Necesitaba de esos hilos, tan finos y tan duraderos que vendian en los lugares de Nijuugo-Chiku. Le maravillaba ver tantos hermosos colores en prendas, tanta elegancia y a la vez, sentir como la brisa viajaba con los gratos aromas del mar, de las calles, incluso podia ver la belleza de sus colores cada vez que respiraba. Y aunque intentaba ignorar su preocupacion, le era imposible, pues a fin de cuentas era la gran razon por la que habia viajado hasta aca, para encontrar aquellos hilos, para poder reparar a aquella marioneta.
De todos modos, no era el unico motivo que lo convocaba: dos hilos de su arpa se rompieron repentinamente mientras la tocaba, y las mariposas que suelen rodearlo y acompañarlo en sus viajes se perturbaron, volando a todas partes y desapareciendo por horas. En el fondo le agradaba que solo hubieran 2 cerca suyo, pero la razon de su desaparicion le provocaba gran curiosidad.
Iba a ser dificil encontrarlos, pero lo lograria, asi tuviera que recorrer todo el Imperio para reparar su tan preciada arpa, y tambien encontrar algun libro para explicarse la extraña situacion. Buscaba y buscaba, revisando los hilos como si dudara de una piedra falsa, mirandolos con extremo detenimiento, y en su concentracion, una de sus dos mariposas cayò muerta a su hombro. Cerrò los ojos, inspirò y mirò a todas partes, buscando algun culpable... No sabia o no podia asegurarse que todo esto fuera provocada por alguna marioneta o simples cosas de la naturaleza...
PD. Queria roles, Tammy, QUERIA ROLES, AAAH??!!! Aqui tiene! ♥ asi que deme mis puntitos por el cuarto de libra, a-ho-ra!! pd2. nooo, yo no estoy nada obsesionada con zelda, oh NO! còmo CREES :DDD??!
Mientras Dario y la anciana preparaban el té, quedó un rato observando el lugar; cómo la madera crujía con sus pasos, y el ruido acompasado de las goteras. En realidad el bufoon podría mantener un taller aquí?
Al parecer se distrajo un poco con la melodía que trataba de construir con las gotas de agua que no escuchó la puerta como dijo Christen, y sólo se encogió de hombros.
Dándole un último vistazo a la puerta subió las escaleras como le indicó Chlüssel, hasta su taller, tratando de imitar el sonido de las gotas de lluvia distante con su bandolín, aún estando roto. Pero pronto lo arreglarán...
Llegó hasta el taller, un lugar cálido y amplio. Dan no se esperaría que aquel edificio pudiera abarcar tal lugar.
El bufoon le había dado su propio toque que lo hacía distinto a los talleres que había visitado; parecido a las cortes del Palacio Imperial de las cuales había escuchado de algún turista era tal que se sentía transportado.
Mientras esperaba a que el resto subiera se sentó en el sofá a esperar su turno, como alguien esperando a que lo atienda un doctor.
---
debo hacerle la profile a éste también y continuar con esto para acabarlo *A*! btw post super faiiilll
"Eh eh! sabes que el precio es para entrar ¿verdad? Allegra por su puesto pasa gratis~ Pero supongo que tendré que hacer una excepción, no puedo tenerlos afuera con esto en manos!" Sonrió ligeramente y entró, dejando la bandeja en la mesa, observando detenidamente el taller; le gustaba, tenía cierta cosa de arte-trabajo que había en su taller, y su única mariposa viva volaba de instrumento en instrumento, como si quisiera reconocerlos. "Al fin estoy seguro de que nadie intentará salir sin pagar~ Por otro lado ese té huele bastante bien como para dejarlo esperar, ¿qué estarán esperando los demás?'Se extrañó un poco, Chluusel era bastante drástico en sus cambios de ánimo, pero era usual en él, al parecer. Se sentó, cuando vió a Dan llegar, y luego a Christen y Azura. A medida que llegaban, se sentaban en el sofá frente a la chimenea y les entregaba una taza de té. Tomó su taza de té y comenzó a caminar, de un lado a otro, calmado, observando todo, bebiendo un par de sorbos de su sabroso té antes de sacar su arpa y dejarla en la mesa del taller, con extraña seriedad. 'Su arreglo cuesta un secreto, verdad? Pues te contaré, entonces, mi secreto, y la historia que en pocos libros aparecen, la causante de todo...', dijo con voz firme y decidida. 'Pero arreglalo cuanto antes, el tiempo es preciado en estos momentos', susurró, ahora con cierta angustia en la voz, afuera los rayos más fuerte, la lluvia más intensa y fría. Se sentó en la alfombra frente a la chimenea, acomodando su bufanda, dejando al descubierto sus labios. La mariposa volvió, posandose en su cabello y reposando ahí
. { Canta per me } . Hay una vieja historia en los libros, una leyenda, dicen algunos, cierta historia traida en el murmullo del viento. La historia habla de un joven enamorado que intentó enfrentar el destino, a la naturaleza misma, y mover los hilos rotos del destino . Él era, dicen, un joven bondadoso con un gran futuro en sus estudios de medicina, y de profundos sentimientos, quien se enamoró de una preciosa doncella, la más hermosa entre las hermosas; Elizabeth poseía cabellos brillantes y dorados, la mirada suave y turquesa, labios pequeños y rosas, una piel de delicada porcelana, cubierta por las telas más finas que armaban sus hermosos vestidos. Para Friedhof, Elizabeth era la mujer perfecta, hermosa y llena de encantos femeninos. Supo en aquél instante que hablaron por primera vez, en su niñez, cuando por primera vez pudo ver sus ojos y apreciar su sonrisa, que la amaría por siempre. Delicada y cordial como era, siempre hubo invitación para él a la hora de tomar té, a la hora de dar un paseo o de asistir a las lecturas de la tarde, y con el paso de los años, ambos se convirtieron en grandes amigos, confidentes, y pronto, en amantes; sus familias pronto acordaron concretar la boda de sus hijos para la primavera siguiente.
