** Las gélidas corrientes
emitidas por el viento presente se infiltran en aquellas nevadas, solitarias y
desoladas tierras de Asgard, donde se resalta un demencial silencio que se cuela en los
alrededores y hacen del paraje aún más amenazante para aquellos que desconocen
las heladas tierras. - Lo sé ... yo también lo huelo, Ging. - Son las palabras
que escapan de los labios de la jovial figura masculina que yace inquieta y
oculta sobre lo más alto de la cascada, observando con meticulosidad la llegada
de aquel extraño que no representa más que dicha para aquellos que se ocultan
en las sombras. - Pronto, reúnanse mis hermanos ... hay carne fresca que podrán
saborear. - Una maligna sonrisa se hace presente sobre sus plexos labiales,
mismos a los que lleva dos de sus dedos para así emitir un profundo y melódico
silbido, el cual produce un efecto inmediato en las figuras ocultas que sin
perder el tiempo se aproximan con cautela hacia la figura del extraño queriendo
rodearle por varios ángulos tras descender de aquella cúspide. - Adelante hermanos míos... - Vuelve a
pronunciar mientras presencia como varios lobos de marrón pelaje clavan sus
profundas y celestes miradas sobre el extraño, al cual enseñan sus blancos y
filosos dientes en señal de amenaza, misma que se complementa por el rugir de
cada uno y el lento avance que propician segundo a segundo en espera de la
señal de su líder. **
** Es así como uno a uno
los cuerpos de los lobos son rechazados por el estallido que genera la energía
cósmica del extraño, escuchándose los desgarradores gemidos de dolor que cada
uno emite al ser abatidos por la defensa del guerrero y que rápidamente llegan
a los oídos del joven que iracundo aprieta sus dientes sin dejar de observar con
rabia al extranjero que permanece inmóvil en su posición inicial. - Tú ... -
Expresa apenas al ser su respiración gravemente agitada por la escena que acaba
de presenciar, aquella rabia le envuelve por completo y le obliga a ejecutar un
impulsivo salto que le ubica frente al extraño en cuestión de segundos,
acompañado por un lobo diferente a los otros, cuyo pelaje azul sobresale
conjunto a una cicatriz que simula ser una media luna sobre su frente. - ¡¡TÚ!!
¿CÓMO TE ATREVES?!! - Dicta con furia al clavar su rauda mirada sobre su contrario, siendo así como sus dorados iris fulminan al sujeto para después
buscar con inquietud los cuerpos lastimados de los lobos que tanto aprecia. -
Estos lobos ... Ellos comparten conmigo el sufrimiento de estas tierras ... - Expresa
con dificultad, puesto que la ira impide que su diálogo sea más fluido, siendo
así como sus manos buscan acariciar los inmóviles cuerpos que permanecen sobre
la gélida nieve intentando de algún modo causarles algún tipo de consuelo. -
¡¡Y tú los mataste!! - Fulmina al retraer la palma de su mano para afirmar de
ese modo su postura, misma que revela la metálica armadura que porta y que
expresa un azul profundo que resalta con la pálida nieve que cubre el terreno.
- Lo pagarás... - Adhiere con fuerza sin dejar de apretar sus dientes, reacción
que también se percibe en el lobo que le acompaña y amenaza con sus rugidos al
que yace frente a ellos con indiferencia. **
Fenrir de Alioth Epsilon
"El Lobo del Norte"