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De: JoKeR-MaN (Mensaje original) |
Enviado: 08/10/2014 02:35 |
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*La invitación del tétrico bosque de las almas es rechazada por el Dragón, acción que dibuja una sonrisa en los labios del guardián de cabellos de fuego y lo invita a susurrar -Parece que el Marino tiene miedo de adentrarse en el bosque... Qué patético-. Los níveos párpados del divino aún cubren sus ojos esmeraldas, y el flujo cósmico aún se mantiene en completa armonía con el de la naturaleza haciendo imposible detectar su escondite como si su energía proviniese de cada rincón de la arbolada. -Basta de juegos...- dice para sí, justo cuando vuelve a infundir ira en los antiguos espíritus del bosque, provocando que ataquen al marino. Bajo los pies de Kanon, gruesas raíces rompen la tierra y buscan enredarse en los tobillos del enemigo a gran velocidad mientras las ramas de los arboles, con un crujir macabro, salen disparadas en busca de las muñecas, brazos y garganta de la serpiente marina. La tierra se abre, creando grutas y hoyos para que el Dragón caiga dentro y aplastarlo con el movimiento tectónico. Todos los árboles que circundan al enemigo se mueven con raíces y ramas en contra de Kanon, buscando golpearlo o atraparlo con su milenaria fuerza, buscando las placas de su escama para introducirse por ahí y flagelar su desnuda humanidad. Todo el lugar vuelca su furia en contra del Dragón, ¿podrá este superar la titánica tarea que la naturaleza le impone y salir ileso una vez más? La furia del bosque es única, pero el cosmos de Alberich no es infinito y sus energías comienzan a flaquear.*
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*Pero luego de las misteriosas palabras engendradas por un rival cobarde que se esconde tras el juego molesto de la naturaleza, el General marino de Dragón marino impone una expresión completamente seria, mientras con lentitud, eleva su extremidad derecha hacia la altura de su pecho y con total convicción emite...-¡Jhm!, ¿De verdad pretendes detenerme con esta clase de cosas?- exclama ya con un toque más impulsado sobre la molestia y el enfado del tiempo perdido, por lo tanto opta por canalizar una parte de su energía hacia su extremidad elevada, generando una esfera de medio tamaño sobre su mano...-¡Aparecerás ante mí o destrozaré este bosque con todo mi poder!- para luego, al momento en que las ramas intentan atraparlo y el piso comienza a rajarse a sus pies, el maquiavélico Dragón presiona con fuerza la concentración de energía sobre su mano, generando un poderoso estallido que termina en una violenta onda de choque de extrema potencia y presión, con el suficiente poder para efectuar un proceso rápido de destrucción para los lienzos que intentan aprisionarlo, mientras también, esa onda que se expande desde su cuerpo hacia todos los alrededores con un intenso brillo dorado de gran intensidad, busca llegar al contacto contra ese escurridizo Dios guerrero, mientras los árboles se ven talados y arrancados de raíz a causa de la potencia de explosión cósmica por parte de un rival, que se alza por encima de muchos en combate...-¿Permitirás que siga destrozando tu bosque? ¡No me afectará en lo absoluto! ¡Jhmmm!- expresa con frialdad y una fina sonrisa en su rostro, cuando esa onda no parece ser suficiente y es reemplazado por un segundo destello en representación a un nuevo despliegue que en una densidad más leve, apoya la destrucción de todo el lugar, mientras el Comandante del ejército de Poseidón, baja lentamente su brazo, intentando apreciar cada rasgo de su implacable despliegue de energía*
