Ya van más de ocho meses desde que la pandemia de coronavirus viene devorando sin tregua a los humanos en todos los rincones del mundo donde los muertos ya llegaron a 700.000 y la economía sufre un serio derrumbe. En medio de tan negro panorama, el anuncio de la vacuna rusa Sputnik V ha llenado de esperanza a toda la humanidad.
Lo esencial es invisible a los ojos. (Antoine de Saint-Exupéry, El Principito)
El lograr una vacuna contra el COVID-19 se convirtió desde el primer anuncio de la pandemia en la prioridad de cada gobierno y más de 200 laboratorios del planeta trabajan desde entonces contra reloj para encontrar una solución que termine con esta terrible pandemia. Las corporaciones farmacéuticas de las grandes potencias, al percibir la posibilidad de una ganancia segura y suculenta, se lanzaron en una carrera internacional desenfrenada para ser los primeros en encontrar la vacuna salvadora guiándose por el egoísmo racional de Margaret Thatcher y olvidándose de la cooperación internacional, la solidaridad colectiva y de los intereses del público global.
En estas condiciones, el anuncio del presidente ruso, Vladímir Putin, indicando que el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya ha registrado la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V en el registro estatal de medicamentos del Ministerio de Salud, provocó no solo alegría, sino también desató estupor y dudas sobre la calidad, eficiencia y seguridad de esta vacuna. Y no podía ser otra la reacción de Occidente para quien un país como Rusia, que recién pasó del socialismo al capitalismo, no podría tener la capacidad de convertirse en el primero en el mundo en producir la vacuna contra el temible COVID-19.
Se olvidaron los gobernantes occidentales que a pesar de los dramáticos cambios que experimentó Rusia en los siglos XX y XXI, el país logró proteger y conservar el conocimiento y experiencia de una vieja escuela de virología en términos históricos y su capacidad creativa frente a las pandemias.
Lo que está temiendo Occidente es que al convertirse Rusia en el primer país del mundo que ofrece la solución para acabar con el virus que azota el planeta, la autoridad rusa se proyectaría más encima de la occidental en la opinión pública global. Por supuesto, los más poderosos y ricos del mundo no pueden aceptar esta realidad.
Además la Big Pharma, es decir el complejo farmacéutico globalizado, ya se frotaba las manos pensando en las suculentas ganancias que le traería la vacuna contra el coronavirus tan anhelada por la humanidad. Y de repente aparecen estos rusos y el mismo día del anuncio del registro de su vacuna Sputnik V han recibido pedidos por 1.000 millones de vacunas de 20 países. Estas solicitudes hicieron bajar en seguida las acciones de Pfizer en un 0,8%, las de Novavax en 7,7% y las de Moderna en un 2,5%.
Todas estas tres corporaciones están incluidas en la lista de la Organización Mundial de Salud (OMS) como creadores de la vacuna contra el COVID-19 que están en el tramo final o fase tres en el que se evalúa la seguridad y la eficacia de la misma. Sin embargo, entre esas no se incluye la vacuna anunciada por Rusia por no "generar la confianza", según el principal inmunólogo norteamericano, Anthony Fauci quien declaró: "Espero que los chinos y los rusos realmente estén probando la vacuna antes de administrarla a alguien. Las afirmaciones de que tienen una vacuna lista para distribuir antes de hacer las pruebas son, cuanto menos, problemáticas".
Al final de su intervención ante el Congreso en Washington, el doctor Fauci aseguró: "En Estados Unidos estamos avanzando rápidamente y no pienso que aparecerán vacunas antes que las nuestras ni que vayamos a depender de otros países para obtener la vacuna".
No calculó bien la autoridad máxima de EEUU en inmunología, que los rusos empezarán la vacunación voluntaria masiva a partir del primero de octubre. Mientras que la vacuna mRNA-1273 creada por la corporación Moderna no va a estar lista hasta el 3 de noviembre, como lo estaba esperando Donald Trump, sino para el comienzo de 2021.
