¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?
Cuando hayas hecho todo lo que esté
en tus manos para tratar de solucionarlos,
déjame el resto a Mí. Si te abandonas en Mí,
todo se resolverá con tranquilidad según mis designios.
No te desesperes, no me dirijas una
oración agitada como si quisieras exigirme
el cumplimiento de tu deseo. Confía
solo en Mí, abandónate en Mí. Así que no
te preocupes, echa en Mí todas las angustias y duerme tranquilamente.
Dime siempre:
Jesús, yo confío en Ti.
Y verás grandes milagros…
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