MÚSICO Y ACUPUNTOR FABIENMAMAN
"La música puede sanar células enfermas"
Tengo 63 años. Nací en Niza y vivo en la ciudad universitaria más
avanzada de EE.UU., Butler. Estoy casado y tengo un hijo de 3 años. Soy
músico profesional y licenciado en acupuntura. La izquierda y la derecha
son la misma mafia. Creo en la energía y en la inteligencia cósmica. He
dado un curso en el Cosmobiotical Institute
IMA SANCHÍS - 09/06/2005
Usted tenía un quinteto...
-¡Qué época! Actuamos en el Carnegie Hall, la Filarmónica de Berlín, el
Olympia de París, la Ópera de Tokio... Fue precisamente por un incidente
en Japón como descubrí la acupuntura.
-¿Qué pasó?
-El avión llegó con mucho retraso, faltaban pocas horas para salir a
escena y todos los músicos estaban agotados. Se me ocurrió buscar un
acupuntor para que nos tratara.
-¿Y?
-Me cambió la vida. En 20 minutos estábamos todos en forma e hicimos un
concierto extraordinario, así que decidí aprender acupuntura para tratar
a mis músicos. Creía que con un cursillo de un mes el tema estaba
listo, pero invertí media vida.
-Es estupendo entusiasmarse.
-Lo es. Yo me entusiasmé tanto que tras siete años de estudio con Boris
de Bardo, fundador del College of Naturopathy and Acupunture, y una vez
licenciado en acupuntura, en 1978, me fui a seguir estudiando con Sensei
Nakazono, el maestro que dio a conocer en Occidente la ciencia del
sonido puro. Diez años más tarde fundé la Academia del Sonido, Color y
Movimiento.
-¿Qué enseña?
-Enseño e investigo el poder de la música en el cuerpo. El diapasón es
una herramienta muy efectiva en el diagnóstico y tratamiento de
enfermedades.
-¿Cómo actúa?
-Los diapasones actúan como las agujas de acupuntura.Através del punto
de acupuntura las vibraciones llegan por el meridiano hasta el órgano,
igual que la aguja, pero más rápido y con mucha más potencia.
-¿Cuáles han sido sus investigaciones?
-Aparte de 20 años de experiencia con pacientes, he realizado un trabajo
de investigación con Hélène Grimal, bióloga del centro de investigación
de la Universidad de Jussieu de París. Durante un año estuvimos
estudiando el efecto del sonido en las células humanas. Hemos
fotografiado los cambios celulares que se producen bajo la influencia
del sonido, de todas las notas, formas musicales e instrumentos. Fíjese
en esto.
-¿Qué es?
-Una serie de fotografías de células cancerígenas, las que afectan a la
matriz. Al ser sometidas a disonancias se destruyen.
-¿Todo es una cuestión de energía?
-Sí, la vibración sonora crea un campo de energía. Pero no es algo nuevo
o extraño. Los teléfonos móviles funcionan a base de campos de energía.
Esos campos se crean a través de los satélites. En Francia mi teléfono
funciona, pero cuando voy a Estados Unidos no lo hace a no ser que
cambie de campo de energía, es decir, de satélite. Esos campos de
energía son invisibles, son lo que llamamos la energía etérica.
-Entonces, ¿la música nos transforma?
-Sí, la vibración de la música entra dentro de ti y te transforma igual
que lo hace el Sol. De hecho, la distancia entre la Tierra y cualquier
planeta de esta u otra galaxia se mide en distancias armónicas.
-¿...?
-La distancia armónica se obtiene con un radar que capta la vibración
sonora entre, por ejemplo, la Tierra y la Luna. Cuando hacemos música
con instrumentos acústicos esta energía viva produce armónicos y esos
armónicos comunican con todas las frecuencias y todo el universo.
-¿Los armónicos afectan a nuestra vida cotidiana?
-Influyen sobre la materia, los vegetales, animales y minerales: sobre
todo lo vivo. Con un microscopio es fácilmente visible: según la
vibración que emites, las células cambian de forma y de color.
-¿Mejor cuidar lo que escuchas?
-Si escuchamos la música adecuada en el tono adecuado a las estaciones
nos sentimos mucho más saludables psíquica y físicamente. Ahora, en
primavera, le recomiendo la tonalidad de la; por ejemplo, el concierto
de Mozart en La Mayor. En verano, do -Concierto para piano y orquesta en
do de Beethoven-. Para otoño, sol; y para invierno, re.
-¿Y los instrumentos?
-En primavera, flauta de madera; en verano, cuerda; en otoño,
metálicos... Si escucha el timbre adecuado y la tonalidad correcta en
cada estación, verá como su vida se armoniza y tiene más energía. Cada
instrumento conecta con un órgano del cuerpo.
-¿Qué efecto tienen los tambores?
-Están vinculados con los riñones, los refuerzan. Las cuerdas, violines y
guitarras fortalecen el corazón. Todo lo que es metálico estimula los
pulmones. Las flautas de madera son buenas para el hígado. Le propongo
un sencillo experimento.
-Usted dirá.
-Vaya a un concierto, cierre los ojos y observe por ejemplo dónde siente
los tambores, verá claramente que los siente en los riñones. Cuando
oiga el chelo percibirá como el corazón se armoniza, y cuando oiga
instrumentos metálicos o de viento observará que sus pulmones se
ensanchan.
-¿Y cuál es el efecto de la música enlatada?
-Pierde el 50% de los armónicos, que son los que penetran y los que
curan. Escuche música en vivo, cuanta más mejor, porque nutre. Y si
escucha música en casa, evite los instrumentos eléctricos y los
sintetizadores.
-¿Hay música poco saludable?
-La música electrónica o demasiado alta desorganiza el campo energético.
Fíjese que los adolescentes cuando salen de las discotecas están
pálidos y algo desorientados. Su campo magnético permanecerá alterado
durante varias horas.
http://www.lavanguardia.es/web/20050609/51186717472.html
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