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De: Sierva-fiel (Mensaje original) |
Enviado: 20/09/2012 16:28 |
IGLESIA DE JESUCRISTO - NUESTRAS CREENCIAS
EL EVANGELIO VERDADERO ¿DÓNDE ESTÁ?...
(Páginas de un cristiano)
La verdadera Ley de Dios ¿dónde está?...
¿En las cartas atribuidas a Pablo?..., ¿en los mandamientos del Antiguo Testamento?..., ¿o en el Evangelio?... La verdadera Ley de Dios está en el Evangelio
¿QUÉ NOS MANDÓ PREDICAR JESUCRISTO COMO LEY DE DIOS?: ¿LAS CARTAS ATRIBUIDAS A PABLO, que justifican la esclavitud y la espada de los poderosos?... ¿LAS LEYES DEL VIEJO TESTAMENTO que mandan penas de muerte, esclavitud, guerras y genocidios?... ¿O EL EVANGELIO de amor, misericordia y perdón que nos predicó Jesucristo?... Jesucristo nos mandó predicar el Evangelio.
Después de tantos años de que Nuestro Señor Jesucristo nos predicó el Evangelio y después de que han aparecido tantas religiones predicando cada una sus leyes y sus interpretaciones sobre el Evangelio según sus intereses, los cristianos necesitamos volver al Evangelio y examinarlo de nuevo para volver a saber cuál es la verdadera Ley de Dios. Para esta labor tan necesaria necesitamos la ayuda de Jesucristo, y en estos momentos es cuando más debemos recordar las palabras del Señor, que así nos dicen:
"Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá". (Mateo 7:7-8)
"Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén". (Mateo 6:9-13)
CUANDO ERA NIÑO TUVE UNA MANIFESTACIÓN DEL AMOR DE DIOS
"Una vez cumplida la enseñanza religiosa dedicada a la Primera Comunión de los niños, el día de la celebración llegó y todos asistimos al templo. Recuerdo que estaba muy tranquilo dentro de la emoción de aquel momento..., pero después ocurrió algo que yo recordaría toda mi vida..., pues, mientras se cumplía la ceremonia religiosa, se cumplió también en mí una manifestación a la que yo llamo "manifestación del amor de Dios". Aquello para mí fue un milagro.
Lo primero que comencé a sentir fue un gran gozo en todo mi cuerpo, luego sentí como si Dios me elevara por encima de todos los presentes en aquel templo... Era una sensación de felicidad que nunca pude ni puedo explicar perfectamente. Era como si Dios me abrazara y me llevara en sus manos volando hasta el cielo. En todo mi cuerpo sentí una sensación de placer como nunca antes había sentido. Entonces, yo no me podía explicar aquel gozo ni aquel momento espiritual en el que me sentía tan cerca de Dios. Era como salir de este mundo y encontrarme de pronto en el cielo después de recibir un cuerpo nuevo gozando las delicias más intensas que nunca antes había conocido...
La misa continuó, y yo, maravillado con lo que me estaba sucediendo, sólo pude recibir aquellas experiencias sin capacidad para pensar profundamente en todo lo que estaba ocurriendo a mi alrededor. En los actos que vinieron después, me dejé llevar haciendo las cosas que hacían los demás y pensando, maravillado, qué es lo que me había sucedido y qué era lo que me estaba sucediendo...
Quiero recordar que, cuando ocurrieron estas cosas, yo tenía unos nueve años. Me sentía un hombrecito... Y después de estas experiencias tan maravillosas volví a mi vida normal en la familia, pero todo lo ocurrido aquel día siempre lo he guardado con mucho cariño y respeto en mi corazón".
Los años pasaron y en el transcurso de mi vida siempre me he sentido acompañado por Jesucristo. Él me ha manifestado muchas cosas y algunas de ellas quiero recordarlas para vosotros con todo mi amor en este libro..., para que los que leáis este libro, no os sintáis solos y sintáis en vuestras almas que Jesucristo nos está mirando desde el cielo y nos ama.
Que Dios os bendiga y os llene de amor.
