¿Cuál es nuestra Motivación?
"Yo me alegré con los que me decían:
A la casa del Señor iremos"
(Salmos 122:1).
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François Fenelon era el predicador de la corte del rey Luis
XIV, de la Francia, en el siglo Diecisiete. Cierto final de
semana, cuando el rey llegó con sus asistentes en la
Capilla, para el culto regular, no encontró más nadie, sino
el pastor. El rey Luis, dirigiéndose al líder religioso,
preguntó: "¿Qué significa eso?" Fenelon contestó: "divulgué
que el rey no estaría presente hoy, para que Vuestra
Majestad pudiese saber cuales los que sirven al Señor de
verdad y cuales los que apenas lisonjean al rey."
¿por qué nosotros vamos a la iglesia? ¿Para encontrar los
amigos, oír a pregação, cumplir un deber? Ésas razones no
están equivocadas, pero no deben ser la motivación
principal. Debemos ir a los cultos, especialmente, para
adorar y glorificar a nuestro Señor y Salvador Jesus Cristo.
Cuando nosotros vamos a la iglesia con otros propósitos,
muchas cosas pueden acontecer. Quien sepa iremos a reparar
en el modo de si viste de algunos hermanos, o en la
desatención de alguien que pasó todo el culto conversando, o
en la organista que salió del ton en determinado himno y
hasta en el sermón sin inspiración del predicador. Si
nuestro objetivo ya no era buscar la presencia de Dios,
saldremos más hueros del que entramos en el templo.
Al abrir nuestro corazón para agradecer al Señor y para oír
todo aquello que Él anhela nos enseñar a través del alabanza
y de la pregação, no tendremos tiempo para reparar en los
errores de los hermanos y, ciertamente, volveremos a casa
con la alma desbordante de goce y prestando testimonio que
todo en el culto fue una bendición. Solo tendremos palabras
de alabanzas con relación al predicador y todos los hermanos
presentes. Cuando Dios habita en nuestro interior, solo
enxergamos las virtudes de nuestro próximo y nuestra
iglesia, sea ella cual sea, será siempre un lugar de
adoración para nosotros.
Que nuestra motivación continúe a ser lo estar con Cristo.
Que esa llama jamás deje de arder en nuestros corazones y
que cada día esa experiencia se renueve en nuestras vidas.
¿Cuál ha sido su propósito primordial?
Paulo Barbosa
Un ciego en el Internet