Todo lo que esta aquí, está en otra parte. Lo que no está aquí, no está
en ninguna parte.
El Tantra antiguo es un sistema espiritual en el que el amor sexual es
un sacramento.
Uniendo el radical tan (estirar, extender) y el sufijo tra (que indica
la instrumentalidad), tenemos Tantra, literalmente, instrumento de
expansión del campo de la conciencia ordinaria, a fin de acceder a lo
supraconsciente, raíz del ser y receptáculo de poderes desconocidos que
el Tantra quiere despertar y utilizar.
La palabra Tantra se refiere específicamente a una serie de libros
sagrados hindúes que describen ciertos ritos, disciplinas y meditaciones
sexuales. Estos libros con más de dos mil años de antigüedad, se
escribieron en forma de diálogo entre el dios hindú Shiva, «el poder
penetrante de energía enfocada», y su compañera Shakti, que representa
la fuerza creadora femenina, a veces llamada «el poder del Tantra».
Aunque no lo parezca, las palabras del título, extraídas del Vishvasara
Tantra, encierran la esencia del Tantra. Cuando se aborda la vida, la
frase todo lo que está aquí está en otra parte trastorna nuestros
conceptos usuales al afirmar, ni más ni menos, que la vida está presente
en todo el cosmos, mejor aún (¿o peor?) que el universo mismo es algo
vivo. Fantastico... ¡Basta de vivir como si sólo nuestro planeta tuviera
el monopolio de la vida!
Para el Tantra, el universo vive, cada estrella tiene vida, en el
sentido total del término, por tanto está habitada por una forma de
conciencia, lo mismo que cada partícula infinitesimal nuclear. El
Universo es Conciencia y Energía asociadas. En la práctica, esto lleva
al respeto total de toda vida, sea animal, vegetal o bacteriana. Cuando
alguien perjudica cualquier forma de vida perjudica su propia vida: la
ecología se vuelve cósmica.
Aunque somos hijos de la revolución sexual, aún estamos condicionados en
gran medida por sistemas de creencias que podrían haber inculcado en
nosotros culpabilidad, miedo, inseguridad o vergüenza. Tales impresiones
negativas, aunque puedan residir silenciosamente en el subconsciente y
causar sólo molestias menores u ocasionales, raramente nos permiten
entrar en el potencial espiritual del amor sexual. El Tantra nos puede
ayudar a hacer justamente eso, puesto que una meta espiritual -que no es
lo mismo que religiosa- es tan importante para una pareja tántrica como
su amor.
El Tantra es una «disciplina academica» con muchos cursos y muchos
niveles de estudio -mi intención no pretende más que acercar a su
conocimiento más básico-, con un grado ilimitado de posibilidades de
provecho espiritual, de deleite sexual y de éxito mundano.
Toda unión sexual, humana o animal, hasta vegetal, es sagrada: reproduce
el acto creador último, la unión de los principios cósmicos
Shakti-Shiva, causa del universo manifiesto.
Para el Tantra, todo contacto sexual, por trivial que sea, es sagrado,
cósmico, aun cuando los que lo lleven a cabo lo ignoren, como sucede
casi siempre. Por lo demás es lo que distingue la unión tántrica del
coito profano.
Uno de los principios de la filosofía tántrica es que la disciplina -las
lecciones tántricas- renace año tras año.
Espero que compartais el entusiasmo sobre lo adecuado de estas antiguas
lecciones orientales para la cultura y edad moderna.
Se trata de herramientas importantes para las parejas actuales que
buscan una forma significativamente diferente de relacionarse, parejas
que desean mantener el amor y la pasión durante mucho tiempo.
El sexo tántrico no promete resultados instantáneos; no es una tecnica
de «un minuto» para lograr habilidad sexual. Pero en las parejas que
deseen enriquecer su relación puede liberar un tipo especial de energía
que favorece la armonía y aumenta el placer e intimidad sexual.
En resumen, el sexo tántrico puede crear un compañerismo extraordinario.
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