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CONOCIENDO EL AMOR... LA DESIGUALDAD Y LA FALTA DE AYUDA ENTRE LOS CRISTIANOS
El tiempo había pasado... Viví las cosas de niño que Dios quiso, y luego las cosas de joven. A los diecisiete años conocí el amor de una joven, amor que no pude disfrutar ni vivir por causa de la desigualdad y la pobreza que yo vivía y por la dureza de corazón de aquellos familiares que nos rodeaban, cosas que me separaron de ella, lo cuál me dejó muy entristecido, fue una gran pasión que nunca he olvidado. Satanás intentó derrumbarme por aquel amor que no pude vivir, pero Dios me mantuvo en pie y seguí adelante en mi camino.
Destrozado mi corazón por aquel amor que no pude vivir, busqué el sentido de las cosas... Me refugié en las enseñanzas de Jesucristo que me habían sido enseñadas... y enseguida encontré en las palabras de Jesucristo el consuelo para mis tristes recuerdos. Dios lo tenía todo en su mano y algún día yo volvería a encontrar a mi amor. Dios la guardaría para mí y haría que nos volviéramos a ver... Quizás en este mundo..., quizás en el Paraíso... Dios haría que nos volviéramos a encontrar...
Desde muy joven, pasé una gran parte de mi vida buscando el verdadero Camino de Dios y la verdadera religión. Esto me dio fuerzas para seguir adelante. Mi alma había sufrido muchas experiencias amargas por el amor que no pude vivir y por la falsedad de la mayoría de los hombres... El sistema de vida que los poderosos imponían a los humildes a veces se hacía insoportable. Mi alma sufría mucho por todas estas experiencias tan amargas. En este mundo muy pocos buscaban realmente el ayudar a los demás..., muy pocos buscaban el amor que obra por la misericordia. Dios me había ido haciendo sentir estas cosas en el transcurso de mi vida..., y luego, cuando Dios quiso, recibí las visiones en sueños que me harían comprender todo lo que yo había ido viviendo y otras cosas más que necesitaba comprender:
El mundo no seguía el verdadero Camino de Jesucristo, que era el Amor que obra por la Misericordia. Yo iba sintiendo más profundamente cada día que Dios me estaba llamando para que predicara su amor y su enseñanza del Evangelio. Y así, arrebatado por esta inspiración, escribí libros y, como podía y a quien podía, le entregaba mis libros y también, a quien podía, le comunicaba mis experiencias espirituales. Yo quería encontrar amigos, quería encontrar la verdadera Iglesia de Jesucristo. Y en esta búsqueda y en esta predicación pasé varios años de mi vida.
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PRIMERA MANIFESTACIÓN DEL SEÑOR
Cerca de los 36 años, en una visión en sueños se me manifestó el Señor. Me encontraba yo en un pueblecito de la sierra de Ávila (España), con mi familia, y de noche, en un sueño, se me manifestó El Señor:
"Iba El Señor acompañado de algunos amigos. Estaban delante de un Palacio. El Señor tenía el aspecto de un hombre bueno, y se acercó a mí y puso sus manos sobre mis hombros. Y aunque no le oí hablar, sentí que me decía Su Espíritu en mi alma, que me amaba mucho, que era mi amigo y que le agradaba mucho mi buena voluntad. Me sentí bendecido por Él.
Yo en aquel momento no pensaba quién podía ser aquel hombre, pero sentía que era alguien muy importante. Y más adelante, en el transcurso de aquella visión en el sueño, se me descubrió que era el Señor.
Con aquel gesto, sentí que aquel Hombre me animaba a que siguiera adelante, y a que esperara un poco más, pues me hizo sentir que en aquellos momentos yo no podía ir con ellos a donde ellos iban sino que tenía que seguir en este mundo, recordándole como un amigo. Después de despedirse de mí con mucho cariño, como un Padre Bondadoso, entró con sus amigos al Palacio y cerraron la puerta. Seguidamente, un ruido de muchas voces me hizo volverme a mirar lo que ocurría, y vi a mucha gente que parecía haberse vuelto loca. Yo miré por un momento el horizonte y sentí que allí estaba toda la gente del mundo. ¿Cómo había llegado el mundo a tal confusión que les movía a odiar tanto a Jesucristo?... Venían con pancartas y todos unidos en una manifestación contra El Señor, llenos de odio y de rabia. Entre el camino por donde ellos venían y el Palacio, había un puente que era donde yo estaba. Enseguida se llenó el puente de gente, y llegaron hasta el Palacio, con deseo de tirar la puerta abajo y agredir Al Señor y a sus amigos. Pero la puerta del Palacio no se abría. Y como cada vez se acercaba más gente, llegó un momento en que me empujaban contra uno de los muros de piedra del puente, que estaba a mi espalda. ¡Cuando vi que me presionaban mucho y que podían fijarse en mí, sentí temor!... Entonces algo me hizo mirar a mi espalda, donde había un puente paralelo al puente en el que yo me encontraba, separado de éste por un abismo.
