LA PIÑA Y SUS PROPIEDADES
Este nombre procede del Perú (Bromelia ananas), y los nativos la denominaban nanas. La planta que produce la fruta es de carácter eminentemente tropical.
El nombre de piña aplicado a este fruto tiene su origen en la semejanza de la misma con la piña del Pinus pinea. Los indígenas de México lo llamaban matzali. Se tiene conocimiento de este fruto a partir del primer viaje de Cristóbal Colón a América, pues los españoles la vieron por primera vez en la isla de Guadalupe, en el año 1493. Y fueron ellos quienes la denominaron “piña”, dada la semejanza señalada.
Originariamente es planta silvestre, y la ingestión del fruto de algunas de sus especies resulta nociva, pero los cuidados y selecciones que de esta planta se han realizado a lo largo de los siglos, ha dado por resultado unos frutos de sabor delicioso, al punto de ser considerado como uno de los más exquisitos.
Es un fruto de tamaño considerable, que puede llegar a pesar más de dos kilos, de cascara muy gruesa y dura, formada por escamas superpuestas, de color marrón rojizo. En uno de sus extremos lleva un plumero de hojas verdes, que le presta un bello aspecto. La piña representa un elementó estético acompañando cualquier conjunto de frutas.
La pulpa es de color amarillento y se desprende con relativa facilidad de la cascara. Su sabor es muy particular, entre dulzón y acidulado. Es fruta muy aromática.
Con la piña se preparan estupendas conservas. Es muy usada mediante innumerables combinaciones en la alta cocina internacional.
Propiedades
La piña es digestiva, refrescante y sumamente importante para el desarrollo óseo de la infancia. También ayuda a obtener un buen esmalte dental.
Se aconseja contra la anemia y la gota, así como en casos de artrosis. Es pectoral y purificadora de la sangre, al ayudar al hígado y al páncreas en sus funciones. Su fermento, llamado bromelina, puede equipararse a la pepsina gástrica y a la papaína de la papaya.