Una vida hermosa y perfecta por vivir, de no ser porque la tragedia azotó sus vidas aquel fatidico invierno: Elizabeth, grave por una extraña enfermedad, cae enferma, sin poder despertar del sueño. A su auxilio acuden los más reconocidos Lebenmaskes del Cardinal,pero ninguno es capaz de salvarla, y pronto Elizabeth muere. Friedhof se niega a aceptar esto, buscando ayuda en el Templo del Cielo, pero era imposible, la joven había muerto y no podian volverla a la vida bajo ninguna circunstancia.
Friedhof sentía su vida acabada sin Elizabeth, pero por extraña razón, a sus manos llega una misteriosa carta...
'Vida no entrego; vida devuelvo. Tiene un costo, y el único costo es la igualdad. Tu vida o la de ella? Recita su nombre si quieres tenerla de vuelta. Recita su nombre, y pideselo al fuego.'
Elizabeth, Hades; devuelveme a Elizabeth...
Una oscura sombra lo envolvió. Su cuerpo cobró más años, sus cabellos dorados se volvieron oscuros, su mirada se volvió dura y oscura, la boca volviendose un fino arco de tristeza. El Friedhof, alguna vez lleno de vida, transó su humanidad por la vuelta de Elizabeth, quien yacía dormida en la misma cama en la que ahora Friedhof permanecia arrodillado a su lado.
Elizabeth, Elizabeth...
Sus ojos no abría. Sus labios besaba, pero no respondían. Fríos. Apenas pudo abrir sus parpados, el turquesa brillante y vivaz por completo opacado. Besó sus dedos, y le juró recuperarla, que haría lo que fuera para recuperarla, que mataría a Gaia, mataría a Hades, tomaría la vida de donde fuese necesaria, pero que la recuperaría. Elizabeth cerró sus ojos, una ligera sonrisa en los labios, y volvió a dormir, fundiendose con la Tierra de nuevo, volviendo al comienzo de su existencia.
Para Friedhof, en cambio, no quedaba nada más que su juramento, y lo cumpliría, pues vida eterna poseía y el profundo deseo de reencontrarse con Elizabeth en su nueva existencia; la buscó, pues, escondiendose en las sombras del Imperio, pasando horas, días, segundos, meses, años, esperando, buscando...
Cualquiera diría que, hasta ese momento, la Leyenda estaba escrita y finalizada...
Tocan la puerta del taller con apremio, con urgencia, casi con furia. Al abrir, un hombre entra apresurado con una mujer en sus brazos, sus cabellos negros destacando aún más la palidez de sus mejillas.
'Sálvela, por favor! La han herido a muerte! Mi mujer... sálvela!', gritó el hombre, desesperado, mientras caminaba de un lado a otro sin saber que hacer, sus ojos casi desorbitados mirandome con súplica.
Tomé a la marioneta en brazos y la llevé a la parte de reparaciones de mi taller, recostandola en la gran mesa y acomodando su cabeza en una almohada. No parecía herida, pero las mariposas me alertaron de un problema interno, cerca de su pecho. Saqué mi arpa, la más importante de miss herramientas; el arpa es el instrumento más importante en la reparación, pues con ella podía oir y sentir los hilos que todo lo manejaban, la energía que le daba vida a una marioneta: con los acordes de esta arpa puedo tanto reparar como destruir, dar algo de vida, o arrebatar un poco de ella. Ahí reside la importancia del instrumento, por quien era tocado y qué melodías, siendo este arpa mi instrumento más preciado y protegido, mi conexión a la vida de las marionetas.
Grande fue su sorpresa que, al tocar los hilos del arpa, no podía oir nada; un silencio extraño, la señal de la no-vida. Pero aún había un sigiloso murmullo, y las mariposas danzaban alrededor de la mujer. Comenzó, entonces, a intentar armonizar aquel murmullo caótico y descifrar su origen, hacer retumbar la música en las paredes, intentar despertarla de su ensueño si existia aquella vaga posibilidad y-
Dos cuerdas se rompieron de pronto, y varias mariposas cayeron muertas, las restantes revoloteando alrededor de su cabeza y ocultandose en sus cabellos. El arpa... Por qué? Una fuerza extraña había roto una de sus cuerdas, una fuerza llena de vida, pero también de exorbitante oscuridad. Era un suceso extraño, pues la mujer estaba palida como papel y no habia señal alguna de que tuviera vida ya. El hombre entró de pronto, con un rostro completamente diferente: cabellos oscuros, ojos rojos y presencia maligna. Observó con extraña dulzura a la mujer, y luego se dirigió al Lebenmaske.
'Ella ha muerto. Lo siento', dijo Dario con seriedad.
'No lo está!', gritó, algunas mariposas cayendo muertas, perturbando al pelirojo. 'Ella... Me han mentido... Me dijieron que le devolverían su vida si yo entregaba la mia... Pero era muy tarde, ella no podía vivir más... No fui capaz de salvarla', dijo con tristeza, acercandose a la mujer y acariciando sus cabellos. 'Pensar que tuve que esperar vidas enteras para encontrarla de nuevo... pero por supuesto, ella no me recuerda, la Tierra se quedó con sus memorias, con nuestras memorias... Pero la encontré, la hice dormir, y me sonrió antes de bajar sus parpados... No puedo permitir que se vaya nuevamente de mi', dijo con profunda convicción, sacando una espada y amenazando con ella el cuello del Lebenmaske. 'Ella aún no muere, así que haz cuanto sea posible y devuelvamela, es lo único que deseo.'
Dario guardó silencio algunos minutos, mirando a la mujer, notando que las paredes de madera comenzaban a agrietarse, a volverse madera vieja y gastada. Sorprendido miró al Teufel, quien tambien observó el salón, y luego sonrió victorioso.
'Lo he conseguido! Mi Elizabeth desea recuperar sus memorias, la Tierra me devuelve su vida!'
