la CIA asesinó
en Marruecos al príncipe Ahmed, por estar financiando en secreto la
resistencia palestina. El levantamiento de las sanciones de
Estados Unidos contra Irán afectará los puertos [de los Emiratos] que
se habían convertido en trampolín del tráfico que burlaba el embargo
[contra Irán]. Ahora están en busca de nuevos socios económicos de su
tamaño. Al negociar con Serbia están balanceando además la influencia
wahabita de Qatar, que ha creado Al-Jazeera en Bosnia.
Geopolitika: ¿Qué piensa usted del panorama
actual de las relaciones internacionales? ¿La presencia militar rusa en
el Mediterráneo y sus acciones diplomáticas que hicieron imposible la
intervención contra Siria, su estímulo a que Ucrania no firme un acuerdo
con la Unión Europea, la firme posición de China sobre las islas
en disputa en el Pacífico, es todo eso muestra del fortalecimiento de un
mundo multipolar? ¿Qué respuesta puede esperarse de Estados Unidos y de
la élite gubernamental global ante las derrotas que han sufrido luego
de ciertas revoluciones de color y árabes y ante la evidente tendencia
actual al debilitamiento del poder occidental?
Thierry Meyssan: El debilitamiento de Estados Unidos
es un hecho. Ese país había previsto realizar una demostración de
fuerza atacando simultáneamente Libia y Siria. Y en definitiva no ha
podido hacerlo. Hoy en día sus ejércitos son poco eficaces y no logra
reorganizarlos. Pero Estados Unidos sigue siendo muy ampliamente la
primera potencia militar del mundo y eso le permite imponer el dólar,
a pesar de su deuda exterior sin equivalente histórico.
En los últimos años China y Rusia han progresado considerablemente y
han logrado al mismo tiempo evitar un enfrentamiento directo. Pekín se
ha convertido en la primera potencia económica del mundo mientras que
Moscú es de nuevo la segunda potencia militar. Ese proceso va a
continuar ya que los dirigentes chinos y rusos han demostrado
su capacidad, mientras que los dirigentes estadounidenses han demostrado
su propia incapacidad para adaptarse. Soy, en cambio, escéptico
en cuanto al desarrollo de Sudáfrica, Brasil y la India, países que –por
el momento– se desarrollan económicamente pero en los que no percibo
ambiciones políticas.
Las élites globales están divididas. Están los que piensan que el
dinero no tiene patria y que después de Washington vendrá otra potencia y
los que estiman que su propia fuerza proviene del amenazador poderío
militar del Pentágono.
Geopolitika: Dada la información que usted tiene y
la credibilidad de sus análisis, quisiéramos conocer su opinión sobre
la política del gobierno de Serbia, que conduce persistentemente el país
hacia la Unión Europea, a pesar de la ausencia total de entusiasmo
por parte de su pueblo, y que con tal de lograr ese objetivo ha aceptado
participar con Bruselas y Washington en la destrucción de la
resistencia serbia ante la secesión albanesa en Kosovo y Metojia.
Thierry Meyssan: El actual gobierno serbio
no entiende nuestra época. Siempre reacciona como si Rusia siguiera
en manos de Boris Yeltsin y no pudiese ayudarlo. Y, al cerrarse él mismo
las puertas del Kremlin, no le queda otra posibilidad que volverse
hacia la Unión Europea y pagar las consecuencias de esa opción. Ahora
carga con el peso de la vergüenza que constituye el haber abandonado a
la resistencia serbia.
La verdad es que no es el único Estado de los Balcanes en esa
situación. Grecia y Montenegro también tendrían que volverse hacia Rusia
y no lo hacen. Se puede decir, sin lugar a dudas, que la mayor victoria
del imperialismo es haber logrado dividir y aislar a los pueblos
al extremo de hacerles creer que ya no pueden decidir su propia política
Geopolitika: En su anterior entrevista con
nuestra publicación usted dijo que los miembros del UCK [Ejército de
Liberación de Kosovo] habían entrenado a elementos que combatían en
Siria para la realización de actos de terrorismo. ¿Se mantienen el UCK y
los kosovares activos en la lucha contra el presidente Assad y contra
los órganos legítimos de Siria? ¿Tiene usted información sobre la
presencia entre los islamistas de musulmanes provenientes de Bosnia,
Kosovo y Metojia y de la región de Serbia donde vive una mayoría
musulmana (ciudad de Novi Pazar)?
