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♣ 「 cαяdιиαl del αԍυα 」: Entre bailes y cantos {FREE}
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De: Rнαρsσɗч (Mensaje original) |
Enviado: 22/02/2011 03:35 |
- Uuh~ ¿Donde deberia empezar? -
Sanjuu-chiku nuevamente era atestado de gente por las noches, donde en su mayoría, parejas jóvenes y niños, salían a los restaurantes o bien, a los salones de baile para pasar un grandioso rato y dar vida a la silenciosa pero hermosa noche. Si, sin duda un ambiente que era el favorito del sireno. Podría aprovechar para conocer alguna hermosa señorita o hablar con algún joven, quien sabe, hasta la vida le puede tender la mano para aprovechar una oportunidad única. Y ahí estaba parado el, en medio de toda la gente pasar a su lado, a veces, saludándolo o simplemente, mirándole de reojo, pero completamente solo. Era algo muy recurrente en su vida, la soledad y que casi ya la había considerado como su pareja esta noche. Rió ante el pensamiento. - Lastima… Otra ves a molestar señoritas - Menciono el muchacho, con una ligera pero traviesa risita - Camino entre la gente, encontrándose de ves en cuando con los pequeños que corrían aun con energías, saludándolos y a veces, tomándolos entre sus brazos para alzarlos y jugar un rato con ellos. Mas su diversión se vería satisfecha si conseguía a alguien mas a quien molestar…Prefirió acercarse a las muchachas, hablándoles y elogiándolas, robándoles uno que otros sonrojos de sus mejillas. - ¿Soy yo o cada ves que las veo, están hermosas? – Comentaba el muchacho, moviendo su cabeza de un lado a otro – Ustedes no tiene remedio ¡Dejen de ser tan hermosas! - Ahh ¡Por favor! ¡No nos diga esas cosas! – Por su parte, las mujeres se cubrían el sonrojo con sus manos, mirando al suelo cada ves, bastante avergonzadas - - Seria un mentiroso, sino les dijera las verdades, mis estimadas – Arremetió el muchacho nuevamente. Y así estuvo toda la noche, yendo de mujer a mujer, cual picaflor y robándole uno que otro sonrojo, intentando así ganarse algo mas que un simple abrazo o beso…Nada de nada…Al parecer, seria una noche bastante aburrida y silenciosa…Exceptuando la música y el ruido de la ciudad. - Diablos… ¿Qué no hay algo mas divertido? – Comento, sentando en unas de las bancas de los callejones, viendo a las personas pasar, entrar y salir de los salones y restaurantes - … Ninguna mujer ni ningún chiquillo para divertirme…
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Sin duda alguna, la chiquilla aun tenía agallas para reclamar ese objeto como suyo. Interesante, muy pero muy interesante, seguramente el muchacho se pasaría la noche correteándola, únicamente por diversión. Al ver que sin piedad había dañado a una de sus preciadas serpientes, la cual se desvaneció al instante, intuyo inmediatamente que iba a echar a correr de nuevo, por lo que, tomando la guitarra, toco la misma melodía de antes, pero mas compleja. A su alrededor, salieron 6 serpientes, idénticas a las anteriores y echo a correr detrás de la muchacha, con sus recién nacidas siguiéndole fielmente.
- ¡Detente ahí, comadreja! – Reclamo, corriendo -
Mas cuando escucho la voz de alguien ajeno en la situación, se detuvo un instante para contemplar a otra muchacha ¿Cómo fue que llego ahí? Ni idea, pero nadie podía negar que el muchacho fuera relativamente afortunado al respecto de tener a tantas bellezas juntas en una sola noche.
- Debo hacer esto mucho más seguido – Se dijo así mismo.
Y nuevamente, su pequeña ladrona había salido a la fuga nuevamente, saliendo detrás de ella antes de que le ganara en distancia. Justo en el momento que desafino las cuerdas de su guitarra, para mandar a toda la tanda de serpientes contra la muchacha, esta se detuvo y el sireno noto inmediatamente que avía algo frente a ella. Una pared de hielo. ¿Qué rayos…? El muchacho silbo y las serpientes se detuvieron, sin embargo, estuvieron alertas a cualquier movimiento de la ladrona. Se acerco, con un movimiento rápido y sigiloso hacia donde estaba la muchacha, quedando a unos cuantos pasos de distancia de ella. En ese momento, alcanzo a observar. Rompió a carcajadas al observar la situación en la que se encontraba su querida comadreja y con un chasqueo de sus dedos, una serpiente se abalanzo sobre ella y con un mordisco, atrapo en sus fauces sus audífonos, regresando donde su amo, mientras las otras 5 permanecían alertas a su alrededor.
