Existencia proletaria
A Fidel no le agrada la actual
situación de Cuba,
ser el adalid de una masa proletaria.
Es decir, mirar el destino
directamente a los ojos.
Él sabe que el tiempo juega
en su contra
que la revolución lo estafó con sus
ofertas demagógicas.
Impaciente espera la posición en
la que va a inmortalizarse,
elegir el ademán preferido
su última consigna anti - norteamericana.
Hace algunas semanas no duerme,
teme ahogarse en el océano de
sus propias utopías.
Pablo Cassi