LOS PRIMEROS CRISTIANOS SE SENTÍAN LIBRES DE MUCHOS MANDAMIENTOS DEL VIEJO TESTAMENTO

Hemos visto que los cristianos del primer siglo vivieron una comunidad de bienes donde todo lo tenían en común.

Lo económico parece que está bien definido por el Evangelio, por el libro de los Hechos de los Apóstoles y de otros escritos contemporáneos, como es el caso de la Carta de Bernabé.   Y en cuanto a las leyes del viejo testamento también la carta a los Gálatas nos dice así:

"Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo. Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.

De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído. Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.

Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta persuasión no procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la masa. Yo confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; mas el que os perturba llevará la sentencia, quienquiera que sea.

Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? En tal caso se ha quitado el tropiezo de la cruz. ¡Ojalá se mutilasen los que os perturban! (Gálatas 5:1-12)

Parece ser que los primeros cristianos, al sentirse libres de muchos preceptos del viejo testamento, vivieron una libertad que no vivían los judíos.  Esto, en cuanto a las leyes del viejo testamento.  Y en cuanto a los bienes, todo lo tenían en común según se desprende de los primeros escritos cristianos.

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CRISTIANOS QUE TUVIERON SUS BIENES EN COMÚN  II

CLEMENTE DE ROMA o CLEMENTE ROMANO

Clemente Romano fue uno de los primeros mártires. Sucedió a Pedro después de Lino y anacleto. Según algunas actas, fue desterrado al Quersoneso (actualmente Crimea) y allí continuó predicando. Según una tradición muy antigua fue llevado al martirio bajo el imperio de Trajano; fue arrojado al mar con un áncora al cuello. Escribió la primera carta a los Corintios, en la que dice que Pablo había llegado hasta los límites de Occidente (se entiende por esto, que Pablo Predicó en España).

Textos de "LAS DECRETALES" de Clemente Romano (Siglo I):

"... Máximo será el crecimiento de esta caridad, que ha de ser recibida y tenida, si frecuentemente entre vosotros hacéis comunes vuestros manjares y vuestra mesa, y si todo en lo que cada uno sobresale, con más frecuencia que pan y su sal, lo comunica con sus hermanos. Pues por estas cosas principalmente se adquiere la caridad, y la causa de todo bien consiste en una comunión semejante.

Donde está la paz y la bondad, allí también la salvación. Por lo cual haced comunes vuestros alimentos con los que son vuestros hermanos según Dios, porque por estas acciones temporales mereceréis los gozos eternos por los frutos de la paz y la caridad. Pero con mucha mayor solicitud saciad a los hambrientos, dad de beber a los sedientos, vestid a los desnudos, visitad a los enfermos, ayudad, en cuanto os sea posible, a los que están en la cárcel; recibid a los peregrinos con gran diligencia en vuestras casas. Y para no decir ahora todas las cosas por menudo, la caridad por sí misma (si mora en vosotros) os enseñará toda forma de bien, como, por el contrario, a los que están alejados de la salvación, el odio les enseñará a hacer todo lo malo." (Epístola I)

"Amadísimos hermanos y condiscípulos: Clemente, obispo, a los jerosomilitanos que habitan con nuestro hermano Jacobo, coepíscopo nuestro. La vida común, hermanos, es necesaria a todos y principalmente a los que desean militar en las milicias divinas irreprensiblemente y quieren imitar la vida de los apóstoles y de sus discípulos. Pues el uso de todas las cosas que hay en este mundo debió ser común para todos los hombres; pero, a causa de la iniquidad, uno dice que es suyo esto, y otro aquello, y de este modo se hizo la división entre los mortales"..........

........."Y como no puede ser dividido el aire ni el esplendor del sol, así no deben ser divididas todas las demás cosas que han sido dadas en común para tenerlas, sino que deben ser poseídas en común." Por lo cual, también habla el Señor, por medio del profeta y dice: "He aquí cuán bueno y cuán agradable es habitar todos los hermanos unidos." Guardando el precepto de esta costumbre, también los Apóstoles y sus discípulos, como está escrito, juntamente con nosotros y vosotros, practicaron la vida común. (Sigue pasaje de los Hechos de los Apóstoles, 4-32 y ss.)

Por lo cual os mandamos observéis todas estas cosas y os ordenamos obedezcáis a la doctrina y a los ejemplos de los Apóstoles, porque los que desprecian sus mandamientos no sólo se hacen reos, sino excomulgados. No sólo debéis observar todo esto, sino predicarlo a todos. Por lo cual dándoos un consejo exhortamos a vuestra prudencia, para que no os apartéis de las reglas apostólicas, sino que enseñando la vida común, e interpretando rectamente las Sagradas Escrituras, procuréis cumplir lo que prometisteis al señor." (Epístola IV o V)

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CRISTIANOS QUE TUVIERON SUS BIENES EN COMÚN... III 

Otro testimonio de esta forma de vida de las primeras comunidades de cristianos, tachados de herejes en muchas ocasiones por los judaizantes y varias religiones llamadas cristianas, se encuentra en el libro de Adversus Haereses, de Ireneo de Lyon (siglo II), y también en Stromateis de Clemente de Alejandría (siglo II-III).