- Oye oye~ No tienes por que ser tan mala con la señorita, lindura – Menciono el joven, colocando sus audífonos en su cuello, en donde pertenecían. Los palmeo suavemente, sonriendo satisfecho - …Ya están de vuelta – Murmuro, cerrando sus ojos -
Nuevamente, su mirada se poso en la espalda de la chiquilla azabache, que parecía tener un gran problema, teniendo en cuenta de que el hielo que creaba aquella hermosura, era casi irrompible. Y si no mal recordaba el sireno, esa muchacha ocupaba el fuego…Entonces ¿Por qué no derretirlo?
- ¿Tienes problemas para liberarte, corazón? – Murmuro el muchacho, esbozando una burlona pero coqueta sonrisa -
Observo a su alrededor… 1…2 …3 … ¡3 mujeres en una sola noche! ¡Vaya, esto tiene que ser una broma! El muchacho simplemente no se lo podía creer. Y para que negarlo, cada una tenia su encanto especial.
- Vaya…Tengo que estar de suerte hoy… - Murmuro, riéndose solo después -
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De: Kurumi |
Enviado: 22/02/2011 08:27 |
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Mientras danzaba al compas de las sombras pudo atisbar como el joven que habia visto con anterioridad se colocaba a la vista.
Continuo danzando unos instantes mas, hasta que el joven hablo -Oye oye~ No tienes por que ser tan mala con la señorita, lindura ya estan de vuelta. - decia mientras palmeaba su recien recuperada pertenencia.
Es una pena, esperaba poder divertirme un poco mas - dijo la sirena mas para si que para los presentes, al tiempo que esquivando un ultimo ataque aprovechaba sus manos para dar una vuelta y colocarse a una distancia prudente sobre un pilar de hielo.
¿Tienes problemas para liberarte, corazón?- escucho que el joven le preguntaba a la pequeña ladrona. Al tiempo que Azura sonreia para si y le obserbaba luchar. Desisidamente la joven habia ganado su atencion, no era una ladrona cualquiera. No eres de por aqui verdad... ¿Puedo preguntarte por que estas robando en este cardinal? - y sin dejar de observarla agregó - promete que te calmarás y te dejaré ir... no tengo nada en tu contra...
Y dicho esto la sirena poso el menton sobre su brazo, mientras dejaba que la brisa nocturna jugara con su cabello, a la espera de una respuesta.
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¿Tienes problemas para liberarte, corazón? 'Eso no es tu asunto', gruñó ferozmente, enojada con la mujer que esquivaba facilmente a sus sombras mientras... estaba bailando? Y ya le habian quitado los audifonos, no tenia caso seguir corriendo. Dió una patada a la pared sin hacerle nada, solo por furia y miró a la mujer realmente enojada con ella, más por el hecho de haber atrapado su katana que de haberla molestado en su camino. No eres de por aqui verdad... ¿Puedo preguntarte por que estas robando en este cardinal? Promete que te calmarás y te dejaré ir... no tengo nada en tu contra... 'No, no puedes preguntar', dijo, y sonrió sarcasticamente, dandole una ultima mirada a los que hubieran sido una gran cantidad de dinero. 'No tengo por qué prometerte nada a ti...', susurró, tomando lo que quedaba de su katana con fuerza y mirandola, concentrandose, hasta que el fuego del arma comenzó a tomar fuerza hasta ser lo suficientemente fuerte para derretir el hielo en algunos segundos, observandola por si tenia algún rasguño por el hielo, pero por suerte no. Miró a la chica y la empujó contra la pared con fuerza, simple enojo. 'Hubiera salido victoriosa de no ser por ti, intrusa! No tienes algo mejor que hacer? Por qué no te vas a bailar con los demás y comer comida cara?' dijo con velocidad, escupiendo las palabras furiosa mientras guardaba su katana en su chaqueta. |
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Empujarme no me haría daño, haciendo burbujas de agua en mis manos y pies amortigue la caída. Vaya no esperaba que se enfdase tanto solo la estaba molestando para hacerle su trabajo un poco mas dificil... Cada cual con sus problemas despues de todos ¿no? y entonces *huyo* tratar de escapar de nosotros en este cardinal era casi imposible,el agua estaba en el aire, bastaba solo con dar un paso y saber donde estaba, mientras ella se agotaba metiendose callejon por callejon yo acorte camino por los faroles que iluminaban la ciudad.
