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Gran Torneo Anual Ng Lc
Batalla 13
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Vs |
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Dohko de Libra
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Aiacos de Garuda
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Inicia: Aiacos
Lugar: Rdorio.
Hora: Amanecer.
Trama: Las huestes inframundanas han llegado a los pies del Santuario de Athena, siendo el juez, en crear un holocausto en aquel pequeño poblado aledaño, Dohko al darse cuenta de esto, baja inmediatamente a presentarle frente.
Reglas
Roll: URM 2.0 y 2.5.
Tiempo: 48 Hrs Max. Termino Fatal.
Tipo de Pelea: Eliminacion Directa.
Inicia: Miercoles 30 de Enero.
Finaliza: Viernes 22 de Febrero.
.: Roll On :.
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Primer
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2 a 10 de 10
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Último
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* Después de 243 años el gran dios de los muertos regresa una vez mas a la vida, trayendo consigo la desgracia y la soledad para la tierra, puesto a que su ambición por dominar el mundo y convertirlo en un infierno sobre la tierra nace nuevamente, y así las cortinas de una nueva guerra sagrada aparecen una vez mas liberando el llanto y la desolación para todos los que están en la tierra - Aquí debe ser... - Expresa un valeroso guerrero mientras que el saqueo al pequeño pueblo por debajo del santuario destrozando todas y cada una de las arquitecturas empezando a destruir todo a sus alrededores, estando este al mando de un gran grupo de skeletons a quienes no les importa quien sea, sino que por el contrario su único objetivo es dejar aquella tierra totalmente desolada sin ningún rastro de sangre - Humanos... ¡ Inútiles!... No son mas que un estorbo para nosotros, Por ello sus vidas deben desaparecer de una vez... - Expresa el líder de aquellos engendros sonriendo ante la masacre que se presencia en la tierra, disfrutando del sufrimiento de los demás...*
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*Aunque el sol apenas estaba saliendo, desplegando su brillo y tibieza, el día y el sufrimiento ya habían empezado, dolor que se ha desatado desde que la Armada del Inframundo han reencarnado. Desde el Santuario se ven brillos lejanos y se oyen en la distancia gritos y alaridos. "Están atacando Rodorio!" Razona, abriendo los ojos con sorpresa y cierto resentimiento. - Malditos! - sin más, el Santo de la Balanza, arranca en una veloz carrera, alternando sus pasos con saltos precisos y de larguísima distancia, recorriendo en segundos la distancia desde el Primer Templo del Zodiaco hasta la frontera de dicho Santuario, observando ya en detalle con los primeros fulgores la destrucción que está ocurriendo en aquel pueblo, notando aquellos elementos sin vida que destrozan y asesinan. - Arggg!! - Exclama acompañando un pulso de luz esmeralda, dando lugar a un chorro de energía que se divide en varios segmentos, avanzando como si fuese saetas de energía, directamente hacia aquellos asesinos, procurando impactarlos, socorriendo de esta forma a las y los habitantes de aquel sitio.*
Dohko de Libra |
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*...Entonces aquellas imponentes saetas de energía, destrozan sin problema alguno a varios skeletons que atacan a los inocentes habitantes de aquel pueblo - ¡¿Que Demonios?! - Se escucha bajo la voz del líder de aquella imponente tropa mientras que observa como destrozan a varios de sus súbditos - De donde salio tal poder... - Suspende mientras que se posaba alerta siendo cubierto por un gran grupo de skeletons que destrozaban el lugar - Vamos... Muéstrate... ¡Insolente! - Exclama molesto el líder de aquel grupo mientras que se posicionaba ofensivamente "El poder de ese hombre... Es realmente sorprendente..." Menta mientras que sus súbditos empuñaban sus armas llenos de miedo ante una posible muerte, sin embargo uno de los hábiles engendros toma como prisionera a una pequeña niña de aquel lugar colocándole su imponente lanza en su cuello generándole una pequeña abertura de tal forma que libera un leve hilo de sangre a la mitad de su cuerpo - Aparece, de una vez y rindete ante el señor hades y te prometo que te perdonaremos la vida... - Finaliza el súbdito infernal con una gran sonrisa en su rostro, esperando la pronta aparición de su adversario...*
