Lucas 1:35
El ángel respondió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que el santo que nacerá será llamado el Hijo de Elohim.” (NIV)
1. Hay algunos trinitarios que insisten en que el término “Hijo de Elohim” implica una pre-existencia eterna y que Yahoshúa es Elohim. Una vez se propuso la doctrina de la pre-existencia eterna, tuvo que inventarse un vocabulario para apoyarla, y así se inventaron frases no-bíblicas tales como “eternamente engendrado” e “Hijo eterno”. No solamente esas frases no están en la Biblia ni en la literatura secular, sino que no hacen sentido. Por definición, un “Hijo” tiene un comienzo, y por definición, “eterno” significa “sin comienzo.” Poner las dos palabras juntas cuando nunca aparecen juntas en la Biblia ni en el uso común es nada menos que crear un término sin sentido. El significado de “Hijo de Elohim” es literal: Elohim el Padre hizo que María quedara embarazada, y nueve meses después María tuvo un hijo, Yahoshúa. Así, Yahoshúa es “el Hijo de Elohim.” “Así fue como sucedió el nacimiento [griego = “comienzo”] de Yahoshúa el Mesías,” dice Mateo 1:18, y eso ocurrió alrededor de 2000 años atrás, no en “la eternidad pasada.” [Por otro lado, si se quiere ver su origen celestial, entonces también el que llegó a ser el Mesías humano tuvo su origen en el cielo, cuando Yahweh lo “produjo”, según proverbios 8:22. En ese momento vino a ser su Hijo celestial, por medio de quien, según el Proverbista y según Pablo, el Padre creó el universo.]
2. Cuando la frase “Hijo de Elohim” se estudia y se compara con frases acerca del Padre, se revela una ponderosa verdad. La frase “Hijo de Elohim” es común en el “Nuevo Testamento”, pero la frase “Dios el Hijo” nunca aparece. En contraste, frases como “Dios el Padre,” “Dios nuestro Padre,” y “el Elohim y Padre” ocurren muchas veces. ¿Hemos de creer que el Hijo es en realidad Elohim al igual que lo es el Padre, pero el Padre es claramente llamado “Elohim, el Padre” una y otra vez sin embargo el Hijo no es ni siquiera una sola vez llamado “Elohim el Hijo”? Esta es ciertamente evidencia fuerte de que Yahoshúa no es en realidad, como dicen, “Dios el Hijo”, en absoluto.
3. Cualquiera que insista en que alguien es de algún modo Elohim simplemente porque es llamado “Hijo de Elohim” va a tener problemas en explicar todos los versículos en la Biblia que llaman a otros seres “hijos de Elohim.” La frase, “hijo de Elohim” se usó comúnmente para los ángeles en el “Antiguo Testamento” (vea Gen. 6:2; Job 1:6; 2:1 (la frase en estos versículos se ha traducido a menudo como “ángeles”), y se ha usado también para Israel (Ex. 4:22; etc.). En el “Nuevo Testamento”, se usa para designar a los creyentes, los que han nacido de Elohim (vea 1 Juan 3:1 y 2 —el idioma original es claro). Un estudio de la Escritura revela muy claramente que la frase “hijo de Elohim” no significa de ningún modo “Dios” [o Elohim].
4. Tratando de probar la Trinidad a partir de la frase “Hijo de Elohim” hace surgir un punto que a menudo se pasa por alto en debates sobre si existe o no existe la Trinidad, y ese punto tiene que ver con palabras y la manera en las que se definen. La Biblia no fue escrita en un vacío, y su vocabulario estaba en uso común en la cultura de su tiempo. Las palabras que se hablan “en la calle” cada día tienen un significado. Si alguien escribe una carta, es natural que el lector asuma que las definiciones de las palabras en la carta son las definiciones comunes de la cultura contemporánea. Si la persona que escribe usa las palabras de una manera nueva e insólita, necesita decirlo en la carta, o el lector podría malentender lo que está diciendo.
La palabra “hijo” es un buen ejemplo. Sabemos lo que significa la palabra, y sabemos que si hay un padre y un hijo, el hijo vino después que el padre. Elohim es claramente llamado el Padre del Mesías, y el Mesías es claramente llamado el Hijo. Así que, el significado debería ser simple y claro. Pero según la doctrina trinitaria, el Padre y el Hijo son ambos “eternos”. Esa enseñanza anula las claras definiciones de las palabras y hace que el vocabulario sea “misterioso.” No hay un lugar en las Escrituras donde el significado de las palabras que describen al Hijos se dice que haya cambiado de su significado ordinario a algún significado “nuevo y especial”.