Les alcanc una vez ya habían atrapado a la ladrona... mm pero que mal, pense que tenía una mayor habilidad. entonces vi a otra persona, pero si era Azura, sería una lastima luchar contra ella pero era injusto que metiese sus narices aqui. lance un rayo justo entre los tres para que diesen un paso atras. Di un salto hacia el frente cayendo en el mismo lugar que el rayo anteriormente.
ladron que roba a ladron no lo hace mejor, ya te había dicho que no te las devolveria no tenías por que ir y quitarselos creo que eso os ha pasado por mujeriego. Dime que te importa mas ¿Esos audifonos o una mujer linda como yo?
dije acercandome lentamente, coqueteandole y sin llegar a besarle la mejilla guiñandole el ojo.
Odiaba a los extranjero que irrumpian en nuestro cardinal haciendo de las suñas, pero más odiaba a los hombres. En especial porque decían que ser pirata era solo de hombres.. yo sería la mejor.
Promete que te calmarás y te dejaré ir... no tengo nada en tu contra...
'No tengo por qué prometerte nada a ti...
No tienes porque prometer nada a nadie, aveces esta bien hacer lo que te place. Me equivoco Azura chan dije con un tono burlesco, eramos amigas pero al mismo tiempo enemigas pues ella siempre pensaba en lo correcto, peroeh de saber yo de alguna de sus travesuras. lo mejor es no involucrarse, incluso yo pido perdon.
Quizas era cierto de que había ofendido a la ladrona, pero viendolo desde mi punto de vista, seguia siendo de nuestro bando, la ayudaría a salir de aqui.
Y tu que haces robando estas baratijas, acaso no sabes que en este reino hay tesoros mayores, quisas te podria enseñar un poco como es el lugar. dije quiñandole tambien el ojo volteandome indiferente,pegandole al chico con mi gran trenza de pelo en el rostro,
_________________________________________________________________________ auuuu ayer queria postear y perdi el psot y hoy aasdas siguen avanzando >.< espero les agrade el post. esta vez si que me costo meterme D: |
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De: Kurumi |
Enviado: 22/02/2011 17:27 |
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jajajajja - su risa cantarina se dejo oir por lo alto al tiempo que se quitaba a la joven de ensima -'Hubiera salido victoriosa de no ser por ti, intrusa! No tienes algo mejor que hacer? Por qué no te vas a bailar con los demás y comer comida cara?-le dijo practicamente escupiendo sus palabras - pues no, realmente no tengo nada mejor que hacer... y por Gaia que llegaste en buen momento, estaba buscando una distraccion...
El tono de la joven ladronsuela no le habia agradado ni un apice. Primero, no era su cardinal, y segundo, realmente le molestaban las acciones de los de su clase. Ante la rafaga de furia de la joven, respondio algo molesta pero sin perder la compostura en ningun momento, aunque quizas hablando de más. Fue Umissu quien llego en ese momento y le hablo antes de que se dejara llevar y agregará alguna otra cosa que pudiera herir a la joven -No tienes porque prometer nada a nadie, aveces esta bien hacer lo que te place. Me equivoco Azura chan - le escucho decir. Ohh... por supuesto que esta bien, pero sabes lo que opino... si hacer lo que te place involucra a alguien más, bien puedes pensarlo dos veces... ¿A que si Umissu-tan? ♫ - le respondio con un tono cantarin. Un tanto dolida porque estuviera de acuerdo con la joven desconosida en esta ocasión. Lo mejor es no involucrarse, incluso yo pido perdon.- Replico la joven, pero Azura ya tenia una respuesta para ello. Pero no tienes que disculparte en esta ocacion, o acaso las reglas cambiaron cuando no miraba y ahora los piratas roban a transeuntes distraidos - dijo sosteniendole la mirada a su enemiga amiga y con una agradable sonrisa honesta - ¿No deberias estar planeando un robo mas elaborado? - le pregunto sabiendo que la joven disfrutaba de esas cosas. Y tu... deberias tener mas cuidado - le dijo sonriendo al joven que habia quedado al margen de la discusion que mantenia con su amiga - reconosco tienes habilidad, pero que te dejaras robar facilmente no habla muy bien de tu caracter... Distraerse puede costarte caro, ¿No crees? - le dijo pensando en que se podria haber ahorrado muchos problemas.