La mayoría de los expertos consideran que la vacuna norteamericana y la británica estarán disponibles para mediados de 2021. Y esto es a pesar de los 8.000 millones de dólares que el Gobierno norteamericano entregó a las biotecnológicas nacionales. Los representantes de la corporación china, Sinopharm anunciaron que su vacuna estará lista para el uso antes del fin de este año.
Frente a este adelanto ruso, no le quedó ninguna otra alternativa a la OMS, al Gobierno norteamericano, alemán, a los representantes de la Big Pharma y a los medios de comunicación globalizados que poner en duda la efectividad de la vacuna rusa Sputnik V, aunque será muy difícil ante la opinión mundial.
El sistema internacional de aceptación de vacunas y de nuevos medicamentos está funcionando a base de lo que se conoce como secret de Polichinelle que consiste en la idea que todos saben lo que está ocurriendo, pero nadie quiere hablar de esto.
Según el autor del libro Pharmas, Greed, Lies and the Poisoning of America, Gerald Posner, "las corporaciones farmacéuticas perciben el COVID-19 como una oportunidad de negocios que se presenta solamente una vez en la vida. Esta pandemia global tiene el potencial de un bombazo para la industria en términos de venta y ganancias. Mientras peor se pone la pandemia, más altas serán las ganancias".
Las corporaciones de EEUU ya han recibido más de 8.300 millones de dólares para el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus. También poseen la autoridad de establecer el precio, determinar la distribución de la vacuna poniendo sus intereses comerciales encima de las prioridades de la salud. No hay que olvidar que el mercado mundial farmacéutico es de 1,3 millones de millones de dólares y la misma Johnson & Johnson que está preparando su vacuna contra el COVID-19 ya proyectó obtener en 2020 más de 86.000 millones de dólares. La inesperada entrada de Rusia en este mercado farmacéutico está haciendo peligrar sus cálculos financieros.
La OMS tampoco se caracteriza por su desinterés o su santidad. Hace 12 años, en 1988, el director de la OMS (1973-1988) Halfdan T. Mahler advirtió al mundo en el periódico danés Politiken del creciente poder de la industria farmacéutica: "La industria se está apoderando de la OMS".
Pasados 21 años de su advertencia, estalló el escándalo de la gripe porcina. El ministro de Salud y Asistencia Social de Polonia, Adam Fronczak, reveló detalles sobre horribles contratos cuando las compañías farmacéuticas ayudadas por la OMS vendieron vacunas que no eran apropiadas y describió cómo la OMS negociaba el precio de la vacuna con los gobiernos en nombre de las compañías. (ResearchGate, 15 de febrero, 2015; Avens Publishing Group, Why the Corruption of the World Health Organization (WHO) is the Biggest Threat to the World Public Health of our Time, enero 2015, vol.2, issue 1).
Entonces, todo esto explica la risible y escéptica recepción que obtuvo la vacuna rusa Sputnik V en los círculos de los países y corporaciones farmacéuticas que se consideran ser amos y guardianes de la salud planetaria. No obstante, tanto los habitantes de América Latina, Asia y África recibieron la noticia sobre una posibilidad de poner fin a la pandemia con la vacuna rusa con optimismo y esperanza de acabar con la pesadilla que los está teniendo en zozobra. El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, fue el primero en anunciar que aceptó la propuesta de Putin de abastecer su país con la vacuna rusa, anunciando que será el primero en vacunarse.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández envió una carta al presidente Putin con sus felicitaciones "por un logro que quedará en la páginas indelebles de la historia de la medicina mundial". Las autoridades de Brasil ya están negociando la producción de esta vacuna en su país. Bolivia también expresó su deseo de obtener la Sputnik V.
En realidad, a ninguno de los países en condiciones de severa pandemia les interesa el escepticismo occidental sobre la vacuna rusa y los comentarios sobre la presura con que ha sido registrada la vacuna. Pero la muerte de más de 700.000 personas en el mundo y la posibilidad de la segunda ola de coronavirus en septiembre no ofrecen más tiempo para extender las pruebas varios meses más.