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*Los iris marrones del Santo de tez morena se fijan en cada
uno de los cadáveres sobre el suelo y habitaciones, calles y callejones. – No puede
creerlo… - Estupefacto el Ateniense recorre el escenario, destilando furia. –
Cómo pueden hacer algo así?... Eran gente inocente!! – El grito recorre muros y
suelos, elevándose por entre aquel pueblo, de repente en un avance veloz,
observa a aquel esbirro causando aquella herida a una de las niñas habitantes y
víctimas de esa amenaza. – Ahí están… No los perdonaré! – Cual si fuesen ojos
bestiales, la ira justiciera recorre la mirad del Santo, misma que se
multiplica intempestivamente por su cuerpo, que se recubre en instantes de una
aura esmeralda. Diminutas piedras se levantan del sustrato cuando la pierna
derecha pisotea este punto, impulsando con vehemencia el cuerpo del Guerrero
Dorado, mientras avanza desplegando a cada paso energía que conjugadas a la
velocidad de su trote, liberan ondas de viento, a causa de la presión intensa
en ese entorno, más sin embargo el objetivo central de este peleador es aquel
que hiere, y en un último momento se abalanza cual cometa, extendiendo su brazo
izquierdo hacia aquella arma, especialmente su pulgar hacia al punta de dicha
lanza, mientras que un látigo furioso es despedido en forma de un relámpago
esmeralda, que destroza el espacio en su camino, siendo así el resplandor de la
patada que se dirige al rostro de aquel malvado.*
Pdta. Disculpa la demora bro, espero no ocurra de nuevo =)
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*...El plan de aquel maléfico guerrero parece haberse cumplido a calamidad puesto a que el rostro de aquel que andaba matando al resto de skeletons se ha dejado ver al fin de cuentas, sin embargo, al ver el acto ofensivo de aquel guerrero atheniense, extrañamente el campo de batalla empieza a verse cubierto por unas imponentes llamas y el sufrimiento en el rostro de todos aquellos que yacen quemados en aquel lugar, empezando por la aquella inocente mujer que se encontraba presa, sintiendo un gran sufrimiento en cada una de las partes de su cuerpo mostrando llanto y desesperación, no solo ella sino aquel grupo de skeletons empiezan a quemarse sin razón alguna como si estuviesen recibiendo un castigo divino, quedando por completo la cuidad en llamas siendo cubierto por el fuego negro del infierno cada una de las moléculas de aquellas personas, mientras que una gran sombra aparecía, el escenario manteniendo la forma de un gran navío; Llevando su naturaleza en reversa puesto a que en vez de surcar los mares, atraviesa el imponente cielo ¿Sera el navío, El causante de esta masacre?...*
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*Apenas había alcanzado el Guerrero de la Balanza la ubicación de aquel que quiere hacer daño, cuando una sensación extraña lo recorre internamente. "Que es esto??... " Razona rápidamente, mientras observa como aquellos cuerpos, con o sin vida, hacen parte de un componente volátil para aquel fuego que empieza a desarrollarse en ese escenario. - No entiendo... Quién es el causante de este fuego? - La voz se nota irritada y confundida, mientras apoya los pies en el sustrato, inhalando ese aire que se vuelve espeso y que parece cargar el hedor de cuerpos quemados. "No puedo creerlo... Este poder es mucho más grande que el de aquellos entes, y sin embargo quien lo esté generando no le importa su propio ejército..." De repente la mirada del librano se distorsiona, cuando observa aquel fuego que se desenvuelve rodeando a la niña que pretendía salvar, siendo testigo de aquella masacre, en donde todo parecía estar sujeto a los deseos de un ánimo maléfico. - Quién eres!! - Grita, mientras que se mueve con rapidez, alejando a quien empuñara esa lanza, dirigiéndose hacia la menor que parece ser presa de aquel fuego. "Acaso todos están condenados a morir? Acaso nosotros que somos el ejército de Atenea no podemos hacer nada?" Interiormente la furia se agolpa en