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♣ 「 cαяdιиαl del αԍυα 」: Song of Storms
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De: MaryChain (Mensaje original) |
Enviado: 26/01/2011 19:42 |
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Necesitaba de esos hilos, tan finos y tan duraderos que vendian en los lugares de Nijuugo-Chiku. Le maravillaba ver tantos hermosos colores en prendas, tanta elegancia y a la vez, sentir como la brisa viajaba con los gratos aromas del mar, de las calles, incluso podia ver la belleza de sus colores cada vez que respiraba. Y aunque intentaba ignorar su preocupacion, le era imposible, pues a fin de cuentas era la gran razon por la que habia viajado hasta aca, para encontrar aquellos hilos, para poder reparar a aquella marioneta.
De todos modos, no era el unico motivo que lo convocaba: dos hilos de su arpa se rompieron repentinamente mientras la tocaba, y las mariposas que suelen rodearlo y acompañarlo en sus viajes se perturbaron, volando a todas partes y desapareciendo por horas. En el fondo le agradaba que solo hubieran 2 cerca suyo, pero la razon de su desaparicion le provocaba gran curiosidad.
Iba a ser dificil encontrarlos, pero lo lograria, asi tuviera que recorrer todo el Imperio para reparar su tan preciada arpa, y tambien encontrar algun libro para explicarse la extraña situacion. Buscaba y buscaba, revisando los hilos como si dudara de una piedra falsa, mirandolos con extremo detenimiento, y en su concentracion, una de sus dos mariposas cayò muerta a su hombro. Cerrò los ojos, inspirò y mirò a todas partes, buscando algun culpable... No sabia o no podia asegurarse que todo esto fuera provocada por alguna marioneta o simples cosas de la naturaleza...
PD. Queria roles, Tammy, QUERIA ROLES, AAAH??!!! Aqui tiene! ♥ asi que deme mis puntitos por el cuarto de libra, a-ho-ra!! pd2. nooo, yo no estoy nada obsesionada con zelda, oh NO! còmo CREES :DDD??!
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La reacción de sus acompañantes solo impulsó aún más su curiosidad. El joven lebenmaske suspiró, realmente el precio parecía no haberle agradado, pero eso no le importó gran cosa al bufoon. Sí, era una cuota peculiar, y sólo la cobraba cuando el instrumento tenía vida. Instrumentos genéricos habían cientos, y no había ninguna magia tras lijar, barnizar y afinar instrumentos huecos. Pero habían instrumentos que podían contar muchas, muchas historias, y antes de hacerles cualquier cosa debía conocer su otra mitad. Pues un instrumento no está completo si no tiene quien le toque; es una cosa más, una especialmente inútil por cierto. Pero era lo mismo con los músicos; sin un instrumento que tocar, un medio que exteriorize su música, eran iguales a cualquier otra marioneta. Pero debía admitir que eran escasas las ocasiones en las que la historia detrás le interesara tanto, y no podía recordar una en la que la "paga" le causara tanta emoción. 'Solo lo suficiente para reparar al instrumento', finalmente contestó el pelirrojo al tiempo que sacaba un pequeño paraguas de su chaqueta.''Para que saber mas? Eso, mi estimado, si que seria un capricho Miró en dirección de Dan Azura y Christen antes de continuar Le parece, Chluusel?' El aludido sonrió abiertamente ¡Un negociador! Sip, Dario resultaba ser toda una caja de sorpresas. "Sólo lo necesario y nada más. Y lo que pido es simple; UN secreto, preferiblemente que tenga relación con el instrumento. Y no creerá, mi estimado--" dijo, fingiendo inocencia "Que sería capaz de dejarme llevar por simples caprichos ¿O si?" y como para no dejar tiempo al joven para responder, volvió su atención a la sirena, cuya expresión demostraba mas de mil palabras. Si al lebenmaske no le había agradado la idea, la peliazul parecía oponerse completamente a ella. ¿Es realmente necesario?preguntó ¿O eso es solo para quienes tienen un instrumento que arreglar? el bufoon se acercó a la joven, prácticamente susurrándole al oído "¿Será que la dama tiene algo que ocultar?..." y separándose de ella nuevamente y volviendo a su lugar frente a la puerta agregó "Es la entrada al taller." dijo, encojiéndose de hombros. "Las personas somos instrumentos en sí, somos marionetas" por la manera en que lo decía se escuchaba casi lúgubre "La mayoría no querrían entrar al taller siquiera si no tienen algo que reparar o comprar, no había sido un problema nunca.." pensativo, se llevó una mano a la barbilla "Pero supongo que sería injusto pagar un precio si no recibirás algo a cambio..." pensó un poco más. Si la sirena no hubiese sonado tan rehusa a contar un secreto probablemente lo hubiese dejado ir, pero su curiosidad había sido oficialmente pinchada. ¿Capricho? Para nada. Con todo y eso, no era un estafador, así que midió bien sus palabras antes de continuar.