Los científicos del Centro Nacional de Investigación Epidemiología y Microbiología Gamaleya y los del Ministerio de Defensa ruso están convencidos que su único y exclusivo método de uso de dos vectores adenovirales es el más eficiente y seguro de todos los procedimientos utilizados por otras instituciones y corporaciones farmacéuticas.
Así, como opinó el filósofo argentino José Pablo Feinmann, "lo biológico se transforma en política de Estado: el que resuelva la situación biológica va a adelantarse a otros".
Rusia ha hecho el primer paso hacia adelante y este paso incomodó a los más ricos y poderosos de nuestro planeta, alegrando al mismo tiempo al resto de la humanidad que es la mayoría.
Revelan el costo de la vacuna rusa Sputnik V para los mercados internacionales
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Según el segundo análisis provisional de la tercera fase de los ensayos clínicos realizados en Rusia, el fármaco ha mostrado un 95 % de efectividad.
El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) ha anunciado que el costo de la vacuna rusa Sputnik V para los mercados internacionales será de menos de 10 dólares por dosis a partir de febrero de 2021. De esta manera, el precio total de las dos dosis necesarias para vacunar a una persona será de menos de 20 dólares.
Por lo tanto, la Sputnik V será dos o más veces más barata que las vacunas extranjeras basadas en tecnología de ARNm con tasas de eficacia similares. Para los ciudadanos rusos, la vacunación con Sputnik V será gratuita.
Según un comunicado de prensa del RDIF, la singularidad de la vacuna rusa radica en el uso de dos vectores diferentes basados en el adenovirus humano, lo que permite una respuesta inmune más fuerte y a más largo plazo en comparación con las vacunas que utilizan un mismo vector para dos dosis.
De acuerdo con el segundo análisis provisional de la tercera fase de los ensayos clínicos realizados en Rusia, el fármaco ha mostradoun 95 % de efectividad. Los cálculos se realizaron a partir de los datos de 18.794 voluntarios. El porcentaje corresponde al día 42 después de la primera inyección.
De momento en la tercera fase de los ensayos clínicos de Sputnik V en Rusia participan 40.000 personas, de los cuales más de 22.000 voluntarios recibieron la primera dosis y más de 19.000 las dos inyecciones. Hasta la fecha, no se han observado inesperados efectos secundarios adversos, y el seguimiento del estado de salud de los participantes continúa.
La distribución en los mercados internacionales
El RDIF y sus socios han lanzado la producción de la forma liofilizada (seca) de la vacuna, que se almacena a una temperatura de +2 a +8 grados Celsius. Dicho régimen permite la distribución del fármaco en los mercados internacionales, así como la expansión de su uso en regiones de difícil acceso, incluidas áreas con climas tropicales.
Los acuerdos actuales entre el organismo ruso y las principales empresas farmacéuticas extranjeras permiten la producción de la vacuna en el extranjero para 500 millones de personas por año a partir de 2021. Actualmente, RDIF está considerando solicitudes adicionales de varios países y compañías para aumentar aún más la capacidad de producción.
Las primeras entregas al extranjero de la vacuna rusa Sputnik V se llevarán a cabo a los clientes en enero de 2021 en base a las asociaciones existentes con fabricantes extranjeros. Aquellos clientes que hayan presentado recientemente sus solicitudes podrán recibir los primeros lotes de la vacuna a partir de marzo de 2021.
"No hay ninguna razón para dudar de los resultados": Expertos británicos evalúan información sobre la vacuna rusa Sputnik V
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Virólogos británicos han compartido con la cadena CBC sus evaluaciones sobre la efectividad de la vacuna rusa Sputnik V contra el covid-19. Los expertos comentaron sobre el informe de los resultados del segundo análisis provisional de la tercera fase de los ensayos clínicos realizados en Rusia.
De acuerdo con el informe, el fármaco ha mostrado un 95 % de efectividad. Los cálculos se realizaron a partir de los datos de 18.794 voluntarios. El porcentaje corresponde al día 42 después de la primera inyección.
"Los datos [son] compatibles con que la vacuna es razonablemente efectiva", afirmó Stephen Evans, profesor de farmacoepidemiología en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. "Estos resultados son consistentes con lo que vemos con otras vacunas".