En el libro de Stromateis se nos habla de Valentinianos, Basilidianos, encratitas y otros, entre los cuales se encuentran los Carpocracianos. De estos últimos nos dice que fueron muchos sus seguidores.

CARPÓCRATES: Se sabe muy poco de Carpócrates, sólo lo que nos cuentan sus perseguidores. La comunidad cristiana que lleva el nombre de este cristiano (los carpocratianos) (siglo II - VI, aprox.) fue fundada, según fuentes, por su hijo Epifanio, nacido de Marcelina, mujer cristiana famosa en Roma por la libertad que profesaba.

Los carpocratianos practicaban la comunidad de bienes. Para Carpócrates, el hombre es redimido por la fe y el amor, y afirmaba que Jesús no vino a cumplir la ley judía.

EPIFANIO: Epifanio, hijo de Carpócrates, vivió alrededor de la segunda mitad del siglo II en Alejandría. Se cree que murió muy joven.  También enseñó una comunidad de bienes.

Escribió el libro de la comunidad cristiana de los carpocracianos, titulado “Tratado Sobre la Justicia”. De este libro sólo quedan algunos fragmentos, y de estos fragmentos escogemos unos párrafos:

"Y es así que la propiedad de las leyes corta y devora la comunidad de la Ley divina, por no entender la sentencia del Apóstol, que dice: "Por la ley conocí la iniquidad" (Romanos 7,7). Y por las leyes dice haberse metido lo de "mío" y "tuyo", de suerte que por ellas ya no es lícito usar de lo común, ni de la tierra, ni de los bienes......."

" Dios hizo, en efecto, comunes para todos las viñas, que no rechazan ni al pájaro ni al ladrón, y lo mismo el trigo y los otros frutos. Ahora bien, la comunidad y la igualdad violada engendró al ladrón de animales y frutos..............."

Aquí, en estos párrafos anteriores, se nos descubre un cristianismo en los primeros siglos diferente del que hoy vivimos.  Y aquel cristianismo expresaba que la comunidad de bienes era lo que vivieron los primeros cristianos.

GIOVANNI PAPINI JUZGA ALGUNOS ESCRITOS DE EPIFANES:

Giovanni Papini, sensible ante esta persecución que sufrieron los primeros cristianos escribió JUICIO UNIVERSAL (1940), donde presenta en un supuesto juicio al cristiano Epífanes, un juicio imaginario entre quien acusa a Epifanio, y Epifanio defendiéndose de tal acusación. De este diálogo escogemos unos párrafos:

«Ángel.- ¿Reconoces verdadera, Epífanes, tu fama de apologista de la más desenfrenada disolución?

Epífanes.- Tú denominas fama a lo que sólo fue leyenda de ignaros y calumnia de enemigos...... Compuse, ciertamente, antes de morir una obra sobre la justicia, en la que, siguiendo las huellas de Carpócrates, mi padre, demostraba que Dios hizo común a todos y a todos igualmente, a despecho de las humanas diferencias, les concedió la luz del sol, la posesión de la tierra, las alegrías de la carne y del espíritu.

Hombres avaros y malignos establecieron límites y prohibiciones bajo el nombre de leyes y para usurpar injustamente lo que Dios había dado a lo universal, introdujeron el maldito tuyo y mio y pusieron el temor como guardián del exceso.

La ley humana era, pues, para mí, la negación de la Justicia Divina; la muerte de la ley era la resurrección y el triunfo de la verdadera justicia. Todos tenían derecho al libre goce de lo que el hombre, creado por Dios, desea y anhela......"

...... "Primer fin de mi libro era la reivindicación de la voluntad de Dios contra la injusticia de las humanas leyes.

Soñaba con que todos los hombres pudieran formar una inmensa y única familia y lo tuviesen todo en común, que lo gozase todo en amigable armonía, todo lo distribuyese fraternalmente, según los deseos y las necesidades, fuera de los odiosos estorbos de la propiedad de los particulares. Quería, en suma, alegría y libertad para cada hombre y para cada mujer.

Era un ingenuo sueño de adolescente que ignoraba la perversidad de la especie humana........"

"De todas formas creo que será manifiesta a Dios la candidez de mi alma y de mi fe, y que Él sabrá vengar mi inocencia contra la mala fe de los mancilladores"......

Estos párrafos del libro de Papini nos reflejan el concepto que tenía de Epifanio este escritor. Como vemos, no todos tienen el mismo concepto de aquel cristianismo tachado de herejía... Igualmente, no todos tienen el mismo concepto de este "cristianismo" judaizante y legalista de algunas religiones y que a nosotros nos ha tocado vivir en estos últimos siglos y que ha impuesto y querido justificar en tantas ocasiones la desigualdad, las guerras y los castigos terribles impuestos por los que se han hecho dueños de la tierra y de sus frutos.