Por aquel puente caminaban, en dirección contraria a la de la manifestación, aquel Hombre y sus amigos. Y entonces descubrí que aquel Hombre era Nuestro Señor Jesucristo..., por su ropa, por su aspecto y porque lo sentía yo así en mi alma. Dos de los amigos del Señor que le acompañaban, saltaron al puente donde yo estaba, y empezó una gran batalla entre aquellos dos amigos del Señor y todos aquellos que me rodeaban y me presionaban... Luego, ya no recuerdo más"...
INTERPRETACIÓN DEL SUEÑO
Cuando desperté, emocionado por la visión del sueño, interpreté que El Señor me quería decir que le agradaba que yo transmitiera a mis amigos el sentimiento que Dios había derramado sobre mí con esta visión: que el mundo haría guerra contra Jesucristo con odio y con rabia..., y que le harían la guerra más intensamente en este tiempo que vivimos. Desde entonces, comencé a estudiar las doctrinas de las más conocidas religiones llamadas cristianas. Todas las religiones que conocí estaban centradas en los intereses del mundo, en los deseos del poder y las cosas materiales: no seguían un camino verdaderamente espiritual basado únicamente en las enseñanzas piadosas y sencillas de Jesucristo; ¡adoraban otras enseñanzas religiosas!... Y todas estas experiencias me dieron la respuesta de lo que significaba toda aquella manifestación contra el Señor, la cuál arrastraba a todo el mundo según los sentimientos que tuve en aquella visión.
Después de esta visión y de la interpretación, todo lo había dejado apuntado en mis libros y, sobre todo, en mis recuerdos y en mi corazón. Y, poco a poco, mientras estudiaba las cosas del mundo y sus religiones, la visión de la sencilla interpretación del sueño que hice al principio, se iba agrandando en mi alma dando respuestas a todas las experiencias que Dios, poco a poco, me iba haciendo sentir sobre las religiones y la verdadera Ley de Dios.
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ESTUDIANDO LAS ESCRITURAS ENCONTRÉ MÁS RESPUESTAS PARA SEGUIR INTERPRETANDO LA VISIÓN DEL SUEÑO
LOS LIBROS RELIGIOSOS... ¿SON TODOS PALABRA DE DIOS Y LEY DE DIOS?....
Son muchas las religiones y las sectas que ha habido en el mundo. Muchas de ellas han desaparecido ya y otras se mantienen desde antiguo. También van apareciendo otros movimientos religiosos cada día..., y no todos están de acuerdo en cuanto a los libros religiosos que hay que respetar. Por ejemplo, los judíos no aceptan el Evangelio, y las religiones y sectas que se llaman "cristianas" no están de acuerdo con ellos. Dentro de las religiones y sectas "cristianas", que son muchas, también hay diferencias..., pues unas religiones no aceptan todos los libros religiosos que otras imponen..., y en cuanto a las interpretaciones religiosas, pasa igual, pues hay muchas interpretaciones diferentes y los hombres y mujeres de buena voluntad a veces se pasan buena parte de su vida tratando de encontrar la verdadera religión o la verdadera Iglesia de Jesucristo. Luego están las religiones del oriente, mahometanos, hinduistas, budistas y otros, que tienen sus propias escrituras y sus propias creencias... El mundo religioso está en guerra..., unos quieren dominar sobre los otros, pero en el mundo no se encuentra ninguna religión que sea fiel al Evangelio. La Ley del amor que obra por la misericordia, que es la Ley de Jesucristo, desde antiguo ha sido desechada por el mundo. Ya en tiempos de los profetas antes de Jesucristo estos nos dicen que la Ley de Dios, que es la Ley de Jesucristo, fue cambiada. Así decían los profetas:
"Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado" (Isaías 29,13).
