“Lo blando es más fuerte que lo duro;
el agua es más fuerte que la roca,
el amor es más fuerte que la violencia“
Herman Hesse
¿Por qué pensaría Herman Hesse que lo blando resulta ser más fuerte o resistente que lo que se muestra duro o rígido? Si ahora analizáramos con detenimiento esta frase del escritor suizo podríamos llegar a la conclusión de que se estaba refiriendo a la resiliencia.
La resiliencia es la capacidad que todos tenemos de adaptarnos y afrontar las situaciones menos favorables. Un concepto bien conocido por la psicología pero poco explorado por el ser humano en general.
La resiliencia es una herramienta que todos los seres vivos tienen a su disposición aunque de formas diferentes.
Es una llave con la que es posible afrontar los malos tiempos y sobrevivir. Un invento maravilloso de la naturaleza gracias al que a pesar de estirar mucho la cuerda de nuestras emociones, ésta no llega a partirse.
Sin embargo, parece que hay personas a las que les cuesta menos resistir o afrontar los malos tiempos. O quizás el esfuerzo sea el mismo, pero la actitud que se toma sea diferente.
La resiliencia forma parte de un complejo mecanismo en el que influyen otros muchos factores como, por ejemplo, la actitud que tomamos frente a un problema y quizás por esto, algunas personas parecen afrontar de una manera distinta, con más facilidad, las situaciones conflictivas o desagradables.
Después de diversos estudios por parte de la psicología moderna, se ha llegado a la conclusión de que estas son las características de las personas resilientes:
1. Son capaces de detectar la causa de los problemas
Las personas resilientes llevan a cabo las estrategias necesarias para evitar que la situación problemática vuelva a repetirse nuevamente. Esto implica también auto-analizarse, ya que a veces el detonante de un conflicto no proviene del exterior, sino de nuestro interior.
2. Saben manejar sus emociones
Las personas resilientes son capaces de manejar sus pensamientos, ya que cualquier emoción parte de aquí. Pensamos, luego sentimos.
Las personas resilientes controlan sus pensamientos para no dejarse llevar por los que tienen una carga negativa y que, por ende, tienen capacidad para generar emociones negativas.
3. Mantienen la calma en situaciones de mucha presión
Todos atravesamos momentos difíciles a lo largo de nuestra vida y lo importante es saber mantener la calma cuando éstos se presentan. Las personas resilientes son capaces de estar centradas y tranquilas, cuando se encuentran en una situación de caos y confusión momentáneas.
Mucho y mal se ha hablado sobre el optimismo, generando la idea global de que ser positivo implica negar ciertos aspectos de la realidad que son inevitables y están presentes en la vida de muchas personas.
Ser realista pero esperar siempre lo mejor es la mejor manera de describir el optimismo característico de las personas resilientes.
5. Confían en sí mismas
Las personas resilientes tienen confianza en su valía y en su competencia para superar las adversidades.
Lo que nos decimos es lo que termina formando nuestra realidad, así que si creemos que no somos capaces de superar un obstáculo, desde luego no lo seremos.
6. Son empáticas
Las personas con mayor capacidad para afrontar los problemas de una forma correcta saben leer las emociones de los demás, comprender lo que sucede a su alrededor y actuar en consecuencia.
7. Son capaces de automotivarse
No todas las personas somos iguales. A algunas nos motivan los retos y a otras las oportunidades de cambio.
Las personas resilientes saben buscar nuevas formas de obtener satisfacción de la vida. Mantienen la motivación siempre alta y son capaces de detectar y atraer cosas positivas a sus vidas.
8. No se preguntan por qué, sino cómo
Una de las características clave de las personas que tienden a derrumbarse fácilmente ante los problemas es que se dejan llevar por pensamientos de reproche, donde se cuestionan constantemente por qué la situación negativa que les angustia les ha sucedido a ellos.
Se centran en el por qué al contrario que las personas resilientes, que emplean su energía en entender cómo pueden manejar o salir de la situación conflictiva.
Si después de leer estas características de las personas resilientes crees que tú no eres una de ellas, es importante que tengas en cuenta que la resiliencia está presente en todas las personas.
La diferencia entre las que lo son más y las que lo son menos puede estar en aspectos claves de la forma de ser tanto como en la práctica.
Si comienzas a mirar las cosas desde otra perspectiva, los problemas comenzarán a tener menos apariencia de dramas y más de retos que, depende de las circunstancias, puedes incluso disfrutar.
¿La clave? La voluntad para cambiar.
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