'No puedo permitir eso! No haré ningún esfuerzo por salvarla!', gritó, furioso, dispuesto a tocar su arpa para evitar que siguiera robando vida de la naturaleza, recordando que sus hilos se habian roto. El demonio hizo un corte en su mano, cuya herida comenzó a sangrar.
'Que no lo harás? Qué pasa con ustedes, los Lebenmaske? No que es su trabajo dar vida y reparar marionetas?! Entonces hazlo! La Tierra está entregando su vida a mi mujer, le devuelve lo que le pertenece y tú haras que funcione!'
'No la está entregando, tu estas robando la vida para ella. Esto matará a la naturaleza, no puedo permitir tal cosa. Tu mujer ha muerto y no volverá!'
'Cállate!', dijo, haciendo un nuevo corte. La sangre en el suelo se impregno en la mesa y comenzó a subir como finos hilos hasta tocar la piel de la mujer; la zona tocada pareció tener vida durante algunos segundos antes de volver a palidecer. 'Si no haces que todo funcione bien en ella, que abra sus hermosos ojos de nuevo, que la Tierra le devuelva sus memorias, cortaré cada cabeza de este Cardinal frente a tus ojos, y tendrás que darle vida de todas formas, siendo responsabilidad única y exclusivamente de TI todas aquellas muertes. Quieres eso, Lebenmaske?' Dario chistó los dientes, y el Teufel sonrió satisfecho mientras guardaba la espada. 'Te estaré observando para que hagas bien tu trabajo', dicho esto, besó la frente de la mujer, y salió tranquilamente por la puerta. (...)
Dario se había bebido un poco más de la mitad de la taza de té mientras contaba lo sucedido. Acomodó la bufanda en su cuello, y luego miró a los presentes.
'El viaje hasta acá sido largo, y el poder del Teufel, inimaginable; ha tomado la vida de la naturaleza y la está destruyendo, sin importarle alterar su equilibrio. Ella, en cambio, duerme, absorbiendo la vitalidad de los mares, de la tierra, de los arboles y los animales, su cuerpo recuperando su calor y color lentamente... Si no logro detenerlo, todo morirá, pero él sabe que he escapado, y viene a por mi. Lo que él no sabe es el poder que esta arpa me otorga, la fuerza de sus melodias, pero no puedo solo contra ese Teufel. Necesito de tu ayuda, Chluusel, de la ayuda de todos... Necesito que me ayuden a salvar la Tierra, ya que ella... si esa mujer despierta, todo morirá más rapidamente, pues hay una energia poderosa sobre ella que toma la vida ajena para si misma y la revitaliza con el fin de devolverle sus memorias, y no hay fuerza más sublime que la que la tierra posee para devolver la vida y mantenerla.' Dario se puso de pie, tomando a la mariposa de su cabeza en sus manos y sonriendo ligeramente. 'Ayudenme, por favor, ayudenme a devolverle la vida a la tierra y darle descanso a sus hilos rotos...' dijo, con calma y cierta melancolia. El plan estaba listo, solo necesitaba de su ayuda para concretarlo...
PD. uff, ahí está! espero les guste y haber sido clara con este post, cualquier duda que les haya surgido, pregunten xd! perdon por moverlos así de pronto, pero me inspiré y necesitaba avanzar, sip? por favor pongale PLAY A LA CANCIÓN DE ARRIBA ANTES DE LEER!! Lo puse así porque a veces es molesto entrar y tener música, y aguantarla despues en los siguientes post {me pasa hasta con mi propia musica xDD} vamos por el comienzo del fin, gente? ♥
El taller era algo frio, pero a la vez sumamente acogedor...
Habian estado alli por lo que parecian horas...
Dario habia comensado a pagar el precio... a contar su historia... a revelar su secreto... y la joven sirena no podia hacer mas que escuchar... hipnotisada por el sonido de su voz...
Una historia tan tragica... tan triste... tan... tan....
La historia finalizo tan repentinamente como habia comenzado, y ahora el joven Dario les solicitaba su ayuda... a todos.
Azura se sintio como si hubiera despertado de un transe... en sus manos, el te estaba frio y en su mejilla quedaba el rastro de una solitaria lagrima.
Sabia que el oceano sufria... pero jamas penso que estuviera muriendo...
Sintio como algo se oprimia en su pecho... la realidad golpeandole de lleno.
Escucho las ultimas palabras del joven lebenmaske como si fueran un eco distante - Ayudenme, por favor, ayudenme a devolverle la vida a la tierra y darle descanso a sus hilos rotos...'- y no pudo hacer mas que acentir...
Le ayudaria... costara lo que costara...
----------------------------------------------
OMFG!!!! PERO QUE POST!!! *0*
Fue magistral *w*...
Lamento si mi post fue corto... me costo ponerme al dia xDD
Cedió el paso al resto de sus invitados y subió las escaleras tras de ellos. Arriba los recibían Dario y Allegra, sirviéndoles té e invitándolos a tomar un lugar frente a la chimenea. Finalmente entró el bufoon, y al escucharlo, Allegra le sirvió la última taza de té antes de salir silenciosamente. Allegra, al no poder ver, podía entrar al taller sin pagar un secreto, pero quedarse era algo completamente diferente. Pero siendo franca, la mujer lo prefería así, a veces era preferible no saber nada sobre ciertas cosas -y Chlüssel en algunas ocasiones traía clientes de lo más extraños, la anciana temía que algún día su propia cuota le fuese a costar caro al bufoon. Chlüssel cerró la puerta tras de ella. Mientras Dan, Christen y Azura tomaban un lugar en los sillones frente al fuego. Dario por su parte se paseó por el taller, observando todo, como examinándolo. 'Su arreglo cuesta un secreto, verdad? Pues te contaré, entonces, mi secreto, y la historia que en pocos libros aparecen, la causante de todo...', dijo, de pronto muy serio, colocando su arpa en una de las mesas. Chlüssel asintió. "Así es, el precio no cambió de cuando estabamos abajo hasta ahora~ Los materiales que pueda necesitar irán por mi cuenta" la expresión sombría del lebenmaske le picó la curiosidad inmensamente, sospechaba que no había recibido una paga así en mucho tiempo. 'Pero arreglalo cuanto antes, el tiempo es preciado en estos momentos' habló quedamente, con urgencia en la voz. Sea lo que sea lo que le sucedía al arpa, parecía tener una estrecha relación entre ella y el mar. El bufoon pasó a tomar asiento en un taburete, con ambos pies sobre el mueble en una posición cómoda. Recargó su cabeza en su brazo, realmente interesado en lo que el lebenmaske tenía que decir.