El profeta Jeremías, con amargura, también dice lo siguiente:
"Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas. Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron consternados; he aquí que aborrecieron la palabra de Yavé; ¿y qué sabiduría tienen?" (Jeremías 8:7-9).
Esto es lo que declararon los profetas antes de Jesucristo: que los escribas y sacerdotes habían cambiado la Ley de Dios y habían impuesto al pueblo preceptos de hombres. Y Jesucristo, recordando las palabras de Isaías, así dijo también a los religiosos de su tiempo:
"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres". (Mateo 15,7-9).
Esto es lo que había ocurrido con las escrituras y con la Ley de Dios antes de Jesucristo. Por eso, Jesucristo, cuando vino al mundo, abolió aquellas viejas leyes de muerte y de esclavitud que tenían el pueblo judío y otros pueblos porque no eran verdadera Ley de Dios..., y, como verdadera Ley de Dios, nos dejó la Ley de la misericordia, la igualdad y el perdón, que es la Ley del Evangelio. Pero, ¿qué pasó después de Jesucristo?...
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LOS HOMBRES, DESPUÉS DE JESUCRISTO, DESPRECIARON LA LEY DEL EVANGELIO Y SE VOLVIERON DE NUEVO A LAS LEYES DEL VIEJO TESTAMENTO...
Las religiones volvieron a llamar "palabra de Dios" a todas las leyes del viejo testamento que Jesucristo había abolido porque les interesaba hacer creer que Jesucristo vino a cumplir con todas las leyes del viejo testamento..., y es que muchas de esas leyes justificaban las guerras, matar a las personas y también esclavizarlas..., leyes muy interesantes para los poderosos dictadores que siempre han aspirado a vivir como "dioses" en el mundo. Estas religiones, en sus concilios del siglo IV y siguientes, dictaminaron que todas las leyes del viejo testamento eran Ley de Dios; no quieren ni oír hablar de que la verdadera Ley de Dios es la Ley de Jesucristo; tampoco quieren interpretar que Jesucristo vino a dar su vida por nosotros para enseñarnos la verdadera Ley de Dios...; pues muchos de estos religiosos dicen que la Ley de Dios ya estaba dada (las leyes del viejo testamento) y que Jesucristo solamente vino a cumplir con aquellas leyes...; no quieren aceptar lo que ven escrito en algunas partes de sus propios libros religiosos, esto es, que Jesucristo vino a enseñarnos la verdadera Ley de Dios que el pueblo judío ya no conocía porque desde tiempos antiguos los escribas habían cambiado la Ley de Dios por los preceptos de muerte y esclavitud que imponían los hombres codiciosos del mundo.
Jesucristo había abolido muchas leyes del viejo testamento, y los primeros cristianos sólo vivían la misericordia, el perdón y el reparto de los bienes. Todo esto era delicioso para los hombres y mujeres de buena voluntad que vivían perseguidos y en la pobreza... Pero los hombres del mundo que no tenían buena voluntad ni vivían perseguidos ni en la pobreza, no querían el Evangelio de la misericordia y la igualdad que había predicado Jesucristo. Muchos hombres codiciosos y dictadores no amaban el Evangelio de Jesucristo. Se hacían pasar por cristianos..., pero no amaban el Evangelio. Y así, estos hombres, cuando tomaron el poder sobre los pueblos cristianos, volvieron a imponer, como si fueran ley de Dios, aquellas viejas leyes de muerte, de desigualdad y de esclavitud, que Jesucristo había abolido con su amor y con su dolor..., muerte terrible que tuvo que sufrir por causa de aquel odio tan grande que guardaban en su corazón los hombres que le crucificaron.
LOS DIEZ MANDAMIENTOS: UN MANDAMIENTO DE ESCLAVITUD ABOLIDO POR JESUCRISTO Y QUE LOS PODEROSOS DICTADORES VOLVIERON A IMPONER COMO "LEY DE DIOS"
¿EL DÉCIMO MANDAMIENTO JUDÍO... O EL MANDAMIENTO DE JESUCRISTO?