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*Alberich puede sentir el poderoso despliegue del Dragón Marino quien, como un niño que realiza una rabieta a causa de su desesperación, ha hecho estallar su cosmos para destruir parte del inmenso bosque. Sin embargo, esto sólo causa gracia en el traicionero guerrero quién susurra -Gasta tu cosmos como te plazca, tonto. Eres un ignorante si crees que tu poder se compara con el de la naturaleza.- A pesar de esto, el cerebro de Asgard comprende que si quiere tomar el zafiro de Fenrir pronto, deberá encarar al Dragón Marino. Rompiendo su estable posición de concentración, el de los ojos esmeralda dirige su perfil en dirección del cosmos de Kanon y emprende una sigilosa carrera hacia allá, moviéndose entre las ramificaciones y las copas de la arbolada muy precavido de mantener su figura física y su cosmos ocultos. Llegando a la orilla del bosque, donde la explosión creada por el enemigo terminó, Alberich aguarda con sus ojos puestos en el hombre de oro como una serpiente esperando morder.*
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*El juego continúa en medio del denso bosque donde una de las partes parece resentida ante las diversas demostraciones de un hombre que parece no dejar flancos para ser atrapado por cada cobarde intento del escurridizo Dios guerrero, sin embargo al pasar de los instantes una serie de palabras son captadas de forma total por el General marino, seguido de una secuencia de movimientos que parecen perderse entre la densidad del bosque, pero para el temible y respetado Dragón del Mar, no es más que un simple juego del gato y el ratón, donde su presa inferior y desgastada por la secuencia de combates anteriores busca el primer plano para atacar a una legendaria figura representada en una escama tan perfecta y reluciente como el mismo brillo intenso que permite emanar. No existe una pronta respuesta para esas viles y derrochadas palabras que han resonado con una crueldad que solo es superada por cada facción en el misterioso semblante del Dragón, quien solo se limita a esbozar una macabra risa en sus labios al momento en que parece existir una pausa en su ofensiva hacia las temerosas tierras hostiles retornando esas partículas que se repliegan por el aire hacia su fisonomía, permitiendo dejar en ese instante, tan solo su aureola de energía siendo que realmente en su profundidad cada línea que atraviesa su cuerpo a través de sus puntos vitales impulsa cada gota vital en un nuevo flujo ascendente...-¡Jhm!- emite en su interior mientras los instantes pasan y su mente trabaja tán rápido como puede en medio de esa intensa concentración desde su punto real permitiendo que la visual genere implacables brillos sobre esa figura alada y elegante que solo espera por la presencia de su enemigo para poder comenzar el real giro que tornará el sangriento destino que depara al tenebroso bosque de los espíritus de Asgard*
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*Los ojos del genio de Asgard, tan verdes como la esmeralda, vigilan desde la lejanía al Dragón. Su mirar, a pesar de estar oculto entre el espeso follaje, parece invitar a Kanon más dentro del bosque pues, ¿Qué teme el bravo marino para no acercarse más?. Los cabellos de Alberich son mecidos por la gélida brisa, y su piel tan blanca como la nieve es besada por el viento; y ahí el divino espera, pues la paciencia es su virtud y no tiene apuro por enfrentar al Dragón del Mar, ni mucho menos la de perder la ventaja que tiene dentro del espeso bosque. La traición, el oportunismo y la falta de honor son palabras que bien podrían describir al vikingo portador de la espada de llamas, y este no movería un músculo hasta que Kanon se acercase. Cada movimiento es de vida o muerte cuando se trata de enfrentar a un enemigo así, y el maestro de las amatistas lo sabe. Permaneciendo a una distancia suficientemente lejana y segura de una nueva explosión cósmica, Alberich aguarda sin prisa.*
¿Así o más claro? Haha