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"Puede no pagar el precio, el taller está hasta el tercer piso, el resto de la casa es habitada por la mujer que me renta, y estoy seguro que estaría feliz de recibirla mientras espera y resguardarla de la lluvia. ¡Debería probar su cocina! Prepara platillos dignos del rey. Pero si decide pagar, podrá llevarse cualquier cosa que desee dentro de mi taller, a cambio. O, siendo que nada le interese una vez haya entrado..." Hizo una pausa. Ésta era la parte más delicada del trato "Pagaré secreto por secreto." dijo, llevándose la mano derecha al pecho e inclinándose levemente "No podría regresar lo que ya ha pagado, pero puedo ofrecerle, a cambio, uno de mis propios secretos" Francamente esperaba que no tuvieran que llegar a ese punto, habían bastantes cosas interesantes en su taller, aún si no tocaban ningún instrumento. Y ahora desvió su mirada a Christen, la chica del parche que se limitó a decir entrecortadamente yo no tngo nada que ocultar... realmente puedes preguntarme lo que quieras.. Chlüssel se cruzó de brazos. "Lo que sea ¿en serio?" preguntó, con un deje de sospecha en su voz. ¡Nadie cedía tan fácil! Pero bueno, si la chica estaba dispuesta a contarle lo que fuera, elegiría una pregunta que le pareciera interesante. "Pero no aquí, no ahora. Entremos que la tormenta sólo incrementará" Colocó la llave en la cerradura de la puerta, pero antes de darle la vuelta se volteó a encarar al otro músico, el joven de la bandolina. "¿Qué hay de ti?....Mi precio es demasiado alto?....." -------------------------------------------------------------------------
ahahahahahah kurumi justo temía que preguntaran eso LOL XDD *no tiene verdaderas excusas para hacerlos pasar a todos ;w; anyways, lo dejé a su decisión para que no fuera una vil estafa :D GG dijo que había escrito mucho ;o; *por eso lo partí |D
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'Sólo lo necesario y nada más. Y lo que pido es simple; UN secreto, preferiblemente que tenga relación con el instrumento. Y no creerá, mi estimado-- Que sería capaz de dejarme llevar por simples caprichos ¿O si?" Sonriò y riò suavemente, agraciado con el chico, cerrando los ojos y sujetando fuertemente su paraguas, viendo como el agua mecia con algo menos de violencia la gondola. ¿Es realmente necesario? ¿O eso es solo para quienes tienen un instrumento que arreglar? Chluusel se acercò y algo le susurrò, lo suficientemente bajo para que nadie le escuchara excepto la misma sirena, y eso le despertò curiosidad, por que se negaria a compartir un secreto? Bueno, quizàs podia comprenderlo, el mismo era bastante egoista con los suyos. Chluusel regresò rapidamente a la puerta, mirandoles y sujetando la manilla de esta. "Es la entrada al taller. Las personas somos instrumentos en sí, somos marionetas.' Los labios se le contrajeron; èl mismo sabia y vivia la verdad de eso, y la imagen de la marioneta en casa se repitiò en su mente, recostada en la gran mesa de su taller, inerte y vacia de vida. "La mayoría no querrían entrar al taller siquiera si no tienen algo que reparar o comprar, no había sido un problema nunca... Pero supongo que sería injusto pagar un precio si no recibirás algo a cambio... Puede no pagar el precio, el taller está hasta el tercer piso, el resto de la casa es habitada por la mujer que me renta, y estoy seguro que estaría feliz de recibirla mientras espera y resguardarla de la lluvia. ¡Debería probar su cocina! Prepara platillos dignos del rey. Pero si decide pagar, podrá llevarse cualquier cosa que desee dentro de mi taller, a cambio. O, siendo que nada le interese una vez haya entrado... Pagaré secreto por secreto." El joven llevò su mano derecha a su pecho e inclinò suavemente su cabeza; ese simple gesto fue suficiente para confiarle su arpa, una parte importante de èl. |
