VITAMINA D DEL SOL Y PARA TUS HUESOS
El ser humano no la puede ingerir directamente, sólo absorbemos las provitaminas D-2 de los rayos uva solares, y la provitamina D-3 de los aceites de pescado, necesitamos la acción directa del sol para obtener la vitamina D activa que unida a las dos anteriores llega al hígado y se transforma en una sustancia que necesita después de la acción de los riñones para formar la sustancia conocida como vitamina D, esta es almacenada en el hígado, piel, riñones, bazo, piel y cerebro.
La vitamina D tiene la función de hacer que el calcio y el fósforo se absorban a nivel intestinal, y favorece unos huesos sanos en niños y adultos deteniendo la osteoporosis.
En la deficiencia habrá un mal crecimiento de los niños, estos tendrán los huesos deformes y crearan la enfermedad llamada raquitismo, en los adultos se da la osteomalacia. La deficiencia se da en países con poco sol, cuando nosotros no nos exponemos a la luz solar, la contaminación, la ingestión de aceites minerales, la cirrosis hepática, la insuficiencia renal y algunos antibióticos
Un exceso o hipervitaminosis dará lugar a calcificaciones en los tejidos blandos como son las arterias, pulmones, riñones; también cefaleas, náuseas, vómitos.
Fuentes:
La mejor y más sana es el aceite de hígado de pescado (para evitar su sabor la podemos tomar en forma de perlas), la dosis ideal en adultos es de 200 a 2000 UI.
Setas, polen, alfalfa, germen de trigo, vegetales de hoja verde
Yema de huevo, queso, leche