¿Por qué Satanás trata de oponerse a la oración?
Satanás está determinado a cortar nuestra comunicación con Dios; por lo tanto
está determinado a pagar cualquier precio para estorbar la verdadera oración.
Démonos cuenta bien claramente que él ataca sin descanso tanto la oración de
la iglesia como la de los creyentes. El sabe que si tiene éxito en su ataque a la
oración, ya puede descansar tranquilo. Por eso hemos de estar en guardia y
vigilando en contra del enemigo, especialmente cuando vamos a orar. Al
defendernos de los ataques de Satanás debemos poner especial atención en
las áreas siguientes:
1). Satanás atacará nuestra confianza en el Señor. El sabe que si puede
hacernos sentir indigninad e incapacidad y que estamo perdiendo nuestra
confianza en el señor Jesús (cuando estamos pasando una mala situación),
habrá destruido el ánimo para orar.
2). Algunas veces también nos ataca en el cuerpo, hasta en nuestros
pensamientos y en nervios y otros aspectos relacionados con el cuerpo.
Cuando nos sentimos cansados y sin fuerzas, no nos gusta orar. Tomemos
precauciones para no sentirnos así y poder vencer a nuestro enemigo. Y en
cuanto a las cosas que no podamos controlar, pidamos ayuda al Señor que Él
las controlará.
3). A veces el diablo atacará el tiempo que tengamos reservado para la oración,
tanto en la intima como la que hacemos en la iglesia. Muchos han
experimentdo esto. El enemigo es muy sutil. Si no puede lograr que el tiempo
de la oración lo pasemos ocupados en otra cosa, tratará que en ese tiempo no
tengamos verdadera oración. Frecuentemente sí podemos tener el tiempo
dedicado a la oración, pero nos falta la vida de la oración.
4). A veces Satanás ataca nuestra comunión constante con nuestro Señor Jesús,
levantando como una una espesa pared entre el Señor y nosotros, para que no
podamos mantener contacto (pero si vivimos cerca del Señor Jesús esta pared
se desvanece). Recobre ánimos el Señor está con usted.
5). Finalmente, se propone empujarnos hacia la oscuridad, para que no veamos
la necesidad de la oración. Distraerá constantemente nuestra atención hacia
otras cosas, para así herir nuestra vida de oración. Dice la Palabra de Dios:
"resistid al diablo y él huirá de vosotros" . Debemos mirar siempre hacia Dios,
llenarnos de Su presencia, de su amor y de Su paz, y poner mucha atención a
los intereses de Dios. Nuestra responsabilidad en la oración es algo muy
importante, por lo tanto, vigilemos y oremos.
|