Una historia de amor, una tragedia, una obsesión. Pocos relatos describían a una marioneta volverse teufel, era algo así como un tema tabú, pero a parte de eso no había nada que pudiese contar como 'secreto' en ella. Así fue, hasta que describió la escena en el taller. Parecía increíble, trataba de vislumbrar el momento, Dario en su taller, la urgencia, la desesperación del cliente y la fatalidad de la situación del paciente. Arqueó una ceja al escuchar el uso que le daba al arpa. Desviando su mirada al solitario instrumento que yacía en una de las mesas de su taller, le entró un extraño impulso por escuchar su sonido y se estremeció de emoción con la sola idea de sentir las vibraciones que el instrumento podía tener sobre sus hilos. 'Heh, quizá algún día'
Dario terminó de contar su relato finalmente, pidiéndoles que le ayudaran a detener al teufel. Azura asintió levemente, decidida. Chlüssel cerró su único ojo, con una leve sonrisa en el rostro. "Sabes que es mi trabajo~" dijo, poniéndose de pie y tomando de un sorbo el resto del té "Y aunque no lo fuera, a este punto haría cualquier cosa por escucharte tocarla!" señaló el arpa con la cabeza. "Locomplicadoseráconseguiralgoque..." balbuceó quedo para sí, llevándose una mano a la barbilla, pensante por unos segundos. "¿De qué están hechas tus cuerdas?" preguntó, súbitamente. "¡De nada nos serviría repararla si a la primera nota se romperá de nuevo!" tenía una o dos ideas de cómo haría las cuerdas para el arpa -porque tendría que hacerlas, de eso no había duda, pues no creía que las cuerdas de acero y nylon fuesen a hacer de mucha ayuda- pero necesitaba saber qué tan fuerte era el poder del teufel. "¿Cuerdas flexibles o precisas? Ah! pregunta estúpida! ambas deben ser igual de importantes...." Mientras más lo pensaba, más ideas se le venían a la cabeza. Todo, absolutamente todo podía afectar el sonido de una cuerda, no solo el material, y dado el uso que le daba al instrumento, supuso que el sonido sería de vital importancia. El ancho, el clima, la tensión, longitud todo podría afectarlo para bien o para mal....¿Dario sería el tipo del que le gusta sentir cuerdas suaves? ¿Preferiría sonidos cálidos o duraderos?....corrió a diferentes cajones y los abría, sacando fibras de telas y finísimos hilos de distintos metales. De pronto se paró en seco, y cambiando de curso drásticamente, se dirigió a Dan. "También tenemos un problema de cuerdas ¿no es así?" preguntó, mientras miraba el bandolín y usando las fribras que tenía en mano para acariciar el rostro del músico. "Con mucho gusto atiendo a eso junto al arpa....hasta podrían ser hermanos de cuerda!~" no serían iguales por supuesto, siendo ambos instrumentos diferentes, pero si comenzaría a fabricar cuerdas, sería mejor hacer todas de una vez. "Por cierto que adoro los secretos relacionados a la música o al instrumento~ Son especialmente útiles para repararlos" sonrió y de un paso se plantó frente a Azura, inclinándose levemente "Y ojalá haya encontrado algo de interés en mi taller, joven Azura, así podremos iniciar el intercambio" hizo una pausa antes de agregar, con voz más baja y casi sin abrir los labios "De lo contrario sabe que le pagaré de...esa otra forma" Volvió a tomar asiento en la butaca "Deberiamos darnos prisa, pues a nuestro amigo Dario lo persigue un teufel" lo dijo con tono de broma, pero expresión seria, dando a entender que no era un juego. Escuchó un fuerte relámpago afuera, que se alcanzó a escuchar perfectamente, a pesar de que había sellado contra sonido todo el taller. - - - - - - -- - - - - - - - - - - -- - - - - -- soyyyyy el colmo de la distracción ;u; -me tardo me tardo soy lentaaaa >DDDDDDDDDD akljdklasjdalsdj MARYY!! ya sabes que amé ese post y me casaré con el? *---* /nomeimportaelquédirán~ en serio está hecho de pura EPIC-ness ;o; y oooooh el arpa <3 me había estado preguntando cómo le hacía Dario para usarla en medicina xDD y ahora lo seeeeh 8D muero por escuchar los demás secretos 1313
El lebenmaske terminó de contar lo que parecía una historia sacada de un cuento, pero era más real que la vida. Ese fue su secreto, y en este preciso instante puede que estén ocurriendo destrozos ocasionados por el teufel que lo busca. Pero lo primero es lo primero. Dio un sorbo de su té como para ayudar a tragarse toda la información recibida. "Si realmente puedo hacer algo por el mar, lo haré gustoso..." dijo sonriéndole a Dario, para tranquilizarlo, pero más para tranquilizarse a sí mismo.
El bufoon se veía entusiasmado por lo escuchado, corriendo de un lado para el otro casi hiperactivo, hablando solo. Un arpa que siente las vibraciones de los hilos de las marionetas... Aquellos hilos de qué estarán hechos...? Ojeó el arpa de Dario a lo lejos, no se veía como un arpa especial. Pero lo especial de un instrumento no es su apariencia, si no su sonido. Esperaba con ansias poder escucharlo.
