@ "Virent Aqua"
Todos, junto a Klagen

Aaah, ¿por qué había movido a la Reina allí? ¿No se supone que ella era la Soberana? ¿Acaso ese juego se había acabado por lo interesante que dijo la pequeña licht? No pudo evitar tomar su palillo de azúcar que ya no tenía azúcar y metérselo a la boca para saborear el dulce mientras escuchaba y veía cómo se alteraban el Kaiser y su compañero de tablero. Porque sí, su palillo seguía dulce, su bebida seguía dulce, y sólo la de ella al parecer, como si la suerte estuviera de mejor humor por lo que estaban escuchando (ah, pero, ¿tu problema no era con el Imperio?).

El Capitán de Fuego hizo otro movimiento peligroso y ¡¡estaban a punto de perder!! Por lo que hizo su movimiento antes que el amigo del Kaiser hiciera otra estupidez al creer que ya había ganado la guerra, llevando a su fiel corcel a comerse al Alfil peligroso. "Whew, hehe..." dijo, aliviada: ¡¡El Caballo vuelve a salvar el día!! Era su pieza favorita, que puedan moverse de forma poco convencional capturó su corazón.

Pero, aunque quisiera, aunque su té estuviese lo más delicioso de todo el día, no podía verdaderamente alienarse de la conversación que provocó la licht, la cual provocó una leve pero repentina picazón en las palmas de sus manos, recuerdos del futuro que no le pertenece bloqueados por la antena que los llamaba (el Kaiser no debía comportarse así... hee). Distrajo la atención de sus inquietas manos tomando pastelillos con sus dos manos, y quizá la tilden de afrentosa pero, hey, no lo negará, porque por suerte tomó el par de pastelillos más ricos en la historia del local, sólo para ella. Alguien estaba de buen humor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

@ "Virent Aqua"
Todos, junto a Klagen -> Kanna

Quizá se estaba tomando su papel de soberana que juega ajedrez tan en serio que era la única preocupada por el juego, una roca obstinada que no se dejaba llevar por la tormenta a su alrededor. Pero ni mil títulos de nobleza la mantendrían alienada frente a lo único que mueve a los soberanos además de las riquezas: el cotilleo. La pequeña licht parecía escandalizada por la forma de sus palabras, y sin más se retiró hacia los lavatorios. Sólo con el comentario de Klagen se llegó a un acuerdo no hablado de que ya no seguirían jugando—al menos no así.

"Haah..." suspiró Raki desalentada, porque todo iba tan bien ¡y hasta tenía una corona improvisada en su cabeza! Con el juego ahora disuelto ¿tendría que dejar su título de tela atrás? Con lo que se había acostumbrado a él... Con una falsa pena volvió a tomar otro pastelillo y se detuvo antes de comérselo de un solo bocado, terminando por morder apenas el borde de masa, tentándose a tomar un par más antes que el mesero Klagen se llevara todo; no quería que se acabe, no quería que las doce campanadas terminen de sonar, y si podía retrasarlo al comer despacio pues lo haría. Pero el tic tic tic tic que amenazaba en su cabeza con el fin fue roto por la voz del Kaiser. ¡Ooohh...! ¡la seguía llamando Soberana! ¡¡Oooohh!! ¡Era como una energía recobrada! ¡¡Vida!! Y supo algo que debío haber sabido antes y que no tiene importancia donde se encuentran en el momento, el tic tic tic tic volviendo a sonar en su mente, ya no verdugo sino marcando el ritmo de los nuevos tiempos.

Era la única mujer que había quedado de su grupillo por lo que sin querer o no tendría que recoger a la niña fugitiva. Terminó entonces de comer su pastelillo de crema y con una pequeña reverencia para no tener que hablar con la boca llena se excusó también, dirigiéndose a los baños moviendo su cabeza y sus caderas al ritmo del siguiente acto que empezó apenas Raki dejó el escenario.

La explosión de sonidos llenó todos los rincones del Virent Aqua, pero los golpes a la puerta donde se escondía Kanna se escuchaban con tanta claridad, así como la voz amistosa de la bufoon con la corona de tela en la cabeza y la media máscara a un lado. "Aquí está, ¿verdad? No hay otro lugar~" Esperó un momento por alguna respuesta, insistiendo nuevamente en la puerta. "¿Acabó de cambiarse? ¿Necesita ayuda? ¿O trata de escapar?"

