Si la necesidad más grande del hombre hubiera sido salud física,
Dios nos hubiera enviado un doctor.
Si la necesidad más grande del hombre hubiera sido dinero,
Dios nos hubiera enviado un empresario.
Si la necesidad más grande del hombre hubiera sido entusiasmo,
Dios nos hubiera enviado un artista.
Pero la necesidad más grande del hombre era el perdón,
así que
Dios nos envió un Salvador.
Puedes confiar en el Señor, el nunca falla, el nunca llega tarde.