¿Cómo puedo ser feliz?
"Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos" Mateo 5:3.
La mayoría de las personas pensamos que la felicidad es un estado de nuestra vida que debemos alcanzar es por ello que nos preguntamos: ¿Cómo lograrla y obtenerla?. Montañas de libros se han escrito, miles de conferencias, charlas y seminarios se han dado, millones de artículos se han escrito para responder a esa pregunta: ¿Cómo puedo ser feliz?.
La respuesta es sencilla desde la perspectiva del mundo. Si la pregunta es ¿Cómo puedo ser feliz? El le extenderá una receta, una formula, un mapa a seguir para obtener lo que desea. Sin embargo no puede conseguir lo que no ha visto porque quizá al tenerlo delante de ud. no la reconzca.
En la historia de Mexico existe un personaje mitico: "Chucho el Roto" el hombre de los mil difraces, los militares que iban a deterlo podían tenerlo enfrente y no recocerlo. Iban a buscar a Cucho el Roto sin saber cómo era.
La mayoría de las personas actuamos de la misma manera: Buscamos la felicidad porque el mundo nos dice que debemos obtenerla. La pregunta entonces no es ¿Cómo puedo ser feliz? Sino ¿Qué es la felicidad?.
Cuando Jesús vio la multitud que le seguía supo que ellos como ahora nosotros le buscaban para encontrar la felicidad. Ello sabían que Jesús tenía poder, les gustaba escuchar sus historias, necesitaban ser sanados, necesitaban ser liberados, necesitaban ser alimentados, necesitaban escuchar un mensaje de esperanza.
Entonces Jesús sube a la montaña y se detiene, se sienta, la gente que le seguía se detiene, atentos para escuchar lo que les quería mostrar. Jesús dice entonces: Felices...Y la gente se alborota. ¡Van a escuchar una nueva receta para ser felices! Pero lo que escuchan parece ser una contradicción: Felices... los pobres de espíritu, los que lloran los mansos, los hambrientos de justicia, los miseridordioso, los de corazón puro, los pacificadores los peseguidos a consecuencia de la Palabra.
Jesús enseña que la felicidad es saber que no podemos depender de nosotros mismos, pues es entonces cuando estamos listos para depender de la capacidad de Dios.
Desde el punto de vista de Jesús la felicidad no es algo que debe obtener o ganar, sino algo que Dios a los que viven en su Reino. La invitación de Jesús al empezar su ministerio era: Arrepentios porque el Reino de los Cielos se ha acercado.
La tarea del cristiano no es entonces buscar la felicidad, sino bucar el cielo depender completamente de la gracia, el poder y la voluntad de Dios. Entonces tendremos la felicidad aquí en la tierra.
Fuente de Vida
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