Unas personas dicen que no creen que la biblia sea palabra de Dios, otras dicen que ni siquiera creen en Dios. Por el contrario, otras dicen que en las biblias todo es palabra de Dios... Nosotros creemos que en las biblias se encuentra la palabra de Dios pero que no todas sus leyes son palabra de Dios. Veamos un ejemplo. Así nos dice el décimo mandamiento de la ley del viejo testamento:
"No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo". (Exodo 20,17).
¿Mi prójimo puede tener a mis hermanos de esclavos?... ¿Puede tener Esclavas?... El Señor nos enseña que nuestro prójimo es el que nos hace bien, a mi no me hace bien que mi prójimo me tenga a mi o a mis hermanos de esclavos...
Cuando el joven rico le pregunta a Jesucristo sobre los mandamientos que debe cumplir para hallar la vida eterna, el Señor le entrega los mandamientos, pero no le manda el décimo mandamiento judío sino que le manda algo diferente. El Evangelio así nos dice:
"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme". (Mateo 19:16-21).
Jesucristo al joven rico le da la Ley formulada en mandamientos. Pero no le da el décimo mandamiento de la ley judía... ¿Por qué?... El joven rico en este caso tan importante le está pidiendo al Señor que le entregue los mandamientos que debe cumplir para hallar la vida eterna, y Jesucristo no le entrega el décimo mandamiento, pero sí le entrega un mandamiento que el joven rico no conocía: "vende todo lo que tienes y dalo a los pobres". Este mandamiento que le entrega Jesucristo al joven rico no estaba contenido en los diez mandamientos del viejo testamento.
El mandamiento (vender todo lo que se tiene y darlo a los pobres) nunca lo quisieron cumplir muchos judíos, ni tampoco muchos judaizantes desde que se conoció El Evangelio. Por este motivo, muchos religiosos apegados a las riquezas del mundo siempre prefieren los mandamientos de esclavitud del viejo testamento, antes que los mandamientos de amor, igualdad y libertad que nos entrega Jesucristo..., porque el mandamiento cristiano dice que hay que repartir todo entre los pobres, y el décimo mandamiento judío dice todo lo contrario: que no se deseen las propiedades, los bienes y los esclavos de los que tienen mucho y que no se desee nada de lo que ellos tienen aunque ellos tengan mucho y tengan a sus prójimos de esclavos.
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EL DÉCIMO MANDAMIENTO DEL VIEJO TESTAMENTO
"No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo". (Exodo 20,17).
Según este mandamiento judío, ¿yo no debo desear nada de mi prójimo aunque yo no tenga nada, y mi prójimo sí puede desear todo lo que tienen sus prójimos, y hasta su vida, teniéndolos como esclavos?... Esto es una gran contradicción que nos hace reflexionar muy profundamente sobre las leyes del viejo testamento. Este mandamiento es una contradicción en si mismo y no guarda relación con la Ley que nos enseña Jesucristo en el Evangelio.
Si yo no debo desear nada que pertenece a mi prójimo (como dice el décimo mandamiento del viejo testamento), entonces mi prójimo tampoco debe desear tener a su prójimo de esclavo, porque la libertad es un gran tesoro que pertenece a cada hombre, entonces le quitamos un gran tesoro.
Cada hombre debe repartir con igualdad todo lo que tiene con sus prójimos para que todos vivan con más alegría y nadie se haga más grande que nadie y para que nadie viva a costa de la esclavitud de los demás..., para que así se cumpla lo que nos dice el mandamiento: "Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo".
¿Cómo voy a amar a mi prójimo como a mí mismo si yo no reparto con él todo lo que tengo para que él viva como yo vivo?... Si mi prójimo es como si fuera yo mismo, mi prójimo debe disfrutar de la libertad que yo disfruto, del respeto que a mí se me tiene..., y también debe gozar de todo lo que yo quiero gozar.
