EDUCACION POSTURAL,1A. PARTE
Desarrollar esta sensibilidad resulta siempre en un incremento de la eficacia pero también de la percepción que el individuo tiene de él mismo. Influye directamente nuestro estado psicológico, el cuerpo siendo el sano de las emociones, sentimientos y de nuestras percepciones del mundo.
Hace poco tiempo que una nueva educación Postural, cuando impregnada hasta ahora de los modelos militares y de la cultura deportiva, se ha abierto a otro enfoque: lo que llamamos prácticas cuerpo-mente para traducir esta reconciliación después de siglos de depreciación del cuerpo. Hablo por supuesto de nuestra cultura occidental, la tradición oriental habiendo integrado estos conceptos antes que oponerlos tan radicalmente. Ha desarrollado así todo un repertorio de técnicas corporales de meditación que son verdaderas fuentes de conocimiento para nosotros.
¿En qué consiste la Educación Postural?
Nos damos cuenta, de manera vivencial y ahora también científica, que tenemos la posibilidad de percibir de manera extremadamente fina nuestros movimientos y de movernos armoniosamente. Pero pocos utilizan completamente este potencial de acción y de percepción.
Cuando nuestros movimientos podrían ser un poderoso vector de autoconocimiento y construcción de nosotros mismos (como unidad física, psíquica y emocional), asistimos al contrario para la mayoría de nosotros. Así los problemas físicos que tenemos (dolores espalda y de articulaciones entre otros pero también, indirectamente, otras enfermedades) pocos son debidos a un problema estructural pero más bien a tensiones acumuladas, o sea un mal uso de nosotros mismos (movimientos, pensamientos, emociones...).
¿Cómo desarrollar éste fantástico potencial humano?
La clave es una verdadera educación postural y al movimiento. Y este aprendizaje se puede empezar a cualquier edad.
Su propósito es mejorar la consciencia de nuestro cuerpo mediante el despertar de la sensibilidad proprioceptiva, verdadero sexto sentido. Esta facultad está integrada por el centro nervioso y cerebro, que recibe de nuestras articulaciones, nuestros músculos y tendones las informaciones referentes a la posición, la velocidad de los segmentos así que la amplitud de sus movimientos. Se afina nuestras coordinaciones, potenciando el juego sutil entre musculatura profunda, que desempeña una función postural, y la más periférica que se utiliza específicamente por los movimientos y desplazamientos. La capacidad de encontrar una economía postural permite una mejor utilización del movimiento cotidiano, una funcionalidad gestual.