Aunque bien pensado de nuevo, habia sido divertido, asi que en un gesto de simpatia, le guiño un ojo al joven quitandole importancia a sus palabras. Ya estaba de buen humor nuevamente, definitivamente estirar sus piernas era lo que necesitaba. |
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Hey… ¿Desde cuando esto se convirtió en una pelea de féminas? Que yo recuerde, yo fui el principal afectado de toda esta situación y ahora estas mujeres reclamaban cosas que ni siquiera yo estaba consiente. Pero de una cosa estaba segura y que siempre procure mantener en mente, por el resto de mi vida: Cuando se trata de pelea de gatas, mejor quedarse al margen. Se cruzo de brazos, observando a las mujeres hablar turno por turno, mientras sus ojos se paseaban de piernas a curvas y busto…Joer… ¿Cuál era mejor? En ese momento, una sirena, la de ojos violáceos se acerco a el y comenzó a coquetearle. Vaya, sin duda esto era nuevo. Primero una persecución y ahora esto…Heh Nadie le haría pasar por tonto a Bastian, oh no… ¡Claro que no! El era el de la boca venenosa no de ellas. Así que cuando la sirena se volteo, observo la trenza acercarse a su rostro, la tomo entre sus manos y la olfateo. - Vaya…Delicioso shampoo, querida – Comento, con una sonrisa burlona – Pescado y mariscos… ¿Cuan a menudo te lavas el cabello? Dicho esto, se alejo de la mujer, unos cuantos pasos hacia atrás, para ver si ella se atrevía a golpearle o algo por el estilo. Escucho lo siguiente que dijo la misma mujer y no pudo evitar soltar una ligera sonrisa. - La señorita tiene razón, mi pequeña comadreja – El chico frunció el ceño, esbozando una sonrisa casi maliciosa – Pero dudo que seas capaz de llegar a los tesoros que hay en el fondo del mar, sin ahogarte, claro… - Cerro sus ojos, con aire de arrogancia – Digamos que tu constitución física es deplorable, por no decir mala – Aguanto sus risas. Fue la otra sirena, la que reía sin parar, que le hablo. Sus orbes se dirigieron distraídamente hacia ella, dándole menor importancia a sus advertencias. Genial…Si van a comenzar a darle la lata y sermones, mejor se iba a buscar a alguna madre de por ahí ¿No? El chico chasqueo los dientes, pero sonrió. - ¿Qué otra cosa puede costarme caro? No es como si mi vida me importara tanto – Y era cierto, el muchacho no le temía a la muerte…Vamos ¿Qué otra cosa puede hacer un mujeriego mentiroso? Aparte de ser un erudito en la música y un misterio para la mayoría de sus conocidos – Supongo que debería darles las gracias a mis salvadoras – Agrego después, con ironía -
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Vaya…Delicioso shampoo, querida – Comento, con una sonrisa burlona – Pescado y mariscos… ¿Cuan a menudo te lavas el cabello? Delicioso shampoo le respondi con una sonrisa coqueta tu lo haz dicho no hay aroma que desease más que el del mar... podría vivir en el agua si fuese como ustedes dije mirando fijamente al par de sirenos.
acaso las reglas cambiaron cuando no miraba y ahora los piratas roban a transeuntes distraidos. ¿No deberias estar planeando un robo mas elaborado me acerque cariñosamente al oìdo de mi amiga y le dije solo con mirarla sabemos que no es una de nosotros Azura, además yo no robo: "encuentro", susurrandole no quería volver a ofender a nuestra visitante.
Mmm
no recordaba que fueramos tan hostiles con los extranjeros pensè en
silencio escuchando la escena, hasta que la ultima frase del mujeriego
le hostigo...
Supongo que debería darles las gracias a mis salvadora Deberías, si esque haberte salvado fuese el caso... rame
acerque cautela hasta él y le abrace pasando mis brazos por sus
hombros, tetar a hombres como el no era demasiado dificíl, tome los
audifonos que se acababa de poner y se lo lance a la ladrona a las
manos. Ahora vete ya tienes tu tesoro. le respondí y antes de que el sireno pudiese reclamar lo bese en los labios, consideralo un intercambio equivalente... dije alejandome rapidamente de el y guiñandole el ojo. Yo hare mis propias aventuras, y mis propias travesuras...