Si yo debo amar a mi prójimo como a mí mismo, entonces no lo puedo tener como un esclavo. Así que el décimo mandamiento del viejo testamento contradice lo que Jesucristo nos manda que practiquemos: el amor y la igualdad... Después de Jesucristo, los dictadores poderosos y codiciosos fueron los que impusieron este precepto cruel e imperfecto en sus biblias como si fuera Ley de Dios. Desde el siglo IV (emperador Constantino y sus sucesores) y durante toda la Edad Media, los poderosos dictadores, justificándose en las leyes del viejo testamento que ellos impusieron, se hicieron dueños "de almas" y tierras..., y el terror que invadió a toda la tierra llegó a ser incluso aún más grande que el sistema de terror que habían vivido los judíos antes de Jesucristo. Los hombres abandonaron la misericordiosa Ley de Jesucristo y dejaron el Evangelio ahogado y desplazado entre un montón de libros del viejo testamento llamados "biblias".
Ahora quiero volver a recordar la "visión del sueño en la que yo había visto a Jesucristo y que me mostraba que el mundo entero estaba haciendo guerra contra Jesucristo con odio y con rabia"...
PROFECÍAS DE JESUCRISTO EN RELACIÓN CON LA VISIÓN DEL SUEÑO
"Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán. Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos; y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin". (Mateo24:3-44).
Y éste fue uno de los milagros que hizo Jesucristo también: "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo", pues a pesar de tantos años de infiernos, guerras y confusión que ha vivido el mundo por la codicia de riquezas y poder de muchos, el Evangelio aún está en el mundo, y todo hombre y mujer de buena voluntad puede inclinarse y beber del agua de la vida que dimana de las Palabras de Jesucristo.
Después de estos estudios, comprendí más ampliamente la visión del sueño en la que yo había visto a Jesucristo y que me mostraba que el mundo entero estaba haciendo guerra contra Jesucristo con odio y con rabia... Los hombres codiciosos de poder y riquezas habían abandonado el camino de la igualdad y la misericordia que nos enseña el Evangelio e impusieron de nuevo y de diferentes formas las leyes del viejo testamento que Jesucristo había abolido.
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La misericordia y el perdón es lo que Dios quiere.
" todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
"Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete." (Mateo 18:21)
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. (Mateo 5)
Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes. (Mateo 12)
"Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, de ningún modo entraréis en el reino de los cielos". (Mateo 5:20)
La justicia en la que se basaban los escribas y fariseos era las leyes del viejo testamento, y nosotros los cristianos debemos alcanzar una justicia mayor si queremos entrar en el reino de los cielos.
Los judíos tenían la costumbre de aplicar la ley del Talión en sus juicios (ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura..., etc.), y así lo dejan escrito en las leyes del viejo testamento (Éxodo 21,24-25), pero esta ley faltaba a la misericordia y no contemplaba tampoco el perdón que debemos a los hermanos... El Señor deja abolida la ley del Talión. Jesucristo asi nos dice:
Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses.
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. (Mateo 5:21-48).
La misericordia y el perdón es lo que Dios quiere.
" todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12)
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Dios mandó desde el principio y luego en tiempos de Moisés: "NO MATARÁS". Pero la Ley de Dios fue después cambiada por los escribas, y por eso en el viejo testamento hay escritos muchos mandamientos de penas de muerte, guerras, genocidios, esclavitud y sacrificios. Todos esos mandamientos que son contrarios a la misericordia que Jesucristo nos enseña en el Evangelio, sólo son preceptos de hombres.
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Así es. Dios no había ordenado a los hombres hacer daño ni matar a las personas. Dios mandó desde siempre y para siempre que los hombres tuvieran misericordia con todos:
Mateo 12:7 si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes Proverbios 3:1-4 3:1 Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; 3:2 Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán. 3:3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Atalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; 3:4 Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres. Oseas 6:6 Porque misericordia quiero, y no sacrificio
A continuación, recuerdo tu precioso cántico de amor a Jesucristo:
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CÁNTICO DE AMOR A JESUCRISTO...
La misericordia predicada por Jesucristo aún va sujetando los pilares del mundo... El día que desaparezca totalmente la noción de la misericordia predicada por Jesucristo, el mundo arderá sin necesidad de que nadie le prenda fuego.
Por supuesto que en el mundo hay muchas religiones falsas que no siguen los mandamientos misericordiosos de Jesucristo. Religiones hay muchas, pero son muy pocas personas las que siguen el camino de la misericordia.
Cada religión predica el Evangelio según sus intereses, pero las personas de buena voluntad sólo siguen el camino de la misericordia. Religiones puede haber muchas, pero Evangelio sólo hay uno. Y el Evangelio siempre está mandando a los hombres que sigan el camino de la misericordia.