Thierry Meyssan: Los yihadistas que luchan en Siria
proclaman a través de sus sitios en internet que recibieron
entrenamiento del UCK e incluso difunden por esa vía fotos de sus
relaciones. Todo eso lo organizaban, evidentemente, los servicios
secretos turcos –el MIT– cuyo actual jefe, Hakan Fidan, actuaba como
agente de enlace entre el ejército turco y el Estado Mayor de la OTAN
durante la guerra de Kosovo.
Sabemos también que numerosos yihadistas que hoy están en Siria
vienen de los Balcanes. Pero ya no parece que Turquía esté alimentando
ese fenómeno. Actualmente, la policía y la justicia turcas están
realizando una operación contra el gobierno de Erdogan. Incluso
han logrado sacar a la luz las relaciones personales del primer ministro
con el banquero de al-Qaeda, a quien recibía secretamente en Estambul,
a pesar de que ese individuo figuraba en la lista de personas buscadas
por la ONU. Por esa vía, Turquía financiaba las acciones de al-Qaeda
en Siria. El señor Erdogan dice ser víctima de un complot de su
ex socio, el predicador musulmán Fethullah Gullen. Es probable que
en realidad este último se haya aliado al ejército kemalista en contra
de Erdogan, quien –a pesar de lo que diga– ha resultado seguir siendo
miembro de la Hermandad Musulmana.
Al principio, varios Estados miembros de la OTAN o vinculados a esta
incitaron a los musulmanes a sumarse a la yihad en Siria. Pero
ahora temen que esos elementos regresen a sus países de origen ya que
esas personas, que han violado, torturado y cortado gente en pedazos
para exhibirlos, no pueden regresar colectivamente a una vida civil
normal.
Cuando la CIA creó el movimiento yihadista contra la Unión Soviética
en Afganistán, el mundo aún no estaba globalizado. Había mucho
menos viajes y por lo tanto estaban más vigilados. No había internet.
La CIA podía manipular musulmanes en Afganistán sin temor a verlos
aparecer donde no los quería. Hoy en día, lo que la OTAN inició en Siria
siguió desarrollándose por sí solo. Ya no hay necesidad de organizar
vías para que los jóvenes se unan a los Contras en Siria porque pueden
hacerlo por sí mismos. Tanto repitieron que Siria era una dictadura que
ahora todo el mundo cree eso. Y resulta romántico irse a luchar contra
una dictadura.
Numerosos gobiernos le están pidiendo actualmente a Siria que
los ayude a identificar a los ciudadanos de sus países entre los
yihadistas. Pero, ¿cómo lo haría Siria y por qué tendría que prestar esa
ayuda a quienes han tratado de destruirla? La guerra irá apagándose
paulatinamente en Siria, los yihadistas regresarán a sus países,
incluyendo Europa, donde proseguirán la guerra para la cual
los entrenaron los propios europeos.
Y no habrá solución pacífica para esa situación porque si la OTAN
llegase a ganar en Siria y a derrocar la administración Assad, sería
incluso peor. Esa sería una señal que llevaría a todos los aprendices
yihadistas de Occidente a tratar de hacer en sus países lo mismo que dio
resultado en el Medio Oriente. Occidente y los países del Consejo de
Cooperación del Golfo han parido monstruos con cuyos crímenes tendremos
que vivir.
Slobodan Eric
Documentos adjuntos
Geopolitika, febrero de 2014
(PDF - 393.2 ko)
Entrevista realizada por Слободан Ерић
Slobodan Eric
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