Asmita de tiene de forma llamativa el mismo aspecto que Shaka, es invidente, ciego de nacimiento, tiene desinterés total por la Guerra Santa. Se presume que al igual que su sucesor entro en India y por su cuenta (su maestro es Buda). Solía aislarse y mantenerse alejado de sus compañeros pues percibe el mundo como un lugar lleno de desesperación y dolor, piensa que quizás la diosa Atenea no sea la respuesta, y que Hades puede llevar razón en acabar con un mundo corrompido, pero su deber es proteger a su diosa Atenea y por ello no duda en hacer pasar a Tenma por una durísima prueba para comprobar su lealtad y su aptitud para participar en esta cruenta batalla.
Debido a su religión budista no es bien visto por los otros Caballeros de Oro, ganándose la desconfianza del Caballero de Tauro
Asmita aparece cuando Tenma está en el Inframundo, en la séptima prisión del Hades, cerca del Arbol mistico mokurenji, que crece en la cumbre de una cascada de sangre, sentado en una posicion de meditacion, llega allí transportado por su cosmos elevado hasta el octavo sentido. Aparenta ser un traidor de Atenea y que ha jurado servicio a Hades, critica a Tenma por su debilidad, cuestiona su lealtad a Atenea y su razón de ser en este mundo, ya que él le revela al chico que es la reencarnación del Caballero de Pegaso Legendario. A causa de esto, Tenma se siente culpable de que Alone se haya convertido en Hades y quiere más que nunca salvarlo. Asmita fue impresionado por el despliegue de poder del Bronze Saint, al que considera loco pero emotivo y con una verdadera humanidad. Su Cosmo hizo madurar los frutos del Arbol mokurenji, el unico ser vivo en el mundo de los muertos. Siguiendo instrucciones de Asmita Tenma recolecta y lleva 108 frutos a Hakurei a Jamir, allí elimina un grupo de espectros invasores sin problemas y presta su sangre para reparar la armadura de Tenma, sin embargo la verdadera razón de su presencia allí es la creación del rosario de las 108 cuentas. Tras comprobar que los specters podían renacer indefinidamente (aunque les destruyesen el cuerpo Hades podía pintarlos en una pared y regresarlos a la vida) Asmita utiliza los frutos del mokurenji que tienen el poder para sellar las almas de los specters y evitar que Hades las reviva, eleva su Cosmo al limite del octavo sentido y da forma al célebre rosario de las 108 cuentas, una poderosa arma para el ejercito de Atenea que entrega a Tenma (tiempo despues lo custodia Shaka en el manga clasico) y que permite encerrar y confinar las almas inmortales de los Specters. En esta acción el caballero del Virgo pierde la vida, pero antes de morir encomienda a Tenma la misión de proteger a Atenea, Asmita logra ver por un instante los rostros de Tenma y Sasha.
Asmita fue el único santo de esta era en alcanzar el octavo sentido. Otro dato curioso es que Asmita a diferencia de su sucesor Shaka tiene los ojos cerrados porque es ciego, esto le permite percibir muchas más cosas sobre las personas.
Primer Turno: Presentación.
** Uno puede entrar en la casa de virgo y pensar que aquel lugar es el más simple de todos, siempre se puede encontrar algo característico de cada casa, sin embargo aquel es un templo escueto de adornos en el pequeño tramo que se tarda en llegar hasta el centro mismo de la construcción; apenas si el inicio de este emula ser un templo griego digno de la diosa de ojos glaucos... sin embargo el tema varia levemente al llegar al centro de este: es verdad, el gris era un color "muerto" por así decirlo, pero a la altura ante el altar donde la cloth de virgo yace uno puede distinguir una puerta, gigantesca que linda al fondo del templo, este es el acceso al jardín de los sales gemelos, un lugar solo conocido por el santo de la virgen. A los pies de esta puerta adornada por una gran flor de loto plasmada en mármol se encuentra la dorada vestimenta, prueba del nivel y responsabilidad del guardián del sexto templo, yace inerte y es por eso que el inadvertido visitante de oscuras vestimentas cree poder avanzar sin ser molestado... "No debe existir un santo en este templo aun"... se convenció mentalmente mientras empieza a avanzar nuevamente hacia la salida.