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Se cruzó de brazos ignorando a la joven que lanzó el rayo y su discusión con la otra, la primera parecia una niña discutiendo de ese modo... Y tu que haces robando estas baratijas, acaso no sabes que en este reino hay tesoros mayores, quisas te podria enseñar un poco como es el lugar 'No te importa, yo veo cómo arreglarmelas, no necesito ayuda de nadie', dijo, cerrando los ojos y visiblemente molesta. La señorita tiene razón, mi pequeña comadreja. Pero dudo que seas capaz de llegar a los tesoros que hay en el fondo del mar, sin ahogarte, claro… Digamos que tu constitución física es deplorable, por no decir mala. 'No soy tu estupida comadreja!', gritó, ahora si que furiosa, el arma ardiente posandose bajo el cuello del hombre mientras lo miraba amenazante tras haber hecho un ágil movimiento en su dirección. Pero no, no lastimaria su arma en un tipo como él, y la guardó lo más tranquilamente que pudo. 'Claro, como no tengo esas curvas que miras deseosamente soy deplorable, no? No puedes pensarlo de otro modo, verdad? Hmp', dijo, gruñiendo entre dientes, alejandose de ahi. Daba igual de todos modos, ya le habian quitado los audifonos, y la pelea entre las mujeres era... argh. Caminaba cuando al hechar una rápida mirada, vió como Umissu le lanzaba los audifonos, los que capturaba extrañada. Ahora vete ya tienes tu tesoro. Consideralo un intercambio equivalente... Rió ligeramente mientras miraba al joven, poniendose los audifonos en el cuello, comenzando a correr otra vez. Al diablo si le seguia y tenia que devolverle nuevamente los audifonos, ahora solo tenia la intención de molestarle. |
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Vaya… Creía tener otra impresión de aquella muchacha tan...coqueta, soltó una carcajada, solo riéndose consigo mismo. Luego de ello, escucho la conversación de ambas sirenas, sin lograr entender exactamente a que punto querían llegar. Fue en ese momento que sintió los brazos de la misma mujer, sin inmutarse en lo más mínimo. Solo se quedo con la boca abierta cuando le quitaron nuevamente sus audífonos y ella los lanzo hacia la ladrona nuevamente. En su interior, algo en su mente hizo un ‘Click’ y el entrecejo se frunció, apartando a la mujer con la delicadeza máxima, por no haberla empujado lo más lejos posible. El enojo era notable en el semblante del sireno - Por cierto, chiquilla…No me gustan menores, deberías buscarte algún tipo de relleno para impresionar con esto – Se llevo las manos a su pecho, simulando los senos de una mujer, para luego reír – Y otra cosa…Tu cabello no huele tan bonito – Añadió después. Y una ves más, su lengua venenosa soltó palabras antipáticas, no era de sorprenderse que este chico terminara solo la mayoría de las veces cuando le hacían enojar. - Tsk… Vaya salvadora resulto ser – Mascullo, observando con enojo a Umissu, por suerte, la otra sirena no había hecho algo malo, de hecho también le ayudo - Iba a ir en busca de sus audífonos cuando recordó a la chiquilla de fuego hablarle. ¿Deplorable? Oh no…Claro que no, con esa actitud que ardía a cada segundo, por supuesto que no. Era divertido hablar con ella, después de todo. Sosteniendo la guitarra con sus hombros, gracias a una pequeña cinta que había adherida a ella por un extremo y el otro en el cuerpo del instrumentos, se la hecho a la espalda para correr detrás de ella, esta ves, no usaría tanta magia para atraparla, jugaría un rato su juego para calmar sus fieras…Si llegaban a cabrearle mas, seguramente acabaría haciendo una estupidez… - ¡Ven acá, comadreja! – Reclamo, llevándose unos dedos a los labios para utilizar su magia, pero luego los bajo. No, aun era muy pronto para acabar con la diversión - ¡Mocosa!
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De: Kurumi |
Enviado: 23/02/2011 20:58 |
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Umissu se acerco a hablarle, y ante sus palabras no pudo evitar sonreir - solo con mirarla sabemos que no es una de nosotros Azura, además yo no robo: "encuentro" - en un gesto cariñoso le revolvio un poco el cabello. Sabia que le molestaria, pero no era como si pudiera evitarlo, despues de todo, era mucho mayor de lo que aparentaba y algunas veces no podia evitar algun que otro gesto amable con la joven de cabellera violacea - Ji, cierto, cierto, perodona, me habia olvidado de las maravillas que "encuentras" - le replico con una sonrisa.
Por unos instantes se distrajo recordando lo que habia ocurrido instantes antes, por algun motivo, esas palabras realmente le habian dejado un sabor amargo...
Flashback
¿Qué otra cosa puede costarme caro? No es como si mi vida me importara tanto -
La sirena sintio una cierta pena, y a pesar de la sonrisa que el joven de gafas habia mostrado, noto que su comentario no le habia caido en gracia.