Evans señaló que el rendimiento de la Sputnik V y otras vacunas transmitió "un mensaje verdaderamente importante para los científicos de la salud de todo el mundo" sobre la capacidad de combatir la enfermedad a través de las vacunas.
Por su parte, Ian Jones, profesor de Virología en la Universidad de Reading, destacó que la Sputnik V "será una vacuna útil".
"No veo ninguna razón para dudar [de los resultados]. Estoy de acuerdo en que sus resultados iniciales causaron consternación, pero no creo que sea porque no fueran válidos. Fueron revelados un poco pronto", apuntó el experto.
Según el medio, las evaluaciones positivas de los científicos se basan en el conocimiento de que el método de administración de adenovirus, que es la base de la vacuna desarrollada por el Centro de Investigación de Electroquímica de Gamaleya, ha demostrado ser exitoso.
Lo que no estaba claro era si el SARS-CoV-2 sería resistente, pero Evans subrayó que los resultados positivos de las otras compañías farmacéuticas sugieren que la vacuna rusa probablemente también es prometedora.
"Ahora tenemos cuatro vacunas que tienen cierta eficacia [contra el covid-19], que es mucho más de lo que hemos tenido para una vacuna contra el VIH o la malaria", concluyó el profesor británico.
El doctor griego Dimitris Gakis cree que la decisión de la UE de no comprar la vacuna rusa Sputnik V es inaceptable e incomprensible, ya que esta pertenece a un tipo de vacunas bien estudiado, mientras que otras vacunas son del nuevo —y tal vez peligroso— tipo genético.
En la opinión del cirujano e infectólogo Gakis, el rechazo a la vacuna rusa Sputnik V por la UE hace surgir muchas preguntas.
"Siendo yo seguidor de la medicina hipocrática, no me importa el origen de la vacuna. Primero me interesa la seguridad, luego la eficiencia, luego el costo, y no donde fue desarrollada: en EEUU, China o Rusia. Ciertamente preferiría la vacuna griega", explicó a Sputnik.
Por lo tanto, el experto reconoce que no puede entender que la Comisión Europea no incluya en el plan de futuras compras la vacuna rusa fabricada con tecnología tradicional, sin material genético, mientras que los datos del estudio completo publicado en Lancet muestran que es segura y eficaz.
Mientras tanto, el deseo del primer ministro húngaro, Viktor Orban, de comprar la vacuna rusa ha provocado críticas tanto en su país como fuera, por ejemplo, entre otros miembros de la UE. Diez dosis iniciales de la Sputnik V fueron enviadas a Hungría para ser probadas localmente, con entregas a gran escala y potencialmente una producción masiva por una empresa húngara el próximo año. A principios de este mes, funcionarios de la UE advirtieron, sin mencionar a Hungría, que la comercialización de vacunas no autorizadas por Bruselas iría en contra de la estrategia de vacunas de Europa, según France24.
"Considero impensable para una Europa librepensadora amenazar a Hungría por comprar la Sputnik V. Se trata de una acción sin sentido que, entre otras cosas, provoca sospechas de los opositores a la misma inoculación y contribuye al fracaso del programa", subrayó.
Gakis explica que las vacunas en desarrollo se dividen en regulares y genéticas (vacunas del tipo ARN y ADN).
Hasta ahora, los diseños de las vacunas han contenido cepas microbianas vivas debilitadas u organismos muertos, o partes antigénicas de microorganismos. El objetivo era provocar una reacción del cuerpo, en primer lugar, creando anticuerpos contra el patógeno (inmunidad humoral), y en segundo lugar, creando células de memoria (inmunidad celular), que en futuros ataques al cuerpo activarán rápidamente su defensa. Tales vacunas son la vacuna rusa Sputnik V, la de la Universidad Británica de Oxford y AstraZeneca, la china Sinovac, etc.
"Las inoculaciones que utilizan el material genético (ARN o ADN) aún no han sido estudiadas en su totalidad. (...) Esperamos la publicación de todas las investigaciones para asegurarnos de que son seguras en primer lugar, así como eficaces (pueden aumentarse con dosis repetidas si es necesario). Solo entonces las recomendaremos a los ciudadanos", aclaró el médico.
