Atención con la automedicación
Determinar el rol que juegan los medicamentos como generadores de alergias es importante, porque los accidentes mortales por la ingesta sin prescripción de fármacos contraindicados revelan que cada vez que las personas entran en contacto con el mismo fármaco las reacciones son más rápidas y agudas, limitando la capacidad de que el paciente reaccione positivamente.
Usted se siente mal, piensa que debería ir al médico, pero en vez de eso se dirige a una farmacia o llama a un amigo o familiar para que le sugiera un medicamento que alivie un simple dolor de cabeza o un insoportable dolor de estómago. Sucede que, posiblemente, termine sintiéndose peor y no sabe por qué.
Casos como estos se repiten diariamente . La automedicación exacerbada tiene sus consecuencias, sobre todo en personas que son alérgicas o presentan cierta sensibilidad. El asma y otras reacciones que tienen que ver con nuestro sistema inmunológico no sólo se pueden producir por factores climáticos como humedad, polvo, insectos o alimentos, también los medicamentos juegan un papel importante en esta cadena.
Quizá se ha perdido cierto respeto a lo que implicaría, desde el punto de vista inmunológico, ingerir medicamentos sin prescripción médica o sin un chequeo preventivo. Sin embargo, muchas son las investigaciones realizadas por especialistas, no sólo venezolanos sino del mundo entero, que han determinado que “el uso indebido de un medicamento sin prescripción médica puede traer consecuencias irreversibles. En el caso del asma, una de las afecciones más comunes, no sólo agentes externos la producen sino también algunos fármacos”.
Alergia versus intolerancia
No necesariamente todas las reacciones adversas que produce un medicamento se relacionan con alergias. Una reacción puede ser intolerancia al fármaco, y otra, una respuesta netamente alérgica; sin embargo, ambas son un mecanismo de acción del organismo que se activa cuando el fármaco entra en el cuerpo dando como resultado diversas reacciones.
El doctor inmunólogo, especialista en alergias e investigador, señala que “para que el individuo pueda desarrollar una reacción alérgica al medicamento que está ingiriendo en ese momento debe presentar, en términos científicos, un factor de predisposición a alergias desde el punto de vista genético. En otras palabras, tiene que ser alérgico o sensible a este tipo de fármacos”.
Lo contrario ocurre cuando se ingiere un medicamento y se produce una irritación estomacal que a la larga, puede convertirse en gastritis. “Este caso en particular no sería una reacción alérgica sino una intolerancia al medicamento y su particular tratamiento sería buscar otro fármaco, con componentes químicos similares, que quizá disminuya un poco la intolerancia y ayude a continuar el tratamiento”.
El problema se agudiza cuando las personas desconocen su historial alérgico y no saben a qué se están enfrentando. Por ejemplo, los medicamentos que se conocen como antiinflamatorios, que científicamente se denominan AINES (antiinflamatorios no esteroideos), han generado muchas alergias en personas que padecen de las mismas y también en aquellas que no conocen si son sensibles o no.
“El ibuprofeno, la aspirina o la dipirona, a pesar de que molecularmente son distintos, pueden generar una reacción