Oye, oye! - dijo levantando sus manos a la altura de su pecho y enseñando las palmas - solo era un pequeño consejo, tomalo o dejalo, sin rencores - dijo con tranquilidad, sin la menor intension de iniciar otra disputa. Ahora que se habia calmado, no tenia la intension de iniciar otra pelea... por lo menos de momento.
Flashback end
Despues de distraerse un momento volvio al presente, y vio como Umissu "jugaba" con el desconosido. Esta perdido - penso para si la sirena, podia darse una idea de lo que ocurriria, y tal como habia imaginado, sucedio.
Su amiga se habia hecho con los audifonos y se los habia lanzado a la pequeña ratera que se daba a la fuga nuevamente...
*suspiro* Ne, Umissu, ¿A eso no se considera intervenir? - le pregunto a la joven alzando una ceja.
- Tsk… Vaya salvadora resulto ser – Escucho mascullar al joven, mientras observaba con enojo a Umissu, Tras lo cual le vio partir tras la joven extranjera - ¡Ven acá, comadreja! – Reclamo - ¡Mocosa! - repetia.
Azura se quedo unos instantes en la misma posicion en la que se encontraba. Observo toda la escena como si fuera un espectaculo callejero, y luego sopeso sus opciones. Les seguia y veia como terminaba la historia, o se iba por ahi y veia si encontraba alguna otra cosa para entretenerse...
Mmm... no se tu Umi-tan, pero yo estoy aburrida y justo buscaba algo con que distraerme - le dijo a la joven que aun se encontraba a su lado, mientras observaba la direccion en la que habian partido ambos desconosidos - tengo ganas de ver como termina el show... - dijo distraidamente, pensando en voz alta - descuida, si te hace feliz, no intervendré esta vez... - agregó mientras obserbaba a la joven dedicandole una sonrisa fugaz.
Dicho esto, estiro sus brazos y una vez que estuvo satisfecha, partio con una velocidad considerable siguiendo el rumbo por el que antes habian desaparecido las dos figuras. Sin hacer el menor ruido, y con una gracia propia de una bailarina, la sirena saltó de techo en techo hasta que pronto la distancia se acorto lo suficiente como para visualizar las ahora conosidas siluetas. Sin embargo, esta vez, haciendo uso de sus habilidades y aprovechando las sombras a su alrededor, se mentuvo al margen mientras observaba divertida lo que ocurria.
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¡Ven acá, comadreja! ¡Mocosa! Si le volvia a decir comadreja no sabria que seria capaz de hacer, pero hizo caso omiso de sus quejas, metiendose en un callejon del cual salieron 3 replicas, incluyendola, todas corriendo en distintas direcciones: una comenzó a saltar por los techos, otra corria entre la gente y la última corria cerca del mar, evitando a la gente y en dirección contraria a la segunda. Lo más importante ahora era conseguir algo de dinero, por lo que buscaba a alguien que se viera interesado en el artefacto para venderlo. Si bien no podria obtner de él tanto dinero como con un anillo o algo que tuviera una piedra preciosa, le bastaria para tener algo de alimento para los próximos días. Pero el chico andaba cerca, y debia ser rápida. Ahora son mios, la chiquilla esa me los dió, pensaba. |
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De: Kurumi |
Enviado: 01/03/2011 18:12 |
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Bueno, hay viejas costumbres que no se abandonan.
Se repitio una vez mas, como tantas otras noches, al salir de su casa. Y al igual que en ocaciones anteriores, no habia pasado ni media hora desde que habia llegado.
Era casi una tradicion. Dejar el trabajo y todo el "apestoso" papeleo cuando no quedaba ni un rayo de sol a la vista, para luego llegar a casa, saludar a su madre, decir que estaba cansado... y salir de nuevo.
Si la pobre se enterara de su "rutina diaria" se preocuparia. Demasiado. Y eso era algo inecesario. Despues de todo, llegar a casa despues de horas de trabajo, para salir a recorrer el cardinal a pie, hasta horas antes del amanecer... bueno, nunca habia matado a nadie... ¿Verdad?. Aunque tampoco conocia a nadie que lo hubiera intentado...
Pero la realidad es que esa era su rutina desde hacia años, y su cuerpo estaba acostumbrado. No era como si realmente pudiera dormir toda la noche... Despues de las primeras horas de sueño ya se sentia despierto y se quedaba observando el techo. Era una costumbre que le habia quedado tras todo el entrenamiento que habia hecho de pequeño.
