ACOSADOS CON MENSAJES Y LLAMADAS
Algunas personas hostiles no saben controlar sus frustraciones, y enojo frente a una ruptura sentimental. “Se sienten abandonadas”, disgustadas, no catalogan sus faltas como graves, y aspiran una pronta reconciliación, aun en contra de la voluntad del otro. Son personas impulsivas, inmaduras, impacientes e incapaces de tolerar “una respuesta negativa” ante sus peticiones.
Generalmente, ello se produce en circunstancias sentimentales decepcionantes, en las cuales un miembro de la pareja decide “cortar y finiquitar” tal romance por diferentes motivos, entre ellos la desdicha y conflictos no resueltos. Ante este panorama, uno debe aprender a “no engancharse” en estériles discusiones y devolución de respuestas, por textos mensajes. Mientras más leo tales mensajes, los respondo y contesto llamadas al acosador, más persistirá el problema. Es un juego patológico, en el que salen a relucir argumentos enfermizos, pleitos del pasado desvinculados del presente, reproches culpabilizantes, provocación de remordimientos, amenazas contra la estabilidad emocional y psicológica, e inclusive contra la integridad física.
Si has decidido ponerle fin a una relación sentimental disfuncional no necesitas convencer a tu expareja de nada, sólo ofrecer respetuosamente una explicación de tus motivos para alejarte, haciendo hincapié en la carencia de felicidad y falta de suficiente amor. No esperes la aceptación y aprobación de tu expareja, le tomará su tiempo. No le repitas los mismos argumentos, para hacerle entender la ruptura, pues... “sí te entiende... aunque no lo acepte”. Recuerda que las verdades dolorosas... cuesta asimilarlas, puede requerir tiempo, mientras experimenta depresión, rabia y culpa. El apego, encadena la persona al pasado. Así que no pretendas convencer, a la persona que debe renunciar a ti, instantáneamente. Déjale que lo asimile, sin más pretextos, ni encuentros para “hablar de lo mismo”.
Cuando te acosan con llamadas y textos mensajes, lo más prudente, es no leer tales mensajes, sino borrarlos antes de leerlos, no devolver las llamadas que te hace el acosador, ni contestarlas. Discutir con el acosador “te entrampa” en un círculo enfermizo, pues su objetivo y el tuyo son distintos, además de que la manipulación estará presente. No es cuestión de discutir para hacerle entender nada. Ya entiende todo, aunque afirma lo contrario. Su problema está en que “no acepta” la ruptura… y en su cambio de vida, tú no debes intervenir. Debes respetar inclusive que “le cueste creerte y entenderte”.
Leer los mensajes, o discutir con el acosador te conduce a “caer en sus provocaciones”, que no siempre son de reconciliación, sino también de confrontación hostil pues al sentirse abandonado, descarga su ira en el autor material. Si lees sus mensajes, ya estás contaminándote con su estado emocional. Aunque no le respondas, ya estarás alterado(a) por sus advertencias, amenazas, culpas, ofensas e insultos. A veces contiene mensajes de disculpa, pero es ocasional. La mayoría de los mensajes inmediatos, a la post-ruptura son perturbadores, y por tal razón, es más sano, obviarlos.
Algunas personas, “caen en el juego del acosador” al aceptar reiterados encuentros personales para discutir los motivos de la ruptura sentimental, como si fuera necesaria la aprobación ajena, o el consenso. Una cosa es explicar los motivos y otra muy distinta “es llover sobre mojado, repitiendo los mismos argumentos de antes, que fueron rechazados”. El acosador generalmente, busca establecer pleitos para descargar su frustración, no para aceptar la realidad. Ello ocurrirá cuando compruebe que su persecución, no logra resultados. El acosador te dejará en paz cuando no le devuelvas mensajes, ni llamadas, ni te enganches a discutir con El, y sobre todo cuando perciba en ti, un estado de serenidad y control emocional, a pesar de sus amenazas. No es necesario ofenderle, pero cuelga el teléfono e interrumpe las llamadas cuando alguien te insulte. Tal acción es sana, aunque luzca antipática
SALUDOS….ADRY