Independientemente de la clasificación del Pseudo-Dionisio y de los ángeles de la guarda, existe toda una legión de ángeles destinados a labores más concretas, unas relacionadas con los seres humanos y otras no.
En la experiencia relatada por Gitta Mallasz en su libro La Respuesta del Angel, son cuatro ángeles los que hablan, diferenciándose y denominándose a sí mismos precisamente por la labor que cada uno de ellos cumple: el que construye, el que irradia, el que mide y el que ayuda.
El evangelio Apócrifo de Juan hallado en Nag Hammadi, Egipto, cita por sus respectivos nombres a una serie de más de cien ángeles, que fueron quienes ayudaron a Dios a formar el cuerpo del primer hombre, trabajando cada uno de ellos con una parte concreta de la estructura física de Adán. Sobre dicha legión de ángeles constructores, está la autoridad de otros siete mayores: Miguel, Uriel, Asmenedas, Safasatoel, Armuriam, Richram y Amiorps. En total – según dicho Evangelio Apócrifo de Juan -, fueron 365 los ángeles que colaboraron con Dios, hasta dejar terminados tanto el cuerpo material de Adán como su cuerpo psíquico.
Todo parece indicar que los ángeles son tan numerosos que existen especialistas en prácticamente cada labor o circunstancia humana que se nos ocurra. Estos son algunos de ellos:
- Angeles sanadores del cuerpo.
- Angeles que dispensan la alegría.
- Angeles especialistas en asuntos financieros.
- Angeles reconciliadores.
- Angeles que eliminan los obstáculos.
- Angeles que traen y llevan mensajes.
- Angeles protectores (que actúan uniendo sus fuerzas a las del ángel guardián).
- Angeles que amplían la comprensión.
- Angeles que curan las heridas del alma.
- Angeles que alivian el dolor.
- Angeles que ayudan en los estudios.
- Angeles que dan belleza (y embellecen la vida).
- Angeles que disipan los rencores.
- Angeles que favorecen la amistad.
- Angeles que difunden el amor.
- Angeles que impulsan la justicia (la de Dios, que es amor, no la de los hombres).
- Angeles que nos asisten en el momento de la muerte.
- Angeles que dan luz.
- Angeles constructores.
- Angeles de la creatividad artística.
- Angeles que transmiten y “siembran” nuevas ideas científicas.
- Angeles que ayudan a encontrar objetos extraviados.
- Angeles de la lluvia.
- Angeles del sueño.
- Angeles que favorecen la paz espiritual, etc.
A cualquiera de ellos podemos recurrir en cualquier momento solicitando su colaboración, ya sea directamente o a través de nuestro ángel de la guarda.