Los momentos se suceden uno tras de otro, se deslizan suavemente cuando son tierno y se agolpan bruscamente cuando son trágicos...Nos orientamos con nuestros relojes y calendarios para ubicarnos en ellos, sin embargo éstos artilugios no nos permiten valorar más que su duración; De la calidad de los momentos vividos se encargan nuestra mente y nuestro corazón, el espacio en el que transcurren y las personas con las que los compartimos entre otros aspectos...Nuestra vida es una cadena de momentos que se interrumpe en un momento final y a partir de ahí nuestros momentos vividos pasan a formar parte de la vida de otras personas que deciden quedarse con ellos para mantener vivo nuestro recuerdo, esa es una opción para inmortalizarnos, que nuestro recuerdo quede vivo en los demás...
Los momentos se suceden uno tras de otro a una velocidad de vértigo y sabiendo que hay momentos y momentos y que nuestra vida es una cadena de éstos, sólo nos queda valorar la calidad de los mismos y tener muy presente que el fin de la cadena puede sorprendernos un día, en un momento en el que pese a lo vivido, todavía no hayamos conseguido llevar las riendas de nuestra vida siendo los dueños absolutos de la misma...Entonces...¿Entonces para qué inmortalizarnos?...
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