Sólo esto nos faltaba a los mexicanos. Ahora resulta, que los cárteles ya no son cárteles, sino insurgentes, según Joseph W. Westphal, Subsecretario del Ejército en Estados Unidos
Según este individuo, los cárteles podrían tomar control del gobierno mexicano y a su parecer, podría intervenir Estados Unidos a México militarmente para según él, controlar o exterminar a los "insurgentes":
"Lo que nunca quiero es estar en una situación en la que tengamos que enviar a la frontera a soldados, no sólo de la Guardia Nacional sin balas para obtener información, sino enviar a soldados en activo o reservistas para pelear contra la insurgencia en la frontera o tener que enviarlos a través de la frontera".
En verdad no sé si decir que el señor chochea, porque ya es un hombre de más de sesenta años, o se droga, porque finalmente en Estados Unidos es lo que existe, la afición por las drogas. Estos estadounidenses consumen infinidad de enervantes para poder aceptarse a sí mismos, porque al final del día dicen tantas estupideces, que ya nadie en todo el planeta Tierra los apetece.
Claro está que las palabras de Westphal revelan los sueños del mono cilindrero de Barack Obama, invadir a México y hacer de nuestro país un Irak. ¿Pero qué se creen estos idiotas? ¿Acaso piensan que los mexicanos vamos a permitir que vengan a matar a los niños como lo hicieron en Irak? ¿Acaso creen que somos tan indulgentes como para permitirles a los soldados estadounidenses que vengan a poner su bandera cuando según ellos hayan derrotado al CDG, o a La Línea o a la Familia Michoacana?
¿Y por qué mejor no dijo este viejito (Westphal) que Obama debería combatir con el ejército estadounidense a los cárteles en las calles estadounidenses?
¿Por qué no investigan quién financea a los narcos en su país y de qué manera las aduanas operan en Estados Unidos, como para que tanta droga siga llegando a sus jóvenes?
¿Cómo permite la DEA, la CIA y el FBI que sigan llegando las drogas a tanto joven estadounidense? ¿No será su negocio tras bambalinas el tráfico de drogas?
¿No será que la realidad detrás de todo este circo montado por Whestphal, Obama, Clinton, entre otros, es porque Estados Unidos ha perdido el control del sucio negocio de las drogas?
Para empezar, México se ha llenado de armas, el 90% procedentes de Estados Unidos. ¿Por qué no detienen primero la venta de armas y explosivos en su país los propios estadounidenses? ¿Por qué los legisladores Republicanos se han opuesto a derogar la Segunda Enmienda de su ridícula constitución?
En segundo lugar, ¿ya averiguaron realmente el origen de la fortuna de George Soros? ¿Cómo es que este individuo pudo donar $1 millón de dólares para una campaña en pro de la legalización de la marihuana en California?
Entonces mucho se habla en México de capos del narcotráfico, pero es que a George Soros no lo toca ni Diós. ¿Por qué? ¿Qué político estadounidense le protege?
¿Por qué no ataca Estados Unidos a través del Departamento del Tesoro a las finanzas de sus lavadinero en México?
Son demasiadas las preguntas que giran en torno a la negra figura presidencial de Barack Obama. Negra si, no por su color de piel, sino por la falta de honestidad con la que se ha manejado en el sucio negocio de la guerra al narcotráfico.