De pronto el bufoon se le acercó "También tenemos un problema de cuerdas ¿no es así?". Le asintió sonriente, hasta en estas situaciones el bufoon se mantenía alegre, eso era una cualidad buena. Rió un poco por el comentario "No serían hermanas de cuerda... El trabajo con mis cuerdas es mucho más sencillo comparado con el de Dario". Y al parecer era su turno para contar su secreto. Estaba tan ensimismado con la historia que olvidó pensar en algo. Claro que la mayoría de sus 'secretos' no lo son en realidad. O al menos eso es lo que cree. "Entonces un secreto sobre mi instrumento, no? ..." Empezó a hacer memoria, a tiempos pasados. Empezó a contar lo que recordaba, nunca alejando la vista de su bandolín, temiendo que el hilo del recuerdo se le pierda. "Lo encontré en la habitación de mi padre. Él no dijo nada, y me permitió quedarme con él. La primera vez que escuché su sonido quedé maravillado..." recorrió perdidamente las cuerdas de su bandolín con sus dedos, callosos por todo el tiempo que lleva entonándolo. "Luego de mucha insistencia me contó que lo consiguió en uno de sus tantos viajes, en tierras lejanas, tierras desconocidas... Que fue un regalo de una de sus amantes de puerto, una sirena..." mantuvo un silencio de suspenso, rematándolo con un leve bufido "Y luego mi padre rió a carcajadas". Rió un poco "Al parecer también es un secreto para mí...", dijo al final, dándole una última vista melancólica a su instrumento.
---
siempre me demoro aquí y terminan siendo post ultra fail ;U;~ /la matan
y al principio creí que iba a sonar Canta per me orz
do not worry gurei uwu si un tipo se casó con una almohada, por qué tu no te puedes casar con un post?! (?)
al escuchar la historia de Dario, senti escalofrios ver a los demas hablando de instrumentos algo de lo cual yo no sabia nada, solo me sentia patetica, impotente... pero que importa... Secretos... que tienen de importante?.. que los hace ser secretos... vevi un sorbo de mi té y me quede ida hacia la nada que triste historia... ayudare... esperando que alguien mas cuente algo...se para Dan y cuenta su historia.. cuando rio me senti algo extrañada.. yo no sabia reir tan bien... aunque sea un poco no sabia... mmm me pare como les dije no tengo secretos; no tengo insturmentos que arreglar.. nos e que nesecitan de mi asique pueden preguntarme lo que desean...
Escucho al bufon divagar mientras daba vueltas por toda la habitacion. Ni siquiera necesitaba ver por donde se dirigia... simplemente esquivaba mesas e instrumentos por mero instinto. Practicamente tenia planeado todo su trabajo, cuando parecio recordar algo, y se acerco para decir -Y ojalá haya encontrado algo de interés en mi taller, joven Azura, así podremos iniciar el intercambio" hizo una pausa antes de agregar, con voz más baja y casi sin abrir los labios "De lo contrario sabe que le pagaré de...esa otra forma"
Algo en su forma de hablar hizo que la joven sirena se estremesiera... ¿Que tipo de secretos guardaria el bufon?
Sin duda le costaba decirdirse... habia recorrido el taller con la mirada, y ciertamente un objeto habia llamado su atencion.... Una pequeña ocarina, perdida sobre un estante.
Algo en el pequeño objeto le atraia, pero su curiosidad le estaba pasando factura... y una muy grande.
Al final, decidio dejarselo al destino.
Se levanto con gracia y con unos pasos suaves y ligeros se acerco hacia las estanterias. Tomando la ocarina entre sus manos, con toda la delicadeza que pudo expresar, elevo el pequeño objeto y lo acerco al rostro del bufon, y mirandole directamente a los ojos le pregunto -¿Y bien... que va a ser? - pregunto refiriendose a su acuerdo anterior, expresando duda y desafio en su mirar.
Azura no aceptaria otra cosa a cambio de uno de sus secretos... Algo en el delicado instrumento le atraia poderosamente, y solo por ello estaba dispuesta a pagar el precio. De no ser asi, gustosamente oiria lo que el bufon tuviera que decir...
Sonrió a Azura, quien parecía triste (y con razón, se sentía del mismo modo) pero decidida a ayudar en lo que fuese. Chluusel se puso de pie de pronto y lo quedó observando. "Sabes que es mi trabajo~Y aunque no lo fuera, a este punto haría cualquier cosa por escucharte tocarla!"Acomodó la bufanda para que le cubriera los labios, para que ocultara la ligera sonrisa de felicidad al notar que pronto sus mariposas no morirían, y que las escucharía reir de nuevo, no agonizar... "¿De qué están hechas tus cuerdas? ¡De nada nos serviría repararla si a la primera nota se romperá de nuevo!" Se sobresaltó de pronto. Sus cuerdas? Los hilos de Gaia, del destino? Pero tenía razón, debía ser una reparación acertada, y su arpa no necesitaba cualquier cuerda, él mismo las había estado buscando con excesiva meticulosidad en las tiendas antes de encontrarse con el Bufoon. "Deberiamos darnos prisa, pues a nuestro amigo Dario lo persigue un teufel"Hizo una ligera mueca, pues no era algo que le gustase oir tan explicitamente (el demonio podía andar cerca, también...). Estuvo pensativo un rato, mientras escuchaba a Dan contar su historia "Al parecer también es un secreto para mí...". Miró un rato la mariposa entre sus manos, la que movía suavemente sus alas y observó a Christen. 'Estarías dispuesta a pelear? Contra ese demonio... No solo la música lo detendrá', le preguntó amablemente a la mujer, sonriendole con ligereza. Azura pidió la ocarina, lo que ayudaría también, despues de todo, aquella melodía era perfecta para una sirena y el instrumento que le pedía al Bufoon. Una vez este le dió su respuesta a Azura, se acercó a la ventana, pensando, mirando la lluvia; una orquesta, si, quien lo pensaría! Pero sabía que los podría dirigir con su arpa, pues ellos no sabían el poder que una melodía precisa y bien tocada podía producir, pero pronto lo sabrían... De pronto hizo un puño la mano donde tenía la mariposa, escuchandose un ligero crujir. Dario hizo una ligera mueca y siguió presionando, su mano emitiendo una ligera luz aguamarina, la que empezó a abrir lentamente. De su mano caía un hilo fino y largo, que emitía la misma luz, de un color peculiar, algunas pequeñas mariposas naciendo de ahí, las que levantaron el hilo y lo llevaron hasta la mesa, al lado del arpa, las mariposas fragmentandose apenas el largo hilo estuvo en la mesa, Dario desplomandose junto con ellas. Se sentó, acomodandose la bufanda, respirando algo agitado, pues había sido esfuerzo convertir una de sus mariposas en lo que realmente eran, una pequeña parte de si mismo, y si bien no todas sus mariposas cumplían la misma condición, las otras parecían atraídas por él; nunca pudo explicarse este suceso ni en los millares de libros que había leido hasta ahora. Esto, por supuesto, nadie debía saberlo, pues dejaba al descubierto una extraña debilidad. Miró a Chluusel, sonriendo ligeramente, apoyando la espalda en la pared para descansar. 'Creo que con eso bastará...Apresurate, Chluusel', dijo, voz suave y calmada, cerrando ligeramente los ojos mientras pensaba cómo coordinarlos a todos y luego equilibrar el desorden que se había provocado a si mismo.