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"No podría regresar lo que ya ha pagado, pero puedo ofrecerle, a cambio, uno de mis propios secretos" Su rostro se volviò màs serio de pronto,si Chluusel estaba de acuerdo, entonces lo mejor era apurarse, y pretendia abandonar la gondola cuando Christen hablò. yo no tngo nada que ocultar... realmente puedes preguntarme lo que quieras.. "Lo que sea ¿en serio?" Chluusel se cruzò de brazos, aturdido por las palabras de la joven. Riò suavemente y la mirò. 'Es algo peligroso, no crees? Pero... tratos son tratos', finalizò con una implacable sonrisa en los labios. "Pero no aquí, no ahora. Entremos que la tormenta sólo incrementará" Y si, si que lo haria... Mirò a Chluusel, con un rostro màs sereno, incluso algo preocupado al sentir los relampagos. 'En ese caso, no tengo problema, pero si una pequeña condiciòn, y es que estos secretos sean guardados', dijo, voz seria; no estaba en posicion de poner condiciones, pero realmente era importante que aquel secreto se guardara. Luego relajò el tono. 'Puedo confiar en que asi sera, verdad Chluusel?', le sonriò levemente y bajò de la gondola sin darle tiempo a responder, pasandole el paraguas a Dan para que lo sujetara mientras ayudaba a Christen y Azura a bajar. Aun si no harian el trato con el Bufoon, no podian quedarse bajo tan horrible tormenta, por lo que seria mejor entrar. Dan aun estaba en la gondola y lo mirò, cuando Chluusel se dirigiò a èl. "¿Qué hay de ti?....Mi precio es demasiado alto?....." Simplemente lo quedò mirando, èl tambièn sentia algo de curiosidad por saber de èl... Especificamente lo que vinculaba el problema de sus instrumentos. Ojalas Cherry aparezca pronto ;U;! y me encanta Chluu, es tan asfkja *A*! ♥ GG es malo, es imposible que hayan 40960 caracteres en estos 2 mensajes =A=!!!! |
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etto... algo riesgoso.? sera?.. pero realmente secretos no nesecito, -ver las expreciones de los demas me hizo pensar muchas cosas entre ellas " Guardar secretos trae muchos problemas no lo nesecito no nesecito problemas... o si?"...- |
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De: Kurumi |
Enviado: 19/02/2011 01:27 |
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Las suaves palabras que el bufon susurro a su oido, obraron el mismo efecto que habrian tenido de haber sido gritadas.
Al parecer una imagen vale mas que mil palabras, y mi rostro es una imagen digna de contemplarce en este momento - se dijo mentalmente la sirena, y tras dicha comparacion, no pudo evitar soltar una breve carcajada cantarina.
Tras decir esto, el Bufon continuo hablando -"Es la entrada al taller. Las personas somos instrumentos en sí, somos marionetas.-Si bien era cierto que no tenia instrumento alguno por reparar, lo que Chlülussel decia era totalmente cierto. Y de todas formas, tenia algo mucho mas importante. Tenia la necesidad. Era algo que iba más alla de todo lo razonable. TENIA que resolver lo que ocurria.. o por lo menos intentarlo. Aun si la vida se le iba en ello. Asi que... uno o dos secretos... bueno, teniendo en cuenta la agonia que provocaba en ella el canto del mar... no era gran cosa ¿Verdad?
