La voz de los mares ha hablado y las ancestrales existencias reposan ahora bajo el símbolo de tres picos, aquella dama de albinas vestiduras, quien se desplaza siendo uno con aquel vital elemento tras la audiencia con la Emperatriz de los mares, nuevamente de entre las comisuras de sus ojos que se mantienen escondidos tras sus parpados, una deslumbrante luminiscencia se hace presente, y con ella imágenes y sensaciones futuras se manifiestan en la percepción de la Póntide, siendo envuelta por un aura de peligrosa esencia, se misteriosas intenciones, mismas que recorren la divinidad de la dama causándole escalofríos, acompañados de la imagen de un ser de imponente apariencia, de larga barba y madura mirada penetrante y como si de un viaje astral se tratase, como si la perspectiva del mundo se mostrase ante sus ojos, un país de la península balcánica toma entonces el protagonismo
-Esta sensación ¿Quién podrá ser este hombre? ¿Un simple ser humano puede desprender tan temible aura?-
Vocablos que quedamente de desprenden de los labios de la dama quien tras aquel instante, momento en el cual sin pensarlo dos veces emprende camino de regreso a la Atlántida para encontrarse nuevamente con la reencarnación de Poseidón
-Emperatriz, es de suma importancia que escuche nuevamente mis palabras-
Musita con dejos de alteración en su voz pero, sin perder aquella elegancia digna de su jerarquía, siendo pues que entre sus manos se hace presente su ornamentado y fiel espejo
-Nuevamente, una premonición se ha mostrado ante mí, y lo he que visto necesita de su pronta atención…-
y tras dichas palabras en tan adorado espejo comienza a vislumbrarse claramente las visiones que ella misma experimento con anterioridad, centrándose en la figura de aquel hombre de maduros rasgos y escalofriante esencia
-…este hombre, genera una esencia terrible y sus intenciones no pueden ser mejores que lo que su esencia oculta…-
Y tras ello, un brillante y tétrico resplandor hace resaltar de la mirada del mencionado, misma que se desprende y como en su visión, muestra desde la claridad de los cielos un punto clave de la península báltica
-…no puede permitirse ser sorprendida por esencias como esta, proteger sus ideales, su utopía es la prioridad, y con ello, salvaguardar las posibles entradas se muestra como la mejor de la opciones…-
Aconseja entonces la Póntide, quien muestra entonces en aquel espejo las tierras del norte de Rusia, aquel rincón de Siberia donde el pueblo de Bluegrad encuentra su lugar
-…y más aquí, en la ciudad de los tesoros perdidos-