Si la naturaleza muere... yo muero... no es una oracion simplemente es la verdad, lo unicoq ue tengo es la naturaleza ella me a dado la vida... movi la mano una ligera enrredadera sale por la ventana y recorriendo todo el piso hasta llegar a el punto donde me encontraba subiendo hasta mis manos... yo soi esto, no puedo dejar que eso acabe... pase lo que pase tengo que ayudar... vi su ligera sonrisa, suspire, algo tenia que hacia que me sintiera rara... no se si era confianza el punto esque me sentia bien en este grupo apesar de todo tenida que apoyar y ayudar a los demas... nunca e cantado y nunca e tocado un instrumento... como podria ayudar...
mire para todos lados buscando algo que me llamase la atención... aunque encontrara algo no sabria usarlo... que es lo que busco?..~
El bufoon tomó un último utensilio de entre los cajones antes de quedarse quieto frente al músico. "Bien, pero el que sea más sencillo no lo hace menos! y menos en un oficio como el tuyo" Dan era músico de tiempo completo, y un instrumento era como un miembro del cuerpo. Sonrió pensando en su propio brazo derecho, que muchas veces tendría rayas verticales, simulando las cuerdas de un cello, por todo su antebrazo, que haría de diapasón. Así podía practicar las pisadas con o sin un instrumento en mano. Escuchó el secreto de Dan, tratando de capturar no solo el relato, sino también el tono de voz que usaba con cada cosa que decía y la mirada que le dirigía al bandolín una vez hubo terminado su historia. "Un regalo de las sirenas" arqueó una ceja, antes de acercarse al rubio pidiéndole permiso con la mirada antes de levantar el instrumento para observarlo más de cerca, como había hecho en la tienda donde había visto por primera vez a Dario, Dan y Christen. Aún con sus pequeños rasguños y marcas en los trastes mayor frecuentados y en la caja de resonancia, el bandolín era, en lo que personalmente llamaba, un instrumento feliz. De la clase de instrumentos en la que las marcas, más que defectos del tiempo, eran como pequeños recuerdos, y a pesar de los años, el mastil se mantenía recto y fuerte, y no encorvado por la tensión de las cuerdas. "Pero -supongo- más importante aún, un regalo de tu padre~" asintió, tomando como válida la paga del joven. Dirigió su mirada a Azura, esperando su respuesta. Casi pudo sentir como un gran peso se retiraba cuando la joven caminó hasta una de las estanterías ¡Entonces si había encontrado algo! Pero sus ánimos fueron decayendo conforme se daba cuenta de lo que había captado la mirada de la sirena. Cuando al fin la peliazul tomó el pequeño instrumento de la estantería se confirmó su temor. Tal vez eso no debiera haber estado allí en primer lugar. ¿Y bien... que va a ser? tuvo un pequeño y caótico duelo interno. Por un lado estaba la ocarina, que le pertenecía (al mismo tiempo no del todo) o dar uno de sus secretos. Lo cual, no podía ser opción o el pequeño grupo ahora reunido no lo vería de la misma manera. Decisiones, decisiones...
Azura le acercó la ocarina al rostro y Chlüssel tomó una decisión. sonrió tristemente, antes de tomar la ocarina y llevársela a los labios. Sopló ligeramente, haciendo las pisadas correctas y exactas, pero el sonido que emitió fue desastroso. Una vez hubo terminado la 'falsa' melodía, suspiró hondo "Jamás he podido tocarla, como a ningún otro instrumento en clave de sol" dijo, señalando su marca bajo el ojo "Es una lástima, pues tiene un sonido realmente hermoso" habló quedo, algo melancólico. ¿Cuando había sido la última vez que la había escuchado sonar?.. "Pero supongo que no le haría justicia si la privara de sonar por mi egoísmo. ¡Es un instrumento! ¡Nació para hacer música!" extendió la ocarina a Azura, con un animo un poco fingido, pero el ver a la sirena con el instrumento...'No sé....hay algo que parece estar bien de todo esto' pensó, antes de sonreírle genuinamente, a pesar de la pequeña presión que sentía en el pecho "Aunque debes prometerme que la cuidarás mucho, le pertenecía a una de las personas más importantes para mí en todo el imperio...¡Y sólo hay una como esas!" se estiró completamente, dejando que la tensión de su cuerpo se fuera y dio una última mirada a la ocarina "Su nombre es Lakhesis, por cierto" se limitó a decir, señalando con la cabeza al instrumento. No estaba seguro de que fuese bueno el no contarle el resto de la historia de la ocarina, pero por otro lado tal vez el no saber era lo mejor. "Pero recuerda que hay un precio por ella~" Dijo, mientras esperaba pacientemente por la respuesta de la sirena.