Sonrio ante el recuerdo. Nada como que te despertaran sorpresivamente a cualquier hora con una espada en la mano. Por eso el rendimiento de los guerreros actuales decrecia.
Tomo nota mental de eso ultimo, al tiempo que acomodaba su bufanda para cubrir su rostro, un buen cambio de rutina les sentaria de maravilla.
Atravesó todo el Nijuusan-chiku sin que nadie se percatara de su presencia. Solo se cruzó con una pareja joven en el camino, y estos le evitaron intencionalmente. ¿Quien en su sano juicio se acercaria a una solitaria figura cubierta a esas horas?. Nadie. Y esa era la mejor parte de todo ello.
Se desvio en la siguiente esquina y prosiguio caminando rumbo a Sanjuu-chiku. La noche anterior habia dado vueltas por la playa, y uno de los guardias nocturnos casi lo atrapa. Contuvo una carcajada. Por lo menos eso les mantendra despiertos - se dijo feliz de sus "travesuras".
No es que saliera todas las noches por mero capricho. Le gustaba andar al tanto de todo lo que ocurria en el cardinal. ¿Y que mejor que verlo con sus propios ojos?. Andar libremente, sin obligaciones, era solo un bonus.
Siguio caminando. Tomando algun que otro atajo. Los conocia de memoria, despues de todo, el cardinal se mantenia constante con los años, nunca habia grandes cambios.
Finalmente avisto el cartel que indicaba los limites del Sanjuu-chiku. Y siguio de largo, adentrandose en el lugar.
Vio las luces a lo lejos. Dudaba que hubiera algun sitio con mas vida a esas horas en todo el cardinal de algua. Desde la distancia, ya le llegaba el murmuyo de los jovenes y la musica de los salones de baile. Demasiado temprano... - se dijo. Ya recorreria la zona mas tarde, ahora habria demasiada gente.
Nuevamente tomó un desvio. Daria vueltas por los callejones alejados y recorreria las calles iluminadas justo antes de volver a casa. Estaba pensando en su recorrido, cuando doblo la esquina y... PLAF!!.
Miró hacia abajo, ocultando el resto de su rostro tras la bufanda, dejando solo los ojos visibles. Desde su posicion, solo podia observar una cabellera negra y un abrigo rojo. Extranjera... pensó. Miró en la direccion por la que supuso la joven habia llegado. A juzgar por la prisa y por lo distraida, algo debia estarle siguiendo, como minimo.
Oe... ¿Te encuentras bien? - le pregunto con una voz dulce. Su sonrisa igual, pero no era como si ella pudiera notarlo.
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Bueno, queria que Ken-chan tambien tuviera la oportunidad de participar en algun roll ;o;
Introduccion mega-fail, pero fue la unica forma que se me ocurrio para meterle u.u
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- Por cierto, chiquilla…No me gustan menores, deberías buscarte algún tipo de relleno para impresionar con esto – Se llevo las manos a su pecho, simulando los senos de una mujer, para luego reír – Y otra cosa…Tu cabello no huele tan bonito.
Sus palabras me refesbalaban, como si fuesen burbujas... Acababa de perder algo valioso, quisas yo tambien me hubiese insultado pero no es más que por rabia, en su mente decía que eso era exactamente lo que quería.
Ne, Umissu, ¿A eso no se considera intervenir? Que aburridos son ustedes las sirenas.. pense en voz alta sin contestar la pregunta, quisas si había intervenido un poco, pero solo lo necesario para devolverle el curso a las cosas tal y como debían ser antes de la aparicion de Azura.
Tsk… Vaya salvadora resulto ser
¿Enojo? que semblante más extraño.. supongo que hasta que no recuperes esos audifonos no me recordaras, pero por la mañana ya no podras encontrarme.
Mmm... no se tu Umi-tan, pero yo estoy aburrida y justo buscaba algo con que distraerme - le dijo a la joven que aun se encontraba a su lado, mientras observaba la direccion en la que habian partido ambos desconosidos - tengo ganas de ver como termina el show... - dijo distraidamente, pensando en voz alta - descuida, si te hace feliz, no intervendré esta vez... - agregó mientras obserbaba a la joven dedicandole una sonrisa fugaz.
Supongo, si quieres, no me molesta.. eres libre de hacer lo que quieras, esa es la diversión de ellos, yo buscare mi propia aventura asi que puedes seguirles en paz, no te detendre. Dije dando una rueda hacia atras acercandome a Azura... le guiñe el ojo y me fui caminando en dirección opuesta a la ladrona y los sirenas. Estirando mis brazos hacia arriba y hacia atras. Si la atrapaban no me quería involucrar, ya había un ninja y a mi padre con los que tenía que lidiar no quiero más problemas... Si me involucro con ladrones extranjeros pensaran que en definitiva soy una pirata cuando la verdad es que soy una caza tesoros...