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*El amplio bosque reina ante la calma del cese de despliegues de energía, sin embargo el comandante de las tropas marinas comienza a inquietarse ante la falta de presencia de un enemigo escurridizo -Jhmm, Siempre supe que los dioses guerreros eran unos cobardes- emite la voz ronca de aquella imagen investida por una coraza brillante de matices naranjas mezclados con adornos en dorado -Está bien, si no sales, yo mismo te encontraré haha- dando así paso a ver como esa figura comienza un amplio andar ante el oscuro bosque, con su casco inmóvil al frente dejando una aparente sensación de que los sentidos de ese guerrero son los que actúan ahora, mientras en lo más profundo del bosque la energía emitida por el general Dragón Marino es cada ves más latente y sus pasos adentran a su figura al bosque dejando una sensación como si solo su presencia irrumpiera el espacio real de aquel formidable y tétrico espacio natural dentro del paraje nórdico*
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*Al ver que el Dragón se adentra al tétrico bosque con pasos seguros, la sonrisa regresa a los labios del divino de Megrez y la adrenalina a su corazón. La codicia por los Zafiros Odín, bañada en arrogancia, enerva cada célula de su cuerpo y embriagan su brillante cerebro hasta el punto de forzarlo a cometer un error fatal: enfrentar al enemigo de frente. Dando un ágil y elegante salto, el hombre de los cabellos de fuego aterriza sobre el nevado suelo de súbito; a a algunos metros frente al Dragón del Mar. Mirándolo con centelleantes ojos esmeralda y sonriendo como un demonio, el vikingo se atreve a hablar -Así que Fenrir no fue un problema para ti. No esperaba menos del legendario Dragón Marino; además, en el lamentable estado en el que se encontraba incluso alguien sumamente débil pudo acabar con él- La burla puede notarse en el tono de voz de Alberich, quién no guarda ningún respeto por el fallecido lobo del norte. Su mano izquierda se coloca sobre su cintura, en una postura casual y su diestra sostiene por la empuñadura una espada aparentemente hecha de hielo que no emite energía alguna y cuya punta esta direccionada al piso. El guerrero del norte por fin ha aparecido, y el combate contra el Marino está a punto de comenzar.*
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*Es entonces que finalmente, una tenue y maliciosa sonrisa se posa sobre la parte visible del rostro del General del mar, quien solo se limita a detener su avance y observar por primera ves de forma detenida, la figura del guerrero del norte que custodia dicha instancia del paraje vecino a las tierras submarinas...-Así que finalmente te has dignado a salir, jhm jhm, Algo imprudente de tu parte, pero al menos guardarás el honor de los Dioses guerreros...- comenta con total soberbia aquel que encabeza el ejército de Poseidón, galardonado ante su excelso porte distinguido...-Jhmmm, Debes comprender que ninguno de ustedes son rivales para mí, ni siquiera en su mejor estado- expresa con total seguridad en sus palabras la misteriosa figura que representa a la más gigantesca bestia del atlántico norte...-Pero ya que eres el último y finalmente te has dignado a enfrentarme como un hombre, te mostraré mi rostro, dios guerrero- y de esa forma lentamente sus extremidades se elevan hasta su yelmo y lo desprenden con suavidad, permitiendo paso a paso revelar una figura jamás esperada en la escena, un rostro de rasgos griegos en su totalidad, con largos y alborotados cabellos de tonel azul claro que recaen rápidamente por su espalda ante la liberación de su presión, sin embargo, la sorpresa aún es mayor cuando ese rostro particular, es prácticamente el mismo que ha sido galardonado con incontables hazañas en el reino de Athena, el famoso caballero de Géminis, honesto y justo como también sabio y poderoso...-Este rostro, será el último que verás dios guerrero de Asgard ¡Hahaha!- y de esa forma, todo el flujo de energía pasa a concentrarse de una manera completamente fluida en su interior, preparado para enfrentar de una ves el combate real contra el Dios guerrero de Megrez quien finalmente ha echo acto de presencia*
