La sangre de Jesús
"Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte" Apo.12:11.
Si cada uno de nosotros los cristianos, llegáramos a entender la importancia de la preciosa y poderosa sangre, llevaríamos una vida victoriosa, En la sangre hay vida.
Cuando Adán y Eva pecaron se dieron cuenta de que estaban desnudos, quisieron cubrirse con hojas de higuera (Gén.3:7) pero no fue suficiente, por eso Dios les hizo una túnica de pieles (Gén.3:27). Para hacer las túnicas tuvo que ser derramada sangre.
"Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestas almas; y la misma sangre haré expiación de la persona" Levítico 17:11.
Cuando leemos em Levíticos la importancia de la sangre, y que es vida, podemos entender porque el sacrificio de Caín no fue bien visto por Dios. Aunque Caín trabajo arduamente por sus frutos y vegetales, no era suficiente. Así nosotros, podemos trabajar mucho en la iglesia, podemos tener buenas obras, y hasta podemos asistir todos los días a una iglesia, pero sin sangre, no hay redención.
La sangre de Jesucristo, nos limpia de todo pecado, y así nos podemos acercarnos a Dios confiadamente. Cuando un creyente menciona la sangre del Cordero de Dios. El infierno tiembla. Los demonios no soportan la sangre de Cristo. Con esa sangre fueron vencidos en la cruz del calvario.
La sangre de Jesucristo da vida
Al decir que la sangre nos da vida, eso significa que aleja a la muerte.
"Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que aún siendo pecadores, Cristo murió por nosotros. Pues mucho más, estando ya justificados por su sangre, por él seremos salvos de la ira" Roma. 5:8-9.
El amor de Dios para la humanidad, se demuestra con Jesucristo. Somos salvos de la ira de Dios, tenemos la vida eterna y estamos justificados.
"porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de las becerras rociadas a los inmundos, santifica para santificación de la carne, ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual se ofreció a así mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?" Hebreos 9:13-14.
El sacrificio de Jesús fue contundente por toda una eternidad. Cuando mencionamos la sangre de Cristo, el pacto de la sangre delante de Dios a favor nuestro, ejerce poder.
La sangre de Jesucristo sana.
La preciosa sangre de Jesucristo fue derramada por nuestros pecados y por nuesta sanidad.
"Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros lo tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados" Isaías 53:4-5.
Todo lo que sufrió Cristo, lo hizo por nosotros. No sólo herido, fue molido, al recibir 39 latigazos según la costumbre barbara de los romanos, Porque nu aún para la ley judía, una persona podía recibir más de 40 azotes, aunque fuera el más malo de los malhechores. Es interesante que los libros de medicina, separan todas las enfermedades y dolencias en 39 categorías. Así que la sangre poderosa de Jesucristo y su llaga nos sana de todo pero de toda enfermedad. El apóstol Pablo lo menciona.
"Quién llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados" 1 Pedro 2:24.
No hay enfermedad que no sea sanada. El mundo habla de enfermedades incurables, hastta que esas "incurables" las cura Jesús.
La sangre de Jesús nos consagra.
Como sacerdotes del Reino de los Cielos, debemos vivir consagrados a Dios.
"Después hizo que trajeran el otro carnero, el carnero de las consagraciones, y Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero. Y lo degolló; y tomó Moisés de la sangre, y lo puso sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, sobre el dedo pulgar de la mano derecha, y sobre dedo pulgar de su pie derecho" Levítico 8:22-23.
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