____________________________________________________ muajaja me desligue pero nos volveremos a encontrar. espero |
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Sus audífonos ¡Los dichosos audífonos! El único recuerdo de su antiguo hogar antes de ser oficialmente exiliado del mar ¡No podía perderlos! Ni loco se daría ese lujo. Su correr era cada vez más veloz, mas no era suficiente como para alcanzar a la chiquilla, sin tener la necesidad de utilizar un poco de su magia. Subía a los tejados de un solo salto y corría por estos, saltando de uno en uno. Conocía las calles, mas los tejados era un terreno que prácticamente le era imposible de reconocer, así que tuvo que hacer un gran esfuerzo por no perder de vista aquella cabellera azabache. Las otras dos muchachas de seguro se hubieran ido…Esperen. No. Una seguía de espectadora, pero no reconocía la presenta de la otra por algún terreno cercano. Seguramente, ya se habría marchado. Dejo de lado a sus espectadores y se concentro finalmente en su objetivo principal. Los audífonos. Si bien, no tendrían tanto valor en monedas, para el chiquillo era como si le extirparan el corazón o algo peor. Cada ves que pensaba en ello, mas decidido se encontraba en recuperar lo que era suyo por derecho. Por lo que sin pensarlo dos veces mas, tuvo la obligación de llevarse el dedo anular y el índice a los labios, susurrando las palabras con una voz ausente. - Dêlictus Bsium – Beso sus dedos y en ese momento, su silueta se disolvió completamente - La velocidad con la que saltaba ahora era el doble de la normal con la que se movía regularmente. Cuando saltaba de tejado a tejado, diviso la silueta de la pequeña ladrona correr por un callejón y una maliciosa sonrisa se dibujo en sus labios. En medio del aire, logro bajar inmediatamente al suelo y caer de forma silenciosa, para luego echar a correr tras ella, con la esperanza de por fin terminar con todo este alboroto. Sin embargo, hubo algo que no tuvo en cuenta a la hora de realizar el conjuro de magia: Los frenos. En aquel momento, un chico había chocado con la chiquilla, obviamente, detuvo sus pasos para intentar frenar a tiempo, a pesar de eso, su cuerpo se estrello contra el de la pequeña ladrona y por ende, también con el del muchacho, cayendo los tres al suelo. Apoyo sus manos en el suelo, de forma inmediata para no poner todo su peso sobre la pobre chica (Sandwiche (?)) Inmediatamente se separo, sentándose en el suelo. - …Diablos… - Gruño, chasqueando los dientes – Lo siento, socio – Se disculpo con el otro muchacho, mas con la otra chica, ya tendría tiempo para disculparse después - ¡Hey! ¡Mocosa! ¡Dame esos audífonos!
Siento la tardanza de mi post.
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Por allà habia gente que parecia interesada en objetos raros, comprando baratijas en esas tiendas... Deberian comprarle esos audifonos si querian algo realmente bueno. Pero debia ir no de forma directa, si no entre callejones para no ser vista; pero no esperaba que, al doblar en una esquina, chocara con un hombre y a su vez, el chiquillo llegara por atràs a chocarle, cayendo los tres, apoyando una mano en el suelo y la otra en el pecho del hombre de bufanda para no aplastarle, notando que el supuesto dueño de los audifonos estaba sobre ella, pero rapidamente se moviò y se sentò (bien hecho). Maldiciòn... Còmo llegò tan rapido si habian otras dos por ahi, identicas a ella? Le odiaba, no habia encontrado jamàs a alguien tan insistente por una baratija. Oe... ¿Te encuentras bien? Le preguntò amablemente el hombre de la bufanda, siendo que habia sido ella quien lo habia aplastado por culpa del otro. ¡Hey! ¡Mocosa! ¡Dame esos audífonos! Chistò los dientes y se apresurò a levantarse, poniendose de pie y sujetando los audifonos. 'Son mios, ya te dije...' dijo, indiferente y con el ceño fruncido, ayudando al hombre de la bufanda a levantarse. 'Mira, tengo esto, te los vendo' le dijo apresuradamente mientras le mostraba los audifonos, sin tener descaro en venderlos frente al otro. 'Y estoy bien, gracias por preguntar', queria decirle, pero no estaba en el mejor momento para expresarse por completo. |
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