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*El rostro del Dragón Marino no revela nada al divino de Megrez, más que el lugar de origen de su adversario y sus palabras no lo intimidan en lo más minimo. A pesar de haber leído incontables veces del legendario santo de Géminis, Alberich no conoce en persona al afamado santo dual y mucho menos a su ignoto hermano menor. Al escuchar de los alardes del Marino, la sonrisa regresa al orgulloso rostro del portador de la armadura azul, quién responde en tono sarcástico -Esas mismas palabras las decía tu compañero el Kraken, y alardeaba de ser el marino más fuerte... Puedes encontrar su cadáver por allá.- dice, señalando en dirección de la última batalla y adquiriendo un diabólico brillo en sus ojos. Puede que Isaac jamás mencionara dichas palabras, pero el irritante Dios Guerrero busca mancillar la orgullosa actitud del Marino. Poco a poco, el cuerpo de Alberich se ilumina en una luz blanquecina que chispean alrededor de su humanidad y hace sentir poco a poco su poder en el bosque de los espíritus; sus cabellos se mecen cada vez con más agitación y sus músculos se tensan. La batalla está por comenzar.*
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*Con una mirada seria, despojadas de todo tipo de sentimientos y una frialdad incalculable, Kanon, el menor de los gemelos Geminianos capta cada una de las palabras de su interlocutor, esbozando una nueva sonrisa al momento en que eleva lentamente su extremidad diestra hasta fijarla a un punto a la altura de su pecho su con su índice, señalar sin despojo alguno a la fisonomía de su enemigo...-El al igual que los otros fueron débiles jhm jhm, patéticos, jamás podrían compararse ante mi poder- exclama sin respeto alguno por sus compañeros caídos, mientras da un paso adelante que le permite perfilar de forma completa su humanidad con su extremidad en la misma posición, para permitir que el flujo de su energía comience a transgredir nuevamente el ambiente, hasta el punto de dejar un fondo completamente negro donde solo ambos contendientes disputan por sus ideales y ambiciones...-¡Es tiempo de acabar con esta estúpida charla!... ¡Observa bien mi rostro, Dios guerrero de Asgard, por que será tu peor pesadilla! ¡Hahahahahá!- y de forma continua a las palabras expresadas por esa ronca y rasposa voz, las facciones completas de su rostro obtienen un cambio ilusorio drástico tornandose con un perfil sumamente espectral y endemoniado paulatinamente a la presencia de un pequeño cúmulo de energía sobre el índice que apunta a su enemigo para dar paso a la voluminosa resonancia de esa ronca voz para sentenciar sobre el panorama...-¡Puño Diabólico del Emperador de los Demonios!- y ante ello la imagen de su rostro se desplaza como un demonio atacante en una primera plana visual, ocultando completamente el flujo de un prácticamente invisible halo de tonel brillante que se desplaza por la distancia a la velocidad de la luz de forma indirecta hacia el cerebro de su rival, intentando causar un colapso mental que paralice su sistema nervioso afectando de forma completa la movilidad de su cuerpo y la realidad de su mente antes de que su propio consiente pueda reaccionar por voluntad propia como parte del efecto de la naturaleza de esa vil y cruel técnica que somete a su enemigo de forma completa ante un espejismo donde imagenes demoníacas obligan a su alma a obedecer al Emperador de los Demonios y someterse completamente a su voluntad hasta que el afectado, pueda visualizar a la muerte con sus propios ojos*
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*Nada en el vasto reino de Asgard pudo preparar a Alberich para la diabólica técnica que se lanza en su contra: El legendario Satán Imperial. El haz de luz penetra de súbito la frente del divino, moviendo sus cabellos en el acto, y liberando todo el poder del Gran Maestro del Santuario sobre la mente del forjador de los Nibelungos. La faz de Megrez cambia de confiada y orgullosa a reflejar un horror indescriptible. -Imposible...- alcanza a murmurar mientras una gota de helado sudor recorre su mejilla y ninguna de las extremidades responde las órdenes de su mente, quedando paralizado. -¿Es esta la legendaria técnica del Patriarca del Santuario?- cuestiona aún balbuceante, atónito de recibir aquel ken del que sólo había leído y que, según se decía, estaba reservado para el uso exclusivo de la cabeza de los 88 santos de Athena. -¿¡Quién... demonios... eres?!- dice con torpeza, cuestionando el porqué un General Marino sirviente de Poseidón ejecuta una técnica exlusiva de otro ser, justo antes de que la brillante luz en sus ojos esmeraldas desaparezca y quede ahí su cuerpo, como el de un muerto en vida, de pie y en silencio, mostrando un rostro que refleja el terror de mil pesadillas.*
