Nada es más fácil que quejarse, mientras un paso cuesta esforzarse; nada es más fácil que ilusionarse, mientras la realidad es un amarse.
Nada es más fácil que dejarse, mientras la duda no cese de alzarse; nada es más fácil que equivocarse, mientras llorar es un desahogarse.
Nada es más fácil que levantarse, mientras el miedo deje de ausentarse; nada es más fácil que mirarse, mientras se crece paso a paso amándose.
Nada es más fácil que ilustrarse, mientras el querer deje de asustarse; nada es más fácil que entrenarse, mientras el amor no deje de librarse.
Nada es más fácil que asustarse, mietras la valentía no cese de tumbarse; nada es más fácil que un despreciarse, cuando no hay amor y sigue el odiarse.
Nada es más fácil que aceptarse , mientras los defectos puedan tomarse; nada es más fácil que transformarse, cuando la esperanza es un presentarse.
Autora: Rosa Mª |