EL AMOR Y LA MUERTE
Inevitable es la Muerte. Así también el Amor; cada cual llega en su turno sin retraso y sin error.
La Muerte pasa reptando como serpiente importuna. El Amor queda en el alma como divina fortuna.
Y sus caminos se enlazan como la hiedra a la roca, y nadie sabe el misterio: ¡Nos llega… cuando nos toca!.
Y de los dos el más fuerte, (como lo dijo el Señor): ¡Jamás será nuestra Muerte, sino más bien nuestro Amor!.
Y como afirman que hay tiempo para reír y llorar: ¡Lira de llanto y de risa, llevo en mi pecho al andar…!
ENRIQUE QUIROZ CASTRO
SALUDOS DE TU AMIGA
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