El canto en el escenario se elevaba cada vez más, y la multitud se aglomeraba por todo el lugar, algunas personas llegando hasta el pasillo alejado que llevaba a los baños, evitando siempre tener más de medio cuerpo fuera del escenario principal so condena; tenían un rol importante que debían cumplir, sin contar con la escena que se desarrollaba con ambas chicas el cual no les incumbía a estos extras. Raki terminó de dar un vistazo al restaurante que se llenaba y volvió a golpear la puerta, pequeños golpes que llevaban el compás del canto de la multitud, probando una vez la perilla sin dejar el ritmo. Cerrada.

"Vamos~ No sea aguafiestas~ No hay razón para llorar por algo que acabó; todos tenemos fin, hasta Ella—¡y nadie se lamenta!"

Los aplausos erupcionaron, y se volvió a intentar girar la perilla por segunda vez. Cerrada.

Y qué si no hay nada sobre nosotros—¡seguimos moviéndonos! Este tipo de ídolos son reemplazables—¡ya supérelo! No puede huir por siempre."

La tercera vez, y la perilla giró, el seguro liberándose por su cuenta.

Kanna termino de ponerse otra hakama limpia, observo con atención todo el baño de mujeres hasta que vio una ventana de no muy grande justo arriba del cubículo en donde ella estaba. Debido a la mediana estatura de la licht, no seria ningun problema para ella salir por esa ventana, el único incombeniente, era que estaba un poco alta. Así que trato de pararse sobre el deposito del agua del retrete, pero apenas y le llegaba a la ventana.

 

Fw - Grim, Claus, Dario.

 

 

 

 

Llevaba todo el día lavando malditos trastes, no se como es que Klagen lograba arrastrarme en cada uno de sus curiosos y aburridos juegos o promesas, lo vi entrar y salir mientras terminaba de decorar los últimos pasteles antes de seguir fregando platos, esto nos tomaría probablemente toda la tarde y aun no tenía claro lo que tramaba. Entonces lo vi salir, dejo la puerta entre abierta, se saco su delantal de mesero y salio por la puerta de atras.. "arrgggg no podía creer que ese idiota (al cual respeto mucho) me allá dejado aquí lavando los platos sucios y se va sin mas..." 

Otro mesero entró en ese momento con más pila de platos, y me dijo te lo encargo, me quite el delantal y le respondí "Ya me cansé de este estúpido lugar, me largo" le dije saliendo por la puerta tras de Klagen.

"Hey!" le grite alcanzando al teufel mientras se mezclaba con la multitud "como te atreves a dejarme allí, al menos compensémoslo con algo divertido" dije  esbozando una sonrisa de lo más malvada, pero evidentemente feliz.

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Dos enormes serpientes de fuegos aparecieron de mi bastón y se cruzaron devorando una a la otra, los más pequeños lloraron, pero el público en general parecía sorprendido, el buffon de la muerte estaba aquí con su espectáculo a típico de misterio, sombrío y magia. Instalarse fuera de un café, que por cierto parecía bastante popular y lleno fue una buena idea...

Estaba terminando de realizar mi espectáculo callejero cuando la vi pasar entre la gente, muy lejos y desaparecer... ese cabello, esa forma de vestir, definitivamente era ella a quien estaba buscando por años, siguiendo sus huellas y rumores de ciudad en ciudad. Estire mi sombrero para recoger las mendigas monedas que me dan de comer, e intente alejarme de la multitud, pero los aplausos no me dejaban marchar, las marionetas estaban demasiado entusiasmadas, la gente me rodeo obligándome a alargar mi actuación, la perdería nuevamente, o tal vez nunca la encontré, pero estábamos en la misma ciudad eso era lo importante, algo me decía que hoy sería el día...

Sin saber si Raki la seguía, Kanna siguió corriendo a todo lo que daban sus piernas, sin fijarse si tiraba a las personas a su paso, lo único que le importaba era alejarse lo mas posible de la cafetería Varient Aqua.

En eso escucho un gruñido cerca de ella,  entonces vio a un perro negro, delgado y con un collar de estoperoles parecia que quería detener a licht peliazul; el perro la supero por mucho y mas adelante se sentó sobre sus patas traseras. La joven licht  tubo que detenerse pues el perro le bloqueaba el camino; y la miraba directo a los ojos por unos segundos y luego se rasco una de sus orejas.

