La Terapia del Canto...
Los yoguis que descubrieron su poder, elaboraron, o arbitraron, un yoga
especial de los sonidos, llamado mantra yoga. Los mantras se basan en
diversas combinaciones de sonidos que se entonan de una manera especial,
con objeto de producir un efecto vibratorio en todo nuestro organismo:
sistema nervioso, glándulas y cerebro.
La entonación de las vocales produce una sensación de tranquilidad y
relajamiento, pero tienen que ser pronunciadas con toda la energía, de
nuestro aliento. Inmediatamente se percibirá la fortaleza producida por
el hecho de haberse recargado con una nueva energía.
¿Cómo hacerlo?
Tomemos como ejemplo la letra E:
Primero hay que inspirar y luego, sin exhalar, pronunciar de manera
fuerte y penetrante una larga E, abriendo la boca como se sonríe. No
debe ser pronunciada como si cantase, sino como si se gritase de lejos.
El sonido debe ser uniforme y sostenido, tiene que mantenerse en el
mismo tono y la misma intensidad al principio, en el medio y en el fin.
Hay que detenerse antes de quedar completamente sin aliento, porque
siempre debe quedar una pequeña reserva de aire en los pulmones antes de
terminar de emitir el sonido. Tome un pequeño descanso y repita tres o
cuatro veces; al comienzo no conviene hacerlo más. Este sonido
contribuye a despejar el cerebro, los ojos, la nariz y los oídos, a la
vez genera una agradable sensación de alegría y placer.
Las otras vocales:
También el sonido del resto de las vocales ejerce un efecto determinado
en distintas partes de nuestro cuerpo:
La “i” (como en “bahía”) es un sonido que vibra en la cabeza y afecta la
pituitaria y la glándula pineal, el cerebro y todos los órganos que
están situados bajo el cráneo.
La “e” (como en “ese”) afecta a la garganta, la laringe, tráquea y las
glándulas tiroides y paratiroides.
La “a” (como en “ala”) influye benéficamente sobre la parte superior del
pulmón.
La “o” (como en “sólo”) hace vibrar la parte inferior del pulmón,
corazón, hígado y el estómago.
La “u” influye en los órganos urogenitales.
Las vocales no son usadas en orden, sino según la zona que se quiere
hacer vibrar; se usan para limpiar los distintos conductos. Los yoguis
sostienen que, si hacemos que nuestra naturaleza funcione sin
obstáculos, nuestros cuerpos estarán más limpios, más sanos.
Bhakti Yoga
Buscando a Dios a través del amor.
El Bhakti Yoga es una verdadera y sincera búsqueda del Señor; un camino
que comienza, continúa y acaba en el amor.
En su intento por explicar la esencia del Bhakti, el pensador hindú
Nárada nos dice: “Bhakti es un amor intenso por Dios. Cuando un hombre
lo alcanza, ama a todos los seres y no odia a ninguno; queda satisfecho
para siempre. Este amor no puede ser reducido a ningún beneficio
terrenal, porque mientras perduran los deseos mundanales, esta clase de
amor no llega. El bhakti encierra en sí su propia fruición, sus propios
medios y su propio fin”.
Ventajas y desventajas del bhakti
La gran ventaja del bhakti esta dada en que constituye el camino más
fácil y natural para alcanzar el gran fin divino que nos proponemos. Su
desventaja está en que, en sus formas inferiores, frecuentemente genera
un fanatismo equivocado.
Esta exclusiva adhesión a un objeto amado (nishtha), sin la cual ningún
amor verdadero puede desarrollarse, es también la causa de rechazos. Las
mentes perturbadas, en todo grupo o en toda religión, no tienen más que
una manera de amar su propio ideal. Esto explica el motivo por el cual
un hombre que está tan unido a su ideal de Dios se vuelve un ser ciego y
sordo a otras realidades.
El fanático pierde el poder de razonar. Las consideraciones personales
son de un interés tan absorbente que no le importa lo que otro hombre
dice sino que particularmente quiere saber quién lo ha dicho. El mismo
hombre que es bueno, honesto y afectuoso para los que comparten su
opinión, no vacilará en cometer los actos más viles contra quienes son
ajenos al grupo de su hermandad religiosa.
El más intenso amor a Dios
Cuando el bhakti ha pasado a una etapa superior llamada suprema, su alma
está tan cerca de Dios y plena de amor que ya no puede convertirse en
un instrumento para la difusión del odio.
Para volar, un pájaro necesita tres cosas: las dos alas y la cola como
timón. El jñana (conocimiento) es una de las alas; el bhakti (amor) es
la otra y el Yoga es el timón que mantiene el equilibrio. Los que no
pueden seguir estas tres formas de adoración juntas y que, por eso
siguen el bhakti como único sendero, siempre deben recordar que las
formas y las ceremonias -absolutamente necesarias para el desarrollo del
alma- no tienen otro valor que el de conducirnos a ese estado en el
cual sentimos el más intenso amor por Dios.
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