Estaba decidida a acompañarles, aun si no hubiera nada que pudiera hacer, y estaba a punto de hablar cuando el joven añadio -"La mayoría no querrían entrar al taller siquiera si no tienen algo que reparar o comprar, no había sido un problema nunca... Pero supongo que sería injusto pagar un precio si no recibirás algo a cambio... Puede no pagar el precio, el taller está hasta el tercer piso, el resto de la casa es habitada por la mujer que me renta, y estoy seguro que estaría feliz de recibirla mientras espera y resguardarla de la lluvia. ¡Debería probar su cocina! Prepara platillos dignos del rey. Pero si decide pagar, podrá llevarse cualquier cosa que desee dentro de mi taller, a cambio. O, siendo que nada le interese una vez haya entrado... Pagaré secreto por secreto."- ¿Secreto por secreto eh?. De acuerdo... su curiosidad le pasaria factura un dia de estos. Pero eso no importaba ahora. Ya se habia decidido a acompañarles antes de que el bufon le ofreciera alguna recompensa... ahora eso solo servia para incentivarle mas. Dejando toda duda atras...
Antes de que terminara de elegir las palabras correctas para expresarse, el joven Dario pidio que todo quedara en confidencialidad. Asi pues, no tenia nada que agregar a aquella propuesta, y sin mas, dijo asintiendo - Creo que puedo entender por que lo haces Chlülussel, y me parece justo, estoy de acuerdo - y con una tranquila y delicada sonrisa, agregó - es mas... si hay algo en particular que quieras saber, pregunta por favor - finalizó, ahora en paz consigo misma, otorgandole al bufon, e indirectamente a sus acompañantes, una prueba de confianza que hacia años no le daba a nadie mas.
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Sonrio ligeramente y mirò a Chluusel. 'La tormenta està demasiado agresiva como para continuar aquì; lo que haya que hablar, serà mejor hablarlo bajo techo' dijo calmadamente, y sin esperar respuesta del joven, comenzò a caminar junto con Dan, Azura y Christen hacia el lugar, entrando al primer piso del taller. Cerrò el paraguas y sacudiò ligeramente su cabello humedo, notando que su bufanda tambien estaba algo empapada. La quitò con cuidado de su cuello y pudo notar a una mariposa inmovil... Preocupado la acercò a èl, y esta moviò ligeramente sus alas, por lo que la soplò con suavidad, sus labios rozando las alas de la criatura, la que volò suavemente hasta resguardarse en sus cabellos. En su interior estaba feliz de que al menos una de ellas continuara con vida, debil, pero con vida. Temblò suavemente, mezcla de un escalofrio extraño que le recorriò la espina dorsal y mezcla del frio. Alzò su vista hacia la escalera, quizàs deberia ir cuanto antes al taller de Chluusel para solucionar todo, esperando encontrar cobijo, calor y un poco de descanso (de seguir asi estaria demasiado debil para lo que vendria), pero encontraba desubicado entrar sin saludar a la mujer cuyo lugar pertenecia. Mirò a Chluusel, esperando que avanzara para seguirle.