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CRISTIANOS QUE TUVIERON SUS BIENES EN COMÚN... IV

LOS MARCIONITAS

Marción nació por el año 85 aproximadamente, en Sinope, el Ponto. Era hijo de un obispo de Sínope, que lo excomulgó por la doctrina que Marción predicaba, pues éste tenía como Ley de Dios el Evangelio de Jesucristo y no el Antiguo Testamento. Fue, entonces, a predicar a Asia Menor y después a Roma, siendo allí excomulgado hacia el año 144. Siguió predicando en toda la cuenca del Mediterráneo, formando muchas comunidades. Ya, hacia el año 154, se habían establecido comunidades marcionitas en muchos pueblos del mundo conocido. Ha habido seguidores de Marción hasta la Edad Media.

Marción descubría muchas contradicciones en las cartas de Pablo y veía que el Evangelio, basado en el amor, se oponía al Antiguo Testamento. El Evangelio es para él la revelación del Dios del amor, que nos envía a su Hijo Jesús para librarnos del yugo de la ley. Por lo tanto recogió el Evangelio de Lucas, junto a ciertos escritos de las cartas de Pablo, sólo de algunas, rechazando de éstas aquellos escritos que él sentía que no eran de Pablo, sino de algún judaizante que los había introducido. Con los textos escogidos compuso un Nuevo Testamento, el primero que se formó.

Escribió un libro titulado Antítesis, que no ha llegado hasta nosotros, por la persecución que hubo contra ellos en los siglos posteriores..., y una carta a los obispos de Roma en la que exponía su doctrina, que tampoco ha llegado hasta nosotros.

Mientras los marcionitas se extendían y consolidaban muchas comunidades, sobre todo a orillas del Mediterráneo, otro movimiento cristiano comenzó a extenderse desde mediados del siglo III. Estos eran los maniqueos. Ellos, al igual que los marcionitas, también recelaban de los preceptos del Antiguo Testamento y de las cartas de Pablo.

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LOS MANIQUEOS

Maní nació en Persia hacia el 216. Murió en el 277, asesinado por los partidarios de la religión tradicional de Irán (el mazdeísmo) Enseñaba los principios cristianos, y por esto fue crucificado, muriendo después de una pasión de 27 días. Decía que el ser humano debía liberarse de las potencias de las tinieblas y penetrar en el mundo de la luz. Decía Maní que Cristo enseñó la doctrina que liberaba a los hombres. Enseñaba que había que abstenerse del matrimonio, pero no de la comunicación sexual. Toda esta doctrina la expuso en su «Evangelio vivo».

Organizó su movimiento con doce maestros, setenta obispos, presbíteros y diáconos. Rechazaba el Antiguo Testamento. Del Nuevo sólo admitía una parte. Los emperadores romanos dictaron contra los maniqueos penas muy crueles, incluso la pena de muerte.

El maniqueísmo se introduce en la Siria romana y llega hasta Alejandría en tiempo de Diocleciano (297), y también pasa a Africa. A principios del siglo IV llega también a Roma, se extiende por Yugoslavia y Galia del Sur y España. Pero su predicación no fue fácil, pues fue muy combatida. El Estado romano intentó sofocarlo por todos los medios. El emperador Justiniano, año 527, ordena la pena de muerte para todos los descubiertos como maniqueos.

En el siglo IV el maniqueísmo había llegado a su máxima expansión, pero un siglo más tarde había casi desaparecido en los pueblos de Europa, y es que en el siglo IV los emperadores romanos dominaron sobre las iglesias cristianas de muchos pueblos y la forma de vida que querían imponer los emperadores no era compatible con la comunidad de bienes que querían vivir algunos de estos grupos cristianos (marcionitas, maniqueos, cátaros, etc.).  La doctrina de los maniqueos fue muy arraigada por todas partes, quedando reminiscencias de ella en la Edad Media (había parte de la doctrina de los maniqueos en los cátaros). Parece ser que sus seguidores desaparecieron durante la conquista mongólica (siglo XIII).

La doctrina de Maní se expandió ampliamente por Occidente, llegando hasta España, y por Oriente, produciendo un gran revuelo en todo el imperio romano, en los siglos III y IV y, sobre todo en Oriente, donde llegó hasta India y China, como se afirma en una inscripción recientemente descubierta en China.

Predicaba Maní en la India ya hacia el año 240. En el año 241, fue llamado por Sapor a Persia; allí predicó su doctrina y muchos se unieron a él, pero tuvo que huir por la persecución de Sapor.

Algunas sectas del oriente predican doctrinas que se asemejan a la de Jesucristo, probablemente estos monjes que conoció Maní sólo fueran resquicios de grupos cristianos aislados durante siglos que habían conocido a los apóstoles Tomás y Bartolomé (apóstoles que predicaron en la India).  Aquellos monjes cristianos de la India es posible que más tarde fueran llamados "budistas" después de que se mezclaran las doctrinas cristianas con tradiciones locales...   De hecho, la palabra budismo y la leyenda de Buda no se conocen nada más que en estos últimos siglos.  Buda significa hombre "santo" o "venerable", y en esta estima tuvieron muchos pueblos del oriente a los primeros cristianos que predicaron en oriente.