Este intruso viste túnicas purpureas que lo cubren de pies a cabeza, solo a través de los rayos de un sol agónico puede divisarse un rostro duro y de cabellos blancuzcos, es un espectro de alto rango... empero cuando este solitario guerrero trato de avanzar para dejar atrás la casa que se ubicaba justo a medio camino del templo de Palas Atenea se detuvo en seco completamente; desde sus pies comienzan a emerger putrefactos cuerpos, con sus pieles caídas y sin sus ojos en el cuenco, algunos de ellos gimen de dolor, otros simplemente se arrastran por las piernas del oponente; este horrorizado no puede más que contemplar el morboso espectáculo; está a punto de decir algo cuando una cálida presencia invadió el templo, desde la oscuridad que había abandonado los resonantes y metálicos pasos de alguien lo acecha, la figura recién aparecida lleva el pelo extremadamente largo y blondo, su figura es esbelta coronada por un par de ojos cerrados completamente, finalmente la figura se detiene detrás del enemigo, colocándose su casco dorado.
~ ¿Pretendías acaso traspasar los doces sagrados templos sin ser detectado?... a los ojos de Buda nada escapa. ~ sentencio aquel guerrero dorado, el enemigo atino a abrir su boca y pronto la palma ajena lo detuvo.
~ Mi nombre es Asmita, Santo dorado de Virgo... es todo lo que necesitas saber ~
Una vez declarado su nombre, el espectro se deshizo de aquel aferre con una mirada fría que calaba los huesos, se despojó de su capucha y enfrentó a su oponente sin más.**
Segundo Turno: Acumulación de cosmos.
**Serias las miradas y más aún los corazones, ambos oponentes se hallaban sumidos en la más enfrascada batalla de voluntades; una sonrisa emergió del espectro que pronto comenzó a manar ese particular cosmos malva que los caracterizaba, su risa se hizo eco en todo el templo y para entonces todos en el santuario habrían percibido su presencia, mas sin embargo ya nada le quedaba por ocultar... pues se había dado cuenta de la treta de Asmita, el factor sorpresa y la ilusión que había utilizado para hacerlo caer en su trampa.
- Santo de Athena ¿realmente crees que puedes detenerme con tan tonto truco? Yo provengo del inframundo... ¡donde aplastamos a los espíritus más fuertes! -
Mientras decía esto lentamente comenzaba a aplastar las ilusiones del santo de blondos cabellos y avanza con una furia contenida, sin embargo no tardó mucho en dejar salir tal furia que los cimientos del templo gimieron con un sonido casi humano. Asmita lleno de paciencia no se había movido siquiera un ápice de donde estaba de pie, sus ojos... aunque cerrados pueden divisar perfectamente a su enemigo, la ceguera no es para el santo dorado un obstáculo, por el contrario: Asmita utiliza aquella ceguera para poder concentrar aún más poder del que inicialmente puede, la privación de aquel sentido aumentó sus sensaciones restantes a un punto extraordinario, pronto y sin dar la mas mínima atención a la fiereza ajena se sentó frente a su oponente en una posición de meditación, las hebras de cabello danzan frenéticas pero marcando un patrón en el aire cargado de tensión, las ondas de cosmoenergia doradas comienzan a manifestarse con más velocidad invadiendo todo el lugar sin ningún tipo de índicio de detenerse.
~ Encontraras aquí mismo tu final... ~
Los cielos truenan finalmente, en algún momento el sol abandono su brillo particular dando paso al anochecer que trajo consigo las negras nubes de una irrefrenable tormenta, sin embargo un brillo particular comienza a emerger en la sexta casa, un brillo tan intenso que puede encandilar a quien la observe; atrás quedó el inicial temblar de las columnas grecas evocado por el enemigo, ahora solo se presiente un desenlace próximo, como cuando un rayo está a punto de caer el aire estaba cargado de intensidad, intensidad que el espectro no supo leer.**
Tercer Turno: Ataque.
**En el momento en que se detuvo, las manos de Asmita se movieron lentamente formando un signo en sus manos, como si emulara una flor de Loto, esta misma se manifiesta gracias a su cosmoenergia alrededor de su cuerpo mientras figuras angelicales y demoniacas se manifiestan derredor de su contrincante..., el apabullante poder del gold saint se acumula en un punto fijo: "sus manos".
~ Regresa al mundo de donde provienes alma en pena... recibe el TENMA KÔFUKU y expía tus pecados... ~
Inevitable, la hermosa flor de loto comienza a abrirse lentamente con gracia y belleza, hasta el punto en que todo el cosmos se concentra completamente en la palma de las manos del santo; finalmente el poder devastador se libera con una violencia inusitada totalmente contraria a la belleza y paz que emulaban su concentración, apenas pudo escucharse que Asmita musitaba "OM" en esa densa onda expansiva de energía.
Si uno puede observar el templo de la virgen en ese momento, solo puede haber visto un haz de luz, una columna de cosmoenergia que emergía violentamente desde el interior, con ese ataque el gold saint esperaba haber acabado con su oponente... pues no había técnica tan devastadora como la "Capitulación de los demonios". **