Las bienaventuranzas del matrimonio
Bienaventurado el esposo y la esposa que continúan siendo afectuosos,
considerados y amantes después de que las campanas nupciales han dejado
de sonar.
Bienaventurados son el esposo y la esposa que son tan condescendientes y
corteses el uno con el otro como son con sus amigos.
Bienaventurados son aquellos que tienen sentido del humor, porque este
atributo será un medio disponible para absorber el impacto de los embates
de la vida.
Bienaventurados son los matrimonios que se abstienen del uso de bebidas
alcohólicas.
Bienaventurados son los que aman a su cónyuge más que a ninguna otra
persona en este mundo y que alegremente cumplen su promesa matrimonial
de fidelidad y de ayuda mutua por ambas partes.
Bienaventurados los que llegan a ser padres, porque los hijos son la herencia de
Dios.
Bienaventurada es la pareja que tiene una comprensión de los asuntos financieros
y que linean un plan de sociedad con el dinero que reciben.
Bienaventurados son aquellos que dan gracias a Dios por el alimento antes de
participar de él y que separan un tiempo cada día para la lectura de la Biblia y
la oración.
Bienaventurados son aquellos cónyuges que nunca se hablan uno al otro en
voz alta y que hacen de su hogar un lugar donde nunca se oye una palabra
desalentadora.
Bienaventurados son el esposo y la esposa que fielmente asisten a los cultos de
adoración de la iglesia y trabajan juntos en la iglesia para el extendimiento del
Reino de Dios.
"Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque
fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos; Sus brasas,
brasas de fuego, fuerte llama. Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni
lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este
amor. De cierto lo despreciarían" Cantares 8:6-7.