Además, Gakis considera "inaceptables" las insistentes declaraciones de los dirigentes europeos que "solo después de que las vacunas hayan sido probadas por la Agencia Europea de Medicamentos podrán ser utilizadas en los Estados miembros". En su opinión, la soberanía de los Estados miembros permite el ensayo de cada fármaco en laboratorios propios, lo que es especialmente importante para vacunas del nuevo tipo elaboradas de prisa.
Con el estrepitoso fracaso de la vacuna AstraZeneca, el Reino Unido opera una "guerra de vacunas" al autorizar en forma precipitada la vacuna estadounidense/alemana de Pfizer/BioNTech antes que sus mismos fabricantes de EEUU y Alemania, lo cual parece más bien una maniobra geopolítica muy "británica" de una vacuna de guerra: la "vacuna de la OTAN".
Son momentos coyunturales en que el Reino Unido se encuentra a punto de concretar su dramático Brexit —salida de la Unión Europea— y cuando el megaespeculador nada "filántropo" George Soros exalta y exulta la balcanización fiscalista de la Unión Europea y el Reino Unido permuta su post-Brexit por la geopolítica del Indo-Pacífico", su agazapado primer ministro Boris Johnson —quien, por cierto, arrojó a su "aliado" Trump debajo del autobús— asesta un coup de thétre, algo así como un golpe de timón, con su autorización intempestiva de la vacuna estadounidense/alemana de Pfizer/BioNTech que aún no ha sido aprobada por sus inventores ni en EEUU ni en Alemania.
A sabiendas de la legendaria perfidia de Albión, desde sus piraterías pasando por sus 2 guerras del opio contra China hasta la implantación financierista de la globalización thatcheriana, no es nada sorprendente que el Reino Unido de nueva cuenta intente vacunar en forma preventiva a sus ciudadanos y pretenda al mismo tiempo controlar la logística geopolítica de la vacuna a escala global —independientemente de sus jugosas ganancias bursátiles—.
La clase política británica se volcó en ditirámbicos autoelogios por haber colocado al Reino Unido como el "líder global contra el COVID-19", que la coloca al frente de la propagandística "guerra de vacunas" contra sus competidores más precavidos de Rusia y China.
Su secretario de Educación, Gavin Williamson, alardeó de que el Reino Unido "tiene mejores reguladores médicos" que los franceses, los belgas, los alemanes y los estadounidenses.
El jingoísmo británico escaló niveles de demagogia barata cuando su secretario de Salud, Matt Hancock, prometió que se iba a vacunar en vivo ante las cámaras de televisión: invocación que será imitada por 3 expresidentes de EEUU —Barack Obama, Bill Clinton y George Bush— conocidos por sus estrechos lazos con la Corona británica.
Ambrose Evans-Pritchard, el portavoz de la Corona británica, festeja ruidosamente que "Europa pagará un alto precio por la burocracia de sus vacunas, mientras que el muy ágil Reino Unido se mueve libremente e interrumpe una tercera ola del COVID-19", que atribuye a que el Reino Unido ostenta la "Regulación 174" que "permite una acción inmediata para combatir pandemias o ataques químicos y nucleares".
Evans-Pritchard opera una absurda comparación cuando contrasta la movilidad del Reino Unido, un archipiélago a carta cabal con 66 millones de habitantes, frente a la Unión Europea con 27 países y 447,7 millones de habitantes.
Evans-Pritchard, en un tono clásico de guerra, clama que el Reino Unido desplegará centros de inyecciones y cadenas de refrigeración de almacenamiento, "en su mayor operación militar desde la guerra de las Malvinas —las Malvinas para Argentina—".
Curiosamente, Evans-Pritchard juzga que la vacuna británica de AstraZeneca no está liquidada y que pronto demostrará sus "altas tasas de eficacia" y "salvará más vidas que las mismas vacunas de Pfizer o Moderna". En pleno delirio autista omite citar el éxito de las vacunas de Rusia y China.