Está comprobado históricamente por los documentos de la biblioteca cristiana de los metropolitanos nestorianos (cristianos del oriente) en Siria, y también por muchos misioneros y viajeros..., que a la India llegaron desde el primer siglo los Apóstoles San Bartolomé y Santo Tomás (Santo Tomás además llegó hasta la China) y después de ellos, muchos cristianos caldeos que formaron allí muchas comunidades cristianas. También Maní dijo que había encontrado comunidades cristianas a su llegada a la India (el testimonio de los cristianos llegados a la India desde el primer siglo es un dato muy importante para los cristianos pero que ignoran en la mayoría de los casos los orientalistas).  Todas estas cosas ocurrieron en los primeros siglos, cuando en aquellos tiempos no se conocía nada del hinduismo o budismo que se ha conocido en estos últimos siglos.

Los testimonios de estas corrientes religiosas del oriente requieren una dedicación y un conocimiento muy amplios, libres de influencias religiosas, pues las religiones del oriente son reticentes a ser relacionadas con los cristianos de los primeros siglos y mucho más con sus enseñanzas cristianas.   

Pero, volviendo al tema de la vida en común que vivieron los primeros cristianos, creemos que debemos volver a centrarnos en los grupos cristianos más conocidos que vivieron la comunidad de bienes como Jesucristo y los apóstoles habían enseñado.

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CRISTIANOS QUE TUVIERON SUS BIENES EN COMÚN... V

PRISCILIANISTAS:

El recuerdo de la comunidad de bienes vivida por los Apóstoles y discípulos de Jesúcristo, por otros grupos de cristianos libres, por los marcionitas y maniqueos..., no se había extinguido en los pueblos de Europa. Y, aunque algunos de estos grupos fueron tachados de magos, astrólogos, practicantes de doctrinas paganas, y lujuriosos..., lo cierto es que todo es discutible, ya que son acusaciones hechas por sus detractores. Lo cierto es que estas comunidades se llamaron cristianas siempre, y su amor era Jesucristo y la libertad que Él predicó.

En este mundo de infierno que habían fomentado los hombres codiciosos y los religiosos judaizantes, aparecieron en España algunos hombres y mujeres que, deseando ser fieles a los principios cristianos, trataron de contestar a los poderes establecidos en aquel tiempo. Algunos de estos fueron Prisciliano y sus seguidores, también del siglo IV. Estos sentían un cristianismo más libre y no estaban de acuerdo con tanta represión y con tanta desigualdad:

El libro de Tratados y Cánones de Prisciliano (de Editorial Nacional (1975)) nos entrega muchos datos sobre estos cristianos de los primeros siglos.

LA LITURGIA HISPANA - PRISCILIANO: 

Prisciliano fue obispo en España y tuvo muchos seguidores, y por sus declaraciones fue condenado a muerte por el emperador y los obispos de Roma. Fue decapitado en Treveris con algunos de sus seguidores en el año 384, y otros seguidores fueron perseguidos, torturados y asesinados por aquellas religiones que se hacían llamar cristianas..., como si Jesucristo hubiera mandado en algún momento que sus discípulos fueran por el mundo torturando, matando y haciendo guerras contra los que no aceptan una religión (los que persiguieron, torturaron y mataron a los que tenían diferentes creencias sobre las enseñanzas de Jesucristo fueron los que pasaron a ser los declarados "herejes" porque Jesucristo mandó misericordia y perdón y, sobre todo, nos entregó el mandamiento que nos dice "No matarás".  Prisciliano y sus seguidores fueron perseguidos a muerte.

La causa del odio contra él está bien definida, y es que él y los suyos fueron defensores de las versiones antiguas de la Biblia antes de la Vulgata de Jerónimo y también de la liturgia hispana que no se acomodaban a los escritos de los escrituristas del imperio romano.

Roma, a través del Decreto de Dámaso del Sínodo Romano del año 382, nos dice los libros que deben recibir los católicos y los que no (el obispo Damaso fue el obispo de Roma que encargo a Jerónimo y su equipo de escrituristas revisar y "depurar" las diferentes versiones de la biblia). Prisciliano y algunos de su época, se resisten a rechazar la Vetus Latina. La revelación para ellos es diferente que el canon impuesto por los obispos de Roma. "Aceptan toda escritura que profetice y predique a Cristo Dios".

Prisciliano decía que los hombres espirituales están capacitados para discernir lo que es nuevo y lo que es viejo en las Escrituras. Según algunos escritores que se han referido a él, la postura de Prisciliano en cuanto a las Escrituras, le hizo granjearse la fama de maniqueo por algunos sectores de la religión dominante.

