AYUNO HABITUAL, Y EL AYUNO QUE IEUE DIOS ESCOGIÓ:

El ayuno habitual, es abstenerse de alimentos y del consumo de agua, para anteponer el espíritu por encima de lo corporal, de obtener el perdón de las iniquidades y para salir de un género.

Algunos ejemplos del ayuno habitual son:

1) El ayuno de Moisés durante 40 días y 40 noches, para poder estar con IEUE Dios en el Monte Sinaí, a fin de que le diera de nuevo los 10 mandamientos y otras instrucciones en cuanto al pueblo de Israel (Ex. 34.1-28).

2) El ayuno que se realiza con el objeto de que Dios conceda el perdón (Jonás 3.1-10).

3) El ayuno de Jesucristo durante 40 días y 40 noches, para que estando su Espíritu por encima de su forma corporal, pudiera resistir las tentaciones de Satanás en el desierto, encima del pináculo del templo y en un monte muy alto (Mt. 4.2-11).

4) El ayuno anunciado por Jesucristo a sus discípulos, cuando ellos preguntándole por qué no pudieron sacar el espíritu maligno, él les dijo: “Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno (Mc. 9.25-29)”.

Contra el ayuno que en una oportunidad practicaban los israelitas, IEUE Dios no estuvo de acuerdo, porque (El) viendo que quienes ayunaban buscaban sus propios gustos, oprimían a todos sus trabajadores, y aún lo hacían para contender, debatir y herir con el puño inicuo, no les hacía caso ni se daba por entendido cuando humillaban sus almas, como tampoco escuchaba sus voces. Dios no escogió el ayuno que conlleva al hombre a afligir su alma, a inclinar su cabeza como un junco y hacer cama de cilicio y de ceniza (Is. 58: 3-5).

Por otra parte se tiene contrario a ese ayuno, lo que IEUE Dios adujo:“El ayuno que yo escogí”, ya que consiste en desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, romper todo yugo, partir el pan con el hambriento, albergar a los pobres errantes en casa, cubrir al desnudo y no esconderse del hermano (Is. 58:5-7).

El ayuno que IEUE Dios escogió, desde luego tiene buenos resultados, ya que nacerá la luz del que tal haga como el alba, y su salvación se dejará ver pronto; e irá su justicia delante de él, y la gloria de IEUE será su retaguardia. Entonces invocará, y lo oirá IEUE; clamará, y (El) le dirá: Heme aquí. Si quitare de en medio de si, el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si diera su pan al hambriento, y saciare al alma afligida, en las tinieblas nacerá su luz, y su oscuridad será como el medio día. IEUE lo pastoreará siempre, y en las sequías saciará su alma, y dará vigor a sus huesos; y será como huerto de riego, y como manantial de aguas, cuyas aguas nunca falta. Y los suyos edificarán las ruinas antiguas; cimientos de generación y generación levantará, y será llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para habitar. Si retrajere del día de reposo su pie, de hacer su voluntad en el día santo de IEUE, y lo llamare delicia, santo, glorioso de IEUE; y lo venerare, no andando en su propio camino, ni buscando su voluntad, ni hablando sus propias palabras, entonces se deleitará en IEUE, y (El) le hará subir sobre las alturas de la tierra, y le dará a comer la heredad de Jacob su padre; porque la boca de IEUE lo ha hablado (Isaías 58:8-14).