Nada menos que el infectólogo estrella de EEUU, Anthony Fauci, fustigó en una entrevista con Fox News la impetuosidad temeraria de los políticos británicos, lo cual pudiera desembocar en mayores daños que beneficios cuando los "reguladores" del Reino Unido no han aún escudriñado adecuadamente todos los datos, lo cual curiosamente ha rezagado a los investigadores estadounidenses de la FDA.
Justamente, la dupla anglosajona de EEUU y el Reino Unido ha sido la más golpeada por su pésimo manejo de la pandemia del coronavirus, lo cual ha provocado un enorme escepticismo aséptico de sus poblaciones, que alcanza en forma insólita a la mitad de sus respectivas poblaciones.
Es evidente que el arrebato de los agazapados políticos británicos comporta mayores aspectos electoreros que desdeñan la "seguridad" integral de la vacuna que se salta muchas trancas clínicas.
Están tan fanatizados en su jingoísmo financierista/neoliberal/thatcheriano que los británicos prefieren probar una vacuna estadounidense/alemana cuando fracasó la propia de AstraZeneca, que usar la vacuna rusa Sputnik V —con un costo casi 7 veces menor y que no requiere refrigeración a -70ºC, lo cual implica un enorme costo adicional— o las varias vacunas chinas.
En medio de sus cánticos triunfales en su "guerra de las vacunas" contra Rusia y China, ya empezaron a permear problemas logísticos. Pfizer solo podrá transportar la mitad de las 100 millones de dosis prometidas a finales de este diciembre, debido a "problemas con su cadena de suministro", lo cual pretende paliar con el transporte de 1.000 millones de dosis en todo el año 2021, según The Wall Street Journal.
Así las cosas, en el mismo Reino Unido solo podrán ser vacunados a finales de diciembre hasta 5 millones de británicos en lugar de los 10 millones prometidos.
Como si se tratase de una operación "secreta de guerra", el Reino Unido importó las primeras vacunas de Pfizer/BioNTech bajo el velo de "razones de seguridad, evitando proporcionar las localidades exactas de su almacenamiento con el pretexto de que fueran a ser hurtadas por el crimen organizado.
Cuando el Club de Ricos" de la OCDE pronosticó que el Reino Unido sufriría con Argentina uno de los peores desastres económicos de 2021, ahora sus oportunistas y demagogos políticos exclaman que, gracias a su veloz adopción de la vacuna estadounidense/alemana, su recuperación económica será más rápida que el resto de Europa cuyos funcionarios criticaron acerbamente la impulsividad británica.
Peter Liese, miembro del partido CDU de la canciller alemana Ángela Merkel, fustigó que el apresuramiento británico pudo haberse debido a las fuertes presiones domésticas que enfrenta el primer ministro Boris Johnson, quien también ha prometido vacunarse ante la televisión: "El Reino Unido tiene ahora casi 60.000 muertes por el coronavirus" sin contar que "es una isla y nunca ha sido miembro del Schengen, de fronteras abiertas en Europa" cuando se debería comparar más bien con países como "Nueva Zelanda o Irlanda que tienen mejores resultados en su tasa de infección".
El aséptico escepticismo alemán, sede de BioNTech, socio de la estadounidense Pfizer, es extensivo a toda Europa, donde no quieren correr riesgos de innecesaria precipitación ni quemar los tiempos clínicos de las pruebas cuando también pudieron haber optado por las mismas medidas de autorización expedita.
Pareciera también que la rápida adopción de la vacuna alemana-estadounidense por el Reino Unido comporta características geopolíticas y que pudiéramos denominar como la "vacuna de la OTAN" cuando se atan los cabos de su fabricación en EEUU (con la bendición de sus adictos expresidentes a la Corona británica y del controvertido Bill Gates), Alemania y el Reino Unido —3 miembros notables de la OTAN— y cuando el presidente electo de EEUU, Joe Biden, ha insinuado su intención de restaurar la fracturada alianza noratlántica.
El primer ministro de Rusia Mijaíl Mishustin afirmó que podría haber una demanda explosiva en el extranjero de la vacuna anti-COVID rusa.