En el siglo XI aún se defendía la Vetus Latina y la liturgia hispana en España. Un monje de San Millán nos dejo un Famoso escrito donde defendía esta liturgia: “conservemos la herencia de nuestros antepasados y, libres de toda sutileza de impía infidelidad, defendamos con saludable consejo lo que está establecido, contra la conjuración de los que quieren destruirlo”.

Aquellos grupos, es posible que no estuvieran libres de errores, pero todo lo que se les achaca no es probable, porque en la mayoría de los casos sólo sabemos de sus doctrinas por sus detractores, pues en muchos casos todos sus libros fueron destruidos.

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ENSEÑANZAS SOBRE LA COMUNIDAD DE BIENES

BASILIO (SIGLO IV) BASILIO, Constituciones monásticas (4), cap. XVIII, núms, 1-4.

"...Digo, pues, primeramente que ellos (los cenobitas) se vuelven a lo que es por naturaleza bueno, al abrazar la sociedad y vida común. Ahora bien, comunidad de vida perfectísima llamo yo a aquella de la que está desterrada la propiedad de bienes, de la que se rechaza toda oposición de pensamiento y toda perturbación, toda ambición y toda contienda se echan de delante. Todo, por lo contrario, es común en ella: las almas, los pensamientos, los cuerpos y cuanto se ordena al sostén y cuidado de los cuerpos. Común es Dios, común el negocio de la piedad, común la salud, común las luchas, comunes las coronas; uno solo son muchos, y uno solo no está solo, sino en muchos.

¿Qué puede compararse con este género de vida? ¿Qué puede haber de más bienaventurado? ¿Qué más cabal y perfecto que esta junta y unidad? ¿Qué cosa más grata que la conjunción de costumbres y de almas? Hombres provenientes de distintas naciones y regiones se han unido de forma tan perfecta y sincera que sólo se ve un alma en muchos cuerpos y muchos cuerpos son instrumentos de una sola mente o pensar. Al que está enfermo de cuerpo lo acompañan muchos enfermos por afecto; el que enferma de alma y se siente abatido tiene a su lado a muchos que tratarán de curarle y levantarlo de ánimo. Estos son unos de otros a par esclavos y señores, y dentro de una libertad invicta muestran una servidumbre puntualísima, una servidumbre no nacida de la necesidad de un accidente, fuente de tristeza para los cautivos, sino producida gozosamente por el libre albedrío del alma, pues la caridad somete los hombres libres unos a otros y mantiene juntamente la libertad de la voluntad.

Tales quiso Dios que fuéramos desde el principio y por esa causa nos creó. Estos, anulando el pecado de nuestro primer padre Adán, renuevan aquel bien primigenio. Y es así que, si el pecado no escindiera la naturaleza, no habría entre los hombres discordia ni guerra. Estos son los perfectos imitadores del Salvador y del género de vida que El llevó sobre la tierra. El Señor, juntado que hubo el coro de sus discípulos, todo lo puso en común y El mismo se hizo común a los apóstoles, así éstos, como obedezcan a su superior y observen cuidadosamente el orden de vida, imitan de modo perfecto el género de vida de los apóstoles y del Señor. Estos son los que emulan la vida de los ángeles, guardando puntualmente, como ellos, la vida común.....

Estos son los que se anticipan a los bienes del reino de los cielos, que nos ha sido prometido, pues nos ponen delante, por su modo de vivir ajustado a la virtud y por su espíritu de comunidad, una copia de lo que es la vida y estado del cielo. Estos practican la perfecta pobreza, pues nada tienen propio, sino todo en común. Estos son los que muestran claramente al mundo cuántos y cuán grandes bienes nos trajo la encarnación del Salvador, pues en ellos, en cuanto en sí depende, reducen otra vez a sí misma y a Dios la naturaleza humana, rota antes y partida en trozos innúmeros. Y es así que la cifra o suma de lo que el Salvador hizo en la tierra fue llamar a sí misma y a El mismo la humana naturaleza y, reparada la antigua visión, restablecer la primigenia conjunción, no de otro modo que un médico excelente liga de nuevo, con saludables remedios, un cuerpo por varias partes roto.

Mas si he hecho todo ese recuento no ha sido por vanagloria ni para exaltar debidamente las hazañas de los cenobitas, pues no tengo yo tanta elocuencia que pueda exornar lo grande; más lo oscurezco por mi falta de gracia en el decir; lo que intento es explicar, en lo que cabe, y poneros delante la altura y grandeza de esta obra. ¿Qué puede efectivamente compararse con este bien?...... ¿Qué imagen terrena pudiera expresar la grandeza de esa profesión de virtud? Imagen terrena ninguna; sólo nos queda la del cielo.

........ La caridad une a los de arriba; la caridad ha juntado también entre sí a éstos. Realmente, el diablo desespera de esta falange o escuadrón, pues no basta contra tantos luchadores, que combaten tan vigorosamente y tan unidos entre sí, pues llevan por escudo la caridad y el Espíritu Santo los amuralla unos con otros, de suerte que no queda el resquicio más leve por donde aquél se pueda infiltrar....... De ellos exclamaba el profeta David en los salmos, diciendo: "Mirad ahora qué bueno y qué agradable que los hermanos habiten juntos (Ps 132, 1). Por lo bueno dio a entender lo probado de esto modo de vida, por lo agradable, la alegría que brota de la concordia y unión. Los que con perfección practican este género de vida aspiran, a mi parecer, a la virtud perfecta."