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*Entonces una macabra verdad se revelaría sobre aquel misterioso hombre cuyo rostro es igual a un caballero que desde hace ya muchos años ha desaparecido para el santuario, asesinado, raptado o perdido, en una fecha aproximada a la que Arles asumió el mando sobre los ochenta y ocho, el caballero dorado de Géminis desapareció en los confines de la tercera casa zodiacal...-¡Há... Háhaha!- ríe lleno, complacido al tener a un enemigo tan escurridizo como el cerebro de Asgard bajo la redes de sus sucios y oscuros trucos...-¡Ya has caído en el poder del satán imperial, pero ante de que mueras, te lo diré!- emite con total seguridad, mientras el bosque lentamente comienza a quedar un paso atrás ante un nuevo flujo de intenso poder que es canalizado a través de su cuerpo, permitiendo transgredir nuevamente el escenario para su nuevo esbirro, mientras que en el aire una imagen se proyecta...-Hace casi 12 años, yo fuí el responsable de que mi maldito hermano gemelo, Saga, despertara el lado maligno de Géminis y atentara en contra Athena recién nacida, a diferencia de mi que solo existe la maldad... Jhm jhm jhm Si, ¡Yo fui el verdadero responsable del asesinato del Patriarca real y quien supo marcar el camino de el caballero de Géminis para despertar la ambición de poder y asumir el mando total del santuario hasta ahora!- explica emitiendo una leve sonrisa en su rostro mientras en el aire cada una de las imágenes son plasmadas como un recuerdo real...-Pero entonces mi hermano me aprisionó y me dejó a la merced de la muerte hasta que pude encontrar el camino al templo marino y manipular a Poseidón para dominar la Atlántida... ¡Y ahora haré lo mismo con Asgard! ¡Hahahahá!...- entonces, su cuerpo emite un movimiento rápido que lo cambia de sentido, descendiendo su extremidad derecha, para alojarla a la altura de su cintura, desplegando una mirada totalmente maléfica hacia el paralizado e indefenso Dios guerrero...-Pero si tu conciencia adormecida llega a entender esto que te estoy diciendo, Sabrás que cada secreto que Arles conocía... ¡Yo también!- y entonces un abrupto cambio enciende a un nuevo escenario pues dentro de tanta oscuridad la aparición de incontables planetas y galaxias es inminente dejando un ambiente completamente rodeado por esas rojizas bolas que marcan continentes y territorios dentro de lo que son mundos esparcidos en una extensa e infinita galaxia rodeando absolutamente todo dentro del campo de batalla...-¡Pero eso ya no tiene sentido, por que en este momento morirás!- y entonces, cada partícula cósmica concentrada y canalizada es alojada en el centro de su palma derecha, donde una gran esfera de un color similar a los ardientes planetas a punto de estallar es sostenida por los dedos del General Marino...-¡Te mostraré otro de sus trucos, Dios guerrero, uno de que no podrás salir con vida!... ¡Muere con la destrucción de las hermosas galaxias!....¡¡¡GALAXIAN EXPLOSION!!!- grita finalmente de forma completamente audible, permitiendo que todo el peso de su cuerpo perfectamente balanceado despliegue hacia el frente a su extremidad derecha, desplegando esa esfera que activa de forma instantánea la fricción en las incontables estrellas planetas y sistemas que los rodean, generando que cada una de ellas salga disparada con la extrema velocidad de la luz hacia el Dios guerrero de Megrez, siendo que antes de ejercer un contacto seguro con su objetivo principal, el guerrero de Asgard, cada una de esas rojas y ardientes esferas de gigantescos tamaños estalla fuertemente generando una completa y devastadora onda de energía con la fuerza para desintegrar completamente a su enemigo paralizado y de esa forma, emitir un final seguro a la larga contienda*