Dario, por su parte, caminó distraídamente hasta la ventana, desde donde observó la lluvia caer. Vio como del puño cerrado del chico surgía una especie de luz acuamarina, y por su temblor parecía que fuese lo que fuese que estaba haciendo, le consumía mucha energía. De su mano iba surgiendo un hilo que brillaba con la misma intensidad, y Chlüssel no pudo hacer otra cosa mas que quedar boquiabierto viendo como el lebenmaske transformaba una de sus mariposas en la fibra más extraña que hubiese visto jamás. Fureon sus mismas mariposas quienes se encargaron de transportar el hilo hasta la mesa donde se encontraba el arpa, dejandolo caer delicadamente mientras desaparecían y con ellas, las fuerzas de Dario. Creo que con eso bastará...Apresurate, Chluusel el bufoon seguía como ensimismado por la escena, pero pronto recobró la noción y asintió ligeramente.
Saltando entre las ramas de la enredadera de Christen (tendría que limpiar después!) se dobló las mangas de la camisa y se dispuso a examinar el hilo. Se sentía diferente a cualquier otro que hubiese tocado antes. Era más fino y suave, con lo que sabía que produciría un sonido calido y armonioso. Con esto su trabajo se había vuelto mil veces más sencillo, pero aún quedaba el problema de la exactitud. El largo del hilo parecía ser apenas lo suficiente para remplazar las cuerdas y sabía que pedir más del chico sería demasiado. Así que tendría que arreglárselas para cortar justo lo necesario para que la cuerda quede tensa y firmemente amarrada sin desperdiciar un sólo milímetro. Colocó a un lado el mandolín de Dan, sacó un lente con diferentes graduaciones y pinzas. Extendió todos los utencilios en la mesa y suspiró. "Trabajaré tan rápido como pueda,pero esto igual deberá tomar unas horas..." Sería el trabajo más rápido que haya hecho en su vida y el que mayor precisión requeriría, pero...podía hacerlo. "Así que recomiendo se pongan cómodos. En el segundo piso hay una habitación de huéspedes y está mi habitación también. El resto puede dormir en algún sofá aquí mismo, si sienten que necesitan descansar" dijo mirando a Dario recargado contra la pared "Después de todo, parece que será un día importante~" tomó un mandíl de perchero y se lo ciñó a la cintura. "Despertaré a quienes decidan dormir tan pronto termine" y sin más, se dio la vuelta y comenzó por retirar, una a una el resto de cuerdas que quedaban.
- - - - - - - - - - - - - - - - - ~ A estas alturas de la vida deben estar acostumbrados a mis post biblia uwu (?) pero aquí está para que mary no mate más a chluusi por que no arregla el arpa ;u; aklsdjal si me había puesto a pensar en el secreto de chluu XD pero pero prefiero no contárselos B) tal vez después (?) tengo tarea (8) *dances*
"Trabajaré tan rápido como pueda,pero esto igual deberá tomar unas horas... Así que recomiendo se pongan cómodos. En el segundo piso hay una habitación de huéspedes y está mi habitación también. El resto puede dormir en algún sofá aquí mismo, si sienten que necesitan descansar. Después de todo, parece que será un día importante~Despertaré a quienes decidan dormir tan pronto termine"Suspiro pesadamente, sin moverse, mirando el fuego mecerse en la chimenea con una calma totalmente opuesta a los relampagos que se dejaban oir con fuerza, iluminando por centesimas de segundo el oscuro cielo. Un par de horas estaría bien... Encontraría alguna forma de distraerlo, quizás hasta de esconderse para que el Teufel no lo localizara, pero el hecho de que el clima estuviera de ese modo no podía significar nada bueno. Y cuando estuviera realmente cerca, cómo estaría todo? Suspiró pesadamente, debería seguir buscando en los libros una explicación racional a esa extrañeza. Quizás los hilos rotos eran otros, pero que tal si se suspendía apenas de uno?. Había algo realmente curioso en la mujer dormida. Volvió su vista a Chluusel, notando como retiraba los hilos del arpa, realmente concentrado en su labor. De algun modo sentía que podía confiar en él, pero no sabría explicar por qué. Hace mucho tiempo que no se encontraba con una persona tan curiosa, y sonrió levemente al pensarlo, su bufanda siempre ocultando los labios. Azura se había retirado a una de las habitaciones para descansar, y no podía hacer más que pensar en la melodía que había escuchado cuando intentó despertar a la mujer, aquel suave murmurllo que le indicaba era la clave; era tan sigiloso que debía recomponer con precisión su sonido... Si tan solo tuviera su arpa, si tan solo pudiera recomponerse a si mismo... De pronto se sentía cansado, y con motivos, pues había formado aquel hilo. No deseaba dormir de todas formas, quería seguir todo el proceso de la reparación del arpa con sus propios ojos, realmente curioso de la labor del Luthier. Miró a Dan, como invitandole a que le hiciera compañia. Le hubiera gustado hablar de él sobre cualquier tema, pero apenas tenía energias para ello... No quería dejar de pensar para no quedarse dormido, fijando sus ojos en el bandolin de Dan, y luego en las manos de Chluusel. 'Como... Cómo se rompieron tus cuerdas?', preguntó a Dan, con voz pausado y calma, casi dormida. Esa era una de las tantas dudas que tenía respecto a todo... Si los libros no tenían una vaga respuesta, él deberia buscarlas con precision?