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CRISTIANOS QUE TUVIERON SUS BIENES EN COMÚN... VI

Desde el siglo IV, hay una moral judaizante que se impone desde el imperio romano a todos los pueblos cristianos del mundo conocido.

Sin embargo, desde el siglo IV aún quedan resquicios de aquella libertad que predicaron muchos cristianos en los siglos primero y segundo, pues aún seguían presentes algunas comunidades muy perseguidas, seguidoras de aquel ideal de libertad (maniqueos, marcionitas, priscilianistas, etc.).

Estos grupos, es posible que no estuvieran libres de errores, pero todo lo que se les atribuye no es probable, porque en la mayoría de los casos solo sabemos de sus doctrinas por sus detractores, pues en muchos casos todos sus libros fueron destruidos y solo algunas de las cosas que predicaban fueron recogidas en los escritos de aquellos que les persiguieron.

Aunque aquellos ideales fueron casi extinguidos, siempre han estado presentes en diversas épocas de la era cristiana, y aquellas voces de libertad nunca han podido ser acalladas completamente. Entre estos grupos, con más o menos errores, según nos cuenta la historia de ellos que ha llegado hasta nosotros, podemos citar a los valdenses, anabaptistas, algunos grupos de los primeros franciscanos, taboritas, hussitas, hermanos del libre espíritu, heterodoxos españoles, etc.

Entre los documentos escritos que aún nos quedan de esas voces podemos citar un párrafo del famoso Decreto de Graciano:

"El derecho natural difiere de la costumbre y las constituciones. Porque por derecho natural, todas las cosas son comunes a todos, lo cual no sólo creemos fue observado por los primeros cristianos, de quienes se lee: "La multitud de los creyentes tenían un solo corazón y un alma sola", sino también se halla declarado por los filósofos de los tiempos precedentes. De aquí que Platón considere ordenada justísimamente aquella ciudad en la que se desconoce el afecto de lo propio. Mas por derecho de la costumbre o de las constituciones esto es mío, aquello de otro." (Graciano fue canonista y profesor en Bolonia en el siglo XII)

VALDO Y VALDENSES: El movimiento valdense surgió hacia el año 1176. Valdo, que dio lugar al origen esta comunidad, era un rico comerciante de Lyon, que entregó todos sus bienes a los pobres, y dejando a su mujer y a sus hijas, se dispuso a predicar el Evangelio. Muy pronto se unieron a él bastantes personas. Se llamaron los "Pobres de Lyon" o "Pobres de Cristo", y siguiendo el ejemplo de Valdo se pusieron a predicar por campos y ciudades, lo que causó el descontento de las autoridades eclesiásticas.

Alejandro III les concedía que hicieran voto de pobreza, pero les prohibió que predicaran y que siguieran enseñando las Escrituras.

Ellos entonces se separaron de los eclesiásticos, y el arzobispo Juan de Bellesmain les expulsó de Lyon. Después Lucio III les excomulgó mediante la bula Ad abolendam.

Las enseñanzas de Valdo se basaban en citas de las Escrituras, que él mismo tradujo a la lengua vulgar. Todos aquellos que se unían a Valdo se comprometían a cumplir la Ley de Cristo (los mandamientos del Evangelio), renunciando al mundo e imitando la vida de los Apóstoles. Predicaban en su doctrina los valdenses que no se debían coger armas, por tanto no se debía hacer el servicio militar; enseñaban que no debía haber tribunales militares ni penas de muerte, y que no se debía jurar. Decían que no existía el purgatorio. Predicaban que debía haber igualdad entre todos y que todos tenían derecho a predicar, idea ésta contraria a la de las autoridades eclesiásticas de aquellos tiempos.

Se les llamó también sandaliados y enzuecados, debido a los hábitos que vestían, en los que se incluían sandalias de madera, costumbre que pronto tuvieron que abandonar vistiendo como los demás para pasar desapercibidos, pues comenzaron las persecuciones de la Inquisición con grandes matanzas para acabar con ellos.

ANABAPTISTAS: Creen que sólo se deben bautizar los adultos. Querían vivir según las costumbres de los primeros cristianos teniéndolo todo en común y viviendo una vida basada solo en el Evangelio. Rechazaban las penas de muerte y las guerra diciendo que Jesucristo estaba en contra de toda ley de matar a las personas. En la primera mitad del siglo XVI sufrieron grandes persecuciones por parte de las autoridades civiles y eclesiásticas de Alemania, Suiza, Austria, Hungría, Flandes y Bohemia. Casi fueron exterminados.

