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Sisifo de Sagitario Vs Dhoko de Libra
Inicia: Dhoko
Lugar: Mundo de los Sueños
Hora: no Aplica
Trama: Sisifo es encerrado en el mundo de los sueños, y para poder rescatarlo Sasha envia al santo de la libra, sin embargo encerrado en su propia depresion la armadura dorada se vuelve tan oscura como una espectral, y entendiendo que tiene que luchar por el bando de hades, presenta batalla al noble dohko.
Juez: Kareck
.: Roll on :.
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*Con gran habilidad la reencarnación de la Diosa de la Guerra Justa y la Sabiduría, logra enviar al Santo de la Balanza al mundo que se dice, es el que ha sido delegado para los sueños, donde uno de lo más altos Caballeros del Santuario reside temporalmente y es busca de aquél, que el Oriental atraviesa ahora aquellos desconocidos lugares, conectándose con el cosmos de su Diosa, así como en los rastros del espíritu vital de su compañero. "Debes estar por aquí... Debo encontrarte amigo mio..." Con estas cavilaciones sigue su tránsito, con un andar determinado, resaltando en su figura el armamento de la Armadura de Libra, siendo así que es éste personaje, el único con la potestad de determinar el momento justo para dar uso a cualquiera de las Doce Armas. Y sin pérdida de tiempo, los pasos, ojos y espíritu se mantienen en curso, determinado a desarrollar plenamente el motivo de su misión.*
Dohko de Libra - Santo Dorado de Atenea |
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**Tras uno de los portales tallados en piedra dentro del enigmático mundo de los sueños, un campirano y conocido paisaje se extiende. Es una común villa italiana, con sus paredes carcomidas por el tiempo, techos de teja roja y calles empedradas: El antiguo hogar de las formas humanas de Athena y Hades. Sin embargo, esta villa no es más que un recuerdo; sus avenidas y sus caminos están vacíos y solo una figura se encuentra arrodillada en medio de la plaza central. °°Si no me la hubiese llevado, habría tenido una vida llena de felicidad y completa armonía…°° son los pensamientos que cruzan por la mente de aquel joven de cabellos castaños y mirada perdida, consumida por la culpa. A pesar de tratarse de uno de los 12 caballeros de oro, aquel que se jacta de ser el más fiel, no porta su armadura y parece no importarle más si vive o muere. La culpa invade el corazón de Sísifo, quién se encuentra condenado a vivir una y otra vez aquel sueño terrible en donde la diosa a la que ama le asegura que la Guerra Santa es su culpa. Frente a él se encuentra ensamblada la legendaria armadura dorada de Quirón, brillando con orgullo y apuntando su flecha afilada directo al corazón del arrodillado muchacho. -Tú también lo crees ¿no es así, Sagitario?- murmura bajando la mirada de forma sumisa -Qué toda esta guerra… Todas las muertes… Son mi culpa…- La culpa y la pena lo invaden más a cada segundo, hasta que la vida misma es insoportable pues la muerte será un castigo amable para él. -¡Atraviesa mi corazón! ¡Por piedad!- ordena Sísifo a la armadura frente a él.**
Nota: Espero no estar rompiendo alguna estipulación del combate. Es el mundo de los sueños, pero el sueño de Sísifo (en la villa donde vivía Tenma, Alone y Hades). Si hay algún error, porfavir diganme para corregir el error.
Athena no Ite » Sajitariasu no Shīshuposu
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*Finalmente el rastro de la esencia de su compañero parece conectar al de cabellos marrones con la ruta hacia su objetivo, "Aún siento su presencia, sin embargo algo muy raro ocurre, no es esa misma esencia llena de bondad y cariño... Ahora está bajo la pesadumbre... Qué ha sido de ti amigo?" Con estas cavilaciones el de la Balanza se adentra en ese nuevo paraje una vez traspasado el umbral de piedra, dando lugar a un paraje conocido para el Oriental, sorpresa que causa la detención de sus pasos. - Qué!... Aquí fue donde conocí a Tenma, éste es su pueblo natal... - Diciendo así, su mente rememora el momento en que se cruza con el Santo de Pegaso y el tiempo en que lo toó bajo su estela para entrenarlo, así como un momento en el cual en ese mismo lugar se enfrentó con el viejo amigo de Tenma, ahora poseído por el espíritu del enemigo de su Diosa, aquél que dicen El Invisible, y pensando así, encuentra a su camarada, notando de inmediato la situación a la vez que escucha las últimas palabras proferidas por su contraparte. La comprensión causa un impacto fuerte sobre el oriental, quien estupefacto durante unos instantes, parece explotar a los siguientes, emanando un fuerte espíritu de lucha, que se alza cual llamaradas esmeraldas, a la vez que sus manos aprestan un objeto mítico y se eleva por los aires. La mirada se fija en la silueta de su amigo y su corazón late al unísono con la tensión de ese momento. - Sisifo!! - El grito invade ese lugar, mientras desciende abrupto, sujetando con vehemencia la Lanza Dorada de libra, y con un estruendo inusitado y potente, aterriza preciso a espaldas de su amigo, azotando con la Lanza el centro de dicha plazoleta, levantando de inmediato una onda explosiva y destructiva que se irradia a una velocidad sin igual, elevando piedras, polvo y un viento sibilante que alcanza umbrales muy altos. - Despierta!! - Cúmulos dorados desprendidos por su lanza se elevan en un eje por fuerza del impacto imponente del desesperado Caballero de Libra *
Dohko de Libra - Santo Dorado de Atenea |
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**El hombre arrodillado, a pesar de aun tener conciencia de lo que sucede a su alrededor, parece no importarle la presencia de su compañero de armas, y su mirada fija se clava en la armadura de Sagitario frente a él. Cuando la onda expansiva lo alcanza, el cuerpo de Sísifo es llevado como un muñeco por el aire, sin oponer ninguna resistencia, azotándose contra una de las paredes del otro lado de la plaza central y quedando ahí, con la espalda recargada y la mirada otra vez en la armadura de Sagitario cuya flecha no ha dejado de apuntarle al corazón. -No merezco ser llamado caballero…- susurra con tristeza mientras, finalmente, la armadura suelta aquella saeta de oro que sale disparada a una velocidad impresionante en dirección del pecho de Sísifo, clavándose profundamente y mordiendo su corazón.-Tsk..- se le escapa de entre dientes al campeón, mientras mira con cierto alivio su corazón herido. -Les suplico que me perdonen…- susurra aquel desdichado hombre que ignora por completo la presencia de Dohko en el lugar mientras toma entre sus dedos la flecha que se encuentra incrustada en su pecho. -…Athena… Pegaso… Caballeros…- y con fuerza arranca la saeta, y de la herida brota a borbotones una espesa sangre tan negra como la tinta que baña el cuerpo del caballero y comienza a revolotear a su alrededor, como un torbellino de sangre envolviendo al arquero de oro. Cuando aquel grotesco espectáculo ha terminado, el guardián de Quirón se encuentra de pie y portando una armadura prácticamente idéntica a la de Sagitario, sin embargo esta es del color de la noche: Un sapuri. Desde sus ojos, pasando por sus mejillas y muriendo en su mentón, dos riachuelos de lágrimas de sangre roja caen como si su alma llorara. Sísifo, el que alguna vez se jactó de ser el caballero más fiel, ahora se encuentra sumido en la depresión y ahogado por la culpa. Sus ojos ya no distinguen amigos o enemigos, y el ángel negro no dudará en apuntar la flecha propia al corazón de cualquiera que quiera arrancarlo de ahí.**
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