SKDHASKDH!! 4 meses! lo siento pero ya no puedo seguir esperando a Kurumi y y realmente quiero acabar este rol! TAT Y ya que al parecer quedamos grey y cherry, si quieren unir a algun perso luego no me molesto ohohoho TUT EN FIN! SIGAMOS CHICAS! acabemos esto que podemos Dx! *this is spartaaaa (?)* (perdon el post fail :'D)
Sonrió complacido y aliviado al ver que el luthier tomó su secreto como válido, dejando en sus manos su instrumento, confiado en que lo reparará. Se acomodó en el sofá mientras escuchaba las razones de las chicas, tomando leves sorbos de su té, volviendo a escuchar el llanto de la ocarina de manos del bufoon. Es una verdadera pena que no pueda entonar instrumentos de clave de sol.
Miró de reojo al lebenmaske, mientras este formaba hilos para su instrumento; como era un instrumento especial, necesitaba cuerdas especiales. Pero así de especiales... Miraba casi absorto cómo las mariposas transportaban aquel hilo brillante, y cómo desaparecían, no dejando una tonada como dejarían las psyché de una marioneta, pero al ver lo débil que se encontraba el lebenmaske sólo significaba algo; estaba dando algo de su vida para formar las cuerdas. Algo peligroso, muy peligroso...
Dio un sorbo de su té mientras el bufoon anunciaba el inicio de su trabajo. Las chicas se habían retirado a descansar, pero Dan decidió quedarse a ver al menos un poco cómo el luthier trabajaba, tal vez para aprender un poco. Darío entonces se sentó junto a él, aún algo agotado, como si usara sus últimas energías para apenas hablar. 'Como... Cómo se rompieron tus cuerdas?'"En realidad no lo sé." Rió un poco mientras continuaba, "Tal vez fue pura casualidad, destino quizá? Tal vez evitaban que me suceda algo malo?", sonrió para sí mismo, recordando todo lo sucedido en el día.
Volvió nuevamente hacia él. "Te ves cansado. No sería mejor que descanses?", le sonrió con simpatía, "La presión de todo este dilema es más fuerte sobre ti. No crees que aquel teufel se aprovechará de tu momento de debilidad para hacerte caer?", su tono de voz se volvió algo sombrío, prefigurando un terrible suceso. Pero su semblante volvió a la normalidad al dar un sorbo de su té, mientras volteaba levemente hacia el bufoon, "Él hará un buen trabajo." Volvió su vista hacia su taza de té, moviéndola en círculos lentamente, mirando las pequeñas olas que se formaban dentro. "Y yo también haré lo mejor para ayudarte. Además, la tierra no se dejaría vencer tan fácilmente." Volvió hacia él, sonriéndole tranquilo, echando un leve vistazo a la tormenta que se desataba afuera. "No ves cómo está luchando ahora?". Aún con la pérdida de vitalidad, la tierra no se daba por vencida; aún con sus últimas fuerzas lanzaba tormentas muy fuertes como medidas desesperadas y como un grito al cielo para evitar que una catástrofe mayor llegue a sí misma.
---- ya al fin respondí acá también ;A; /siempre tarda acá orz
Miraba atentamente las manos de Chluusel laborar hábilmente, cuando Dan habló, despertandolo de sus pensamientos. "En realidad no lo sé.Tal vez fue pura casualidad, destino quizá? Tal vez evitaban que me suceda algo malo?" Destino? Posiblemente... Quizás no, quizás, en cierto modo, Dan si tenía algo que ver en todo esto, sin darse cuenta. Necesitaba explicaciones, se sentía confundido sin respuestas... Sentía que su cabello por el ligero batir de sus mariposas ya no se movía, inquietandolo en su interior, su cansancia impidiendole cualquier cosa. "Te ves cansado. No sería mejor que descanses?" Se sobresaltó al oir su voz, pues los sonidos del exterior se habían ido apagando lentamente hasta escucharlo hablar. Le sonreía ligeramente, pero no podía hacer más que mirarlo, su nariz y su boca bajo su bufanda, dejando apenas a la vista sus ojos, pues los cabellos semi-humedos caían y se pegaban por su frente. Sabía que debía descansar, pero estaba realmente interesado en ver la labor del Luthier; el sueño nunca había sido su mejor amigo, despues de todo. "La presión de todo este dilema es más fuerte sobre ti. No crees que aquel teufel se aprovechará de tu momento de debilidad para hacerte caer?"Bajo la vista, apenado, pues tenía razón, si el Teufel lo encontraba ahora, no tendría como luchar, e inevitablemente tendría que acceder a sus demandas para evitar todas las vidas de su Cardinal, y quien sabe qué otros desastres y desequilibrios podría generar si eso sucedía. El músico había descubierto el pequeño secreto de las cuerdas, y no tenía duda que quizás había descubierto la clave del arpa, de su labor, de él mismo. Una de sus manos se posó en el dorso de la otra, dónde el Teufel había hecho los cortes, y suspiró suavemente... Él le encontraría, sin importar cuanto tardará, no habia duda. "Él hará un buen trabajo. Y yo también haré lo mejor para ayudarte. Además, la tierra no se dejaría vencer tan fácilmente."Sonrió ligeramente ante sus palabras, dirigiendo una rapida vista a Chluusel. Confiaba plenamente en él y sus habilidades para esto, teniendo la profunda seguridad de que el Bufoon no cometería error alguno. "No ves cómo está luchando ahora?"Luchando... Aún debil la tierra luchaba con todas sus fuerzas, con todas sus tormentas, con todas sus grandes armas. Inclinó su cabeza a la ventana, apoyandola para mirar el exterior, viendo las olas mecerse y chocar bruscamente, los relampagos iluminando sin cesar... Y sin darse cuenta, mientras observaba ese paisaje, se desvaneció en un profundo sueño, las mariposas volando hasta el escritorio donde Chluusel hacía su trabajo para reposar ahí, dejando una extraña melodía en el aire con el suave y lento batir de sus alas. post fail, perdon la demora! espero a Grey-nette ;u;! y y si quieren unir a otro perso luego diganme, no hay problema, the more, the merrier ;U;! pero acabemos, si Cx? <3