La ilusión es un gato caído del tejado. Renovable como la sacudida eléctrica de la pasión. Fuerte color que impacta en la mirada.
Las letras, viejas y remozadas, pasean por el corazón haciendo de el un diario esperanzado.
Después, un sueño invadirá mi almohada agitando la monotonía.
Protesta la piel que no emborrona las caricias. Erizada se torna al pensamiento.
Las cosas son, existen, viven en el sinsentido
Mi humor fluctúa al estar vivo
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