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*El inmóvil Guerrero Divino aprende los secretos de aquel despiadado ser y, a pesar de que su mente quiere liberar palabras y maldiciones, su voz no le responde. El guerrero de Megrez reconoce en su interior que la ambición y deshonra del Dragón supera la propia, y reconoce que aquella información que ahora posé podría cambiar el rumbo no solo de la guerra sino del rumbo del mundo; todo mientras su rostro se ilumina con la hermosa pero mortal explosión de galaxias. Cuando el cuerpo del divino recibe aquel Ken, su humanidad es elevada en los aires y la armadura sagrada que protege su cuerpo es reducida a añicos en cuestión de segundos. Su fisionomía es envuelta en ardiente luz, y atrapada por las gigantescas explosiones. Un parpadeo después todo acaba, y el maltrecho cuerpo de Alberich cae con violencia sobre el suelo, marcando su silueta en la roca.y con una expresión de asombro en su faz. Con sus últimas fuerzas, el forjador de los Nibelungos balbucea inentendibles palabras mientras mira con desdén al Dragón del Mar. Lentamente, el corazón de Alberich se apaga y sus párpados cubren su mirar. El cerebro de Asgard ha caído y su ambición ha muerto. Un Dios Guerrero más ha caído.*
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*La violencia por parte de Kanon es tan extrema que hasta los rincones más inhóspitos de ese tétrico bosque tiemblan ante la secuencia de segundos que reduce la vitalidad de su protector, Megrez a cero ante su devastador poder, pero luego de unos instantes, todo vuelve a la normalidad en la escena, donde en el área de batalla los rasgos de lo que ha sido un brutal encuentro han quedado plasmados sobre la superficie de la tierra y un amargo sabor para esa parte del terreno Nórdico...-Al fin lo has entendido, aunque...- exclama el Dragón del mar, descendiendo lentamente su extremidad con la cual desplegó tan intenso poder para deslumbrar ante su porte elegante y superior nuevos pasos que lo acercan hacia el cuerpo muerto de su rival, como una gema de amatista lentamente se desprende de los trozos de su armadura, hasta llegar a su mano y presionarla con fuerza y ahora solo en medio de ese bosque, una reflexión de su parte lo lleva a quedar unos instantes pensativo mientras su respiración agitada por la adrenalina que alimenta su sed de poder y ambición propia de conquista lentamente va retornando a su normalidad...-Jhm jhm jhm...- "Si el gran maestro Shion hubiese sido consiente del gran poder del Satán Imperial, las cosas en el santuario con seguridad serían diferentes" para luego, directamente tomar dirección con su mirada hacia el camino de salida de ese bosque y como un reflejo de su cuerpo, de su gran ansiedad por completar ese corto sendero que queda del largo camino, para llenar la ambición de sus planes con la gloria de la conquista y el poder de gobernar las tierras del Mar como también el mítico pueblo de Asgard..."Esta ves la voluntad de los dioses ya no se interpondrá en mi camino..." -¡Hahahahaha!-*
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Ganador: Kanon de Dragon Marino
Un combate bastante desigual, siento que Megrez debió de haber dado mas batalla dado su intelecto natural, de manera que pudiera compensar su baja fuerza física con la habilidad mental que posee; por otro lado, un poco de exageración en las descripciones de Dragon Marino, sin embargo, estas no afectan el desenlace final, por lo que el ganador es KANON DE DRAGON MARINO.
Resultados:
Desgaste cósmico: 35%
Daño físico: 0%
Daño a armadura: 10%
Kanon, prosigue tu avance, debes de pasar la explanada del castillo, donde veras la batalla de caballo marino y sigfried, y al final ascender al altar de odin, ultimo baluarte de Asgard.
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