Para explicar el problema que ha creado su doctrina, los trinitarios dicen que el Hijo fue “eternalmente engendrado,” pero esa frase crea en sí misma dos problemas. Primero, que no está en las Escrituras, y lleva a la errónea enseñanza de que la Biblia no contiene un vocabulario suficiente para explicar sus propias doctrinas. Segundo, que la frase misma es un sin sentido, y simplemente lleva a la creencia de que la Biblia es básicamente “misteriosa” y que no puede ser entendida por el creyente promedio. Después de todo, “eterno” significa “sin comienzo,” y “engendrado” equivale a “nacido,” lo cual claramente indica un comienzo. El hecho de que las dos palabras son inherentemente contradictorias es la razón por la que nosotros decimos que combinarlas hace una frase sin sentido.
La doctrina de la Trinidad ha causado un número de problemas con el vocabulario del “Nuevo Testamento”. Por ejemplo, Hebreos 1:2 menciona que Yahoshúa el Mesías fue hecho “heredero” por Elohim. Por definición, nadie es su propio heredero. Decir que el Mesías es Elohim y luego decir que el Mesías es el heredero de Elohim es un sin sentido, y abusa del vocabulario que Elohim empleó para hacer Su Palabra accesible al creyente común y creíble para los que aún no son creyentes. Eso convierte la sencilla verdad de la Biblia en un “misterio” que nadie puede entender.
Hay muchas palabras que indican que Yahoshúa no era igual al Padre. El Mesías fue “hecho Amo”; fue “nombrado” por Elohim; él “obedeció” a Elohim; hizo la voluntad de Elohim y no su propia voluntad; oró a Elohim; llamó a Elohim “mi Elohim,” etc., etc. La enseñanza trinitaria contradice la conclusión a la que llegaría cualquier lector no indoctrinado cuando lee esos pasajes, e insiste en que el Padre y el Hijo son co-iguales. Los trinitarios enseñan que la naturaleza humana (pero no la naturaleza de Elohim) del Mesías estaba sujeta al Padre y por eso es que la Biblia está fraseada de esa manera. Nosotros creemos que esa enseñanza tuerce las claras y sencillas palabras de las Escrituras, y señalamos que no hay un solo versículo que diga que el Mesías tuvo dos naturalezas. Los historiadores admiten que la doctrina de las dos naturalezas fue “clarificada” tarde en los debates sobre la naturaleza del Mesías (en realidad seis de siete de los Concilios Ecuménicos trataron de alguna manera sobre la naturaleza del Mesías), y creemos que la única razón por la que se inventó la doctrina de las dos naturalezas fue para apoyar la Trinidad.
El concepto trinitario de las dos naturalezas también fuerza una interpretación “misteriosa” de los versículos sobre la humanidad de Yahoshúa que de otro modo serían muy sencillos. Interpretar los versículos que hablan de Yahoshúa es muy sencillo. Él provino del linaje de David y “fue hecho semejante a sus hermanos en todo” (Heb. 2:17). Él fue “el último Adam” (1 Cor. 15:45) porque, al igual que Adam, él fue una creación directa de Elohim. Una y otra vez la Biblia lo llama un “hombre.” Sin embargo, estas palabras serían menos que genuinas si el Mesías hubiera nacido 100 por ciento Elohim y 100 por ciento hombre. ¿Cómo puede alguien decir honestamente que Yahoshúa es plenamente Dios y a la vez plenamente hombre, y luego decir que es semejante a sus hermanos en todo? La “explicación” tradicional que se da es que, “Es un misterio y nadie puede entenderlo.” Le pedimos al lector que considere cuidadosamente la elección que tiene delante. Estamos argumentando en favor de leer las palabras en la Biblia y luego simplemente creer lo que dicen. Afirmamos que uno no puede hacer eso si cree en la Trinidad. La doctrina trinitaria fuerza los significados de palabras claras y sencillas como “Padre,” “Hijo,” “heredero” y “hombre” para hacer que asuman significados nuevos y “misteriosos”.