@ "Virent Aqua" -> Calles de la ciudadela
Kanna y el perro del infierno

Fue al instante abierta de par en par la puerta del baño, un "Sorpresa~!" listo para salir de la boca de la bufoon pero que fue callado en la mitad al encontrarse con sólo la vista de las piernitas de la licht saliendo por la ventana y el estruendo de aquel pequeño cuerpo caer sobre las bolsas de basura del local. La pelimorada chistó con condescendencia mientras se encogía de hombros y avanzaba hasta la ventanilla por donde escapó Kanna, fácilmente logrando trepar hasta ella, con un impulso sacando la mitad de su cuerpo, y de un movimiento rápido buscó recogerse hacia sí misma sólo para que con esa fuerza sus piernas salgan y en un giro finalmente caer sobre sus pies sin que la bonita corona de tela se cayera de su cabeza.

Ahora, a buscar a la licht~♪ Trató de no tomarse aquello a la ligera porque quién más que ella conocía cómo se ponían las calles de las ciudadelas de su amado Palacio Imperial. El rastro de basura irónicamente le guiaría, llevándole hasta una de las calles principales, donde Raki se movía como si el lugar estuviese desolado, encajando perfectamente en los espacios que había entre las personas, más suave que una brisa, una sombra en su propio terreno. Hasta que finalmente dio con la lucecilla que quería esconderse. La sonrisa de Raki se veía genuina, contenta por encontrar a una de las invitadas del Kaiser, y como 'Soberana-anfitriona' del Palacio tenía que asegurarse del bienestar de sus invitados... o algo así★

Y con el hound obstruyéndole el paso por delante y ahora la bufoon por detrás, había sandwich de licht.

"Yo no quería que malentienda--" continuó con la conversación que nunca oficializaron antes de que la niña escape, sus manos detrás de su espalda, su voz lo más dulce sin llegar a empalagar. "Nunca me refería a que Ella haya muerto, no--" negó lentamente con su cabeza, levantando sus palmas hacia arriba y encogiéndose de hombros, y por un momento el tiempo pareció detenerse al sólo reducir a un paso de distancia lo que separaba a las dos chicas, la iluminación cambiando, la sombra de la bufoon cubriendo a la pequeña licht dando una apariencia ominosa...

"Simplemente a que nunca existió."

Así fue la revelación: el mundo continuó normal a su alrededor; nadie giraba la cabeza más allá de lo que las uniones permitían para quedar viendo a quien emitió aquellas blasfemias; nadie perdía la cordura que ataba los hilos tras sus ojos; nadie dejaba de reír o quejarse por lo mundano. Y la bufoon no reía porque los payasos no deben reirse de lo que ellos mismos hacían, sólo una sonrisa congelada pintaba como si el barro de su rostro fuese una máscara más. Continuó así con el acto de la Soberana soberbia que buscaba la paz bajo sus términos y, a su vez, el acto de una Bufoon dando un espectáculo callejero que había atrapado a todos, ninguna de las dos siendo real en ella al mismo tiempo del que lo eran. "¿Lo ve? Seguimos aquí. ¿Quién está en lo cierto y quién no? Todo recae sobre las masas. Y como éstas sólo buscan diversión... un bufoon nunca puede estar mal."

Ah, esa sonrisa era la de un niño que infantilmente alardeaba su victoria. Pero no había por qué jugar más al mismo juego -porque de jugar nunca dejarán-, por lo que con un medido medio paso hacia atrás la bufoon encontró espacio para hacer una reverencia, un brazo tras su espalda, otro brazo sobre su pecho, tratando de no olvidar ninguna formalidad pero siendo traicionada por su sonrisa juguetona.

"Me llenaría de gozo que me acompañe al Palacio, Licht. ¡Allí se desarrollará el más grande espectáculo hasta ahora! Y ya que se encuentra aquí... sería triste que se lo pierda~"

Quizá el guiño con el que cerró todo rayaba en lo seductor, pero... teehee★

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Kanna de pronte se vio rodeada, por enfrente aquel perro que no la dejaba avanzar y por su retaguardia Raki, que reducion la distancia entre ellas con un paso. La licht peliazul se estremecio al sentir la imponente figura de la boofon.