OKEEI!! Volvemos gente! Lo siento Cherry, pero pero! esto estaba muriendo y deseo fervientemente terminarlo TUT! De todos modos, espero se inspire y responda, ne <3? Sigamos la aventura!! *alza la espada (?)*
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Se disponía a abrir el cerrojo cuando escuchó la voz de Dario tras de sí. Se dio la vuelta animosamente para encararlo En ese caso, no tengo problema, pero si una pequeña condiciòn, y es que estos secretos sean guardados' dijo seriamente el joven. Chlüssel se hizo el ofendido, llevándose una mano al pecho en aflicción, pero segundos después paró los juegos y asintió levemente, con la misma seriedad que la del lebenmaske. etto... algo riesgoso.? sera?.. pero realmente secretos no nesecito el bufoon rió bajo, abriendo finalmente la puerta de el pequeño edificio, revelando el interior, colocándose a un lado del marco de la puerta para dejar pasar a sus invitados "Nadie necesita secretos! Sin embargo todos los tenemos~ Quizá son ellos quienes nos necesitan!" bromeó, algo preocupado por la mirada de la sirena luego de que ofreció darle secreto por secreto. Esperaba que siguiera prefiriendo tomar algo de su taller ¡habían cosas interesantes!...Claro que cumpliría su palabra...pero esperaba que fuera la última alternativa. Creo que puedo entender por que lo haces Chlülussel, y me parece justo, estoy de acuerdo es mas... si hay algo en particular que quieras saber, pregunta por favor tanta apertura por parte de la peliazul cuando apenas momentos atrás estaba reacia de revelar cualquier cosa le tomó por sorpresa -y sólo aumentó su inquietud en todo caso- pero al menos había logrado ganarse su confianza. Abrió la boca para replicar, cuando Dario avanzó a la entrada del lugar. 'La tormenta està demasiado agresiva como para continuar aquì; lo que haya que hablar, serà mejor hablarlo bajo techo Por supuesto tenía razón. Y la tormenta más que disminuir incrementaba, ahora literalmente cayendo una cortina de agua. Dario avanzó, junto con el resto al interior, alejándose de la torrencial tormenta. Finalmente entró Chlüssel, cerrando tras de sí la puerta, apagando un poco el ruido de la lluvia de fuera. El bufoon se quitó el sombrero y lo sacudió fuertemente antes de colgarlo en el perchero. No había mucho caso llevarlo dentro. Se deshizó también de el chaleco y demás prendas exteriores innecesarias y-por no mensionar empapadas y frías al contacto- mientras observaba, curioso, la tímida mariposa resguardada durante todo ese tiempo en la bufanda del pelirrojo. Se comenzaba a formar un charco en el viejo suelo de madera por debajo de todos ellos, y notó la mirada de Dario posarse en él.
Chlüssel se sacudió el cabello, salpicando un poco de agua y avanzó confiadamente. "¡Signora Alegra! ¡Sono Arrivato!" gritó fuertemente al aire. Se escuchó una voz replicar a través de la puerta al final del vestibulo y pronto una mujer de edad avanzada apareció por ella. Se movía con seguridad, pero su mirada estaba fija en un sólo punto y su vista completamente nublada. Vestía un sencillo vestido verde, extrañamente combinado con decoraciones de cabello que parecían haber sido colocadas aleatoriamente en su enmarañado cabello. Y a pesar de las arrugas y la posición algo encorvada se notaba la vitalidad de sus movimientos mientras avanzaba rápidamente en dirección del grupo con los brazos extendidos "¡Debiste volver tan pronto empezó la tormenta!" le reprimió palpando con ambas manos sus hombros "¡Estás empapado!" exclamó, pensando en su pobre piso de madera. Chlüssel sacó una pañoleta de cabello de un bolsillo interior, en el que se había resguardado del agua por poco y se lo colocó en las manos a la mujer, amablemente. Cada que salía le compraba a la mujer un accesorio de cabello, pues un día le escuchó decir que eran su fascinación desde que era niña. Cada día el bufoon le preparaba la ropa que usaría durante el día -cuando primero llegó allí el aspecto de la mujer era casi el de una loca, con calcetines de colores diferentes y ropa demasiado grande para su menuda figura- pero jamás le había dejado hacer nada con su cabello. Alegra disfrutaba el peinarlo -o despeinarlo la mayoría de las veces- y decorarlo con accesorios de cabello mal colocados y sin importar los ofrecimientos del joven por asistirla, ella insistía en hacer la rutina por ella misma. Lo menos que podía hacer el luthier era obsequiarle los accesorios que tanto disfrutaba.