Jesucristo es lo más hermoso que ha conocido la humanidad. No desaprovechemos la oportunidad que tenemos de ser amigos de Jesucristo, pues Jesucristo es nuestra única esperanza. Sus palabras son palabras de vida y te alegran el corazón. Y Él dio su vida y se dejó crucificar para que sus Palabras llegaran hasta nosotros. Es hermoso pensar que Jesucristo está ahí viendo lo que haces, oyendo lo que dices y leyendo lo que escribes. Él es nuestra única esperanza.
Fueron muchos los que vieron a Jesucristo morir y fueron muchos los que le vieron resucitado, y entonces comprendieron que Jesucristo era Dios. Y aquellos que vivieron aquellas cosas las dejaron escritas para que ahora nosotros tengamos esperanza.
Fe, nadie tiene fe, pero la esperanza es lo único que una persona inteligente debe guardar mientras no le falte el aliento..., porque si Jesucristo no existiera, ¿dónde está el sentido de las cosas?..., ¿dónde está el principio y el fin de la Creación?... Aunque no tengamos fe, si tenemos esperanza, todo vive. Pero si perdemos también la esperanza, todo se convierte en muerte y sin sentido.
Las Palabras de Jesucristo son Palabras de Justicia y de misericordia, y promesas de vida eterna. Y yo las tomé como mi esposa amada, y esperaré que Jesucristo vuelva, mi Esposo amado, y yo me sentiré como su virgen querida esperándole..., esperando a mi locura de amor en el desierto, esperándole..., sentado a la puerta de mi casa, mirando al horizonte por encima de las montañas... ¡¡Qué hermoso es que cuando el Esposo vuelva, desesperado Él mire a la puerta de su casa y ¡¡qué alegría¡¡..., pues allí estaba esperándole su esposa amada!!...
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De: María Laura3:
Precioso lo que has escrito: Que la esposa esté esperando al Esposo (Jesucristo) con fidelidad y con todo su amor.
Sólo tenemos un Esposo, que es Dios, el Dios Creador de todas las cosas. Y Jesucristo es el Dios Creador de todas las cosas que se hizo carne. Leamos: Juan 1:1 Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. 1:2 El estaba al principio en Dios. 1:3 Todas las cosas fueron hechas por EL, y sin El no se hizo nada de cuanto ha sido hecho. 1:4 En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Juan 1:14 Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.
Gracias Laura por tus palabras de amor a Jesucristo... Que Dios te bendiga.
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Gracias a ti por tus palabras que nos llenan de esperanza, y por el cántico de amor que has escrito en el que expresas tu amor y fidelidad a nuestro Esposo amado, Jesucristo, Dios Creador de todas las cosas que se hizo Hombre y predicó el Evangelio en el que nos enseñó los mandamientos que en verdad había dado Él mismo desde siempre y para siempre.
Que Dios te llene de bendiciones y te libre de todo lo que quiera entristecer tu alma. Está escrito que algún día, cuando venga Jesucristo y nos lleve con Él a su reino, seremos hartos de todo lo que desee nuestra alma.
Ven, Señor Jesús.
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eL APRENDIS entonces me pregunto?
si eso esta pasando de verdad ahora mismo, entonces cuando se
cumpla la profecia ( 1tesalonisenses 4:13-17) que vendra el
cordero por segunda vez , A QUIEN VA RESUCITAR SI YA TODOS
ESTAN GOZANDOSE DE LO LINDO EN EL CIELO CON DIOS ?? ?
PORQUE? TENDRIAN QUE REGRESAR A LA TIERRA PARA VOLVER DE NUEVO
AL CIELO ---------------------------------------
No se quien te ha explicado eso.. está equivocadisimo.
Cuando las personas mueren permanecen dormidas..sólo dormidas hasta que venga el juicio de Dios y se habra el libro de la vida de cada persona..y se vean sus obras..entonces sólo entonces , dependiendo de como se halla portado cada cual...unos resucitarán para la vida y otros Dios decidirá...PUES DIOS QUIERE QUE TODOS LOS HOMBRES SE SALVEN... pero Dios( Jesucristo)...conoce los corazones de cada persona y tendrá que impartir justicia para cada uno.
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