Los anabaptistas que dirigía el holandés Menno Simons (1492-1559), llamados Mennonitas o Menonitas se extienden por Alemania y Países Bajos. Además de bautizar sólo a los adultos, rechazaban toda violencia y los juramentos. Pero la imagen de los anabaptistas actuales ya es una imagen muy deformada con respecto a la forma de vida de los primeros anabaptistas.

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COMUNIDAD DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS

DESPUES DE LA MUERTE Y RESURRECCION DE JESUS, EL SEÑOR SUBIÓ A LOS CIELOS, Y LOS APOSTOLES Y DISCIPULOS, SOBRECOGIDOS POR TODO LO OCURRIDO, ESPERABAN EN JERUSALEN LA SEÑAL DEL SEÑOR.

"Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.  

 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?

Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios".  (Hechos 2:11)  

PEDRO, DESPUÉS DE UN PRECIOSO DISCURSO, LLENO DE ÁNIMO (HECHOS 2, 12-38), DIRIGIENDOSE A TODOS LOS QUE ESCUCHABAN, LES DIJO: 

"Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.  Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos". (Hechos 2: 39-47) 

SE CREE QUE FUE LUCAS EL QUE ESCRIBIÓ EL LIBRO DE LOS HECHOS... Y ESTE ESCRITOR, ADMIRADO POR LA VIDA DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS Y RECORDANDO LA IGLESIA DE JERUSALÉN, TAMBIÉN NOS DIJO:

"Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles". (Hechos 4:32-37) 

Muchos religiosos dicen que aquella forma de vida tan ejemplar que vivieron los primeros cristianos donde todo lo tenían en común sólo fue para aquel tiempo y por las necesidades existentes. Sin embargo, muchos cristianos han sentido en todos los tiempos que por haber abandonado aquella forma de vida tan fiel a la misericordia, los pueblos de la tierra desde entonces han sufrido la desigualdad y el hambre en muchas ocasiones, hasta el punto de quedar muchos pueblos diezmados por el hambre y la sed.  Aquella forma de vida tan ejemplar no solo hacía que llegara hasta todos el alimento necesario cada día, sino también el otro alimento tan importante como el primero para poder sobrevivir, esto es, la compañía de los hermanos y las hermanas, pues todos vivían unidos y muchos, juntos, se reunían diariamente para comer, animarse, y edificarse en el conocimiento de la palabra del Señor. ¡Qué hermoso es que los hermanos se ayuden y repartan sus bienes entre ellos!..., pero también ¡qué hermoso y qué dulce es que los hermanos habiten juntos!

Sigue en la siguiente respuesta...

Muchos dicen:  "CADA UNO DEBE RECIBIR SEGÚN APORTE A LA SOCIEDAD" (Norma sacada de las leyes de los hombres) 

Recuerdo un día que leyendo tratados filosóficos sobre la economía de la sociedad que se hace llamar cristiana, leí un escrito que decía que cada uno debe recibir según lo que aporte a la sociedad, justificando así el que un cirujano cobre más que un barrendero y que un político cobre más que cualquier obrero.  Hoy en día estamos acostumbrados a ver que ciertos hombres o mujeres (directivos, artistas, cantantes, futbolistas, etc.) cobran decenas o cientos de veces más por su trabajo que muchos obreros.  En realidad, estas personas que cobran tanto... ¿es verdad que aportan más a la sociedad que cualquier obrero?   Este dilema se discute mucho en la sociedad civil, pero...  ¿y los religiosos llamados cristianos?  ¿qué piensan sobre esto?  

La sociedad religiosa, y especialmente las religiones llamadas cristianas, tienen criterios diferentes a nivel de religión y también a nivel de cada persona creyente.   Ahora bien, ¿quiénes son aquellos que dictaminan quiénes son los que más aportan a la sociedad?  ¿son dioses?... ¿o son hombres imperfectos?...,  ¿son infalibles sus palabras?... ¿o se pueden discutir con libertad?...  Por otra parte, una persona que aporte mucho a la sociedad... ¿es que puede comer más que los demás?  ¿debe vestir mejor que los demás o vivir en casas mejores que las de los demás?   ¿Es que el trabajo de un cantante, o de un futbolista, o de un ministro, es más valioso que el de una mujer que concibe un hijo y que pare con tanto dolor y luego cuida a ese hijo con tanto cariño?,  ¿es el trabajo de un futbolista que gana tantos millones más meritorio que el trabajo de un obrero en la construcción que construye casas para vivir, o el trabajo de un campesino que siembra trigo para comer?   

Todas estas cosas y todos estos tratados filosóficos de economía tan erróneos se han discutido durante bastantes siglos,  y hoy en día nos encontramos que siguen en pleno debate.  Ideas sobre este dilema pueden ser recibidas de parte de cualquier participante.  Yo, de momento, me conformo con recordaros las palabras de Jesucristo y también cómo vivían los primeros cristianos:

"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mateo 19:16-22)

Aquí vemos cómo el Señor le dice al joven que tenía muchos bienes que, si quiere ser perfecto, venda todos sus bienes y dé su producto a los pobres. 