"Alegra, el día de hoy tenemos invitados!" le informó alegremente a la anciana, quien dejó de pasar la mano por la pañoleta y volviéndose al resto del grupo. "Azura Christen, Dan y Dario, esta bella dama es Alegra, mi hospedadora" les presentó a cada uno, y por lo último recibió un leve golpe al pecho por parte dela mujer, quien avanzó para abrazar acogedoramente a la más cercana a ella, en este caso Azura, cuando sintió de nuevo el contacto con el agua. "Se deben estar muriendo de frío! Chlüssel prende fuego ¿puedo ofrecerles algo?" El castaño rió, le agradaba estar de vuelta en 'casa' y subió los primeros peldaños de las escaleras "¡Té Oolong para mí!" la mujer balbuceó algo sobre el ofrecimiento no siendo para él pero asintió de buena gana de cualquier manera. Chlüssel se sentó en el barandal de la escalera, provocando que rechinara la antigua estructura, esperando al resto del grupo "Prenderé la chimenea en mi taller, allí pondremos a secar todo..y Alegra no tiene problemas con llevarlo todo arriba~" Saltó del barandal y subió otro par de peldaños "El segundo piso es de habitaciones y en el tercero está mi taller" Señaló arriba con un dedo "Cuando estén listos! Iré prendiendo la chimenea" dijo finalmente, antes de subir el resto de la escalera, desapareciendo de vista, pero era posible escuchar todavía sus rápidos pasos corriendo escaleras arriba. Alegra se limitó a negar con la cabeza antes de sonreírles nuevamente "No teman pedirme lo que sea, lo prepararé con mucho gusto. No podré ver por mí misma, pero para muchas cosas, como la cocina, la vista está de más"
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - simplemente ya quería continuar estooo ;w; <3 <3 y OMG post largo! XD
alegra es extra, so cualquiera la puede usar c: |
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mire a al egnte a mi alrededor... mcuhas gracias sonrei y voltee a ver a mis aliados suponienod que asi se le dice, no borre mi sponrisa del rostro y empez e amirar la hermosa casa de arriva para abajo |
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Hace unos cuantos días sintió algo parecido; que el mar estaba intranquilo, como si no hubiese tenido una buena noche de descanso. Pensó que todo pasaría, como siempre lo ha hecho. Estaba equivocado, y ahora según lo que decían el lebenmaske y la sirena, había empeorado. El trovador se angustió, al menos tratando de simular lo que podría estar sintiendo el mar, pero no podía entenderle, no podía escuchar su voz. Era una abilidad que no poseía, y se lamentaba por ello, pero al menos por permanecer mucho tiempo junto a ella podía sentirse muy afectado, como si el mar fuese un amigo muy cercano que esta pasando malos ratos.
La mayoría del tiempo pasó distraido, mirando hacia el horizonte, donde el mar se hacía uno con el cielo, pero esas molestas nubes de tormenta estaban en el camino (alguna pelea entre amantes, quizá?), su vista intercalando con su instrumento dañado en sus manos; y la menor parte del tiempo, sólo pequeños vistazos, hacia el grupo. La sirena tenía una buena voz, pero las circunstancias y razones no ameritaban celebrar, ella mismo lo sabía. Aún así el bufoon trataba de mantenerse jovial, como si hubiese sido rigurosamente entrenado para ello, y siempre dispuesto a ayudar. Pero aquel lebenmaske... sabía mucho, demasiado, de lo que estaba sucediendo.
Llegaron al puesto de góndolas. Las góndolas que habían salido hace un momento estaban regresando, por el avistamiento de la tormenta. Dan observó una en particular, sonriendo levemente a las personas que desembarcaban de ella; la góndola en la que iba a subirse y que no lo hizo por su cuerda rota. Volvió hacia el instrumento en sus manos. Le habrá salvado la vida? O habrá huido por su propia vida?
