Cantando de Felicidad
"Ahora, pues, hijos, oídme, Y bienaventurados los que
guardan mis caminos"
(Provérbios 8:32).
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Al encontrar un hombre de edad cantando, en un banco del
parque, otro hombre que pasaba por allí preguntó: "Amigo,
¿porque, en su vejez, conserva tanta alegría?" "Ni todos los
hombres viejos son alegres," contestó él. "Y ¿por qué usted
es?" tornó a preguntar el hombre. "Porque yo tengo Jesus en
el corazón y mi felicidad viene de él." "¿Y no hay otros,
que piensan diferente, felices en su edad?" "No, nadie, mí
amigo preguntador," dijo él. "Escuche la verdad, dicha por
un hombre que sabe lo que está hablando. Nadie, con más de
setenta, puede negar eso: ¡no hay felicidad venida del
demonio!"
Gastamos mucho tiempo corriendo tras momentos felices. A
veces les encontramos pero percibimos qué son pasajeros, sin
base, no duraderos. Sonreímos por un período de tiempo y
luego percibimos qué era una felicidad sin consistencia.
La verdadera felicidad no es encontrada en raros momentos de
conquistas. Necesita estar presente en todas las
situaciones, aun cuando sean de luchas y aflicciones. Viene
del Señor y solo es real en nosotros cuando Cristo habita en
nuestro corazón.
me recuerdo muy bien de una canción de mis tiempos de
juventud. Solíamos cantar: "Hay alguien que hace, nuestra
vida cambiar, y nos hace sentir felicidad. No hay límite de
edad, basta haber comprensión y dejar Cristo entrar en su
corazón."
No importa, por tanto, nuestra edad. Cuando tenemos Jesus en
el corazón, quiere seamos jóvenes o bien de edad como el
hombre de nuestra historieta, tendremos siempre motivos para
vivir cantando.
Jesus es felicidad . ¿Usted ya lo encontró?
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Paulo Barbosa
Un ciego en el Internet