Tus ángeles te ayudan a vibrar en la cuarta y quinta dimensión
Cuando hablamos de dimensiones muchas veces terminamos en confusión, ya que solemos creer que estas dimensiones extras están asociadas al espacio, no siendo así en todos los casos.
Es necesario entender pues que la cuarta y quinta dimensión espiritual no están asociadas al espacio, sino a "algo" que no podemos contemplar o entender desde la tercera dimensión.
La cuarta dimensión es aquella donde profundizamos enormemente en nuestros pensamientos y sentimientos. En esta dimensión comenzamos a entender la forma en que pensamiento y sentimiento terminan por cristalizar en la tercera dimensión, manifestando todo aquello que tenemos internamente. De esta manera desde la cuarta dimensión comprendemos nuestro poder para manifestar, para COCREAR, en tal sentido terminamos por asociar nuestra mente y corazón a nuestro flujo energético, de modo tal que controlamos conscientemente gran parte de las experiencias que estamos viviendo a diaro.
Dando un salto más allá llegamos a la quinta dimensión. En esta dimensión comprendemos el concepto de unidad, por eso a esta dimensión se le suele llamar el plano de la expansión, porque nuestra conciencia termina por expandirse y empezamos a entender la unidad en el universo. Desde este plano podemos contemplamos nuestra unidad con el universo, con la madre tierra, con otros seres vivos y con Dios.
¿Como me pueden ayudar mis ángeles guías a entrar en la cuarta y quinta dimensión?
Es muy buena pregunta, ya que tratar de describir estas dimensiones con solo palabras es limitar el tamaño de las mismas, es necesario vivirlas, experimentarlas.
Para que tu ángel te ayude a experimentar estas dimensiones, es necesario que puedas estar solo por un momento en tu habitación, o si lo deseas acompañado por alguien que tenga el mismo interés de acceder a este nivel dimensional. A continuación, puedes acostarte o sentarte, como resulte más cómodo para ti.
Lo primero será visualizar una luz blanca que nace justo en el centro de tu corazón, cuyo tamaño inicialmente será el de tu dedo pulgar. Trata de pensar y recordar momentos donde hayas vivido emociones sumamente positivas, recuerda aquellos momentos donde llegaste a compartir con tus seres queridos o amistades, piensa en lo maravilloso de estar vivo. Siente como la luz blanca empieza a brillar con mayor intensidad a medida que recuerdas los buenos momentos.
Solo déjate llevar por la experiencia, que el sentimiento que emana de esa luz blanca vaya llenando poco a poco todo tu ser. Cuando la luz haya alcanzado el tamaño de tu puño cerrado será momento de llamar a tu ángel guía. Para ello, visualiza como delgados y sutiles hilos energéticos empiezan a salir de tu corazón, mientras repites lo siguiente (puede ser mentalmente o puedes decirlos con tus palabras):
"YO SOY permitiendome vivir la experiencia en cuarta y quinta dimensión. Hoy llamo a mis ángeles guías para que me lleven a experimentar estas nuevas dimensiones"
A continuación debes relajarte y esperar a sentir la cálida presencia de tus ángeles guías. Sabrás que están allí porque sentirás una presencia muy sutil, como si estuviera hecha de energía y calor. Puede que incluso sientas que tus ángeles guías pongan sus manos en alguna parte de tu cuerpo, por lo general tomarán tu mano.
A continuación, cuando sientas esta presencia angelical, debes extender estos hilos energéticos que salen de tu corazón hacia el corazón de tu ángel. Esto tiene como objetivo afianzar tu relación con tus ángeles guías y conectarte energéticamente con estos, para mantener las vibraciones siempre a niveles superiores.
Pídele a tus ángeles guías que te permitan explorar tus pensamientos y sentimientos, que te ayuden a limpiar lo que es necesario remover y que te enseñen a pensar y sentir del modo correcto para así crear una realidad armoniosa. Luego de esto, pídele a tus ángeles que te permitan experimentar tu conexión con la madre tierra y su corazón, que te permitan experimentar tu conexión con el universo y con todos los seres vivos.
Es importante no forzar la experiencia, toda vivencia espiritual es como el botón de una flor, si intentamos forzar su apertura éste morirá. Por lo tanto, te recomendamos fluir de manera pausada y tranquila con la experiencia, permitiendo que las sensaciones vayan llegando a su debido tiempo.
Cuando termines, agradece a tus ángeles guías y prepárate para ver al mundo como nunca antes lo habías visto.
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