Su presentación fue diferente. Llegó una información sobre un cristal y sus características. Faltaba el nombre, ni idea de que mineral se trataba, por la intensidad pensábamos que estaba en casa. Resultó ser la Atacamita, Carmen lo capto al día siguiente. Somos un equipo, estamos muy unidos, no importa por donde recibamos la información, somos Uno, la experiencia de uno de nosotros, siempre es de los dos.

Dejó claro que su misión es ayudarnos a “dejar ir el control”, aprender el proceso de manera natural en la propia vida, en el día a día. No es fácil, al ego puede darle un ataque de pánico, que sentiréis vosotros como propio aunque no lo sea. Después intentara intelectualizar un proceso que escapa a su capacidad, creara el método para conseguirlo, es su juego y la trampa, volvemos al punto de origen sin haber avanzado un solo paso, seguiremos intentando limitar la experiencia. Tal vez incluso nos cuelgue alguna medalla y nos haga sentir muy importantes, otra de sus trampas.

En la percepción lineal, el ego necesita sentir que tiene la situación controlada, lo consigue limitando el campo de experiencias a lo conocido y previsible que aporta una aparente sensación de seguridad, no es más que un sueño. Nuestra auténtica realidad es Divina, sin límites, somos seres dinámicos y creativos en expansión, experimentando continuamente. La atacamita siempre nos lo recuerda. Al romperse esos esquemas por cualquier imprevisto, salta en pedazos esa confianza que necesitamos al tener una visión tan restrictiva. Nos sentimos perdido y confundido. Cuando mayor es la necesidad de controlar, más fácil es que suceda todo lo contrario. Puede verse como un castigo, en realidad es todo lo contrario, una bendición que permite ir más allá. Así es como ha funcionado por miles de años. Es un proceso cíclico, al adaptarse suceder de nuevo, es una espiral. Es hora ya de olvidar el crecimiento con dolor, dejar atrás lecciones aprendidas con sufrimiento. No tienen sentido en el nuevo paradigma. Este cristal de un verde exuberante, nos enseñara que es posible crecer disfrutando yen plenitud. Con su hermana, la eritrita (el cristal de la pasión), nos enseñarán a confiar y fortalecer el vínculo con el Ser Crístico. Lo haremos todo con alegría, amor y creatividad, estando ya en su mundo, sin dejar el plano físico.

Si deseamos hablarle de tu a tu, despertar del sueño, es necesario funcionar con él, dejarle conscientemente el mando. Fluir con la vida, confiar en nuestros sentidos multidimensionales. Estar dispuestos a hacer algo porque así lo sentimos, tal vez sin comprenderlo. Siguiendo la sutil voz interior. Aprender a escucharla. En otras palabras confianza total y absoluta, es un proceso vivo, personal sin normas. Es como le damos permiso para manifestarse y permitimos que la magia llene nuestra vida, las sincronicidades nos guían. Una explosión de alegría y felicidad expansiva nos llena, nace una nueva comprensión a partir de una experiencia, no de una idea. La atacamita es el cristal de la confianza absoluta.

Mineral de origen secundario producto de la oxidación superficial de los depósitos de cobre en climas desérticos y ambiente salino, igualmente puede producirse como resultado de sublimación en las exhalaciones volcánicas. Debe su nombre al desierto de Atacama donde se descubrió por primera vez. Su formula es: Cu2Cl(OH)3 Contiene 14.82% de Cobre, 56.01% de oxido de cobre, 16.55% de Cloro y 12.69% de Agua.Los yacimientos más importantes son los de la región de Atacama en Chile y los de Burra-Burra Australia.

Con Amor.

Carlos y Carmen
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