Destacó por la facilidad y destreza con que abordó prácticamente todos los géneros. Fuera en la comedia, en el drama, en el western o en el cine del mejor suspense de la mano de Hitchcock.
James Maitland Stewart disfrutó de una infancia en que sus padres le inculcaron los valores que forjaron su personalidad que luego se vieron reflejados en el celuloide.
Instalado en Nueva York compartió un apartamento con Henry Fonda. Junto con Gary Cooper, John Wayne y Ronald Reagan, serían sus mejores amigos en el mundo del espectáculo.
Fue uno de los actores más naturales del Cine. Quizás por su forma pausada de hablar, con un timbre de voz tan peculiar y reconocible. Su imagen y la de sus personajes siempre apuntaron hacia el hombre común, bueno, galante y algo tímido.
Fue piloto de un bombardero durante la II Guerra Mundial y terminó con el rango de Coronel. En 1959 el Presidente Eisenhower le nombró General de Brigada.
Gracias a esto pudo dormir en el Hotel Ritz de Madrid. En la época del Franquismo, estaba totalmente prohibido permitirle el alojamiento a los actores. No se veía bien y eran un mal ejemplo.
El recepcionista lo reconoce al instante y le indica que tienen terminantemente prohibida la aceptación de actores en dichas instalaciones. En lugar de dar media vuelta y abandonar el hotel, el actor de forma tranquila y pausada, se estira el traje, se anuda la corbata y le dijo: "No solicito una habitación como James Stewart actor, sino como James Stewart, General del Ejército de los Estados Unidos".
"Aquí tiene la llave General" le contestó el de la recepción.