Ahora veamos otro ejemplo:

"Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo.

Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario.

Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, diciendo:  Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día. El, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario?  Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?" (Mateo 20:1-15)

Aquí vemos que Dios es bueno y quiere darnos a todos por igual según lo que necesitamos para comer, vestir y vivir, independientemente del trabajo que haya realizado cada uno.  Unos pueden aportar más a la sociedad y otros menos, como es el caso de los enfermos y minusválidos, pero la realidad es que todos necesitamos comer, beber y vivir con dignidad, y por eso deben recibir todos según su necesidad y no "según lo que aporten a lo sociedad", porque cada uno puede aportar a la sociedad para el bien común según los dones que haya recibido pero los beneficios siempre deben ser repartidos con misericordia y con igualdad y según la necesidad de cada uno.

Ahora recordemos de nuevo cómo vivían los primeros cristianos:

"Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.   Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos". (Hechos 2:42-47).

"Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles". (Hechos 4:32-37)

En estos ejemplos de la vida de los primeros cristianos se ve claramente que no se comenta nada de darle a cada uno según aportaba a la comunidad, sin embargo, nos dice claramente el ejemplo que se repartían los bienes entre todos, y cada uno recibía de los apóstoles:  "según su necesidad".

Queridos amigos, yo creo que cada persona ha recibido de Dios unos dones diferentes, y cada uno debe aportar a la sociedad según los dones que ha recibido del cielo.  Unos son más fuertes, otros son más débiles.  Unos son más jóvenes y con salud y otros son ancianos, enfermos o inválidos.  Sin embargo, todos tienen necesidad de comer, de beber, de vestir, y de vivir dignamente.  Por eso, el Dueño de la viña, que es bueno, les da a todos el mismo salario, y los apóstoles repartían lo que tenían a cada uno según su necesidad.

Creo que nos queda bien aclarado que el mandamiento de Dios para la vida social y económica es bueno y misericordioso, mientras que las filosofías económicas de los hombres están movidas por intereses humanos de codicia y son otra cosa muy diferente.  Dentro de las religiones movidas por los emperadores y dictadores, también se han desarrollado muchos tratados y filosofías sobre economía, y muchos han seguido los errores de estas filosofías.  Si hubieran seguido fielmente las enseñanzas de Jesucristo y la vida de los apóstoles y primeros cristianos, no hubieran cometido tantos errores ni se hubieran inventado tantas religiones que justifican tantas filosofías humanas tan alejadas del Evangelio.

Vuestra amiga Aramea.

Mateo 10:32 A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
Mateo 10:33 Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.

 

De: Aramea34  (Mensaje original)

Enviado: 19/09/2012 22:42

CRISTIANOS QUE TUVIERON SUS BIENES EN COMÚN...

COMUNIDAD DE BIENES, GRUPOS QUE ASÍ HAN VIVIDO

COMO VIVÍAN LOS PRIMEROS CRISTIANOS

En tiempos de los primeros cristianos, los judíos no conocían cuál era la verdadera Ley de Dios en cuanto a las faltas y los castigos. Fue Jesucristo el que, de nuevo, nos vino a revelar la verdadera Ley de Dios, mandándonos perdonar y practicar siempre la misericordia.

Pero en cuanto a la vida social también estaban perdidos, porque las leyes judaizantes permitían que unos tuvieran mucho, otros muy poco, y los que mucho tenían pudieran comprar muchas mujeres concubinas y muchos hombres y mujeres como esclavos. Todo esto provocaba que hubiera mucha pobreza y mucha desigualdad.

Los Apóstoles y demás cristianos de la Iglesia, en Jerusalén intentaron vivir una comunidad diferente, donde todos los hermanos fueran libres, y donde todos los bienes se repartieran con igualdad, y así poder acabar con aquella sociedad injusta que vivía Israel:

«Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.» (Hechos 2, 42-47).

«Y la multitud de los que habían creído era de un solo corazón y una sola alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad.» (Hechos 4, 32-35).  (.......)

 

QUÉ NOS ENSEÑÓ JESUCRISTO REALMENTE

¿EL EVANGELIO... O LAS BIBLIAS? ¿QUÉ NOS MANDÓ PREDICAR JESUCRISTO?

MUCHAS LEYES DEL VIEJO TESTAMENTO SOLO SON PRECEPTOS DE HOMBRES

LA GRAN BABILONIA DEL FIN Y SU PROXIMA DESTRUCCION

PROFECIAS. EL ANTICRISTO, LA BESTIA 666, Profecias del Fin...

¿QUE NOS MANDO PREDICAR JESUCRISTO COMO LEY DE DIOS?:

¿LAS CARTAS ATRIBUIDAS A PABLO, que justifican la esclavitud y la espada de los poderosos?...

¿LAS LEYES DEL VIEJO TESTAMENTO que mandan penas de muerte, esclavitud, guerras y genocidios?...

¿O EL EVANGELIO de amor, misericordia y perdon que nos predico Jesucristo?...

Jesucristo nos mando predicar el Evangelio.

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