La manera de cumplir la ley de Dios
"para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos
conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" Romanos 8:4.
"Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu
es vida y paz" Romanos 8:6.
La mente puesta en el Espíritu es vida y paz. Esta mente está llena de
disfrute y paz. La paz nos da el descanso, y la vida produce el disfrute.
Cuando la mente está puesta en el Espíritu, no hay derrota, condenación,
ni sentimientos negativos, sino sólo vida y paz, disfrute y descanso.
La mente que por sí misma es incapaz de guardar la ley de Dios, puede
convertirse en una mente llena de vida y paz al ocuparse del Espíritu.
Esto no es sólo una teoría, sino una realidad en el sentido practico. De hecho,
no es necesario que lo hagamos por nuestro propio esfuerzo, porque
cumpliremos la ley espontánea e inconscientemente. Aunque no tengamos
la intención de cumplir la ley, descubriremos que la cumplimos
espontáneamente. tal vez usted no se haga el propósito de amar a su esposa,
pero aún así la amará espontáneamente. Es posible que no decida someterse
a su esposo, pero descubrirá que se somete a él sin darse cuenta de ello.
El hecho de cumplir los requisitos de la ley espontánea y automáticamente
se lleva a cabo al poner la mente en el Espíritu.
Puesto que Cristo es ahora el Espíritu vivificante que mora en nuestro
espíritu como nuestra vida y nuestro todo, no debemos actuar más por
nosotros mismos en conformidad con nuestra mente independiente. Al
contrario, debemos poner nuestra mente en el Espíritu haciéndola uno con
Él, y actuar, andar y vivir conforme al Espíritu para que podemos ser librados
de la ley del pecado, sino que espontáneamente cumplamos los justos
requisitos de la ley de Dios.