"Puede haber una gran demanda, literalmente explosiva, de productos de demanda actual como la vacuna contra el coronavirus", declaró durante el discurso en la sesión plenaria del foro internacional de exportación Hecho en Rusia.
Subrayó que en primer lugar se planea proveer de la vacuna a los ciudadanos rusos.
El 5 de diciembre, en Moscú abrieron los primeros 70 centros de vacunación contra el COVID-19 con la vacuna rusa Sputnik V desarrollada en el Centro Gamaleya. Se basa en una plataforma bien investigada del vector del adenovirus humano y mostró una eficiencia del 95% en la segunda etapa de la investigación.
El 8 de diciembre Rusia envió los datos de la segunda vacuna desarrollada en el país, EpiVacCorona, a la Organización Mundial de la Salud (OMS). EpiVacCorona desarrollada por el Centro de Virología y Biotecnología Vector, es una vacuna de epítopos contra el coronavirus. Es decir, la vacuna lleva solo un fragmento corto de una proteína del virus, antígenos peptídicos sintéticos, que se reconoce por el sistema inmunitario.
La vacunación con ambas sustancias implica dos vacunaciones con un intervalo de tres semanas.
Además en Rusia se desarrollan otros fármacos. Según la jefa de Rospotrebnadzor, la oficina rusa de protección al consumidor y bienestar humano, Ana Popova, todo el conjunto de vacunas se crea en el país.
Confirman un 91,4% de eficacia de la vacuna rusa contra el covid-19 Sputnik V y un 100% en los casos graves de la enfermedad
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Los datos se han revelado según los resultados recibidos durante la tercera fase de los ensayos clínicos del fármaco.
La eficacia de la vacuna rusa contra el covid-19 Sputnik V es del 91,4%, según los resultados obtenidos durante la tercera fase de los ensayos clínicos del fármaco, han anunciado este 14 de diciembre el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya y el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF). El análisis de datos se efectuó en el punto de control final después de 21 días desde el momento en que los voluntarios recibieron el primer componente de la vacuna.
La eficacia se calculó sobre la base de datos de 22.714 voluntarios que recibieron la primera y la segunda inyección de la vacuna Sputnik V o un placebo, de los cuales 78 resultaron enfermos: 62 en el grupo al que se le suministró el placebo y 16 en el que recibió la vacuna.
Al mismo tiempo, los resultados de la tercera fase de los ensayos clínicos han mostrado que la eficacia de la vacuna Sputnik V contra los casos graves de covid-19 es del 100%. "Entre los casos confirmados de infección por coronavirus, en el grupo de placebo se registraron 20 casos graves, mientras que no se registraron casos graves en el grupo que recibió la vacuna", afirman desde el RDFI y centro Gamaleya.
Tercera fase de ensayos
Hasta la fecha, en el marco de la tercera fase de los ensayos han sido vacunados más de 26.000 voluntarios y ninguno ha presentado reacciones adversas. El monitoreo de la condición de los voluntarios continuará durante al menos seis meses después de que recibieron la primera dosis de la vacuna.
"La tercera fase de los ensayos clínicos de la vacuna Sputnik V se están llevando a cabo de acuerdo con las mejores normas y prácticas internacionales. En el curso de los ensayos clínicos, la seguridad de la vacuna se monitorea constantemente, la información es analizada por un comité de monitoreo de datos independiente con la participación de científicos líderes", precisan desde el centro Gamaleya y el RDIF.
El centro Gamaleya publicará los datos obtenidos durante la tercera fase de los ensayos clínicos de la Sputnik V "en una de las principales revistas médicas revisadas por homólogos a nivel internacional". Además, con base a estos resultados se preparará un informe para presentar documentos con el fin de registrar de forma acelerada la vacuna en varios países.
Asimismo, actualmente se están realizando ensayos clínicos de la vacuna Sputnik V en Bielorrusia, los Emiratos Árabes Unidos, Venezuela y varios otros países, así como en la segunda y la tercera fase en la India.
