Aunque el significado real de la palabra deva es “Ser de Luz”, con lo cual todos los ángeles serían devas, este término hindú suele ser usado casi exclusivamente para designar a los espíritus de la naturaleza. Estos seres espirituales cumplen con los animales, las plantas y la naturaleza en general, las mismas funciones que los ángeles desarrollan con los seres humanos.
Se ocupan de mantener y perfeccionar los patrones arquetípicos de todas y cada una de las especies que pueblan la geología, la fauna y la flora de nuestro planeta. Ellos supervisan y velan porque tanto sus funciones como su evolución transcurran de acuerdo al plan divino. Son los elfos, las hadas, los gnomos, los espíritus de los bosques, los genios, las ninfas y los faunos. Muchos niños y también adultos dotados de una especial sensibilidad han “visto” a estos seres. Otros más afortunados han llegado a comunicarse con ellos. Los testimonios son abundantes, y entre todos ellos destacan los recogidos en Findhorn, comunidad espiritual situada en el norte de Escocia, donde se ha llevado a cabo la más extraordinaria asociación ocurrida en tiempos modernos entre seres humanos y entidades dévicas. Los resultados siguen estando a la vista y han sido debida y ampliamente documentados. Quien se dedique a la jardinería y tenga algún interés en el aspecto espiritual de las plantas y de la naturaleza en general, deberá aprovecharse de la maravillosa experiencia de Findhorn. Existen varios libros que relatan con detalle esta interrelación entre seres humanos y espíritus de la naturaleza que se dio y se sigue dando en Findhorn, incluso con conversaciones directas entre unos y otros.