sus sienes, en un latido lacerante y fuerte, acoplándose a un desarrollo aún más inusual, cuando de cada parte de su cuerpo, fluyen corpúsculos lumínicos esmeraldas que recubren casi de inmediato al silueta de este Guerrero, en tanto que sus pasos lo acercan inevitablemente hacia la dama objetivo de su mirada. - No voy a impedir que cobardemente asesines a todas estas personas! - Los puños se tornan cerrados y potentes, y en un último avance, extiende sus brazos, y al final de estos las palmas relumbran de luz, dando lugar a una dinámica atómica que refulge en ese amanecer. - Ahhhhh!!! - Se oye con voz de grito, difuminando ese eco por todo el lugar, con una potencia cargada de justicia, dejando que en ese momento su cuerpo sea el núcleo de una conformación energética, que de forma radial explota con ímpetu, en raudales de aire y tibieza verdosa, desplazando rocas, piedras y polvo, atacando con esas marejadas el fuego que crece por el lugar, marejadas que avanzan con celeridad y suavidad hacia la señorita como primer objetivo, en un avance que visto a lo lejos parece un rugido potente. "Es probable que ahí estés maldito" analiza calladamente, mientras cada parte de su cuerpo continúa en aquella avanzada eólica, al momento que observa el inusual barco, en tanto que dicho lugar pierde transparencia casi en un santiamén entre el revuelo casi dantesco de los vientos desencadenados.*
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*...Desde los cielos se ven como cada uno del ejercito de antegora se ve cubierto por una intensa capa de fuego, gritando llenos de temor y de miedo - Esssss.... El señorrr Aiacos.... - Susurra uno de ellos a son de respuesta para el atheniense, ya que el cuerpo se encontraba con quemaduras de un nivel mas avanzado... - ¡ Inútiles! - Se escucha un gran grito proveniente de aquel mítico navío - No son capaces de destrozar una pequeña ciudad como esta... - Expresa mientras que el navegante disfruta el sufrimiento de aquellos que yacen a sus pies, demostrándolo con una larga sonrisa de lado a lado -...Ah!... Ya veo... Un caballero... ha venido a interfir en los planes del verdadero emperador... - Susurra el rey garuda mientras que sale a la borda de aquel barco, mostrando su sapuri representativa de uno de los tres jueces del inframundo, observando el escenario, mientras que crea un fuerte resplandor purpurezco alrededor de su cuerpo, haciendo que aquellas oscuras llamas se precipiten aumentando su tamaño intentando causar grandes quemaduras en el cuerpo del dorado "Jhum!... A ese caballero dorado ya lo había visto anteriormente..." Pensamiento vago en este valeroso espectro mientras que se prepara para su siguiente movimiento...*
Lamento la demora bro
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*La mirada furibunda del Ateniense se dirige hacia ese barco, especialmente hacia el sujeto que se asoma y parece dirigir aquel desastre. "Así que él es quien causa todo este dolor... Acaso ha perdido por completo su alma?" Razona manteniendo su mirada, en tanto que a su alrededor el polvo y fulgor verdoso desbaratan su entorno, ejerciendo de esta forma la presión continuada de su esfuerzo, siendo testigo del avance de los vientos creados. - Tu fuego no podrá destruir este lugar! y mucho menos acabar con esta Armadura Dorada que cubre mi cuerpo. Y aún menos logrará destruir la herencia de Atenea sobre Rodorio y el Planeta!! - Las voces se difunden por encima de la tormenta causada por ambos contendientes. El brazo derecho se aprieta con fuerza, resaltando especialmente su puño, como si éste contuviera un núcleo de energía y de un momento a otro, abre su mano y sacude con fuerza dicho brazo en sentido ascendente, trazando un luminoso arco, mientras que se desencadena ese brillo que avanza en dirección de las flamas y aún así se dirige hacia el sitio en donde se asoma el Espectro sobre ese barco. Aquel esfuerzo sostenido, cobra energía sobre este Santo Dorado, que se observa en rastros de sudor, así como cierta alteración de agitación en la respiración del Dorado, sin embargo el brillo de su espíritu y de su mirada preceden ante todo desistimiento, reforzando la determinación del Ateniense.*
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