Características de Sputnik V
Sputnik V utiliza una tecnologíade adenovirushumano de dos vectores diferentes,Ad26 y Ad5, que se aplican en dos inyecciones. Esta solución no contiene adenovirus humanos vivos, sino vectores adenovirales, que no multiplican y resultan completamente seguros para la salud. De hecho, el fármaco se basa en una plataforma de dos vectores ya existente con la que ya se crearon otras vacunas.
Al mismo tiempo, el precio de una dosis de la vacuna en los mercados extranjeros no superará los 10 dólares, mientras que la disponibilidad de una forma liofilizada (seca) del fármaco facilitará significativamente la logística de su distribución en los mercados internacionales, ya que se puede almacenar a una temperatura más alta (de 2 a 8 ºC) que la versión líquida.
“Ahí vienen los rusos” es una gran película de sátira política de 1966 que mostraba el pánico generado en un pequeño pueblo de los Estados Unidos cuando encalló un submarino soviético. Esa película humanizaba a los tripulantes soviéticos, los mostraba como lo que eran, personas de carne y hueso, y por supuesto -los prejuicios e ignorancia- de quienes los recibían como si fueran extraterrestres.
La llamada “guerra fría” finalizó, el muro de Berlin cayó en 1989, la Unión Soviética se desintegró en 1991, pero los prejuicios subsisten. Ya no son soviéticos, pero siguen siendo rusos. Y en nuestro mundo “occidental” vaya uno a saber qué imaginario se ha construido sobre lo que existe “allí”, en ese mundo.
Todo viene a cuento de la llamada “vacuna rusa” que varios países latinoamericanos están comprando y numerosos medios de comunicación cuestiónan su efectividad como si viniera de un pequeño país perdido en alguna isla del océando índico.
Obviamente la vacuna Sputnik V del instituto Gamaleya no tiene apellido de laboratorio suizo, francés o estadounidense, como si éstos fueran los únicos confiables. No es este el lugar para analizar la efectividad de tal o cual vacuna o las historias de las terribles pruebas que varios laboratorios “confiables” hicieron en el llamado “Tercer Mundo”.
Pero sí para señalar lo anacrónico de contraponerle a una vacuna fabricada en Rusia o China la autoridad moral y científica de lo que muchos periodistas señalan como “el mundo civilizado”. Sí, en estos términos.
Vale la pena recordar que la Unión Soviética tuvo un alto desarrollo tecnológico-nuclear y que tenía al menos un cuarto de la comunidad científica del mundo antes de su desintegración, absorbida obviamente por Rusia. De más está decir que estas aseveraciones sobre las vacunas “rusas” o “chinas” están plagadas de prejuicios frente a civilizaciones con historias varias veces milenarias.
Por otra parte, por lógica, si hay un mundo “civilizado” con una ética y moral superior, por contraposición el otro mundo no sería “civilizado”.
También hay que decir que la historia de este llamado “mundo civilizado” no se corresponde con el imaginario creado.
Es una construcción ideológica fantasiosa que “olvida” los genocidios de las potencias coloniales en América, Africa y Asia, o el traslado masivo de personas del África hacia América para someterlas a condiciones de esclavitud; las dos grandes guerras mundiales, los campos de concentración con sus cámaras de gas o las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, sólo para mencionar algunas de las obras de esto que se llama “mundo civilizado”.
¿Acaso se puede hablar de “mundo civilizado” en nuestra región con la historia de las dictaduras militares y sus genocidios, desapariciones, torturas o robo de bebés para “salvar al mundo occidental y cristiano”, frase tomada del escritor Miguel de Unamuno?
Es posible que detrás de las críticas a la vacuna “rusa” haya intereses y presiones de grandes laboratorios y empresas farmacéuticas para eliminar un competidor de fuste. Y mucha ignorancia.
*Sociólogo y analista internacional argentino, director del portal nodal.am. Columnista invitado del Cenro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
Agencia sanitaria de EE.UU. investiga 5 casos de reacciones alérgicas tras la administración de la vacuna de Pfizer contra el covid-19
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Desde el organismo opinaron que el polietilenglicol (PEG) —que forma parte no solo del fármaco de Pfizer, sino de la vacuna de Moderna—"podría ser el culpable".