Habían encontrado una góndola lo suficientemente atrevida como para lanzarse en media tormenta. Subieron a ella con cuidado, él mismo tambaleándose un poco por haberse descuidado, pero ya había estado en situaciones similares, aunque al parecer el resto no lo estaba. Avanzó un poco más, sentándose en un extremo cerca del gondolero (su puesto preferido), tomando su instrumento en sus brazos para entonarlo, pero deteniéndose a media punzada. Ah, esta roto, recordó, apenado. El resto también parecía desanimado, como si estuviesen en una ocasión fúnebre, pero sin la corona de flores en la punta de la embarcación. Cómo quisiera animar el ambiente entonando algunos acordes felices, pero hasta su propio bandolín lloraría en esta situación, y antes de eso prefirió auto-mutilarse. En ese momento la sirena entonó notas leves, sin mucho sentido, pero alivianó lo suficiente el ambiente para que no se empiecen a matar en el pequeño barquito.
Giraron por un callejón, el bufoon señalando un edificio en mal estado, de color azul. Hm, no recuerda haber pasado por aquella casa antes, pero era de esperarse porque siempre tomaba el recorrido turístico, y las arterias de agua angostas y de una sola vía eran algo difícil de maniobrar. La chica rubia, que había estado tan perdida como él en el viaje, preguntó por sus nombres "Dan, es mi nombre." le sonrió levemente.
Habían llegado a la casa, y junto con ellos, la lluvia. El bufoon escapó primero, presentando el lugar. Empezaron a desembarcar el resto, pero todos deteniéndose en la entrada por los pedidos del bufoon.
Pagar la entrada, con secretos? Novedoso. La mayoría empezó a dudar, pero era normal, que un casi extraño venga y te pida un deseo tuyo por simple capricho... "En realidad no me importa." se encogió de hombros, mientras sostenía el paraguas sobre las chicas, "Sólo es uno."
La lluvia empezó a aumentar, y aunque no le molestase decidieron entrar, ya que tenía prioridades. Dentro los recibió una señora de avanzada edad, palpándolos para 'verlos', y tan animosa como cualquiera del grupo (en distintas circunstancias, claro). Dan se quitó su chaqueta mojada, observando por dentro el lugar, el ambiente cálido empezando a sentirse. Le sonrió a la anciana, aunque ella no pudiera verle, "Muchas gracias. Cualquier bebida caliente estaría bien..."
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el mundo se va a acabar D: la cereza posteó! si llega un super hiper terremoto+tsunami por acá ya saben por que fue (?)
ya, ahora si, pueden matarme todo lo que quieran
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"No teman pedirme lo que sea, lo prepararé con mucho gusto. No podré ver por mí misma, pero para muchas cosas, como la cocina, la vista está de más" Era como una buena madre que recibia a su hijo en casa. Todos estaban de acuerdo en tomas algo caliente, asi que lo mejor seria algo de té. 'Permitame ayudarle, por favor. Sé preparar exquisitos sabores de té', ledijo sonriente a la mujer, acompañandola a la cocina, mirando a Chluusel antes. 'Arregla bien la mesa, iremos en unos instantes', y dicho esto,ayudó a poner agua caliente, mientras le preguntaba a Allegra donde se encontraban ciertas hierbas y frutos secos, preparando una combinación de frambuesas y otro sabor de menta y chocolate. Una de sus mariposas se acercó a la mujer y esta se sobresaltó ligeramente,volteando su cabeza a él. Dario se puso nervioso... 'Así que es eso,no?...''dijo y suspiró profundamente. 'El mar tenia un murmullo extraño en sus olas; Chluusel es un maestro.Creo que conseguirán calmar todo y hacer que todo vuelva a sus causes normales, verdad?...Me quedaré tranquila',dijo amable y sonrió, terminando de arreglar algunas cosas en una gran bandeja, Dario en silencio ayudandole. 'Llevemos esto antes de que se congelen''. Ayudó a la mujer,sin poder dejar de pensar cómo pudo comprender a la mariposa...Una mujer demasiado intuitiva y sabia,tal vez.Sonrió y subió las escaleras para llegar al taller,tocando la puerta y esperando a Chluusel. |
