Sabor de Gratitud
"...cantando con gracia en vuestros corazones" (Colosenses
3:16).
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se cuenta que en África existe una fruta llamada "sabor de
baya" porque ella muda el paladar de las personas de manera
que todo cuanto es comido pasa a tener gusto dulce y
agradable. Una fruta aceda, mismo comida varias horas
después de la "sabor de baya," se vuelve dulce y sabrosa.
La gratitud es la "sabor de baya" del Cristianismo. Cuando
nuestros corazones están llenos de gratitud, nada que Dios
envíenos parecerá desagradable. Si el corazón está pesaroso
y triste, debemos edulcorar nuestra aflicción con gratitud.
Si nuestra alma está gravada, alumbremos nuestras fardería
cantando alabanzas a Dios. Si nos sentimos desanimados y sin
esperanza, expulsemos nuestra desilusión plantando gratitud
en otros corazones. Si la enfermedad nos abate, crezcamos
espiritualmente agradeciendo al Señor por amarnos el
suficiente para castigarnos.
¿Como hemos enfrentado los momentos amargos que la vida
ofrecenos? Alguien ya dijo "ni todo sano flores" y sabemos
que eso es verdad. Muchas veces tenemos que manejar las
espinas y el resultado puede ser doloroso. ¿Y cuál es
nuestra reacción? ¿Queixamonos por las heridas que el
momento nos ofrece o continuamos manteniendo la alegría y la
gratitud por el bello y perfumado jardín que nuestra vida ha
experimentado en la presencia de Dios?
Un corazón agradecido hace el rostro brillar en medio a la
turbulencia, hace el alma regocijarse mismo delante de los
fracasos, nos hace enxergar el cielo todavía que los chascos
en los induzcan a andar de cabeza baja. Un corazón
agradecido llenanos de alegría y la alegría del Señor nos
fortalece.
Conservemos la "sabor de baya" de la gratitud en nuestros
corazones y ella hará lo que la "sabor de baya" de África
hace para los africanos.
Paulo Barbosa