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escuche un sonido viniendo de la puerta, supuse lo primero que se me vino a la mente el te, eran Dario & Alegra, me quede quieta total no era mi casa me daba pena abrir la puerta sabiendo que no vivo aqui, realmente tenia mucho frio y mi ojo me dolia un poco, baje mi mirada, vi el piso y empeze a pensar en los jos de aquel chico,{Dario} me llamaban tanto la atencion, eran demaciado profundos, pero tiernos a la vez, como que le hacia falta algo, me sali de mis pensamientos... alguien toca la puerta.. |
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Procuraba mantener la temperatura de la habitación en un rango promedio, por el bien de sus utensilios e instrumentos. Otras medidas que había tomado habían sido sellar cada rincón no sólo para filtrar el sonido, sino también para mantener toda humedad afuera. Esta tarea por cierto no había sido nada fácil, considerando el estado en el que estaba la casa cuando había llegado. Los viejos tablones y las tejas del techo tenían tantas goteras que casi podía sentirse en el exterior aún adentro. Sin embargo, lo que lo había hecho decidirse por aquel lugar como una extensión de su taller había sido su alto techo revstido de tablones que a pesar del tiempo lo sostenían firmemente. ¡Qué maravillosa acústica había en aquel lugar! Lo había suponido desde que dio el primer paso que había dado en el y confirmado una vez instalado y con cello en mano. La habitación estaba casi irreconocible de cuando había llegado, con cada muro tapizado con instrumentos, cuerdas, cuchillos, lijas, barnices... de suelo a techo no se podía ver ni una sola porción de pared sin ocupar. Y el techo...del techo colgaban hermosas telas de distintos colores, sin ningún tipo de propósito, excepto tal vez el de darle un aspecto similar al de la corte, en los ocupados cuartos de los bufones. La habitación estaba repleta de escritorios con instrumentos a medio trabajar, instrumentos casi terminados recargados contra los muros y repisas con tarros y pequeñas cosas afiladas de funciones muy específicas. Podía pasar por desorden, pero Chlüssel podría encontrar aquello que necesitara con los ojos cerrados.
El 'desorden' se extendía hasta la pequeña sala que había plantado frente a la chimenea, así que lo primero que hizo al subir fue limpiar la mesa y mover todos los objetos a cualquier otro lugar. Acomodó el sofá para que estuviera más cerca de la chimenea justo a tiempo para escuchar que tocaban a la puerta. Al abrir la puerta se encontró con Dario y Allegra, cada uno cargando una bandeja y el característico juego de té en ellas. "Eh eh! sabes que el precio es para entrar ¿verdad? Allegra por su puesto pasa gratis~" le pregunto entre risas mientras tomaba la tetera de la bandeja para aligerar la carga "Pero supongo que tendré que hacer una excepción, no puedo tenerlos afuera con esto en manos!" Sonrió ampliamente y abrió la puerta de par en par para abrirles el paso "Al fin estoy seguro de que nadie intentará salir sin pagar~" su semblante se oscurecía mientras decía esto último, aún con la oscura sonrisa en el rostro. "Por otro lado ese té huele bastante bien como para dejarlo esperar, ¿qué estarán esperando los demás?" Salió rápidamente y bajó las escaleras casi corriendo, saltando los últimos escalones hasta donde se encontraban Dan, Azura y Christen. "Vamos que se enfría..."
"Alquien toca la puerta" Eauchó decir a la joven del parche "En serio? Yo no escuché nada..." de cualquier manera se acercó a la puerta y se asomó por el picaporte, pero no alcanzó a ver a nadie. "Bueno, si vuelven a tocar me aseguraré de hacerles pasar, no pueden estar allá afuera con esta tormenta" dijo animosamente, pero no podía evitar una sensación extraña por ese simple suceso. "En cualquier caso la mesa está lista en el taller al tercer piso, así que...después de ustedes" hizo una reverencia al pie de las escaleras cediéndoles el paso.
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y como les decía I'M BACK ;u;
con un post semi inútil de gran descripción del taller XD
y y y no sabía que hacer con lo de la puerta! lol
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